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El fin - por EndikaP

El anciano encontró la llave en el suelo, como no podía ser de otra manera. La habitación estaba revuelta y las paredes atestiguaban el tremendo caos que había destruido todo. Trató de recogerla, pero sus manos temblaban demasiado violentamente. Poco importaba: la cerradura que abría la llave ya no existía.
El anciano sonrió tristemente; toda la vida había buscado una forma de luchar contra la muerte, la de sus seres queridos y la suya propia. Por los primeros poco pudo haber hecho, y a la vista de los recientes acontecimientos, tanto mejor. En cuanto a su muerte, poco le importaba también: durante tanto tiempo había tratado de esquivarla que se había convertido en su única motivación, sin darse cuenta de que de poco le serviría si todo el mundo a su alrededor moría.
– Un poco tarde para la autocompasión, ¿no crees? – dijo en voz alta, dejando que sus palabras resonaran en la ahora desbaratada habitación.
No tenía mucho sentido esperar allí de pie a lo inevitable, así que decidió ocupar su mente recogiendo los pedazos desperdigados de los muebles de la estancia. Las pequeñas mesas auxiliares, ahora hechas añicos, formaban dos perfectos montones en mitad de la habitación. Decidió que empezaría por ellas. Le traían recuerdos de tiempos mejores, cuando su hijo le ayudaba en su investigación y sus nietos las utilizaban para colorear o, simplemente, apoyar sus juguetes. Esos tiempos habían pasado, su hijo ya no estaba, su investigación ya no importaba, y dentro de poco nada importaría.
Con aire ausente empezó a colocar los pedazos de madera sobre una alfombra desvencijada que había junto a las ventanas, siendo su intención envolverlo todo después para que fuera más fácil de tirar. Aquella misma alfombra había estado allí durante lo que al anciano le parecía toda una vida. Todos aquellos muebles y complementos habían presenciado su obsesión, su triunfo y su caída. Toda una vida dedicada al estudio, toda una vida con una sola meta: salvar a la humanidad de la inevitabilidad de la muerte. Y todo lo que había conseguido era condenarlos a todos.
Apenas se percató cuando una astilla se le clavó en la yema de su dedo pulgar. El viejo observó la herida con cierta desidia y se la llevó a la boca para lamerse la sangre. Podría sacar la astilla con una aguja, pero en medio de aquel caos no habría forma de encontrar sus herramientas. Miró la puerta de soslayo. Allí plantado, con el dedo pulgar en la boca, le daba la sensación de que el universo se reía de él a través de aquella condenada abertura.
En el quicio de la puerta todavía había restos de lo que en su día había sido su mayor logro y ahora se había convertido en una condena para todo el mundo. Aquella masa negra palpitante… Recordaba el día en que la había creado. Al principio pensó que era algún tipo de cieno, poco más que un lodo blando y húmedo, pero pronto se dio cuenta de lo equivocado que estaba. Comprobó sus propiedades curativas primero en plantas y luego en pequeños seres vivos: una lagartija que atrapó en el jardín y a la que cortó la cola, un pequeño topo que había perdido una de sus extremidades e incluso su propio gato, que siendo cachorro había sufrido quemaduras en el lomo. A todos los curó, como si de un milagro se tratara. Primero los envolvía y luego los dejaba ir en perfectas condiciones. El anciano llegó a pensar que la masa negra se alimentaba del dolor y las enfermedades. Hasta que se comió a su nieto.
Había tratado de curarle una rara enfermedad nerviosa que le aquejaba desde su nacimiento, y sin embargo el lodo lo engulló y lo hizo desaparecer. A partir de ese momento el viejo había tratado de destruirlo, sin éxito. Ni los ácidos, ni el fuego, ni todos los productos químicos de su laboratorio habían sido capaces de hacerle mella. Cuando el cieno se reveló y le atacó, el anciano decidió encerrarlo en una urna y confinar esa urna en una habitación que sólo él pudiera abrir.
Ahora que el lodo había conseguido escapar de su prisión, el viejo sólo podía observarlo desde su ventana, viéndolo expandirse hasta el horizonte. Al ritmo que crecía, sabía que en apenas una semana la Tierra no sería más que una masa negra palpitante. Y la única razón que se le ocurría para que le hubiera perdonado la vida es que él sería su postre.

