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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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Las dos caras de la misma moneda - por Francis

«Seguro que Pepa no se ha enterado aún de la noticia; como no suele madrugar… Cuando se lo diga, no se lo va a creer. Espero que esté preparada y no se retrase como de costumbre». Lola se dirigía impaciente a casa de su amiga con la idea de contarle la última novedad del pueblo. Cada mañana, salían juntas a caminar por una zona conocida, desde tiempos remotos, como el Zaudín Alto.

—¿Has escuchado la radio esta mañana?

—No, Lola, ¿por qué?

—Menudo revuelo se ha montado. Ayer descubrieron más de media tonelada de monedas romanas en el Zaudín. Y nosotras pateando por encima de ellas sin saberlo, ¿¡será posible!?

—¡Qué me dices! Cuenta, cuenta…

—Pues, al parecer, las máquinas que están acondicionando el parque han dejado al descubierto diecinueve ánforas del siglo IV repletas de monedas de bronce y con la efigie de un emperador, posiblemente Constantino. Según los arqueólogos, no estaban colocadas de cualquier manera, pues las hallaron ordenadas y cubiertas con otros materiales. ¡Vaya, que el propietario las tenía bien custodiadas!

—Lola, aligera el paso, a ver si encontramos alguna que se haya quedado perdida.

—Será difícil. Los técnicos, para asegurar el patrimonio, depositaron rápidamente el tesoro en el Museo Arqueológico de Sevilla.

—¡Qué pronto las han quitado de en medio! No han dejado para el pueblo ni las migajas…

—Bueno, míralo desde otra perspectiva, mujer. Ese tesoro no es del municipio, exclusivamente. ¡Y lo divertido que vamos a estar durante un tiempo! Esta mañana, sin ir más lejos, mi marido ya estaba especulando con el cartero: «…que qué hacían ahí esas monedas tan bien guardadas, que si sería fruto de la corrupción o de la evasión de impuestos, que si están en flor de cuño…».

—Lola, explícame eso último, que no lo entiendo.

—Que no se pusieron en circulación. Para entendernos mejor…, que pasaron directamente de la fábrica a las ánforas.

—¡Qué historia tan interesante! ¡Ah! Y dile a tu marido que no sea tan mal pensado; que ve corruptos por todos lados.

—Sí, sí. Ya veremos dónde acaba esto. Y no corras tanto, que hoy me llevas asfixiada.

—Oye, Lola, otra cosa, ¿esos terrenos eran los que habían pertenecido a la familia de Bécquer?

—Los mismos. Aquí en el pueblo siempre se ha dicho eso, y que los tuvieron que vender porque estaban arruinados; aunque todo ocurrió antes de que naciera el poeta. ¡Qué pena, de verdad! Si hubieran sabido el tesoro que guardaban esas fincas, podrían haber saldado sus deudas; y la localidad de Tomares, posiblemente, habría pasado a formar parte de sus “Rimas y Leyendas”.

—¡Qué bien informada estás, eres un libro abierto!

—¡Pepa! Ahora que recuerdo, con las prisas he salido de casa sin destapar la jaula del loro. Verás cuando llegue…Lo primero que empieza a decirme son palabrotas y más palabrotas…

—¡Vaya con el loro! Nada que ver con mi gato, que agradece todo lo que le hago; incluso cuando repongo la arena de su bandeja.

—Como siempre…, lo tuyo es mejor. Y, por favor, no corras tanto.

—¡Huy! Me acaban de caer unas gotas de agua, ¿lloverá?

—Parece que se avecina una tormenta. Creo que lo más razonable será volver cuanto antes. ¡A ver si en vez de monedas, vamos a coger un buen resfriado!

—Tienes razón, Lola, pero mañana volvemos con el detector de metales de mi marido.

—¡Ya salió el dichoso detector! Está bien, pero con la condición de que si encontramos algo, lo notifiquemos al Ayuntamiento.

—¡Bueno!, lo que tú digas, entendida. Hasta mañana.

Pepa abrió la puerta de su casa mientras farfullaba en voz baja: «Si esta listilla conociera los restos antiguos que aparecieron durante la reforma de nuestro sótano, dignos de ser expuestos en cualquier museo y que guardamos como oro en paño…».

