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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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El manuscrito de Otulí - por Saldivia

Web: http://saldivia.blogspot.com

Escribo esta historia con la esperanza de que mi nombre sea lavado y mi raza no se vea obligada a escupir en el suelo y maldecir cuando se me mencione. Nunca fui un traidor.

Regresé a mi terruño contagiado de la fatal y sigilosa fiebre estigia. Salí muy niño a correr mundo y ahora, ya anciano, quise volver a mi comarca a pesar de las malas cosas que sobre ella de cuando en cuando relataba algún viandante o algún peregrino. Lo que vi estrujó mi corazón y me hizo sentir más próximo el viaje del que no se vuelve.

Había escuchado sobre los Vach, infame élite guerrera que se había apropiado del gobierno de mi lar nativo. Pero no esperaba tal grado de aniquilación y miseria. Los vergeles habíanse tornado en campos de arena, sus manantiales cantarines en escuálidos hilillos pantanosos. Ya nadie cultivaba la tierra ni criaba animales, solo se explotaba el Tolum, que por hallarse en el subsuelo obligaba a arrasar la vegetación, de modo que casi todos los alimentos llegaban mediante el trueque de este mineral, muy cotizado en otras tierras.

Como pude constatar al asentarme en la vivienda comunal –ya que las heredades de mi estirpe habían sido ocupadas por los Vach-, estos vivían en la opulencia y disfrutaban de las pingües ganancias del Tolum, mientras el pueblo ni siquiera tenía que comer y sobrevivía huyendo de los crueles recaudadores de impuestos, de las bandas de asaltantes y de los informantes pagados por los Vach, capaces de destruir el honor y la vida con un simple chisme. Las rebeliones intentadas fueron rápidamente sofocadas mediante el poder de las armas, con manifiesta sevicia. Incluso las costumbres religiosas mutaron en sanguinarios rituales que en nada se asemejaban a la quieta contemplación que yo recordaba. Mi gente estaba desmoralizada y hambrienta de paz y justicia. Y yo, que fui bendecido con el don del entendimiento, me sentí en el deber de no marcharme al reposo final sin hacer algo por ellos.

Medité toda la noche, pidiendo claridad a los mensajeros de la luz. Al amanecer una idea me iluminó y procuré ponerla en práctica sin demora. La fiebre estigia es traidora, por lo que debía darme prisa.

— ¡Anir! –llamé a una de mis vivarachas sobrinas nietas- ¿quieres que te cuente como era la vida aquí en las tierras de Zorca antes de la llegada de los Vach?

El súbito acercamiento de una vecina de la casa comunal me dio la clave que esperaba. Era seguramente una informante y con ella debía hablar. Relaté a Anir dos o tres generalidades inofensivas y luego me concentré en la inesperada contertulia.

— Quiero pertenecer a los Vach –le dije- necesito dejar testimonio de que han sido la salvación para mi pueblo y perpetuar su memoria hasta el final de los días.

Muchos me miraron con mezcla de sorpresa y dolor, mas pude dominarme y seguir con las alabanzas al clan hasta asegurarme de que sería recibido en su corte.

Por lo visto la informante tenía importancia, porque al otro día se organizó una ceremonia en el museo de los valores intangibles del auténtico pueblo, rimbombante nombre dado a una ampulosa y deteriorada edificación que solía ser la residencia de un famoso mercader antes de ser confiscada. Allí los gobernantes podían embriagarse y departir cómodamente, y de cuando en cuando darse lustre permitiendo que el pueblo observase los curiosos objetos que el mercader había coleccionado, y que no habían sido dañados o robados durante la rapiña.

