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El almirez - por Menta

Arribamos al puerto de Montevideo hace muchos días, no sé cuantos. Para concretar la fecha de hoy podría consultar el cuaderno de bitácora, pero al jefe de la escuadra y de la fragata Medea, don José Bustamante, no le gusta que toquemos sus cosas. Su camarote parece un museo. Y yo solamente soy un guardiamarina.
Durante varias jornadas hemos descansado porque la travesía desde el puerto de El Callao hasta aquí nos ha resultado muy dura. Gracias a Dios llegamos con toda felicidad. No obstante, cuando recuerdo los fuertes vientos que soplaban en el cabo de Hornos y que generaban olas monstruosas, que parecían querernos engullir, casi me vuelvo a marear. Al día de hoy se puede decir que nos hemos recuperado y ya estamos preparando con tesón y diligencia la siguiente etapa de nuestra misión, que terminará si Dios quiere en el puerto de Cádiz en España.
Los días pasan volando. Por la mañana realizo los quehaceres que me asignan y por la tarde, si no estoy de retén, me reúno con algunos compañeros.
Junto a La Medea están abarloadas otras dos fragatas de nuestra escuadra: La Fama y La Mercedes.
Una tarde subimos a La Mercedes para saludar a la madre y a los hermanos de mi compañero Carlos María de Alvear. La madre es porteña, y me agrada mucho porque no es estirada como otras mujeres de oficiales que he conocido. Se disculpó por no poder invitarnos a pasar a su camarote, ya que no disponía de espacio para todos. Con curiosidad, por encima de la cabeza de doña Josefa, miré hacia dentro y comprobé que efectivamente era muy pequeño. Mis ojos se detuvieron en una criatura angelical que estaba jugando con sus otros hermanos a cocinar. Como estaba frente a ella, le veía mover los labios como si estuviera contando a los niños un cuento y ellos le miraban ensimismados. Después les preguntó algo y los niños levantaron la mano; ella rió, y entonces le tendió a uno de sus hermanos un almirez y su mano para que siguiera majando los ajos con la arena. Un rayo de sol que se filtraba por el angosto ventanuco dio de lleno en el almirez, que brilló como sólo el oro lo hace. ¡En la vida había visto nada igual! ¡Unos niños jugando con cacharritos de cocina de oro…! Doña Josefa propuso que fuéramos todos a cubierta, y estuvimos contando cosas divertidas. Yo casi no podía hablar; me interesaba mucho más observar a la hermana de Carlos, que definitivamente era la niña más bonita que había visto en mi vida. Ella de vez en cuando también me miraba y me sonreía.
Volvimos a La Medea. Me quedé dando vueltas por la cubierta solitaria hasta que me acodé en la borda y empecé a mirar sin ver y pensar sin sentido. Soñaba con la niña mientas miraba el rielar de la luna y el movimiento del mar me acunaba y el crujir de las maderas me acompañaba. ¡Me había enamorado por primera vez!
Algunos días más tarde, volvimos a La Mercedes, nos acercamos a los compartimentos de los Alvear y para nuestra sorpresa no había nadie ¿Dónde estaban? Los buscamos por todo el barco y en una de las vueltas que di, fui al camarote de los Alvear, y allí vi el almirez con su mano. Su reflejo me hizo un guiño y sin pensarlo dos veces lo cogí y lo escondí debajo del brazo oculto por la manga de la camisa. Cuando volvimos al barco, escondí mi tesoro entre las pertenencias de Carlos.
Más tarde, a gritos entre un barco y otro, supimos que toda la familia había salido a despedirse de unos amigos porque al día siguiente zarpábamos. Mientras nos daban las últimas recomendaciones, apareció la niña. Tenía los ojos enrojecidos de llorar y el semblante muy triste. Nos enteramos que había perdido el almirez que le había regalado su abuela. La madre la consolaba diciendo:– No te preocupes, la abuela compró otro igual para tu prima que está con el equipaje en la bodega.
Ver aquella pena tan grande me entristeció, y por un momento pensé en cómo devolverle el regalo; pero deseché este pensamiento. Yo quería que me acompañara durante el viaje, quería tener algo que me uniera a mi niña. Callé.
Dos meses más tarde, cuando los ingleses nos atacaron y vi saltar por los aires La Mercedes y a mi niña y a su familia, me alegré de tener ese recuerdo.

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20 comentarios

  1. 1. A.R.Payán dice:

    Hola Menta.
    Entretenido tu relato. Lo encuentro bien redactado y cada cosa en su sitio.
    Buen trabajo.