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7 comentarios

  1. 1. Oda a la cebolla dice:

    ¡Hola, Francis! Mezclas muy bien la historia entre las amigas y el hallazgo de las ánforas, tan de actualidad en las noticias. El texto resulta cómodo de leer, y no encuentro en él errores significativos. Sigue así. ¡Hasta la próxima! ¡Buen día!

    Escrito el 18 mayo 2016 a las 12:00
  2. 2. Victor Hugo Montenegro dice:

    ¡Hola Francis!

    En cuanto a tu relato, me pareció que con el fondo que manejaste como historia, narraste fue una anécdota por parte de la protagonista. Porque aunque en el transcurso de la narración no vi algún nudo o giro, realmente el final si es algo que destaco, porque Pepa pues al final también contaba con su propio tesoro y eso si me sorprendió. La historia es clara y se lee con facilidad.

    He disfrutado de tu trabajo.

    ¡Un Abrazo!

    Escrito el 18 mayo 2016 a las 21:28
  3. 3. B.M. Donald dice:

    Buenas.
    Una história con diálogo muy de actualidad y el final es la puntilla. Pepa tiene claro que prefiere guardar para sí en lugar de compartir con el mundo. Tal vez no lo haya pasado muy bien en su vida o la educación ha sido muy de mirar solo por uno. Interesante el contraste con Lola que es positiva y prefiere compartir con el mundo.
    Un relato ameno.
    Un saludo. Gracias

    Escrito el 19 mayo 2016 a las 10:20
  4. 4. Frida dice:

    Hola Francis. Un final sorprendente, es como si, exponiéndonos el descubrimiento de las monedas, nos mostrases que tienen dos caras, la Pepa y la Lola, ambas similares pero tan diferentes a la vez. Lo veo como una reflexión sobre el hombre, que igual puede ser humano como egoísta al mismo tiempo.

    Es una narración fluida y amena, que te hace pensar una vez finalizada la lectura en la naturaleza humana. Me ha gustado.

    Escrito el 19 mayo 2016 a las 21:22
  5. 5. Perla Preciosa dice:

    Como no conozco aún a la gente, voy a empezar haciendo unos comentarios estilísticos, que, en mi opinión, deberían corregirse en esta historia, muy bonita, por cierto, y muy rica en diálogo:
    “«Seguro que Pepa no se ha enterado aún de la noticia; como no suele madrugar…”. Yo dejaría más espacio entre el pensamiento de Lola y la voz del narrador.
    “Cada mañana, salían juntas a caminar por una zona conocida, desde tiempos remotos…”: esta coma no es realmente necesaria.
    —”Menudo revuelo se ha montado”: En lugar de punto, dos puntos, dado que lo que dices a continuación es la explicación lógica de esa frase. Por otra parte, esta frase debería ir entre exclamaciones.
    “Y nosotras pateando por encima de ellas sin saberlo, ¿¡será posible!?” La primera frase también debería ir entre exclamaciones, y entre una y otra podría haber una pausa breve, la coma por ejemplo, de forma que el fragmento te quedaría de esta manera: “¡Y nosotras pateando por encima de ellas sin saberlo!, ¿¡será posible!?”
    “las máquinas que están acondicionando el parque han dejado al descubierto diecinueve ánforas del siglo IV repletas de monedas de bronce”: entre s. IV y repletas deberías haber puesto una coma, dado que estás dando una explicación y la frase es lo suficientemente larga para que tenga cabida.
    “—¡Qué pronto las han quitado de en medio! No han dejado para el pueblo ni las migajas…”: en la primera frase, mejor que “de en medio” “del medio”, para evitar la acumulación de preposiciones. Por otro lado, la segunda frase también debería ir entre exclamaciones.
    “Ese tesoro no es del municipio, exclusivamente”: sobra la coma.
    “¡Y lo divertido que vamos a estar durante un tiempo!”: mejor “¡y lo divertidas que vamos a estar durante un tiempo!”, y aún mejor “¡y lo bien que lo vamos a pasar durante un tiempo!”, dado que “divertido” es adverbio, no adjetivo.
    “«…que qué hacían ahí esas monedas tan bien guardadas, que si sería fruto de la corrupción o de la evasión de impuestos, que si están en flor de cuño…»: estas frases, mejor que por coma deben ir separadas por punto y coma, dado que son muy largas, de forma que suponen una pausa media entre la coma y el punto.
    “¡Ah! Y dile a tu marido que no sea tan mal pensado; que ve corruptos por todos lados”: lo mismo que en un caso anterior, no solo “ah!”, sino también la frase siguiente debe ir entre exclamaciones.
    “—Oye, Lola, otra cosa, ¿esos terrenos eran los que habían pertenecido a la familia de Bécquer?”: después de cosa, mejor dos puntos. La interrogación debe abrirse antes del verbo, no al principio de la frase, y, ante ella, debe ponerse una coma.
    —¡Qué bien informada estás, eres un libro abierto!”: frases independientes, ambas con exclamación.
    “Ahora que recuerdo, con las prisas he salido de casa sin destapar la jaula del loro”: falta la segunda coma, tras prisas.
    “Verás cuando llegue…Lo primero que empieza a decirme son palabrotas y más palabrotas…”: faltan los dos puntos después de verás.
    “Está bien, pero con la condición de que si encontramos algo, lo notifiquemos al Ayuntamiento”: falta coma entre “que” y “si”, dado que es una frase parentética y explicativa.
    «Si esta listilla conociera los restos antiguos que aparecieron durante la reforma de nuestro sótano, dignos de ser expuestos en cualquier museo y que guardamos como oro en paño…»: falta la coma entre museo e “y”, dado que ambas palabras empiezan y terminan frase, explicativa y consecutiva, respectivamente.

