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No eran las cinco de la tarde - por Emyl Bohin

Web: http://emylbohin.com/

—Señor comisario déjeme ir, que ya le he dicho que yo no fui, que no tengo nada que ver.
—Inspector, Pulguita, inspector, que conoces de sobra al comisario; y vuelve a contarme qué hacías tú en un museo.
—Ya sabe usted que yo soy aficionado a los toros, que yo no voy a museos de esos, de los que tienen pinturas de jarrones, pero este es diferente, es un museo taurino y como mi compadre, el Caracolillo, que fue mozo de espadas de Hilarito del Río está de portero, pues suele dejarme pasar, que no están los tiempos para pagar esos precios por entrar.
—Al grano Pulguita, al grano; que cuando te detuvieron tenias seis relojes en el brazo derecho, amén del que llevabas en el izquierdo. No me querrás decir que es para saber la hora en todas las plazas de toros del mundo.
—Déjeme que le explique comisario, perdón inspector, es un bisnes todo legal, yo los pelucos los compro por Internet, a un precio guapo y luego el cartero me los trae a casa, con un poco de labia consigo revenderlos y sacarme unos eurillos, nada importante, no me da ni para hacer la declaración de hacienda.
—No parece que coincida tu versión con la denuncia, según el denunciante le sacaste 1000 euros de los tres mil que le pedías al principio, diciéndole que era un auténtico reloj de oro macizo y que lo llevó Manolete hasta el día de su muerte.
—¡Mal rayo le parta al loro ese, quién se va a creer ese cuento! Déjeme salir, que va a empezar la corrida y me la voy a perder.
—Así que no puedes pagar los siete euros de la entrada al museo y tienes para una entrada, barrera de sombra, supongo.
—Un tendido y hoy con el día que hace todo va a ser sombra, pero es un regalo de un amigo mío, que hoy no puede ir, que tiene la parienta en el hospital que está a punto de dar a luz.
—Pues no vas a salir hasta que yo me aclare del lío este, porque aquí, Pulguita, hay mucho lío. Tú quieres que yo me crea que entras en un museo, aunque sea taurino, y al primero con cara de primo que ves te acercas y le cuelas el reloj. Venga cuéntame cómo entablaste conversación con él.
—Usted sabe inspector que el museo está dentro de la plaza y desde allí, en las tardes que no hay corrida, puede verse el ruedo a través de una pequeña ventana, yo le comenté que era de admirar, no sólo los cuadros de los maestros, sino también el color rojizo que coge el albero, que es como decimos aquí a la arena del coso, a las últimas horas de la tarde soleada. Él se quedó muy interesado en lo que yo le estaba contando y al acercarnos al bronce de Manolete, pues aproveché para hablarle del peluco.
—Y no sospechaste nada, a ti te parece normal que la gente vaya con esa cantidad de dinero encima y se lo gaste en caprichos.
—Los turistas. Ya sabe usted cómo son. ¿Puedo irme ya?
—Mírame Pulguita, mírame a los ojos y escucha bien lo que te voy a decir. Ese, a quien le has endosado un peluco ful, ese es un sicario que por menos de lo tuyo le ha rebanado el cuello a más de uno. Y tú, Pulguita, hasta que yo no sepa a qué ha venido y si tú estás relacionado con sus negocios, de aquí no te mueves.
—Le juro por la gloria de mi madre señor comisario, perdone inspector, que yo en mi vida había visto a ese tío. Usted sabe que con esas cosas yo no ando, me conoce usted desde hace muchos años, pero por favor no le diga nada acerca de mí, que me da muy mal fario y ande que son las cuatro y va ha empezar la corrida.
—Mira Pulguita, como decís los aficionados la corrida se celebrará si el tiempo y la autoridad no lo impiden, y el tiempo amenaza tormenta y la autoridad, que soy yo, lo impido.

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16 comentarios

  1. Hola Emyl,

    He leído tu relato y te cuento que me impresiona el que hayas contado la hisoria solo a punta de diálogos. Eso llamó positivamente mi atención.Te felicito.
    También he de decirte que al principio no me fue fácil comprender de lo que se trataba. Quizás unas acotaciones del narrador al inicio puedan echar una mano en ese sentido, o tal vez utilizar signos de admiración o interrogación, para darle más énfasis a algunas frases.
    El reto lo has logrado muy bien. Están todas las palabras, además muy bien utilizadas, ninguna se siente forzada.
    También celebro el buen uso que hiciste del ‘lenguaje de la calle’, lleno de modismos y que eso no impida la comprensión del texto.
    En fin! Me disfruté mucho la novedad de un relato eleborado solo con diálogos y, además, tan bien contado.

