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La vieja casa familiar - por María Piar

Web: http://mpmoreno.blogspot.com.es/

El anciano encontró la llave en el fondo del cajón de su armario cuando lo que buscaba eran sus gafas. No se había percatado que las llevaba puestas. El hallazgo le produjo el efecto de una ventolera de aire fresco que le removió los bodegones de sus recuerdos. Era la llave de la vieja casa familiar a la que ya solo se llegaba por las grietas de su memoria. Los sentires prendidos entre los pliegues del alma le afloraron con tal transparencia que la vida vivida en aquella su casa, se despertó alborotada.
La chimenea humea, le llega el rico olor del puchero. El gato se escabulle por la gatera, no así el pastor alemán que corre hacia él con efusivos ladridos de reconocimiento. Envuelto en el viento sur que zarandea la ropa colgada siente que se aproxima una tormenta y él no ha segado el trigo de la tierra. Terrible tormenta la que nos asola en estos tiempos que tanto nos dificulta la supervivencia, le recuerda su madre. Está escondiendo unas desgastadas monedas en el respaldo de una silla; a la vez, habla con su padre que la observa con su traje oscuro y bigote negro sobre fondo enmarcado en sepia. Le suena tan nítida su voz cuando dice: "Para el chico, las va a necesitar". Ya no llora de dolor, ni grita de rabia, pero el miedo se le ha metido silenciosamente muy dentro y él, joven enérgico, aprieta los puños y se traga la cólera que le hierve las venas mientras se afana en ocultar unos sacos de harina en el hueco de un doble techo.
Las campanas de la iglesia suenan a desgarro. Se hace el silencio. El sonido de los cascos de los caballos se acerca. Temblando y con los ojos empañados la madre se encuentra con los suyos en una mirada que sabe a dolor y miedo. La de él, risueña, intenta darle ánimos ocultando sus propios sentimientos. Aparecen los carruajes de los militares para ser cargados. Harina de trigo, corderos y cerdos son los alimentos más preciados, los caballos de más valía quedan confiscados y los mozos más fuertes al servicio son llevados. Se respira una calma tensa. El cielo se torna gris y el viento seco narra el desespero en el que viven los del pueblo. Los impactos en el muro de la iglesia son testigos de los ajusticiados en el último saqueo. Hasta los gorriones, que habitualmente protestan trinando con todas sus fuerzas, se silencian avergonzados en cuanto ellos hacen acto de presencia. Moscas y mosquitos zumban sobre el grupo recién llegado. Algún ¡zas! en plena cara intenta atraparlos para terminar rascándose la picadura que se une como un plus al lote de lo arrebatado.
En el lote de ese día, a él se lo llevaron.
©María Pilar

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9 comentarios

  1. 1. Yubany Checo dice:

    Me gusta el poder descriptivo de tu relato. Las imaganes de una prosa poetica le dan fuerza a tu texto. La trama es interesante y el recuerdo activo cautiva al lector. Te retaria un poco a mostrar mas y a decir menos, por ejemplo:
    pero el miedo se le ha metido silenciosamente muy dentro y él, joven enérgico, aprieta los puños y se traga la cólera.

    como decir que tenia miedo sin usar la palabra miedo. Con gestos corporales, expresiones faciales. Esto para que el lector sea que deduzca que el personaje tiene miedo.

    Escrito el 18 junio 2016 a las 04:19
  2. 2. Luis Ponce dice:

    Hola María Pilar:
    muy poético tu relato, cargado de imágenes cálidas, con sabores y olores de la memoria.
    Me ha gustado cómo lo resuelves y el manejo del lenguaje, ágil y apropiado.
    Te felicito.
    Lástima que sea sólo fantasía, porque la guerra no tiene nada de romántico ni cálido, ni para vencidos ni vencedores. Bueno, tú no tienes la culpa.
    Reitero mis felicitaciones

    Escrito el 20 junio 2016 a las 21:18
  3. 3. Soledad dice:

    Hola MAria Pilar, me resulta un poco difícil comentar tu relato lleno de poesía, de recuerdos dolorosos, de situaciones reales y por desgracia vividas.
    Me ha llegado mucho la parte final, la mas real…
    te seguiré la pista en proximos relatos.
    Enhorabuena
    Si te apetece seguir estoy en el 37
    Gracias
    Un abrazo

    Escrito el 22 junio 2016 a las 13:02
  4. Hola, María Pilar. Tu relato no es de los que se leen de un tirón, hay que detenerse en cada frase para leer y sentir ese toque lírico que le has dado. No sé cómo explicarlo, pero hay algo más detrás de las palabras, algo plasmado con cierto encanto que te envuelve. La ambientación y la manera de describirla, en la que se percibe la rabia que sienten los personajes por lo que acontece.