    Por lo demás, este relato, cargado de diálogo, está muy bien: muestra una gran capacidad sincrética, dado que hay una variedad temática bastante amplia, lograda además con un estilo muy ágil. Sí me llama la atención, no obstante, el título del mismo, dado que creo que el único elemento común entre esas dos señoras era el pueblo, no otra cosa: una es positiva, altruista y honrada, mientras que la otra es más bien egoísta y codiciosa. En este caso, no me parece muy ilustrativo dicho título.

    Escrito el 21 mayo 2016 a las 20:06
  6. 6. Francis dice:

    ¡Saludos a todos!
    Gracias por vuestros comentarios, que me ayudan a avanzar en esta tarea tan ardua como es la escritura.
    Perla, tendré en cuenta tu valoración. Lo has leído concienzudamente y eso tiene para mí un gran valor.
    Sí discrepo en varias cosas que paso a exponerte:
    -Empezando por el título, te diré que sí lo veo apropiado, porque es el tema principal que da origen al relato: las monedas y el carácter de las protagonistas.
    -No me gustan los relatos con diálogos en el que muchos de ellos lleven exclamaciones. Cansan al lector y por eso he procurado equilibrarlo. Cuando leo el relato en voz alta, algunas frases no están tan enfatizadas como para llevarlas, ni para colocar otros signos de puntuación.
    -En “Este tesoro no es del municipio, exclusivamente” hay que poner coma delante del adverbio. Termina en -mente, que al final de una frase hay que separarlo con coma. En tu comentario has usado el adverbio “respectivamente” y también lo has separado por una coma. Es el mismo caso.

    Te agradezco, de nuevo, tus advertencias. Como te dije antes, es lo que nos hace pensar y rectificar.
    Gracias

    Escrito el 22 mayo 2016 a las 09:37
  7. 7. Wolfdux dice:

    Hola Francis, me ha costado ver que las dos mujeres estaban corriendo, creía que tenían la conversación en el portal de casa o en la misma casa de Pepa. En un primer momento no me ha gustado el método que has utilizado para introducir las palabras del reto, con la segunda lectura, ya sabiendo que corrían me ha parecido un poco menos forzado. Por lo demás, un relato muy curioso. Coincido contigo en cuanto al título, esta muy acertado. Un saludo.

    Escrito el 23 mayo 2016 a las 23:23

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