    Primera vez que te leo, somo vecinas, mi relato está juto antes que el tuyo.

    Un abrazo

    Escrito el 17 mayo 2016 a las 14:17
  2. 2. Frida dice:

    Hola holilla vecinillo. Lo confieso, las dos primeras frases hube de releerlas dos veces porque me perdí ─sí, y no era más que el principio─, no sé si fue por la misma confusión que te apunta María Inés, o si es que estaba yo poco centrada. Pero en cuanto volví a reiniciar la lectura, me enganché de principio a fin. El texto magistral. No sólo es que una disfrute leyendo, sino que necesita devorar las palabras, los diálogos tan dinámicos. No solo logras una historia redonda, sino que nos dejas con ganas de más, de mucho más. Al principio me preguntaba qué había hecho el Pulguita (porque el engaño del reloj, es como la punta del iceberg), pero, al final del texto eso es irrelevante, una lo ha olvidado, porque el mal fario, el sicario y la corrida de toros son un misterio muchísimo más interesante. Una lástima el límite de palabras, pues esta historia es como el primer capítulo de una buena novela negra o de misterio, ambientada taurinamente, a lo Hemingway.

    Ole y ole torero.

    Escrito el 18 mayo 2016 a las 16:42
  3. 3. Nuria GR dice:

    Hola Emyl, me ha gustado mucho tu texto. Coincido con mis compañeras en que haces un uso muy bueno del lenguaje de la calle. Se lee con fluidez y la trama engancha al lector.
    No puedo dejar de señalar la falta de ortografía del final, aunque imagino haya sido un descuido, “ha empezar”, debe ir si h.
    Enhorabuena por tu texto.
    ¡Hasta la próxima!

    Escrito el 19 mayo 2016 a las 07:37
  4. ¡Hola Emyl!
    ¡Me he pasado todo el relato imaginando al Pulguita y al comisario, digo inspector, conversando en la comisaría! Y no me ha costado nada en absoluto. Has dibujado perfectamente los personajes tan sólo con sus diálogos y eso, la mayoría de las veces, resulta complicado, pero tu lo has clavado.
    Me ha encantado, me ha entretenido y me ha hecho sonreír desde la primera línea.
    ¡Enhorabuena de verdad!
    Un abrazo

    Aina Pons Triay
    ainaponstriay.wordpress.com
    Mi relato este mes: nº 23 – VAN A ENCONTRARTE https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-35/5655

    Escrito el 19 mayo 2016 a las 17:54
  5. 5. Emyl Bohin dice:

    Gracias Maria Inés, Frida, Nuria y Aina por vuestro tiempo y vuestras amables palabras. El haber empezado el relato sin un narrador que nos ponga en situación ha podido provocar el despiste inicial, pero quería, a modo de ejercicio, no usar narrador ni siquiera en las acotaciones. Nuria lo de la “ha” es imperdonable, acabo de estar cinco minutos de rodillas castigado y de cara a la pared, para recordar antiguos métodos pedagógicos. Gracias por el aviso.

    Saludos.

    Escrito el 19 mayo 2016 a las 18:27
  6. 6. B.M. Donald dice:

    Buenas Emyl Bohin
    Coincido con los compañeros. Al margen de alguna coma de más y de menos, según el lugar y algún punto de menos. Y la falta que ya han apuntado
    Un relato corto que explica mucho con sólo diálogo es complicado.
    Es cierto que al principio uno se pierde y resulta algo complicado comprender de qué va. Conforme se va leyendo es fácil imaginar el lugar y a los dos interlocutores. La trama, para mí, algo rebuscada ya que se hace complicado imaginar que un sicario pueda ser engañado así. Pero tampoco conozco a ningún sicario más que por lecturas o películas.
    Ha sido interesante y ameno.
    Si te parece, aunque no se que me ha pasado al publicarlo que se ha quedado todo en un párrafo y medio, hago una crítica a los toros. Estoy en el nº 72
    Gracias.