    Escrito el 18 mayo 2016 a las 07:16
  2. 2. Cryssta (Madrid-España) dice:

    Hola Menta, sé que es la primera vez que participas en Literautas así que te doy la bienvenida. Me alegro de que te hayas decidido a participar en el taller porque escribes muy bien.

    El relato me ha gustado mucho, lo has escrito de una forma amena. Te diré lo que yo veo mejorable:

    – creo que estaría bien que dieras algún dato más que nos hiciera saber de forma aproximada la edad del guardiamarina y de “la niña” porque al principio hablas de una “criatura angelical” y podemos pensar que es algo mayorcita y luego hablas de “niña” y entonces a mí por lo menos no me cuadra que el guardiamarina se enamore de ella

    – si no he contado mal en tu relato hay 24 “que” (incluyo la de “querernos” y no he incluído las de los “porque”), algunos se pueden quitar

    – tras “Gracias a Dios” una coma

    – no me suena bien eso de “casi me vuelvo a marear”, o se marea o no se marea

    – una coma antes de “Carlos María de Alvear”

    – “la veía mover los labios” si dices “le” hablas de alguien del género masculino

    – “la miraban”, miraban a la niña

    – “un almirez y su mazo”, si dices “mano” parece que es la mano de la niña, no la del almirez. Más adelante dices “allí vi el almirez con su mano”, ahí sí estaría bien decir “mano” porque no hay confusión y así no repites “mazo”

    – tras “el rielar de la luna” iría bien punto y coma y quitar la “y” que sigue

    – “para nuestra sorpresa” entre comas

    – tras “camarote de los Alvear” iría bien punto y coma y quitar la “y” que sigue

    – “Su reflejo me hizo un guiño; sin pensarlo dos veces lo cogí y lo escondí…” o bien “Su reflejo me hizo un guiño y sin pensarlo dos veces lo cogí escondiéndolo…” así no repites “escondí”

    – dices dos veces muy seguidas “escondí” (lo solucionas como te he dicho)

    – una coma tras “debajo del brazo” pero piénsate bien esa frase, ¿debajo del brazo es la axila? ¿es ahí dónde lo esconde? imagina bien la escena y luego reescribe la frase, manga de camisa incluida

    – “Nos enteramos de que…”

    – “vi saltar por los aires La Mercedes, en la que iban mi niña y su familia” tal y como lo has dicho parece que la niña junto con su familia estaban en cubierta y el guardiamarina los ve saltar por los aires, es posible pero entonces el chico estaría más traumatizado. Aún que no los viera saltar por los aires es un poco pronto para ese “me alegré”, dale una vueltecita al final

    Espero haberte ayudado y leerte más.

    Escrito el 18 mayo 2016 a las 11:09
  3. 3. Beatriz dice:

    Uii que triste se pone a veces la historia… es interesante como juegas con los sentimientos de quienes te leemos.
    Muy bien, hay que mover las “fibras”
    Gracias por compartirlo
    Namasté

    Escrito el 20 mayo 2016 a las 05:53
  4. 4. El Sr. Pimienta dice:

    Hola Menta, el relato es muy entretenido, y está narrado con eficacia para que resulte tan ameno.

    Del final, sin embargo, estoy de acuerdo con Cryssta, que cambiaría la frase “Dos meses más tarde, cuando los ingleses nos atacaron y vi saltar por los aires La Mercedes y a mi niña y a su familia, me alegré de tener ese recuerdo.”; la palabra alegré no cuadra con lo que describes.

    Me alegro que hayas decidido unirte a los talleres, nos vamos leyendo!

    Escrito el 20 mayo 2016 a las 13:07
  5. 5. Menta dice:

    Hola Cryssta: Te agradezco mucho que hayas hecho tantas observaciones a mi escrito. Voy a comentarlas una por una:
    – Pensé mi personaje narrador como un muchacho de 16 – 17 años que hacía su primera travesía de prácticas (a esta edad era en la que podían los jóvenes ingresar en la Escuela de Guardiamarinas).
    Sabía que Carlos María de Alvear no había podido empezar a estudiar en la Escuela porque no tenía los 16 años.
    Supuse que su hermana tendría 13 -14 años.
    Si la llamo niña es porque esta palabra la asocio más a la inocencia. Otras palabras como chica, adolescente, señorita, muchacha, etc., me resultan menos inocentes.
    Ahora bien, después de tu anotación veo que debo dar alguna pista para que sea verosímil el enamoramiento, así lo haré.