Afortunadamente los Vach consideraron ventajoso que un anciano con cierto renombre de erudición quisiese pertenecer a sus filas, equilibrando así la fama barbárica que se habían ganado a pulso. Finalmente trajeron el cuenco de chicha ritual del que todos beberíamos. Pedí el honor de beber primero, y mientras fingía hacerlo, escupí la saliva que llevaba rato acumulando; afortunadamente se mezcló bien en la espesa bebida y se hizo indistinguible. Toda la jerarquía Vach bebió con fruición. Con un poco de suerte, habré contagiado a todos con la fiebre estigia, desconocida hasta ahora por estos lares. La calentura del día siguiente será confundida con algún efecto secundario de la bacanal, y luego de cuarenta días de aparente normalidad, sobrevendrá una muerte rápida… como la que me espera próximamente.

Sé que mi pueblo hoy me desprecia, pero hice lo que pude para darles la oportunidad de renacer. Con el clan Vach diezmado, aspiro que la tierra de Zorca vuelva a ser una floreciente comarca que hará honor a su pasado glorioso. Y mi alma podrá finalmente descansar en paz.

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19 comentarios

  1. 1. Victor Hugo Montenegro dice:

    ¡Hola Saldivia!

    En primer lugar me da gusto leerte de nuevo. Tu historia a mi parecer en la primera parte contiene una excelente crítica como lo es la explotación indiscriminada de los recursos naturales por el auge de la minería, como también del abuso de la gente para la realización de estos trabajos. Aunque está muy bien ambientada como una historia mitológica. Creo que es posible que si existan varios mártires como el personaje de tu cuento, que han hecho cosas que en un principio pudieron ser tildados de traidores y hasta tiempo después es que se descubren las buenas intenciones, esperaría que los habitantes de la tierra de Zorca le diera el estatus de héroe a tu personaje después que se conociera la historia que él escribió.

    En cuanto a observaciones en la forma creo que solo vi una:

    La frese “… de cuando en cuando” la vi como repetida dos veces, entonces en un relato tan corto, deberías buscar otras opciones que mantengan el mismo sentido pero con diferentes palabras.

    Y creo que es todo, sobra decir pues lo que ya es evidente sobre el excelente nivel de tu escritura.

    ¡Te felicito por tu relato!

    ¡Un Abrazo!

    Escrito el 17 mayo 2016 a las 21:07
  2. 2. Juana Medina dice:

    Hola Saldivia,
    Ante todo quiero felicitarte por el buen resulado de tu operación. Es la primera vez que leo algo tuyo porque nunca llego a completar la lista de todos los que somos.
    Yendo a tu relato: Me pareció excelente. En pocas palabras una historia que se ha repetido a lo largo de todos los tiempos.
    Hay una novela de Ursula K. Le Guin titulada “La Mano Izquierda de la Oscuridad” que ocurre en el futuro y es también la historia de Straven el Traidor. Si no la conoces, te la recomiendo fervientemente.
    Felicitaciones,

    Escrito el 17 mayo 2016 a las 21:42
  3. 3. Beatriz dice:

    Bonito..
    Que alegría leerte a sabiendas de tu intervención quirúrgica..eres un.”duro” de la SCF.
    Muy buen relato..
    Namasté

    Escrito el 17 mayo 2016 a las 22:28
  4. 4. Isolina R dice:

    Hola, Saldivia:
    Me alegra saber que la operación fue bien. Ojalá la recuperación sea rápida y vaya lo mejor posible.

    Voy con el texto.
    Me ha gustado un montón, pero ya sabes que siempre pongo algún pero en el aspecto formal.

    Te diré algunas cosillas:
    1 Es cuestión de gustos pero en: “mi raza no se vea obligada a escupir en el suelo y maldecir cuando se me mencione” yo pondría: “mi raza no escupa ni maldiga cuando se me mencione”.

    2 En: “Salí muy niño a correr mundo y ahora, ya anciano, quise volver a mi comarca a pesar de las malas cosas que sobre ella, de cuando en cuando, relataba algún viandante o algún peregrino” yo diría: “Salí muy niño a correr mundo y ahora, ya anciano, he querido volver a mi comarca a pesar de las historias negativas que sobre ella relataban, de cuando en cuando, algún viandante o algún peregrino”. No me gusta la palabra “cosas”, es mejor buscar otro término más preciso.