    El relato, en líneas generales, es bueno, pero me quedo con un par de frases que son las que más me han llegado. Por un lado: “La chimenea humea, le llega el rico olor del puchero”. Yo también he olido el puchero, que conste. Me encanta esa frase. Y la otra: “Las campanas de la iglesia suenan a desgarro”. Es la frase que mejor describe el ambiente que se vive dentro de la historia. Te felicito por todo ello. Saludos.

    Escrito el 22 junio 2016 a las 23:18
  5. 5. A. Neda dice:

    Hola María Pilar
    Me ha encantado tu relato, poético y lleno de escenas clarísimas, aunque la poesía no es lo mío, la aprecio en un buen relato, me ha gustado bastante, espero leerte pronto de nuevo.
    Te invito a pasar el mío, no es del mismo estilo, pero me gustaría contar con tu opinión, es el número 185.
    Un saludo

    Escrito el 23 junio 2016 a las 01:43
  6. 6. M T Andrade dice:

    Hola María Pía
    Tienes una forma de redacción exquisita
    Rescato como positivo que el joven del recuerdo, quien, aunque formó parte del lote de ese día, se salvó del paredón y llegó a anciano.
    Saludos

    Escrito el 23 junio 2016 a las 03:22
  7. 7. beba dice:

    Hola, María Pilar:
    Precioso tu relato; se desenvuelve, pleno de lirismo, en pequeñas y tiernas acciones cotidianas empañadas por el miedo y el desamparo.
    Lo has pintado con lenguaje apropiado, y el cierre ha sido magistral.
    Felicitaciones.
    (203)

    Escrito el 1 julio 2016 a las 17:14
  8. 8. earendil dice:

    Hola, María Pilar.
    Leí tu texto hace algunos días, pero por falta de tiempo no había pasado a dejar mi comentario y mis más sinceras felicitaciones (incluso lo he recomendado a otra compañera que también contaba sobre las penurias de la guerra)
    En cuanto al contenido:
    El dramatismo está pintado en cada frase, con pinceladas cortas y precisas, que a la vez, le imprimen mucho ritmo al texto. Y, aún así, coincido plenamente con Alfonso Bresada, es preciso recrearse en cada frase, saborearla.
    Veo dos partes claramente diferenciadas en tu historia.
    La primera empezaría desde el principio hasta “se despertó alborotada.” Hay un cambio en los tiempos verbales a partir de aquí. Evidentemente relatas tu texto en pasado, y luego, los recuerdos del protagonista ganan en realismo y viveza contados en primera persona. Tal vez debieras haber separado los párrafos un poco más, aparte de ese cambio en la historia, para darle una forma más atractiva al lector, que no lo viera todo como una mole.
    En esta primera parte las frases son más elaboradas, el lenguaje muy poético, lleno de nostalgia.
    En la segunda parte, contada en primera persona, hay frases realmente buenas, pequeñas joyas llenas de poesía que, no obstante, no restan el dramatismo que esconden.
    En cuanto a la forma:
    * En esta frase: “Los sentires prendidos entre los pliegues del alma le afloraron con tal transparencia que la vida vivida en aquella su casa, se despertó alborotada.”¬¬¬___yo pondría coma tras transparencia, y la quitaría tras casa.
    * “Envuelto en el viento sur que zarandea la ropa colgada siente que se aproxima una tormenta y él no ha segado el trigo de la tierra.”___coma tras colgada.
    * Esta frase la pondría entre comillas, pues es una reflexión de la madre:”Terrible tormenta la que nos asola en estos tiempos que tanto nos dificulta la supervivencia”, le recuerda su madre.___Más adelante hay otra que sí la has entrecomillado, acertadamente.
    * No he visto faltas de ortografía y la estructura de las frases es muy correcta, salvo algunas pequeñeces que te he indicado. El lenguaje es muy rico y perfectamente adecuado a la historia.
    Un saludo, nos leemos en octubre.

    Escrito el 7 julio 2016 a las 16:43
  9. 9. Otilia dice:

    Hola Maria Pilar,
    Nuestra compañera Earendil me ha invitado a leer tu historia, porque nuestros relatos tienen en común la Guerra Civil. Me he fijado que en el titulo también usamos la palabra”casa”.
    Tu relato transmite sentimientos y sensaciones, has escrito trozos en prosa poética. Buen trabajo. Me ha gustado mucho.
    Felicidades. Saludos

    Escrito el 8 julio 2016 a las 10:01

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