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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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La última postal - por Manoli VF

Web: http://www.lascosasqueescribo.wordpress.com

LA ÚLTIMA POSTAL

El anciano encontró la llave en el lugar de siempre, debajo de la maceta de siemprevivas que, al contrario, que el resto de las plantas, persistían en sobrevivir a pesar de las numerosas cepas y la escasez de tierra. Por un instante, cruzó por su mente una instantánea del pasado en la que aparecían las plantas en todo su esplendor: geranios, claveles y las eternas siemprevivas.
“Son útiles en las tormentas, Matías ─escuchó la voz de su mujer en la cabeza─ mantienen alejados los rayos.”

Con paso lento, arrastrando los pies por el enlosado, avanzó por el pasillo sin encender la luz, bastándose con la claridad que se filtraba a través del cristal de la ventana que daba al fondo del pasillo. Su padre siempre dejaba abierta la posibilidad de ampliar la casa, con una ventana ─que bien podría transformarse en puerta─ al final de cualquier estancia. Lo mismo había hecho en el sótano y en el garaje: ventanas y más ventanas. Siempre apuntando a nuevas posibilidades. Recordaba su obsesión por subir las persianas cuando entraba en cualquier habitación, y su locución favorita al respecto:

“No hay como la luz natural”

Le constaba que hubiese querido llevar este ritual hasta su última morada: una tumba con una ventana, por la que se filtrase la claridad. Se echó a reír ante ese macabro pensamiento: “Matías, estás perdiendo el juicio” ─exclamó en voz alta─ posando las bolsas de la compra sobre el mesado de la cocina.

Apenas había comenzado a guardar los comestibles cuando se dio cuenta: ¡había olvidado de nuevo pasar por la farmacia! Llevaba tres días sin tomar las pastillas de la tensión: “Te estás descuidando, chaval” ─afirmó de nuevo en voz alta─. Cuando llamase su hija le pediría que se las acercase. Pasaba todas las tardes unos minutos por casa al término de la jornada laboral, desviándose ligeramente del camino hacia la urbanización en la que residía, con Alfonso y el pequeño Teo, ese pillabán que le ponía la casa patas arriba cada vez que entraba.

Verdaderamente, se le había pasado la mañana en un abrir de ojos: “Casi como la vida” pensó, echando una ojeada al reloj de pared que marcaba la una del mediodía.

Se puso el delantal para freír el filete que pensaba comer acompañado de una ensalada de verduras de la huerta, de la que continuaba ocupándose con auténtica devoción; al contrario que de las plantas, que tanto habían gustado a su difunta esposa y de las que era incapaz de ocuparse: “No valgo para hacer floreros” ─decía─ cada vez que su hija se lo reprochaba. Al principio, Irene se había ocupado de regalarlas, en un intento de mantenerlas igual; como si su presencia mitigase un poco la ausencia de la madre, pero había acabado por abandonar, abrumada por otras cosas que reclamaban su atención con mayor urgencia.

Haciendo balance ─pensó mientras cortaba los tomates─ se alegraba de la estabilidad que había logrado su hija. Berta se asombraría si pudiese verla, no quedaba en ella ni resto de aquella rebelde adolescente con la que había tenido que lidiar después de su muerte.

—Puedes estar orgullosa de nuestra Irene, Berta. —exclamó en voz alta, mientras daba cuenta de la comida.

Al terminar, se sentó en la butaca frente al televisor para ver su canal favorito, uno de documentales de viajes.

Siempre habían querido viajar. Planeaban hacerlo juntos al llegar a la jubilación, pero Berta se adelantó y se fue sola en ese viaje sin retorno del que no llegan más postales que las del recuerdo. Él optó por conformarse entonces con viajes imaginarios, en los que ella le acompañaba. “Si serás memo, pudiendo viajar tú…” le parecía oírla en su cabeza.
Viendo el documental en el que los turistas se confundían con las gentes de alguna extraña ciudad, pensó por primera vez en esa posibilidad: “¿Por qué no?” y comenzó a imaginarse subiéndose a un avión, aterrizando en una exótica isla…

Tan ensimismado estaba que tardó en oír el sonido del teléfono. “¡Irene!” pensó intentando alargar el brazo derecho para descolgarlo, a la vez que notaba en el izquierdo un súbito dolor que le inmovilizaba.

Por su mente pasó la última secuencia del documental de viajes que acababan de emitir en la tele, a la par que el dolor ascendía hasta la garganta, cortándole la respiración. Le pareció que el timbre sonaba cada vez más lejano y le alivió saber que no iban a hacerle falta ya las pastillas de la tensión.