    Escrito el 20 mayo 2016 a las 16:16
  7. 7. merchylam dice:

    Hola Emyl,
    Yo sin embargo, he entrado al trapo desde el principio, aunque si es verdad que los dos primeros párrafos falta un poco de ubicación, en el tercero ya estás dentro.
    De admirar el uso del diálogo en todo el texto.
    He visto alguna puntación que sería mejor de otra. Por ejemplo:
    -Al grano, Pulguita, al grano, que cuando…. mejor que el punto y coma-
    -Un tendido. Además, hoy con el día que hace…. Esa misma frase tiene un montón de enlaces que imagino están hechos a propósito por la jerga del Pulguita, pero que al leer cuestan un poco.
    Faltan comas en estas otras;
    -al primero con cara de primo que ves, te acercas y le cuelas el reloj.
    -Mira Pulguita, como decís los aficionados, la corrida.
    Puede haber alguna puntuación de más que sea discutible pero a mi esas me han llamado más la atención.
    La trama me ha gustado mucho y ha sido entretenido y hasta me ha arrancado alguna sonrisa. Los personajes “clavaos”, en su papel. La única pega sería que no hay desenlace. A mi me ha pasado algo peor si te sirve de consuelo, pero parece igual un primer capítulo de algo más largo.
    Aún así,un placer leerte. Te buscaé en próximas entregas.

    Escrito el 21 mayo 2016 a las 11:43
  8. 8. Manoli VF dice:

    Hola Emyl.

    Enhorabuena por tu relato.

    Tal y como veo que ha pasado con otros compañeros yo también tuve que leer varias veces ese comienzo, no se si se corregiría con algún inciso o bien es cuestión de puntuación como en ese: “Inspector, Pulguita, inspector, que conoces de sobra al comisario! Quizás con un punto se vería mejor: “inspector, Pulguita, inspector.”

    Pero bueno que al margen de esto, es de admirar que construyas la escena entera con diálogos y tan bien. Ha quedado muy natural y vívida y logras el efecto que te propones de mostrarnos en pocas palabras la caracterización de los personajes y lo que está pasando.

    Te felicito.

    P.D: Y un guiño que no puedo obviar ese ese título tan Lorquiano esta vez con negación: “NO eran las cinco de la tarde” que fue lo primero que me llamó la atención en tu texto.

    Un saludo.

    Escrito el 21 mayo 2016 a las 18:10
  9. 9. Isolina R dice:

    Hola, Emyl Bohin:
    No sé por qué, imaginé que eras chica. Me sorprendió descubrir que eras varón.

    El texto me ha gustado bastante. Enhorabuena.

    Te señalaré alguna cosilla para mejorarlo:

    El vocativo siempre tiene que ir entre pausas, sin excepción. Si va al principio de la oración, será así: “—Señor comisario, déjeme ir”. Si va en medio, así: “—Mírame, Pulguita, mírame a los ojos” o “—Al grano, Pulguita, al grano” o “—Déjeme que le explique, comisario, perdón, inspector,”.

    En: “el Caracolillo, que fue mozo de espadas de Hilarito del Río, está de portero” falta la coma antes de “está”.

    “tenías” con tilde, “1000” con letras, “Hacienda” con mayúscula y todas las palabras tomadas de otra lengua (en este texto anglicismos) en cursiva. Como el formulario no admite la cursiva, entrecomíllalas.

    En: “—Un tendido y hoy con el día que hace todo va a ser sombra, pero es un regalo de un amigo mío, que hoy no puede ir, que tiene la parienta en el hospital que está a punto de dar a luz” hay cuatro “que”. Antes de “pero” yo pondría punto y coma.

    Espero que mis sugerencias te sirvan.
    Saludos.

    Escrito el 21 mayo 2016 a las 22:40
  10. 10. Wolfdux dice:

    Tras lo extensos comentarios de Isolina y Merchylam poco más puedo aportar. Repito lo dicho, un gran uso de la jerga callejera que hace que los diálogos sean muy fluidos. Un saludo.

    Escrito el 23 mayo 2016 a las 23:12
  11. 11. Emyl Bohin dice:

    Hola y gracias por pasaros por aquí a comentar y a colaborar en esta tarea.