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9 comentarios

  1. 1. Albión dice:

    Hola, EndikaP
    Me ha gustado mucho tu relato, pienso que parte de una idea muy creativa. El efecto de la última frase está muy bien conseguido, te deja sin palabras. El único diálogo que hay, resume bien el párrafo anterior y te lo aclara. La descripción está muy bien hecha y el relato te deja con la intriga hasta el final. Sin embargo, tengo algunas objeciones:
    La forma de narrar está bien escrita y se entiende todo perfectamente. Has sabido recrear muy bien la atmósfera. He podido estar viendo la escena en mi mente en todo momento, pero veo algunos fallos de puntuación: “Había tratado de curarle una rara enfermedad nerviosa que le aquejaba desde su nacimiento, y sin embargo el lodo lo engulló y lo hizo desaparecer. A partir de ese momento el viejo había tratado de destruirlo, sin éxito.”. Yo pondría: “Había tratado de curarle una rara enfermedad nerviosa que le aquejaba desde su nacimiento y, sin embargo, el lodo lo engulló y lo hizo desaparecer. A partir de ese momento, el viejo había tratado de destruirlo, sin éxito.” Pienso que así queda mucho más claro.
    Con respecto al contenido, veo algunas cosas un poco confusas: “Comprobó sus propiedades curativas primero en plantas y luego en pequeños seres vivos: una lagartija que atrapó en el jardín y a la que cortó la cola, un pequeño topo que había perdido una de sus extremidades e incluso su propio gato, que siendo cachorro había sufrido quemaduras en el lomo.”. Cuando a una lagartija le cortas la cola, ésta le vuelve a crecer con el paso del tiempo, e incluso las quemaduras del gato se podrían curar con el tiempo a través de la continua renovación de la epidermis. Da la impresión de que la masa negra lo que hace es regenerar. El relato dice “El anciano llegó a pensar que la masa negra se alimentaba del dolor y las enfermedades.”. Ninguno de los casos anteriores son enfermedades, pero hay dos de ellos que sí experimentan dolor, excepto uno: a la lagartija no le duele perder su cola. Esto, además, me hace pensar que el anciano sólo experimentó con casos de dolor pero no de enfermedades y, aún así, echó a su nieto a esa masa negra sin haber probado antes un caso de enfermedades (muy imprudente por su parte, teniendo en cuenta que su meta era salvar de la muerte a sus seres queridos y a él mismo). Pienso que deberías explicar un poco más esa parte para que quede más clara.
    Otra cosa confusa del contenido es: “Esos tiempos habían pasado, su hijo ya no estaba, su investigación ya no importaba, y dentro de poco nada importaría.”. Esto me hace preguntarme, ¿qué pasó con su hijo? Se menciona pero más adelante no se explica qué pasó con él.
    Espero que me haya sabido explicar bien y que puedas seguir mejorando.
    Un saludo, Albión

    Escrito el 18 junio 2016 a las 10:35
  2. 2. María Kersimon dice:

    Hola EndikaP,
    Me corresponde hacerte un comentario por mi situación en la lista, así que empezaré por los aspectos formales. Durante la primera lectura, recibí una impresión bastante buena de la técnica del texto, su longitud, agilidad y proporción. En la segunda lectura vi una falta de ortografía en “se reveló” que debe ser “se rebeló” ya que se le enfrenta la “masa”.
    Me parece un relato entre la ciencia ficción y la literatura fantástica, no sé a cual se parece más. No soy muy conocedora de estos géneros ni los leo mucho así que mi valoración puede tener un cierto sesgo. Pero si es ciencia ficción, tengo un poco de problema con la credibilidad. Si tu personaje es un científico, tendría que quedar más patente que investigaba en un laboratorio, con qué había compuesto la masa (el cieno que le llamas), y sobre todo tiene que saber exactamente de qué se trata, cuales son sus propiedades, aunque algunas se le escapen. No puede ser que “…Al principio pensó que era algún tipo de cieno, poco más que un lodo blando y húmedo, pero pronto se dio cuenta de lo equivocado que estaba”. Tiene que tener un conocimiento más concreto de lo que ha producido.
    Lo único que tenemos para situarnos en lo que parecería ser un laboratorio científico son dos pequeñas mesas auxiliares ahora hechas astillas donde sus nietos coloreaban. Amen de la credibilidad objetiva de que una masa de cieno se “coma” al mundo, es la credibilidad intrínseca del relato la que encuentro a faltar. Que cure a los animales pero se coma a los humanos que también son mamíferos en todo caso me parece un argumento flojo, que no se apoya en nada. Me cuesta verle una coherencia a la historia.
    A pesar de esto hay buenas descripciones, de cómo recoge los pedazos, cómo se le clava una astilla en el pulgar, se lame la sangre y trata infructuosamente de encontrar una aguja en el caos para quitársela. Todo ello le da realismo al relato.
    La personificación de la masa, la intencionalidad y la voluntariedad que se le atribuyen me dejan perpleja, no me enganchan, y creo que es por falta de credibilidad interna del argumento. Perdóname si me equivoco, es una percepción personal, a lo mejor a otro le parece de otra manera.
    Reconozco que después de la descripción de cómo la masa curó al gato y al lagarto y los dejó perfectos, la frase “Hasta que se comió a su nieto” crea un efecto sorpresivo y paradójico en el relato, marcando un punto de inflexión. A nivel formal esta frase cerrando el párrafo con un giro de 180 grados en el relato es un buen recurso instrumental. La criatura que ataca a su creador es un tema recurrente que ya hemos visto con Frankenstein, con máquinas, robots, pero necesitaría más detalles y una mejor explicación de los hechos para creérmelo (es una opinión personal, ojo).
    No consigo encontrarle profundidad a la historia. Quizás el tema que se la daría sea el eterno conflicto, la lucha contra la muerte y la evitación de la muerte, que tratas al principio y también al final, y que suele redundar en impotencia o en el empeoramiento de la situación. Este tema se podría haber desarrollado más o puesto más de relieve.
    Me parece que técnicamente el texto está bien escrito. Tiene un comienzo, un desarrollo y un desenlace. Se inicia con la contemplación del desenlace. Ha habido una deconstrucción del tiempo lineal. Se ha puesto el foco en el inicio en las consecuencias del hecho ocurrido (desenlace), para remontarse luego en el tiempo hasta el desarrollo, luego al comienzo otra vez y finalmente al desenlace. El tiempo del relato está bien trabajado, quizás en detrimento de la estructura, pero se le ha dado un toque de originalidad.
    El narrador es un narrador en tercera persona que enuncia la visión y los sentimientos del anciano. No es un narrador omnisciente que se desplaza a diversos puntos de vista. En una ocasión aparece el propio anciano en primera persona, hablándose a sí mismo. Está bien, pues se recomienda alternar narradores.
    El relato está bien escrito y a nivel formal está bien conformado. hay trabajo, pulcritud, exactitud en los términos. El único problema que he encontrado personalmente ha sido el de la credibilidad (interna). Puede ser una apreciación muy personal así que espera a ver lo que te dicen otras personas.
    En cualquier caso felicitaciones por tu trabajo. ¡Sigue escribiendo! Saludos.