    – – que – Nunca me había parado a contarlos.
    Tienes razón hay muchos, también intentaré quitarlos y/o sustituirlos.

    – He buscado en internet y he encontrado que después de gracias a Dios unas veces lo ponen con coma detrás y otras veces no. Me parece que cambia el significado de la frase según tenga coma o no.
    Con coma, se hace énfasis en lo que se dice a continuación. Es más literario. Ya está puesta.
    Sin coma, es una descripción. Es más coloquial, más del leguaje oral.

    – Yo he escrito: casi me vuelvo a marear.
    Dices que no te suena bien esta frase porque para ti o se marea o no se marea, sin que pueda haber la posibilidad de –casi-.
    Dice el diccionario de la RAE que –casi- es un adverbio que significa ‘no totalmente, pero faltando poco para ello’.
    Esta frase es una exageración, una manera muy coloquial de hablar o de escribir (ej.: casi me muero). Creo que en el relato está bien puesto porque en puerto no se marea porque el barco allí casi no se mueve; es el recuerdo intenso de las olas lo que le hace revivir otra vez el malestar del mareo en el mar.

    – En las siguientes frases veo una diferencia pero pienso que valen las dos, con coma y sin ella:
    Una tarde subimos a La Mercedes para saludar a la madre y a los hermanos de mi compañero Carlos María de Alvear.
    Una tarde subimos a La Mercedes para saludar a la madre y a los hermanos de mi compañero, Carlos María de Alvear.
    – Con coma yo lo siento como si quisiera enfatizar el nombre de su compañero. Pero pienso que como un cadete no admira en nada a un niñato más pequeño que él, lo pongo sin coma.

    – Tienes razón. Siempre me armo mucho lío con los – le, la y lo –

    – El primer miraban ensimismados, lo puedo sustituir por: “la escuchaban ensimismados” y dejar el segundo.

    – Sinónimo de la mano del almirez o de la mano del mortero conocía la palabra – maja – pero yo nunca la he empleado y decir almirez y mano del almirez, me es más cercana a mi habla y me gusta más.

    – Dices que en esta frase quite la (y) de después de luna y ponga (;):
    Soñaba con la niña mientas miraba el rielar de la luna y el movimiento del mar me acunaba y el crujir de las maderas me acompañaba.
    Si lo hago como dices cambia lo que quiero decir, que es: Una escena en la que tres cosas sensitivas fuertes ocurren al unísono, pero a él no le distraen. Sigue soñando MIENTRAS ocurren.

    – Ya he puesto entre comas la frase: -para nuestra sorpresa-

    – Los buscamos por todo el barco y en una de las vueltas que di, fui al camarote de los Alvear, y allí vi el almirez con su mano. Estaría bien como propones pero me gusta más sin interrupción y con la –y- que me da la sensación de continuidad.

    – Voy a pensar la frase que me dices: la de escondí, brazo, camisa.

    – Ya está corregida la frase: Nos enteramos que había perdido por la de Nos enteramos de que había perdido.

    – He cambiado la frase: – me alegré de tener ese recuerdo – por esta otra: – me consoló tener ese recuerdo –

    Muchísimas gracias Cryssta, me has ayudado muchísimo. Espero con ansias el reto de la escena 36.
    Menta

    Escrito el 22 mayo 2016 a las 12:20
  6. 6. Menta dice:

    Hola Sr. Pimienta:
    Gracias por leer mi escena y el comentario de la última frase de mi relato. La palabra alegré la he cambiado por consoló.
    – He cambiado la frase: – me alegré de tener ese recuerdo – por esta otra: – me consoló tener ese recuerdo –
    Una pregunta ¿qué tal se llevan la pimienta con la menta?
    Otra vez gracias y espero que hasta la próxima,
    Menta

    Escrito el 22 mayo 2016 a las 12:24
  7. 7. Menta dice:

    Hola Beatriz, gracias por lo decirme que muevo las fibras porque es lo que intento. Me ha parecido que tú también lo haces en el relato de Nico.
    Nuestros narradores hablan de amor y aman imposibles. Pero esto es bonito y triste.
    Menta

    Escrito el 22 mayo 2016 a las 19:48
  8. Hola, Menta:
    Fuerte, sí que sabes mover los sentimientos. Algunos de nuestros compañeros ya te comentaron detalles formales de interés, con los que coincido plenamente.
    En cuanto al final, lo tuve que leer un par de veces. Me resultó algo confuso.
    Gracias por tu visita, tus correcciones me serán muy útiles para este relato y para los futuros.
    Un saludo.
    Nos leemos.

