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La Libreria - por Ismael Tomas Perez

Web: http://www.gigantedealgodon.blogspot.com.es

La Librería

¡Por fin llegaron esas pequeñas vacaciones que estábamos esperando! Ana y yo nos dispusimos a realizar el viaje que llevábamos años soñando: conocer Egipto.
Tomamos el avión en Madrid y conseguimos llegar a El Cairo en pocas horas, gracias a la destreza del piloto después de sortear una gran tormenta, además de un retraso en la salida del vuelo.
Nuestra llegada al hotel fue también problemática. El hotel que habíamos reservado desde Madrid, había cerrado unos días antes, debido a la crisis que azotaba el país, y después de varias conversaciones con nuestra agencia, conseguimos encontrar alojamiento en otro similar.
Al día siguiente, después del desayuno, al preguntar en recepción, nos indicaron que deberíamos visitar una librería situada en la misma calle. Nos hablaron de tantas maravillas que decidimos fuera ésta nuestra primera visita, reservando para mas tarde las famosas rutas turísticas que incluían la visita a las pirámides y templos del Valle de Luxor.
Realmente la librería que nos habían indicado no ofrecía ningún atrayente exteriormente, si bien, cuando entramos, quedamos un poco perplejos ante lo que se ofrecía ante nuestra vista.
A la derecha de la entrada se encontraba una pequeña garita con una persona en su interior que, mas bien, parecía un cartero que un encargado de librería, y en la puerta de ésta, una jaula con un loro de color verde que repetía constantemente: – pasen y vean, pasen y vean.
Al vernos entrar, éste salió a recibirnos diciéndonos que si queríamos ver bien la librería teníamos que pagar un tiket. Esto era inaudito en España, pagar para visitar una librería, pero accedimos.
Después de dicho pago nos indicó que entráramos en la garita y, cual sería nuestra sorpresa que ésta empezó a descender como un ascensor.
Llegados al piso inferior una enorme sala apareció ante nuestros ojos. Jamás habíamos visto algo igual. Decenas de hileras de estantes de un largo y altura increíbles aparecían alrededor nuestro. Era imposible calcular los miles o quizás millones de libros que se encontraban allí, perfectamente colocados, con miles de letreros explicativos en los estantes. Un verdadero museo literario ante nuestros ojos que no hubiéramos imaginado ver nunca. Después de unos largos paseos por el interior de la sala y anonadados por lo que había en ella, pudimos ver en una esquina unos cuadrados del tamaño de una cama de matrimonio llenos de arena. Había concretamente seis de ellos.
El encargado nos indicó que esa arena había sido extraída de una de las tumbas de un famoso faraón, Ramses II, y había seis recipientes porque no se sabía a ciencia cierta cual era la arena de su tumba original. Las inscripciones decían que el primer viernes de Julio la arena de se movería y cambiaría de posición, pero nunca pudieron comprobarlo. Era todo un enigma sin resolver. Sobre este tema quedamos un poco escépticos.
Volvimos a dar otra vuelta a la sala y al volver al mismo sitio vimos que una de las superficies de arena se movía. No era ni viernes ni Julio pero el escalofrío que recorrió nuestro cuerpo, viendo como se movía dicha arena, formando dunas que se desplazaban de un lado a otro, si fue totalmente real.
Cuando salimos de la librería, después de ascender nuevamente a la planta de la calle, decidimos dar un paseo por ella no sin antes haber soltado una enorme carcajada, fruto del terror vivido momentos antes o quizá del engaño del que habíamos sido objeto.
Decidimos que el próximo día, haríamos las excursiones que teníamos programadas y quizá procuraríamos no caer en otra tentación de descubrir lo desconocido.

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10 comentarios

  1. 1. L.M.Mateo dice:

    Hola, Ismael:

    Menuda tienda, solo por ver los volúmenes más antiguos de esa biblioteca bajo tierra, creo que merece la pena la visita.

    Voy a comenzar por el contenido: la estructura del relato es correcta y sencilla, facilitando la lectura. Sí que hay un momento un tanto confuso:

    “A la derecha de la entrada se encontraba una pequeña garita con una persona en su interior que, mas bien, parecía un cartero que un encargado de librería, y en la puerta de ésta, una jaula con un loro de color verde que repetía constantemente: – pasen y vean, pasen y vean.
    Al vernos entrar, éste salió a recibirnos diciéndonos que si queríamos ver bien la librería teníamos que pagar un tiket”.

    En la primera lectura, me he planteado si lo que salió a recibirlos fue la persona o el loro. Ten en cuenta que lo más cercano que tenemos al pronombre “este”, es el “loro” por lo que se entiende que lo está sustituyendo a él y no a “persona”. Es uno de los fallos más habituales.

