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LA NIÑA DEL PAJARO - por ELVI
A veces siento que la vida es como un reloj de arena, frágil y sutil.
Encerrada herméticamente en una cápsula de cristal veo el tiempo pasar segundo a segundo esperando que alguna tormenta me haga salir de este encierro y rompa el micromundo en que vivo en mil pedazos.
Me llamo María, tengo según me diagnosticaron un trastorno de personalidad. No me considero ni enferma, ni loca, solo soy diferente comparada con el resto de las personas.
Desde pequeña para mí todo fue distinto, algo que normalice, era mi forma de vivir, mi ámbito. No tuve padre, ni abuelos, ni hermanos menores, mi madre me cuidaba cuando podía pues ella salia a la calle a buscar comida y a mendigar. Para que no me pasara nada me encerraba con llave en una habitación con la ventana entreabierta por donde entraba algún que otro rayo de sol, también me dejaba agua con un trocito de pan por si me daba hambre. Era muy buena, nunca me ató, ni me pegó, cuando volvía me llenaba de besos y me colmaba de regalos, cosa inútiles que encontraba en las basuras.
Una tarde noche apareció con una enorme caja atada con una cuerda adornada con chapas doradas, todo parecía moverse, me sentí desbordada por la emoción, en ella estaba la mejor de las sorpresas…“mi querido y amado Ginés”.
Al abrir la caja saltó y sobrevoló hacia el altillo del único mueble que teníamos y posándose en el me saludó, desde aquel momento se convirtió en mi amigo inseparable, creando entre los dos vínculos de amor indestructibles. Hoy en la soledad le sigo hablando.
Su llegada supuso otra boca más que alimentar, así que ambos compartíamos comida, nos retroalimentabamos además de compartir juegos y confidencias.
A los ocho años me dejó madre por primera vez salir a la calle me sentí en ella un ser extraño,el aire era frío , la luz cegó mis ojos y los nuevos sonidos me dieron miedo. Vi campos, edificios y gente corriendo, no era lo que me había imaginado
Empecé a colaborar en casa y prosperamos un poco, todos los días a las doce de la mañana Ginés y yo nos sentábamos en una esquina donde la gente al pasar nos echaba monedas dentro de un sombrero deshilachado donde a veces dormía mi amigo, fue por aquellos entonces cuando me enteré de lo que él era. Un día de viento y calina estábamos abrazados para protegernos de las inclemencias del tiempo y unos viandantes comenzaron a insultarnos sin parar de repetir mientras no paraban de reírse:
-El loro y la niña…
-El loro y la niñataa…
Al sentirnos atacados tratamos de defendernos y mientras que ellos corrían yo les mordía y Ginés les daba picotazos. Después de este incidente todo cambio, nos detuvieron. Pasé de las manos de la policía a un tutelar de menores donde pasé diez años. Mi madre jamás fue a verme, ni me visitó el cartero, aun no se si vive.
En ese tiempo tomé contacto con la limpieza, las normas de aseo, conocí por primera vez los alimentos cocinados. No se si fui feliz pues no conozco ese concepto, estuve muy tranquila.
Todos fueron tolerantes con mi amigo, le llamaban por su nombre e intercambiaban confidencias con él, mientras que yo solo era “la niña del pájaro”.
A los dieciocho años me devolvieron al sitio de donde me habían recogido, la calle. Me encontré más desvalida que nunca. Andé perdida hasta que mis ropas se pusieron sucias, ajadas y viejas. A la espera de un nuevo amanecer ya caída la noche, nos acostamos dentro del portal de una casa para protegernos del frío.
No se cuanto tiempo pasó, desperté en el campo rodeada de personas desconocidas, en un lugar llamado manicomio, convertida en la mujer que habla con su pájaro. En este sitio había diversidad de mentes, lo que le daba características de museo.
Muchos de los que aquí vivimos hemos confraternizado y hemos creado lazos reales. Ginés y yo somos felices.
Después de un año quisieron darme el alta, mi madre en sus años de penuria había abierto una cuenta, me la había dejado mucho dinero en herencia lo que me daba la posibilidad a empezar una nueva vida. Sigo viviendo aquí.
Hola Elvi, como autor del relato #132 próximo al tuyo paso a comentar alguna cosa que se me ocurre.
FORMA: Algunos errores ortográficos : normalicé, “andé” por anduve, me “la” había dejado (sobra “la”), todo cambio, no se si fui feliz,(lleva tilde diacrítica) …
CONTENIDO : Es un relato muy personal, con un narrador-personaje en primera persona conduciendo el relato de tal modo que parece confundirse con el autor (autora). Digo parece, porque pudiera ser que formando parte de un relato mayor, novela etc. precisamente fuese la,caracterización de uno de los personajes.
En resumen, es un relato ágil, inquietante y con sombras de dudas de principio a fin retratando a un personaje (¿autor?) complejo.
Muchas gracias pormcompartir tu trabajo, que me parece interesante
Hola Elvi:
Muchas gracias por tus comentarios y me alegro que te haya divertido leerme.