    3 También es cuestión de gustos pero “habíanse” a mí me parece del XIX, así que prefiero “se habían”. Incluso aunque el narrador sea un anciano.

    4 Hay una oración demasiado larga. Está bien construida, pero me incomoda un poco su extensión. Es: “Como pude constatar al asentarme en la vivienda comunal –ya que las heredades de mi estirpe habían sido ocupadas por los Vach-, estos vivían en la opulencia y disfrutaban de las pingües ganancias del Tolum, mientras el pueblo ni siquiera tenía que comer y sobrevivía huyendo de los crueles recaudadores de impuestos, de las bandas de asaltantes y de los informantes pagados por los Vach, capaces de destruir el honor y la vida con un simple chisme”. Lo único que está mal en ella son los signos del inciso aclaratorio. Deben ser rayas (―) tanto en la apertura como en el cierre.

    5 En: “Las rebeliones intentadas fueron rápidamente sofocadas” habría que cambiar o “intentadas” o “sofocadas”. Ejs: “Mi pueblo intentó rebelarse más de una vez, pero los alzamientos fueron reprimidos de inmediato”, “Las rebeliones que se iniciaron fueron sofocadas rápidamente”…

    6 En: “— ¡Anir! –llamé a una de mis vivarachas sobrinas nietas- ¿quieres que te cuente como era la vida aquí en las tierras de Zorca antes de la llegada de los Vach?” debería ser: “—¡Anir! ―llamé a una de mis vivarachas sobrinas nietas―, ¿quieres que te cuente cómo era la vida aquí, en las tierras de Zorca, antes de la llegada de los Vach?”

    7 En: “— Quiero pertenecer a los Vach –le dije- necesito dejar testimonio de que han sido la salvación para mi pueblo y perpetuar su memoria hasta el final de los días”, debería ser de esta manera: “—Quiero pertenecer a los Vach ―le dije― necesito dejar testimonio de que han sido la salvación para mi pueblo y perpetuar su memoria hasta el final de los días”.
    8 En: “Por lo visto la informante tenía importancia, porque al otro día se organizó una ceremonia en el museo de los valores intangibles del auténtico pueblo, rimbombante nombre dado a una ampulosa y deteriorada edificación”, yo pondría: “Por lo visto, la informante tenía importancia, porque al otro día se organizó una ceremonia en el Museo de los Valores Intangibles del Auténtico Pueblo, rimbombante nombre dado a una ampulosa y deteriorada edificación”.

    9 En los dos últimos párrafos tienes cinco adverbios en “-mente” y seis complementos preposicionales con “con”. Habría que reducirlos.

    10 “aspiro a que”.

    Espero que mis sugerencias te sirvan.
    Saludos.

    Escrito el 17 mayo 2016 a las 23:00
  5. 5. Saldivia dice:

    Victor, Juana, Beatriz e Isolina, gracias por sus comentarios; En el caso de Isolina quiero reconocer la prolijidad y exactitud de sus acertadas sugerencias, las agradezco de corazón y procuraré aprender y abordar lo mejorable. La verdad yo me enredo un poco con el tema de los guiones, aunque considero que del reto anterior a este he mejorado.

    También agradezco los buenos augurios sobre mi operación, ya tengo lentes intraoculares en ambos ojos y afortunadamente he evolucionado bien, el viernes vuelvo a consulta y sabré con que corrección quedaré.

    Con respecto al relato me permito explicar su génesis. Estando de reposo me he sentido muy afectado por la realidad de mi entorno pais, por lo que quise hacer una alegoría en mi relato. A sabiendas de que esto no es tribuna política, procuré dejarlo indefinido en espacio y tiempo, asimilándolo a situaciones similares que han ocurrido en la historia de muchos pueblos. Muchos nombres son anagramas, aunque el nombre “Zorca” es palabra indígena y venía a ser el toponímico del valle donde se ubica la ciudad donde nací. Hoy una pequeña población cercana lleva ese nombre.

    De nuevo gracias a todos!