    Escrito el 26 mayo 2016 a las 07:13
  9. 9. Menta dice:

    Muchas Gracias Liliana, el final es confuso porque lo escribí con lágrimas en los ojos. No, es broma. Ya lo he corregido y ha quedado más entendible.
    Un saludo y hasta el próximo mes.

    Escrito el 26 mayo 2016 a las 13:00
  10. Hola Menta,

    Te devuelvo la visita a mi relato. ¡Muchas gracias por tu comentario!

    Me ha costado un poco seguir el relato, supongo que porque no estoy familiarizada con los rangos en un barco. Con una segunda lectura me ha quedado más claro, pero hay un punto que me sigue chocando: el hecho de que un guardamarina se enamore de una niña.

    Puede que sea por el hecho de que no tengo ni idea de qué edad puede tener un guardamarina, pero al repetir tantas veces “niña”, sin decir “chica”, “jovencita” o algo similar, me suena a una “niña de verdad” (menor de 12 años), lo que hace bailar en mi cabeza la idea de un pederasta, y eso no me gusta demasiado. No sé si tu idea iba por allí, pero desde luego esta es la imagen que se me ha creado en la mente.

    Además de eso, la forma en que finalizas el relato me da la sensación de que frivolizas el hecho de que haya muerto una familia y él tan sólo se alegra de tener un recuerdo, que por si fuera poco es robado y ha hecho entristecer a la niña de la que se ha enamorado. Por mucho que lo intente, no puedo identificarme ni simpatizar con ninguno de los atributos y aspectos del protagonista.

    No sé si me he perdido algo, no me he enterado de nada o qué ha pasado, pero el relato me ha dejado una sensación extraña.

    ¡A ver si puedes aclarármelo, porque no me quiero quedar así!

    ¡Nos leemos!

    Aina Pons Triay
    ainaponstriay.wordpress.com
    Mi relato este mes: nº 23 – VAN A ENCONTRARTE https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-35/5655

    Escrito el 26 mayo 2016 a las 18:14
  11. 11. charola dice:

    Hola Menta! Tu relato me ha parecido muy bueno. Escribes bien. Me resulto entretenido, bien hilvanado, fluido y lo lei de un tiron. Pero llegue al final y me dejaste con la boca abierta, me parece que el final es muy brusco. Quizas fue la presión de las 750 palabras. Tienes que darle unas cuantas palabras mas para decir que te afecto, pero luego te consolaste, eh?
    Felicitaciones!
    Si puedes, pasate or el mio 136. Disculpa la carencia de tildes en mi comentario, es por el teclado que estoy usando.
    saludos.

    Escrito el 27 mayo 2016 a las 23:29
  12. 12. Menta dice:

    Hola Aina, gracias por leer mi relato. Voy a ver si puedo disipar las dudas que tienes sobre él:
    1. Dices me sigue chocando: el hecho de que un guardamarina se enamore de una niña.
    Te copio lo que ya le había contestado a Crissta:
    – Pensé mi personaje narrador como un muchacho de 16 – 17 años que hacía su primera travesía de prácticas (a esta edad era en la que podían los jóvenes ingresar en la Escuela de Guardiamarinas).
    Sabía que Carlos María de Alvear no había podido empezar a estudiar en la Escuela porque no tenía todavía los 16 años.
    Supuse que su hermana tendría 13 -14 años.
    ¿Un chico de 16 no se puede enamorar de una de 13?
    Si la llamo niña es porque esta palabra la asocio más a la inocencia. Otras palabras como chica, adolescente, señorita, muchacha, etc., me resultan menos inocentes.
    Ahora bien, después de tu anotación veo que debo dar alguna pista para que sea verosímil el enamoramiento, así lo haré.

    2. Me parece que has ido muy lejos y has dejado volar mucho tu imaginación sin ceñirte al texto y lo que allí se cuenta. Me dices:
    – lo que hace bailar en mi cabeza la idea de un pederasta, y eso no me gusta demasiado. No sé si tu idea iba por allí, pero desde luego esta es la imagen que se me ha creado en la mente –
    3. He cambiado la frase: – me alegré de tener ese recuerdo – por esta otra: – me consoló tener ese recuerdo –
    Porque me lo habéis dicho varias personas y creo que así refleja mejor los sentimientos del personaje.
    Muchas gracias por tus comentarios. Espero hacerlo mejor la próxima vez, Menta

    Escrito el 29 mayo 2016 a las 11:17
  13. 13. Menta dice:

    Buenos días Charola, gracias por leer mi relato. Me alegra que te haya gustado.
    El final tienes razón, podía haber quitado algunas frases y haber explicado mejor lo que el chico sintió. Te agradezco este comentario porque no se me había ocurrido explicarlo, sólo había cambiado una palabra.
    Voy a pasar por tu relato, pero no sé si podré hoy, lo voy a intentar.
    Muchas gracias y hasta pronto, Menta

    Escrito el 29 mayo 2016 a las 11:23
  14. 14. Edu SC dice:

    Hola Menta,

    Gracias por leerme y tus comentarios. He tardado pero por fin puedo devolverte la visita.

