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La verdad está sumergida - por Noypia

El autor/a de este texto es menor de edad

Diez de octubre. No será casualidad. Justo el día de mi cumpleaños se producen los milagros: el descubrimiento del clima de Plutón se hace realidad, se localiza la Atlántida y, por primera vez, se abre al público un museo literario submarino. Por supuesto, también cumplo diecisiete; pero, dadas las circunstancias, eso es lo menos importante. Cogí el bus, llevando mi libreta, y me armé de confianza. Nadie sabía dónde estaban mis padres. Sus muertes fueron un duro golpe que me hizo madurar. Ahora vivo con mi tía, que está en la calle a todas horas.
Por fin llegué a mi destino, en el sentido de espacio geográfico. El otro significado, mi lugar en el mundo, estaba sin determinar. Sé que me encanta escribir, que es el engranaje de mi vida; pero algo más falta, aparte de mis padres.
Observé la playa, con sus aguas cristalinas, la blanca y fina arena, el maravilloso silencio que reinaba… Aquello sí que era paz. Un futuro inexplorado se extendía ante mis ojos. Resaltaba una imponente estructura en forma de espiral. Era un invento humano que rompió el equilibrio con la naturaleza. La desafía. Dentro había maravillas creadas por el hombre, que continuaban retando a la sabiduría. Eran objetos capaces de cambiar personas. Ibas hacia ellos, atraído por una agradable sensación de confianza. Los abrías, tocabas y disfrutabas.
Eran libros. Libros de papel. Tesoros que, por ahora, solo la raza humana poseía. Me acerqué a la playa, quitándome las sandalias. Había una roca a dos metros de la orilla. Tenía varias inscripciones en "lengua privilegiada", la de los eruditos. Toqué una parte que se refería a las mujeres menores de edad. Al parecer aquella roca era una forma de teletransporte.
La aventura comenzó. Un paraíso se creaba ante mis ojos. La naturaleza parecía haberlo invadido todo: miles de peces nadan en grandes burbujas transparentes, los árboles reinaban el lugar, un sol artificial se divisaba en las alturas y el fondo submarino se veía detrás de unas amplias cristaleras. Pero, lo primero que llamaba la atención, eran las infinitas columnas de libros, llenas de saber y esperanza.
En aquella época, en el dos mil ciento cuarenta y dos, los libros de papel eran muy escasos. Únicamente formaban parte de la propiedad de los más eruditos. Las personas normales no tenían acceso a ellos. Pero ahora, alguien había roto las reglas. Esa persona había creado un museo submarino literario, adonde cualquier persona podía acudir. Era un lugar donde predominaba la igualdad. Visitar aquella creación fue mi regalo de cumpleaños. Allí leí el libro que me cambió la vida, la frase que dio sentido a mi existencia.
Por este motivo, busqué y busqué durante años mi lugar en el mundo. Fue una tarea complicada. Lo encontré cuando estaba a las puertas de la muerte. Vi un planeta, mi paraíso; encontré a mis padres y les abracé.
Por fin la realidad brilló en mi mente. Entonces fue cuando recordé aquella frase:
"La vida es como un sueño, irreal. La muerte es el despertar de ese sueño, una segunda vida".
A quien esté leyendo esto, que sepa que la muerte tiene otro significado.

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5 comentarios

  1. 1. KMarce dice:

    Saludos Noypia;

    He decidio leer a quien no he leído anteriormente. No sé si eres es tu primera participación en el taller, te invito a que sigas la iniciativa del taller de comentar a los tres que siguen a tu relato. Ten la seguridad, que si visitas a alguien, otros te visitaran.

    Antes que nada, quiero decirte que siempre tengo un apego y afecto por los jovenes que escriben, debido a que yo empecé desde niña. Y creo que tienes una imaginación muy fértil.
    Hay lindas imagenes mentales; pero necesitas “respirar y relajarte”. Creo que tienes un idea muy vívida en tu cabeza, y quieres detallarlo todo; sin embargo lo que necesitas mejorar es cómo plantear esa idea.
    Hay saltos en la “cronología” de los hechos, y hay tiempo verbales que no son los adecuados, (yo sigo batallando con eso), pero leer a otros, me ayuda a corregirme también a mí misma.
    Toda escena debe contener una introducción (que va la historia), un nudo (qué/cuál es el conflicto o dilema) y un desenlace (cómo se resuelve o no el nudo). Y tengo un poco en duda cuál es el nudo aquí. No sé si es el autoconocimiento, la visita al magnifico museo, superar la muerte de sus padres, la disyuntiva existencial…
    El mundo me parece genial. Una idea original de meter un museo(?) de libros.(Aunque si el público puede tocarlos, es librería. El museo no permite la manipulación de sus “reliquias” por parte de la personas).
    Cuando escribes el año, debes hacerlo con números, porque estás índicando una fecha, y estas siempre se escriben en números, es decir que si hubieras indicado que era octubre 3, sería así y no con “tres”.
    También después de los puntos suspensivos, se escribe en minúscula, porque no son “un punto”, es una pausa. Puedes escribir mayúsculas, sólo si la siguiente frase es independiente de la primera.
    Con el asunto de los tiempos verbales, los conoce muy bien Manoli, ella los detecta increíble. Visita su relato y seguro vendrá al tuyo.

    Espero que sigas creciendo en la escritura, aprende las reglas que son obligatorias para nuestro idioma, todo es aprendido; la creatividad se tiene y se desarrolla o se ahoga. Y yo considero que la tienes.
    Saluditos y ¡nos leemos!

    Escrito el 19 mayo 2016 a las 06:58
  2. 2. Noypia dice:

    Muchas gracias por tus consejos. Los tendré en cuenta a la hora de escribir un relato.
    En el punto del museo tienes razón, debería ser una antigua librería submarina.
    Lo que he intentado transmitir en este relato es que, muchas veces, los libros son nuestra mejor compañía.
    Hay algunos fallos que intentaré mejorar.
    Muchas gracias por tu comentario.

    Escrito el 19 mayo 2016 a las 16:58
  3. 3. Jesús Lacupett dice:

    Hola Noypia:
    Tienes gran imaginación y siendo tan joven has avanzado mucho. Yo no puedo aportar nada, para que mejores tus trabajos, aun no aprendo las reglas literarias,
    Sigue los consejos de Kmarce, me parecen muy importantes. Aprovecho de aprender de los comentarios, si deseas leer mi primera presentación estoy en el 189.
    Un gran abrazo y felicitaciones.
    Viña del Mar, Chile.

    Escrito el 25 mayo 2016 a las 01:49
  4. 4. Yoli dice:

    Hola, Noypia. Me ha gustado tu relato, ha sido muy bonito y original que el museo este bajo el agua y que ocurra en el futuro. Está muy bien descrito, y tiene un toque de tristeza. Si quieres leer el mío soy el 156

    Escrito el 30 mayo 2016 a las 17:41
  5. 5. Feli Eguizábal Fernández dice:

    Hola Nyopia, agradezco tu visita a mi trabajo y como prometí, paso a leerte.
    Me ha impresionado tu capacidad imaginativa y la profundidad, que aunwue no queda muy bien plasmada, creo llegar a ver en de tu relato. Coincido con los comentarios de los compañeros por lo que no quiero repetir. Este mundo es un tanto dificil, pero a la vez muy gratificante. Espero seguir leyendote.

    Escrito el 16 junio 2016 a las 10:21

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