    Escrito el 18 mayo 2016 a las 00:00
  6. 6. Isan dice:

    Hola Saldivia:

    Magnífico relato. Me ha gustado todo. La delicadeza con la que has plasmado una situación sin fijar una localización o unos nombres, como el petróleo se llama tolum, etc. Parece que está contando un cuento, pero está clara la alegoría que encierra la denuncia de un triste realidad y actualidad. Has sido muy valiente. Lo que me preocupa es la solución final, ya que parece que sea la única salida y tan drástica, sobre todo cuando en la distancia las cosas se perciben de otra manera o, al menos, llegan mensajes cruzados. Parece que el fruto está maduro, así que dejémosle que caiga sin ayudarle.

    Un abrazo.

    Escrito el 18 mayo 2016 a las 08:48
  7. 7. KMarce dice:

    Saludos Saldivia.
    Muchas gracias por leer mi relato y doblemente obligada a leerte, porque ya te tenía en lista de lecturas voluntarias.

    Yo como defensora y ciudadana “verde”, me ha encantado la metafora del inicio. Me perdí un poco con el factor espacio-tiempo, pero me me parece que era más bien en tiempo bastante lejano al actual.
    La historia del anciano, me parece triste y un tanto trágica, y espero que su plan sea revelado a su sobrina-nieta para que ella le honré.
    Me ha gustado esa suspicacia en el anciano, vencer al enemigo por la soberbia de adentrar en sus filas, a un ilustre. Y eso pasa mucho en el sector político, en donde se meten un montón de bestías y uno que sí sabe hablar. En fín, recordé a la politiquería de mi país.

    Concuerdo con las observaciones de Isolina, que como observarás solo son de pulimiento, porque la prosa puede mejorarse, y eso sabemos que siempre es así.

    Por lo demás, espero que leas con paciencia tus comentarios y no te esfuerces. Agradecida de tus lecturas pese a tu operación, ¡pero no abuses! Mejorate al cien.
    Te felicito, disfrute el relato. ¡Nos leemos!

    Escrito el 18 mayo 2016 a las 09:18
  8. 8. Anastasio de la Torre dice:

    Hola Saldivia: Me ha gustado el tono épico de tu relato, he tenido la sensación de estar leyendo una antigua leyenda, así como la riqueza de tu vocabulario. La historia me parece muy bien planteada y muy pegada a la realidad, lo que no me ha gustado(no digo que esté mal, solo que no me ha gustado) es la resolución, pues tras la muerte de esa élite, vendría otra y todo seguiría igual. Las heroicidades personales no cambian la realidad, tan solo sirven como ejemplo para que entre todos se cambie, y como tu personaje lo ha hecho en secreto….Pero no!!! Otulí lo ha escrito y su relato, sí que servirá como ejemplo para quien lo lea. Ha sido el arte, la literatura, el vehículo para cambiar las cosas.
    Un abrazo.

    Escrito el 18 mayo 2016 a las 17:16
  9. 9. Frida dice:

    Hola Saldivia. Me alegro del buen éxito de la intervención, ahora, tal y como te recomienda KMarce, a tomártelo con calma y no forzar la máquina.

    El relato como siempre impecable, con mucho sabor a Saldivia. Desde luego, hasta que no lo comentaste, yo no sospeché que era
    una alegoría a lo que está ocurriendo actualmente en Venezuela. Una situación muy compleja, que tan solo los que la vivís podéis palparla. A mí me evocó la historia, o quizás leyenda, de una de esas atiguas tribus indias, era como esar viviendo una película, de esas magistrales, que se enfocan en la historia de una tribu, sin perder de nunca el humanismo de las personas que la componen. Podía ver largos silencios, escenas compuestas de fotografía, en la que lo que hablan son las miradas, el paisaje y la suave brisa meciendo los cabellos.

    Así que he de felicitarte, pues la historia no solo cumple sobradamente con la consigna de este mes, sino que consigues crear en la retina del lector, una película dominada por la buena fotografía.

    Un relato muy visual, con un gran fondo de denuncia de la sociedad. Conclusión: pura canela en rama.