    B.M. Donald creo que se puede engañar a cualquiera, sicarios y estafadores incluidos, acuérdate de la película “El golpe” (The sting) solo hay que encontrar su punto débil. Me alegra que te haya gustado.

    merchylam tomo nota de las puntuaciones para cuando lo pase a limpio al blog, que lo tengo un poco parado en espera de algún cambio sustancial. El placer mío por haberme leído.

    Manoli VF el título es fundamental, si no conoces al autor es el único que te puede atraer, confieso que hasta ahora no he gastado mucho tiempo en los títulos, pero es algo a mejorar. Nos leemos.

    Hola Isolina R no sé por qué, pero le pasa a más personas, de hecho a la primera comentarista, María Inés Nuid, también lo cree así. Confieso que alguna vez he sentido la tentación de promover esa ambigüedad. Tus sugerencias son órdenes, me pongo a la tarea.

    Wolfdux un placer verte por aquí, hasta la próxima.

    Escrito el 24 mayo 2016 a las 09:01
  12. 12. Cryssta (Madrid-España) dice:

    Hola Emyl, perdona la tardanza en devolverte la visita, tenía muchas cosas que hacer antes. Lo bueno para mí es que ya te han dicho algunas cosas los compañeros y me ahorro el escribirlas.

    Tu relato me ha gustado aunque más que un relato me parece el principio de algo más largo. Te diré lo que yo veo mejorable:

    – eso de que el título vaya en negativo no me gusta nada, creo que hubiera sido mejor poner “Eran las cuatro de la tarde” además de estar en positivo sigues haciendo un guiño a García Lorca, un guiño porque no le copias al poner las cuatro pero nos lo evoca igualmente

    – “que yo no voy a museos, pero este es diferente” tal y como lo has puesto es como si el Museo Taurino fuera también un museo “de pinturas de jarrones”

    – “¡Mal rayo le parta al loro ese! ¿Quién se va a creer ese cuento?”

    – “y tienes para una entrada a la plaza”

    – dices “son las cuatro y va a empezar la corrida”, no sé si estás hablando de la Plaza de Toros de Las Ventas, en Madrid, que tiene el Museo Taurino; si es así, al menos en la actualidad, las corridas empiezan más tarde, en esta época a las siete de la tarde, las taquillas sí que abren por la tarde a las cuatro. Si te refieres a una época en que las corridas fueran a las cinco tampoco estaría bien la frase, una hora es demasiado margen para decir “va a empezar”

    Espero haberte ayudado. Felicidades por tu relato.

    Escrito el 24 mayo 2016 a las 11:48
  13. 13. Victor Hugo Montenegro dice:

    ¡Hola Emyl!

    En primer lugar te agradezco por haberte pasado por mi relato. Mira que yo también asocie tu nombre en un principio con el de una mujer, y no eres el único, también me ha pasado con otros Literautas. Bien, ahora vamos con tu relato. En un principio no identifique la estructura básica de los que es un relato, sino que al parecer nos sitúas en el espacio de lo que efectivamente como lo han dicho otros compañeros puede ser algo más grande. Del que hayas querido desarrollar una historia por medio de solo diálogos, si fue para ti un propósito, estuvo muy bien. Aunque para mí, si me hubiera gustado ver en algunos tramos al narrador para darle coherencia a la historia y no poner a los pobres personajes hacer el papel del narrador para dar este equilibrio.

    Ahora con respecto a las observaciones, siempre lo digo, son “mis apreciaciones” esto no es ley, así que no me creas por favor, solo toma lo que compartas. Me parece Emyl que deberías mirar el tema del punto seguido, te hago la observación porque he visto que es algo que puede ser que no lo hayas notado, y lo vi a lo largo del texto. Por poner un ejemplo, en la primera línea:

    “—Señor comisario déjeme ir, que ya le he dicho que yo no fui, que no tengo nada que ver”. Mira que en esta sola línea, que no es muy extensa, has colocado cuatro veces “que” y es por el tema del punto seguido. En un principio pensé que podría tratarse de la voz característica del personaje, pero luego note en el recorrido del texto que tienes el mismo problema.

    Si la ponemos de esta manera, solo como ejemplo: “—Señor comisario déjeme ir. Ya le he dicho que yo no fui y no tengo nada que ver con …” Verás que hemos controlado la mitad de los “que” y le das más riqueza a tu escrito con el uso de otros recursos. Revisa muy bien ese “que” porque es la palabra que más repites, y puede ser que se te haya vuelto una muletilla y no te hayas dado cuenta.