    Hay predominio absoluto del sentido de la vista, lo que es normal porque es el que predomina en nuestra vida diaria. Pero ¿qué tal si añades olores, ruidos u otros sentidos a tu tienda? Ganaría mucho.

    A pesar de las maravillas que nos cuentas, el texto me deja un poco fría. Porque cuentas mucho, pero falta ese detalle del que tantas veces hablamos por aquí: mostrar. Te pongo un ejemplo muy simple:

    Contar: “La señora se enfadó”.
    Mostrar: “La señora resopló, tensando los músculos”.

    Por lo demás, el texto es ameno y el lector puede seguirlo fácilmente.

    En el aspecto formal, sí que te voy a comentar más cositas:

    -Los pronombres demostrativos (“este, ese, aquel”) y la palabra “solo”, no se deben acentuar desde la reforma de 2010.

    -“para mas tarde”. Ese “más” debe ir acentuado (hay otro en el texto que ahora mismo no veo, pero también debe ir acentuado). Recuerda que “mas” como adversativo, no lleva acento, pero sí lo lleva cuando hace referencia a “suma, adición, cantidad”.

    -“Realmente la librería que nos habían indicado no ofrecía ningún atrayente exteriormente”. Cuidado con los adverbios acabados en “-mente”. En tu texto hay bastantes y no son demasiado recomendables: enlentecen y recargan el texto, provocan rimas internas y suelen denotar falta de ideas o carencia léxica (y no creo que este último sea tu caso). Cuando los uses, hazlo en su justa medida, verás como los textos se enriquecen mucho.

    -“repetía constantemente: – pasen y vean, pasen y vean”.
    Cuando introducimos diálogo, se debe usar la raya (—) y no el guion (-). Para poner la raya se usa ALT+0151. Además, al usar la raya, debemos poner el texto de diálogo en línea aparte, y la primera palabra se pega a la raya. Para usarlo en la misma línea (que es lo que tú querías hacer), lo más correcto hubiese sido usar comillas, preferiblemente latinas («»), que se escriben con ALT+174 y ALT175 respectivamente.
    En los dos casos, el primer “pasen” debe escribirse con mayúscula, ya que o introduce frase nueva, o es cita textual.

    -“tiket”. La palabra como tal, no existe. Debería ser “ticket”. Para usarla en el texto debería ir, además, en cursiva o entre comillas ya que es un extranjerismo (en español tenemos la palabra “entrada” para este caso en específico).

    -“Ramses II”. Este nombre está adaptado a nuestra lengua y lleva acento por ser palabra aguda acabada en -“s”. “Ramsés”.

    -“cual era la arena”. Ese “cuál” va acentuado, ya que tiene función interrogativa.

    -Los meses del año se escriben en minúscula.

    -“como se movía”. El “cómo” va acentuado.

    -“si fue totalmente real”. Ese “sí” es afirmativo, no condicional, por lo que debe llevar acento.

    -Repeticiones y redundancias. He visto varias, pero como consiste en que aprendamos, dejaré que el resto las descubras tú mismo. Te dejo solo la siguiente, en el que la palabra “pagar” y sus derivados se repiten en tres ocasiones en algo más de una línea:

    “pagar un tiket. Esto era inaudito en España, pagar para visitar una librería, pero accedimos.
    Después de dicho pago…”.

    No te asustes por todo lo que te he puesto, Tomás. Son pequeños detalles que con la práctica vamos mejorando. A todos hay cositas que nos cuestan mucho (yo tengo algunas cruces literarias que me pesan como rocas, jajaja) y otras que en un par de días pulimos sin apenas darnos cuenta.

    Espero haber sido de ayuda y leerte de nuevo en el próximo taller.

    Un abrazo.

    Escrito el 17 mayo 2016 a las 13:13
  2. 2. Chuck dice:

    Hey qué tal ¿? Bueno me ha recordado mucho a la Biblioteca de Aang (avatar) del Reino Tierra.

    Genera cierta curiosidad la forma en que manejas el misterio en la historia y los libros que contiene la biblioteca. Sugeriría quizás separar más los párrafos (para agilizar la lectura) y que trataras de dejar algo que atrape más al lector al final.
    Saludos.

    Chdnk

    Escrito el 17 mayo 2016 a las 20:26
  3. 3. Jisaen dice:

    Una historia interesante y bastante anecdótica. Me parece que tiene potencial para convertirse en algo mas impactante. La descripción de la librería me prometía un final mas interesante. Esta bien narrado, aunque yo le restaría algunas comas y separaría en mas párrafos, es solo mi opinión.