    Escrito el 18 mayo 2016 a las 18:49
  10. 10. Caciba (Valladolid - España) dice:

    Hola, Saldivia.

    ¡Un placer leerte! Me hubiera gustado pasarme antes pero se me han complicado las cosas.

    Está muy claro el paralelismo de la historia que narras con la triste situación actual de tu país.

    En la primera parte, donde describes cómo era la rica tierra de Otulí y cómo ahora está esquilmada y devastada, transmites perfectamente un sentimiento profundo de tristeza.

    También me ha gustado cómo planteas la solución: una similitud con la antigua Roma,usar el veneno para acabar con los adversarios políticos, aunque, en este caso, el veneno lo llevaba ya Otulí dentro.
    Bueno, además de cómo has usado el veneno para recordarme a Roma también ha tenido que ver el nombre de Otulí. Es el anagrama de Tulio, ¿verdad?, nombre de personas influyentes en la política de la antigua Roma y que fueron asesinados como el emperador Servio Tulio o Marco Tulio Cicerón.

    Otros anagramas son el nombre de la nieta: Rina, ¿no? y, por supuesto, los Vach, que aunque no lo has escrito entero se sabe perfectamente a quién te refieres. Suenan muy bien esos nombres 🙂

    Por otra parte, tu lenguaje siempre me parece exquisito y muy rico (dicho así parece que estoy hablando de cocina; cámbialo por refinado o elegante).

    Y algo que me llama la atención de ti es que cuando nos comentas a nosotros o contestas dándonos las gracias, también usas un vocabulario impecable, en la misma línea de tus escritos.

    Felicidades, ¡me ha gustado mucho!

    Me alegro de que tu operación haya ido muy bien y que “estrenes ojos”, también me tocará a mí dentro de algún tiempo.

    ¡Un saludo!

    Escrito el 18 mayo 2016 a las 21:47
  11. 11. Thelma López Lara dice:

    Hola, Saldivia.

    Muchas gracias por leer mi relato. Por tus palabras de motivación. Haré lo posible por darle fin al tesoro viviente del mar.

    Me ha gustado mucho tu relato. Siempre he admirado a los ancianos, por su sabiduría, el temple que tienen y esas ganas de vivir. Es envidiable la fortaleza que demuestran ante las enfermedades.

    Qué bueno que tu operación haya salido muy bien. Ahora, lo que queda es cuidarse esos órganos tan maravillosos.

    Saludes.

    Escrito el 19 mayo 2016 a las 20:23
  12. 12. Manoli VF dice:

    Hola Saldivia:

    Excelente narración, tanto por el contenido como por la forma.
    A mí me gusta tal como está y salvo retocar alguna terminación en mente (para que no abunden) poco más he visto.

    Usas un lenguaje denso y no obstante claro y profundo para el lector (por lo menos en mi caso) como hablas de un anciano encuentro adecuada su forma de hablar, más al hacerlo en forma de declaración o carta de confesión.

    También a mí, al igual que Frida, me retrotrajo sobre todo con la escena de beber del mismo cuenco a los rituales indios.

    He disfrutado mucho con la lectura, me alegro de que hayas salido bien de la operación y espero que sigas compartiendo tus textos por aquí. Un abrazo.

    Escrito el 21 mayo 2016 a las 18:24
  13. 13. Saldivia dice:

    Isan, KMarce, Anastasio, Frida, Caciba, Thelma y Manoli, gracias por esas valiosas opiniones, sugerencias y apreciaciones. Espero nutrirme de todos estos aportes y seguir mejorando. Ciertamente la chioca solía ser bebida ritual y recreativa entre las etnias amerindias, aun hoy es corriente su consumo en suramérica, sobre todo en la región andina; lo que varía es el carbohidrato con que se prepara según lo que abunde en cada zona; ese detalle da un cierto marco geográfico a la historia que fue creada deliberadamente confusa en tiempo y espacio,

    Un gran saludo, seguiremos leyéndonos!