    Creo que ya te han comentado todo lo que se podía decir. Opino que tu relato está bien escrito y consigues que se visualicen los hechos. A mi también me ha resultado abrupto y algo contradictorio el final con ese «me alegré», es quizás la única nota discordante en el relato. Por lo demás buena historia y bien contada.

    Un pequeño apunte: «Y yo solamente soy un guardiamarina.», aquí cambiaría el “solamente” por un “sólo”.

    Felicidades Menta, un place leerte.

    Escrito el 29 mayo 2016 a las 22:01
  15. 15. Menta dice:

    Hola Edu SC: Gracias por visitarme. No te preocupes que el final lo quitaré porque para mí tiene un sentido distinto lo de -me alegré- es una muletilla mía que la digo siempre que algo me mueve las fibras sensibles. Esta vez se ha escapado y naturalmente no pega ahí.
    Creo que suena mejor solo que solamente, tienes razón, así que lo quitaré.
    Muchas gracias por todo y hasta pronto,
    Menta

    Escrito el 30 mayo 2016 a las 15:41
  16. 16. Isolina R dice:

    Hola, Menta:
    Creo que le convendría otro final a la historia. Que solo piense en sí mismo y en el consuelo del recuerdo de la niña se contradice con lo que se supone es estar enamorado.
    Estoy de acuerdo con lo que te ha dicho Cryssta.
    Añadiré solo tres cosillas en el plano formal:
    “no sé cuántos” (“cuántos lleva tilde por interrogativo indirecto).
    En: “Mis ojos se detuvieron en una criatura angelical que estaba jugando con sus otros hermanos a cocinar” riman “angelical” y “cocinar”.
    “ella rio” (la palabra “rio” no lleva tilde).
    Nos leemos.
    Saludos.

    Escrito el 31 mayo 2016 a las 23:46
  17. 17. Menta dice:

    Hola Isolina: Muchas gracias por tus comentarios. Los terngo en cuenta y los voy a cambiar.Hasta pronto, Menta

    Escrito el 1 junio 2016 a las 07:31
  18. 18. Marcelo Kisi dice:

    Hola Menta!
    Gracias por pasarte por mi relato, un verdadero honor, y bienvenida a nuestra humilde morada literaria.
    Y qué bueno que hayas venido, porque me encantó tu escritura. No sé quién te habrá recomendado leer el mío -a quien agradezco- pero es cierto que tenemos algo en común: la condensación de aconteceres. En tu relato todo el tiempo pasan cosas, algunas de ellas terribles, y es el lector el que tiene que llenar los blancos de qué sienten los personajes. Me hiciste acordar un poco a Hemingway, otro poco a Albert Camus, por lo menos en “El extranjero”. Es cierto que, al final, “me consolé” es mejor que “me alegré”, y me alegró que aclarases que la niña tiene 14 años en lugar de, digamos, 10. Pero a mí no me molesta esa romántica falta de escrúpulos del joven amante, ni lo abrupto del final. Al contrario, creo que tu forma enigmática de narrar visualmente -lo vemos, pero tenemos que terminar de armar el cuadro emocional- dota a tus personajes y a tu escritura de una profundidad fascinante.
    Seguí, vos también ya me cazaste!

    Escrito el 10 junio 2016 a las 16:27
  19. 19. Menta dice:

    Buenos días Marcelo Kisi: Muchas gracias por tus alabanzas me han cargado las pilas para el nuevo relato.Me alegro mucho haberte cazado. A ver que tal nos vemos en el próximo relato. Saludos, Menta

    Escrito el 13 junio 2016 a las 15:17
  20. 20. Jesús Sánchez dice:

    Soy muy seco en los comentarios, pero si tuviese que resumir todo en una frase, diría que me he dado cuenta con tu relato que me falta mucho por mejorar en mi escritura ¡Muy buena historia!

    Escrito el 6 julio 2016 a las 12:08

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