    Entonces como ejercicio, revisa el siguiente párrafo, para que trabajes los puntos seguidos:

    “Ya sabe usted que yo soy aficionado a los toros, que yo no voy a museos de esos, de los que tienen pinturas de jarrones, pero este es diferente, es un museo taurino y como mi compadre, el Caracolillo, que fue mozo de espadas de Hilarito del Río está de portero, pues suele dejarme pasar, que no están los tiempos para pagar esos precios por entrar.”

    Revisa esta línea porque te quedo muy seguido el “que yo me”: “—Pues no vas a salir hasta “que yo me” aclare del lío este, porque aquí, Pulguita, hay mucho lío. Tú quieres “que yo me” crea que entras en un museo…”

    Ahora en cuanto al contenido. Me sentí en el medio de una historia, sin principio ni final. Veo que la trama se basa en lo que ha hecho pulguita, de su lío con el sicario, su gusto por los toros, etc. Pero como te decía no sé si fue por falta de ese narrador para que nos situaras un poco mejor en el contexto de la historia. Mi recomendación es que si vas a desarrollar algo con base en solo diálogos, delimita muy bien el argumento de la historia desde el principio con base en el espacio que tengas para contextualizar mejor al lector.

    En cuanto a la forma de cómo utilizas el lenguaje en la voz de pulguita: “—Déjeme que le explique comisario, perdón inspector, es un bisnes todo legal, yo los pelucos… la declaración de hacienda” Fue un acierto porque es lo que le da la caracterización del personaje en tu relato, con esa forma divertida y tan original de pulguita de narrar los hechos con a veces pienso yo, esa inocencia simulada.

    No me queda más que felicitarte por la originalidad de tu relato, por el esfuerzo de tu propósito en querer plantear una historia con base en solo diálogos y espero te puedan servir de algo mis observaciones.

    ¡Un fuerte abrazo!

    Escrito el 24 mayo 2016 a las 17:43
  14. 14. Luis dice:

    Hola, Emyl Bohin, soy Luis (90). Un relato muy simpático con unos diálogos muy acertados . Me ha divertido. Saludos desde Barcelona

    Escrito el 25 mayo 2016 a las 20:43
  15. 15. Emyl Bohin dice:

    Bueno, quedáis invitados a café, pastas incluidas. Ya están aplicadas las correcciones indicadas por vosotros. Cuando lo publique en el blog, quedará inmaculado. Muchas gracias.

    Hay una cosilla, en mi opinión discutible, pero en la cual todo el mundo parece estar de acuerdo. Es el principio de algo más extenso, o como dice Víctor Hugo es una historia sin principio ni final. Y es verdad, no los tiene. Pero si os fijáis, la entrada de Literautas no se llama “Cuéntame un cuento”, en realidad el título es “Móntame una escena”. Cuando la historia es completa, con su estructura clásica, de presentación, nudo y desenlace los lectores suelen quedar más satisfechos. Pero en esta ocasión me he limitado a una escena, he introducido una cámara en donde se desarrollaba la acción y como un testigo he transcrito lo allí sucedido, a decir verdad esta vez solo ha sido un micrófono, dadas las circunstancias (dentro de una comisaria) me ha parecido lo más conveniente.

    Una confesión, aunque me baje el caché, el título no era referencia a Garcia Lorca en su poema “Llanto por Ignacio Sánchez Mejías”, el cual comienza por “A las cinco de la tarde”, en cambio “Eran las cinco de la tarde” es el comienzo de una canción de Víctor Manuel, realmente la inspiradora del título. ¡Oh!

    Termino este comentario de agradecimiento y ejercicio sin el palabro mil veces repetido encontrado por V.H.M.

    Saludos.

    Escrito el 27 mayo 2016 a las 11:37
  16. 16. Cryssta dice:

    Emyl, aunque en la entrada del blog pone “Móntame una escena”, en las condiciones pone que hay que escribir “un relato” y un relato tiene principio y fin. Otra cosa es que se pida, como ya se hizo un mes, escribir un capítulo de una novela.

    A mí en vez de café ponme un chocolate, por favor, gracias. Jeje.

    Escrito el 27 mayo 2016 a las 12:19

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