    Escrito el 21 mayo 2016 a las 22:33
  14. 14. Caritobel dice:

    Hola, Saldivia. Muy alegre de ver que lograste escribir tu relato.

    Isolina ya te dio varias correcciones, encontré algunas otras cosas, pero como me fundí en la historia, carecen de importancia. Me pareció un relato muy bien llevado.

    En cuanto a la alegoría, sólo espero que la muerte nunca sea el camino hacia la solución. En Argentina, en el 2001, pasamos cosas terribles, así que comprendo a la perfección la situación. Deseo lo mejor para tu tierra querida.

    Un placer leerte. Saludos.

    Escrito el 22 mayo 2016 a las 05:28
  15. 15. Noypia dice:

    Hola, Saldivia!
    Me encantó tu relato. El final me pareció muy interesante.
    La metáfora del principio le dio un toque especial.

    Saludos y esperó seguir leyéndote!

    Escrito el 22 mayo 2016 a las 12:29
  16. 16. Vespasiano dice:

    Hola Saldivia.
    Aunque ya te lo he dicho en los agradecimientos que hice a los que me han visitado, me reitero de nuevo en la satisfacción que me da saber que tu operación ha sido un éxito.
    En cuanto a tu historia, después de tantos comentarios elogiosos poco podría añadir, máxime cuando por aquí ya ha estado Isolina.
    Así que recojo algunas de las opiniones de los compañeros que me han parecido estupendas y que suscribo.
    Esta me ha parecido genial: “Parece que el fruto está MADURO, así que dejémosle que caiga sin ayudarle”.
    Tampoco se quedan cortas estas otras que elogian tu buen trabajo:
    “Otulí lo ha escrito y su relato, sí que servirá como ejemplo para quien lo lea. Ha sido el arte, la literatura, el vehículo para cambiar las cosas”.
    “era como estar viviendo una película, de esas magistrales, que se enfocan en la historia de una tribu, sin perder de vista nunca, el humanismo de las personas que la componen”.
    “Por otra parte, tu lenguaje siempre me parece exquisito y muy rico”.
    “Usas un lenguaje denso y no obstante claro y profundo para el lector”.
    “En cuanto a la alegoría, sólo espero que la muerte (de miles de criaturas) nunca sea el camino hacia la solución”.
    Lo de la fiebre estigia lo he aprendido después de mirar en Internet, porque al principio pensé que fuera una fiebre inventada.
    Felicidades y a reestablecerte plenamente.

    Escrito el 22 mayo 2016 a las 16:58
  17. 17. Leonardo Ossa (Medellín Antioquia) dice:

    Hola Saldivia, la manera como has narrado la historia me hizo pensar en los sucesos ocurridos en muchos territorios, incluido el de mi patria. Sin embargo, no pude evitar pensar en la alegoría a la que haces mención. Me parece un trabajo artístico muy bien elaborado. ¡Felicitaciones!

    Escrito el 24 mayo 2016 a las 04:10
  18. 18. Saldivia dice:

    Una vez màs agradezco sus comentarios y recomendaciones, y voy a permitirme usar un Venezolanismo para agradecer a Vespasioano: ¿Te botaste! (es decir, llegaste a un pico de excelencia) gracias por recopilar esas frases de los compañeros literàuticos que gentilmente han comentado. Hablando de localismos, quiero compartir lo siguiente: En “Pedí el honor de beber primero” me debatìa entre escribir “Pedì el honor de beber de primero” (como se usa en Venezuela) y “Pedi el honor de beber el primero”, como creo se dirìa en España. Preferì eliminar preposiciòn y artìculo y zanjar asì de antemano una posible discusiòn màs bien bizantina.

    Yn gran saludo y agradecimiento a todos.

    Escrito el 25 mayo 2016 a las 00:58
  19. 19. Laura (9) dice:

    Hola Saldivia.
    Excelente relato, desde el inicio me imaginé pueblos americanos invadidos. El detalle de la chicha me lo terminó de confirmar.
    Te sigo leyendo.

    Escrito el 29 mayo 2016 a las 13:03

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