    Escrito el 18 junio 2016 a las 12:34
  3. 3. Albión dice:

    Hola, EndikaP
    Me ha gustado mucho tu relato, pienso que parte de una idea muy creativa. El efecto de la última frase está muy bien conseguido, te deja sin palabras. El único diálogo que hay resume bien el párrafo anterior y te lo aclara. La descripción está bien hecha y el relato te deja con la intriga hasta el final. La forma de narrar está bien escrita. Has sabido recrear muy bien la atmósfera. He podidl estar viendo la escena en mi mente en todo momento. Sin embargo, tengo algunas objeciones:
    Veo algunos fallos de puntuación: “Había tratado de curarle una rara enfermedad nerviosa que le aquejaba desde su nacimiento, y sin embargo el lodo lo engulló y lo hizo desaparecer. A partir de ese momento el viejo había tratado de destruirlo, sin éxito.”. Yo pondría: “Había tratado de curarle una rara enfermedad nerviosa que le aquejaba desde su nacimiento y, sin embargo, el lodo lo engulló y lo hizo desaparecer. A partir de ese momento, el viejo había tratado de destruirlo, sin éxito.”.
    Con respecto al contenido, veo algunas cosas un poco confusas: el relato dice “El anciano llegó a pensar que la masa negra se alimentaba del dolor y las enfermedades.”. Ninguno de los casos anteriores son enfermedades, pero hay dos de ellos que sí experimentan dolor, excepto uno: a la lagartija no le duele perder su cola. Esto, además, me hace pensar que el anciano sólo experimentó con casos de dolor pero no de enfermedades y, aún así, echó a su nieto a esa masa negra sin haber probado antes cómo reaccionaba la masa ante un caso de enfermedad (muy imprudente por su parte, teniendo en cuenta que su meta era salvar de la muerte a sus seres queridos y a él mismo). Pienso que deberías explicar un poco más esa parte para que quede más clara.
    Otra cosa confusa del contenido es: ” Esos tiempos habían pasado, su hijo ya no estaba, su investigación ya no importaba, y dentro de poco nada importaría.”. Esto me hace preguntsrme, ¿qué pasó con su hijo? Se menciona esto pero más adelanté no se explica que pasó con él.
    Espero que me haya sabido explicar bien y que puedas seguir mejorando.
    Un saludo,
    Albión

    Escrito el 18 junio 2016 a las 15:01
  4. 4. Laura dice:

    Holam Endika P.
    Muy interesante la trama. Estoy de acuerdo con María Kersimon con el uso de “rebeló” tomándolo como un ataque al creador, de rebelión, y no de “reveló” de revelación, de descubrir lo oculto, aunque también lo hubo, pero al señalar que fue contra su creador, creo que queda mejor la rebeldía, no la revelación, que también lo es.
    Iba todo bien hasta que se comió al nieto. Aquí falta algo que justifique el cambio de ayuda a destrucción de la masa.

    Impecable la forma de escribir.
    Me quedó la intriga del desorden. Irónico el final en que se considera el postre de la masa.
    La impresión de que la masa se alimentaba del dolor y las enfermedades podría tener algún sustento en cuanto a su origen y quedar registrado en anotaciones. De lo contrario queda en simple impresión de un científico excéntrico que tiene un laboratorio casero.
    De todos modos, el relato es bueno. Con algunas explicaciones adicionales creo que puede mejorar. Es mi opinión personal. Pero sigue escribiendo. Tienes muchas posibilidades.

    Escrito el 19 junio 2016 a las 11:49
  5. 5. Albión dice:

    Hola, EndikaP
    Me ha gustado mucho tu relato, pienso que parte de una idea muy creativa. El efecto de la última frase está muy bien conseguido, te deja sin palabras. El único diálogo que hay, resume bien el párrafo anterior y te lo aclara. La descripción está muy bien hecha y el relato te deja con la intriga hasta el final. Sin embargo, tengo algunas objeciones:
    La forma de narrar está bien escrita y se entiende todo perfectamente. Has sabido recrear muy bien la atmósfera. He podido estar viendo la escena en mi mente en todo momento, pero veo algunos fallos de puntuación: “Había tratado de curarle una rara enfermedad nerviosa que le aquejaba desde su nacimiento, y sin embargo el lodo lo engulló y lo hizo desaparecer. A partir de ese momento el viejo había tratado de destruirlo, sin éxito.”. Yo pondría: “Había tratado de curarle una rara enfermedad nerviosa que le aquejaba desde su nacimiento y, sin embargo, el lodo lo engulló y lo hizo desaparecer. A partir de ese momento, el viejo había tratado de destruirlo, sin éxito.” Pienso que así queda mucho más claro.
    Con respecto al contenido, veo algunas cosas un poco confusas: “El anciano llegó a pensar que la masa negra se alimentaba del dolor y las enfermedades.”. Ninguno de los casos anteriores son enfermedades, pero hay dos de ellos que sí experimentan dolor, excepto uno: a la lagartija no le duele perder su cola. Esto, además, me hace pensar que el anciano sólo experimentó con casos de dolor pero no de enfermedades y, aún así, echó a su nieto a esa masa negra sin haber probado antes un caso de enfermedades (muy imprudente por su parte, teniendo en cuenta que su meta era salvar de la muerte a sus seres queridos y a él mismo). Pienso que deberías explicar un poco más esa parte para que quede más clara.
    Otra cosa confusa del contenido es: “Esos tiempos habían pasado, su hijo ya no estaba, su investigación ya no importaba, y dentro de poco nada importaría.”. Esto me hace preguntarme, ¿qué pasó con su hijo? Se menciona pero más adelante no se explica qué pasó con él.
    Espero que me haya sabido explicar bien y que puedas seguir mejorando. Me gusta cómo escribes.
    Un saludo, Albión

    Escrito el 19 junio 2016 a las 12:13
  6. 6. Albión dice:

    Hola, EndikaP
    Perdón por haberte enviado tantos comentarios.
    He tenido un problema y el comentario que quería enviarte no se enviaba bien, por lo que he intentado enviártelo varias veces.

    Escrito el 19 junio 2016 a las 20:51
  7. 7. lucrecia gordillo dice:

    Endika P.
    Primero que nada: Gracias por leerme (56) y por tu comentario tan alentador. Creo que mucho depende del lector. Cada quien lee “entre líneas” según sus propios sentimientos.

    Respecto a tu historia he de decirte ¡qué imaginación! dos frases me llamaron la atención. A saber: “pero sus manos temblaban demasiado violentamente” y “El anciano llegó a pensar que la masa negra se alimentaba del dolor y las enfermedades. Hasta que se comió a su nieto.” en la primera, no necesitas dos adverbios y en la segunda puedes poner una coma antes de la preposición “hasta” para darle continuidad “pensaba…..hasta que….” Por lo demás, nos hablas de ese temor que todos tenemos a la muerte y el final que de una u otra forma nos ha de llegar.

    Escrito el 20 junio 2016 a las 02:08
  8. 8. Wolfdux dice:

    Endika un relato sublime. Me ha gustado mucho, y no he podido evitar reírme al leer: “Hasta que se comió a su nieto” Si que poniéndonos quisquillosos podríamos decir que falta información para dar credibilidad al relato, pero solo siendo muy exigentes. A mi me ha gustado y como ya te han dicho, la frase final muy buena, de lo mejor del relato.

    Escrito el 27 junio 2016 a las 17:31
  9. 9. EndikaP dice:

    Hola compañeros:
    Muchísimas gracias por tomaros un tiempo en leer mi relato y dejarme unas palabras.
    Si os ha parecido que le falta plausibilidad al ente… Sí que es verdad que lo he dejado muy en el aire y quizá sea un error tratar al anciano como científico para luego meter un elemento a la historia que es completamente “mágico” y sin explicación. Así que es un apunte que tomo muy en cuenta.
    Gracias por los errores ortográficos (ese “reveló” se me escapó a mí y se le escapó al corrector ortográfico de Word…).
    De nuevo, gracias por vuestro tiempo. Nos vamos leyendo.
    Un saludo.

    Escrito el 29 junio 2016 a las 19:24

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