Realmente duro el contenido de tu relato. Muy realista. Así es la vida de muchas personas anónimas que viven, bueno si eso se puede llamar vivir, en la calle, víctimas de enfermedades mentales que tan mal vistas y tan mal tratadas están.
Alguna que otra frase “me la había dejado mucho dinero…”;alguna tilde que falta.
Sobre el reto… museo y cartero las veo un poco forzadas. No encuentro la palabra tormenta… quizá se me ha pasado.
Relato con una trama bien definida: presentación, nudo y desenlace.
¡Buen trabajo! impactante contenido.
Seguimos leyéndonos Elvi y saluditos.
Tierno relato. Muy personal. La trama y los personajes,a mi humilde entender,daban para escenas mucho mas inquietantes.Cuando quieras,armamos algo juntos…
Hola Elvi.
Felicidades por el relato. La idea de que un centro de salud mental es como un museo repleto de cosas únicas, me ha gustado mucho.
La lectura y el ritmo de tu redacción hace que puedas leer la historia de principio a fin sin problemas.
Como puntos a revisar: la ortografía y la puntuación. En algunos casos creo que son errores tipográficos, pero una revisión extra para eliminar los errores, podría añadir más fluidez al relato.
Seguiré buscando tus relatos.
Un abrazo.
Hola Elvi! Un relato lleno de vivencias profundas y tristes, sumamente reales, por desgracia. Me gusta el inicio de tu relato. Muy bueno.
En la siguiente frase, creo que estaria mejor asi: “y rompa en mil pedazos el micromundo en que vivo”
Y en esta frase: “Me llamo María, tengo según me diagnosticaron un trastorno de personalidad” yo le quitaria ese “tengo segun”.
Despues de “hermanos menores. Mi madre…”
Luego el relato fluye muy bien, bastante entendible y esto se te agradece. Felicitaciones! Un buen relato.
El mio es el 136, te invito a leerlo y comentar. Gracias.
Hola Elvi. Siento la tardanza, este mes voy muy retrasada. Un gran comienzo de relato, en él se augura que la trama será muy “Elvi”. Como siempre logras crear un personaje muy complejo, lleno de matices. Comparto al igual que los compañeros, que la situación de María es dura, además de muy compleja, pero tú sabes bien como adentrarte en la complejidad de los sentimientos y exponerlos.
Si en cuanto a trama aplaudo la temática que has escogido y la forma que tienes de contárnoslo, en cuanto al apartado técnico, he de resaltar cuatro detallitos:
1.”algo que normalice”, creo que querías decir normalicé.
2.”y posándose en el me” es él.
3.”A los ocho años me dejó madre por primera vez salir a la calle me sentí en ella un ser extraño”. Creo que esta frase ganaría más si pusieses un punto tras calle, además de hacerse menos larga.
4.”nos sentábamos en una esquina donde la gente al pasar nos echaba monedas dentro de un sombrero deshilachado donde a veces dormía mi amigo,” escribes dos veces donde, creo que el segundo donde podría sustituirse y la frase quedaría así: “nos sentábamos en una esquina donde la gente al pasar nos echaba monedas dentro de un sombrero deshilachado en el que a veces dormía mi amigo”,
5.”Un día de viento y calina estábamos abrazados para protegernos de las inclemencias del tiempo y unos viandantes comenzaron a insultarnos sin parar de repetir mientras no paraban de reírse:”, esta frase se hace muy larga, debería ir cortada al menos en dos, además, dices muy seguido parar y paraban, quizás una de estas palabras se podría sustituir por dejar o dejaban, o incluso cesar o cesaban.
6.”todo cambio”, es cambió.
7.”aun no se si vive”, no sé si ese aun pretende sustituir un todavía o un incluso, en el primer caso debería ser aún, sino estaría bien escrito, el se es “sé”.
8.”No se si fui feliz”, “sé”
9.”No se cuanto tiempo”, otra vez “sé”
10.”hemos confraternizado y hemos creado lazos reales”, repites muy seguidamente “hemos”, el segundo puedes suprimirlo:”hemos confraternizado y creado lazos reales”.
11.”había abierto una cuenta, me la había dejado mucho dinero en herencia”, escribes dos veces había en esta frase, además, tras la coma como que la frase es confusa. Yo la escribiría así: “había abierto una cuenta, me dejó mucho dinero en herencia…”
12.”Sigo viviendo aquí”. Este final no acaba de convencerme, es como si le faltase algo, creo, en mi opinión, que quedaría mejor decir: “Sigo viviendo en la casa en que nací/crecí”.
Ya nada más me queda que felicitarte por adentrarte en la psique enfermiza de María.
Hola, Elvi:
Como ya ha pasado Frida por tu texto, no voy a repetir lo que te ha dicho ella.
Estoy de acuerdo con los compañeros en lo que te han comentado ya.
Creo que debes pulir la forma del texto un poquito y evitar la repetición del verbo “ser”. Y para la próxima escena fíjate bien en las palabras que deben llevar tilde.
Por el verbo “anduve” a más de uno se nos ha escapado “andé”. Procura que no te pase más.
Nos leemos.
Saludos.