    Felicitaciones

    67. EL CUADRO – Jisaen

    Escrito el 18 mayo 2016 a las 02:15
  4. 4. Luis Ponce dice:

    Hola Ismael: interesante la ubicación de tu relato. Una librería extraordinaria como escenario, pero donde los libros no son los protagonistas sino las cajas de arena.
    Julio es uno de los meses del calendario gregoriano que usamos hasta nuestros días y fué instaurado a raíz del Concilio de Trento en el año 325, pero en la época de Ramsés II (siglo XIII antes de Cristo)se usaba un calendario solar, el primero de ese tipo en usarse, que no tiene ninguna relación con el Gregoriano. Ahí debían darse cuenta de que era una tomadura de pelo.
    Lo técnico te lo ha explicado con toda su sabiduría L.M Mateo.
    Podría tener futuro si la trama girara no solamente sobre la arena.
    Saludos.

    Escrito el 18 mayo 2016 a las 17:38
  5. Hola, Ismael.
    En el aspecto gramatical no voy a entrar porque todo lo que se puede decir ya lo han dicho otros compañeros. Pero sí, creo que cuentas demasiado. Deberías mostrar más. Tienes habilidad, tienes recursos e ideas, y te dejas leer bien. Se te entiende todo, pero creo que la forma como lo cuentas le quita vida al relato. Parece como si fueras a una piscina a nadar y te conformaras con dar vueltas alrededor de la piscina pero por la orilla. Debes sumergirte. Tirarte de cabeza. Escribir es crear vida. Disponemos de palabras y con ellas debemos maniobrar para que el lector sienta que aquello es real, que es vida pura. Vargas Llosa lo define como vocación deicida, debemos de suplantar a Dios. Algunos lo logran, solo algunos, pero creo que es obligado, para todos los que nos gusta escribir, tratar de conseguirlo. Para no cometer faltas de ortografía es cuestión de revisar, ayudarte de diccionarios, y tener paciencia. Para lo otro necesitamos corazón e instinto y para las dos cosas necesitamos leer mucho. Si te metes en la piel del recepcionista del hotel, o en la del encargado de la librería, o en la del loro y tratas de que sean ellos los que hablen, tratando de imaginar cómo piensan, el relato deja de ser una cosa plana para convertirse en una montaña rusa llena de emociones.
    Entiende mis palabras sólo bajo el deseo de serte útil. Todo lo que acabo de decir te sirve a ti, pero también me sirve a mí, porque una cosa es explicar cómo hay que saltar una valla y la otra es saltarla. La mayoría de los escritores que explican cómo hay que escribir, son incapaces de mostrar una novela propia exitosa. O sea que si te gusta escribir como si te fuera la vida en ello, no hay más: leer, escribir, leer, escribir, escribir y escribir.
    Un saludo, felicidades y nos leemos.

    Escrito el 18 mayo 2016 a las 19:41
  6. 6. Patricia Redondo dice:

    Hola Ismael, una historia interesante ! aunque yo , como alguien ha comentado por ahí , me he quedado con las ganas de un final más impactante. Es como si iniciaras algo con mucha miga y cortaras de repente por lo sano , no sé si obligado por no extenderte demasiado en el texto. El relato promete y podria ser un estupendo cuento de ficcion-terror ,si te animas a desarrollarlo te lo leo encantada 🙂
    Un saludo!

    Escrito el 19 mayo 2016 a las 18:41
  7. 7. Dante Tenet dice:

    Hola Ismael, desde lo formal poco que agregar a lo que ya han dicho los compañeros: Quizas una repetición de palabras que se puede mejorar ” Hotel ” esta dos veces en el quinto párrafo.
    Y ahora yendo al relato, me gusta, parece casi un diario de viaje, como si lo hubieras vivido o algo muy parecido.
    Lo que rescato y me dejo con ganas de màs es el final, posiblemente ahí tengas la punta para otro relato, lo que sucede luego que se mueven las arenas…

    Nos leemos en el desafío de junio

    Escrito el 20 mayo 2016 a las 15:27
  8. 8. Laura dice:

    Hola Ismael.
    Me atrapó tu librería, incluso desde el título,que me resultaba sugerente.
    Tal vez faltó algo más sobre el misterio de la arena, pero está logrado.
    Tal vez algo injertada la tormenta del principio e innecesaria la explicación de que el hotel había sido reservado desde Madrid.
    Por lo demás,muy lindo tu relato.
    Sigue escribiendo.

    Escrito el 22 mayo 2016 a las 22:21
  9. 9. Cara dice:

    Hola:
    Falta darle más intensidad. No es mal argumento y podrías darle un giro gótico incluso, pero le falta algo de intensidad.
    Ánimo, a seguir trabajando.

    Escrito el 23 mayo 2016 a las 22:22
  10. 10. Leonardo Ossa (Medellín Antioquia) dice:

    Hola Ismael, he disfrutado de la historia, me pareció que estuvo fluida. La utilización de las palabras, necesarias para la convocatoria, las has utilizado en forma adecuada.
    Saludos.

    Escrito el 24 mayo 2016 a las 03:37

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