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61 comentarios

  1. 1. Jose Luis dice:

    Hola
    Tu relato me ha gustado pero también me ha parecido un poco triste, por el final, supongo. Es un cuento que narra los últimos momentos de vida del personaje principal, cosa que es facilitada por la premisa de este mes en Literautas. Está bien narrado, el tono se mantiene desde principio a final, como la cadencia de un canto gregoriano. Las descripciones son vivas y te hacen ver lo que estás contando.
    Un saludo

    Escrito el 17 junio 2016 a las 17:54
  2. 2. Manoli VF dice:

    ¡Muchas gracias, Jose Luis, primerísimo comentarista de mi texto!
    ´
    Que es un relato triste…quizá sí, he querido que el lector “viese” por la retina y la memoria del personaje esa última postal que llega desde el recuerdo.

    Una vez más, gracias por pasarte.

    Escrito el 17 junio 2016 a las 18:18
  3. 3. José dice:

    Acuerdo con el comentario de José Luis respecto de la coherencia y solidez del relato. La cadencia me permitió disfrutar de la respiración del autor, siendo para mi muy placentero. Tal vez el final asomaba desde el comienzo con un hipertenso poco disciplinado. Participo por primera vez en éste espacio que me ha parecido interesante. José Luis Jaimes.(otro José Luis).

    Escrito el 17 junio 2016 a las 19:43
  4. 4. Alejandra Foyo dice:

    Hola. Me ha gustado mucho el relato, en especial el final.
    Felicidades por tu texto.

    Saludos.

    Escrito el 17 junio 2016 a las 22:33
  5. 5. charola dice:

    Hola Manoli VF! Me gustó tu relato, al final me dolió el corazón. Pero llevaste muy bien el ritmo del relato, un anciano que vive solo, recuerda mucho, habla en solitario, revive en su mente las postales de la vida. Muy bueno. Felicitaciones.
    Cuando hablas de “Irene se había ocupado de regalarlas…” ¿no es “regarlas” (las plantas)?
    Saludos. Un abrazo.
    Si puedes pasa por el mío. Estoy en el 176.

    Escrito el 18 junio 2016 a las 02:18
  6. 6. Dante Tenet dice:

    Hola Manoli.

    Me gusto, simple, sin baches, redondo el final, no le faltó nada.

    Nos estamos leyendo, estoy en el 67.

    Escrito el 18 junio 2016 a las 02:32
  7. 7. Manoli VF dice:

    Muchas gracias, compañeros: José, Alejandría, Charola y Dante.

    Me alegra que os haya gustado mi relato.

    Quise contar la historia de un anciano que cierra la última página o postal de su vida y se aproxima a la muerte de una forma lo más natural posible, si bien queda siempre ese poso de nostalgia o tristeza, que imprime la despedida.

    Lo escribí de un tirón y me detuve poco en la corrección, porque últimamente tengo muchos frentes de escritura abiertos a un tiempo y lo envié pronto para no despistarme. Le ha faltado fluidez en un par de párrafos, pero creo que el mensaje ha llegado (aunque me falte pulirlo)

    Gracias por vuestra amabilidad. Y tienes toda la razón, Charola, quise poner “REGARLAS” Y NO REGALARLAS, que horror verlo ahora 😉

    Nos seguimos leyendo!

    Escrito el 18 junio 2016 a las 13:37
  8. 8. Manoli VF dice:

    *Alejandra. Ha sido el corrector de la tablet el que te cambió el nombre, 🙁 disculpa.

    Escrito el 18 junio 2016 a las 13:39
  9. 9. beba dice:

    Hola, Manoli: Gracias por tu visita y comentario. Creo que tu cuento es perfecto en su sencillo realismo; destaco la pulcritud de tu escritura. Un saludo.

    Escrito el 19 junio 2016 a las 00:09
  10. 10. DIASPORA dice:

    Hola, Manoli.

    Leí tu relato y quedé gratamente sorprendido.
    La forma y el contenido responden a los parámetros del buen escritor. Simplemente no tengo las suficientes luces para abonarte fallas. Me dediqué entonces a observar cómo debe escribirse con rectitud.
    Gracias por compartir tus habilidades con nosotros.

    Escrito el 19 junio 2016 a las 02:58
  11. 11. Manoli VF dice:

    Muchas gracias, Beba y Diaspora, por vuestras más que generosas palabras.

    Avisar que, hay dos erratas enormes:

    1ª se me coló una coma de más en esa primera frase: “El anciano encontró la llave debajo de la maceta de siemprevivas que, al contrario que el resto de las plantas, persistían…” obviamente la coma que va tras “al contrario” sobra claramente.

    2ª ese “regalarlas” por REGARLAS, que fue lo que quise poner.

    Se que la falta de tiempo no es una excusa, pero aún así os transmito mis disculpas.

    Escrito el 19 junio 2016 a las 10:26
  12. 12. Luis Ponce dice:

    Hola Manoli VF:
    Gracias por tus generosos comentarios en mi relato. Cambiaré en el original el nombre del perfume.
    En cuanto al tuyo, es obvio que te faltó tiempo, pero cuando hagas las correcciones no pases por alto:”Por un (instante), cruzó por su mente una (instantánea)…
    Por lo demás está perfecto aunque no sabría decirte que es más triste si morirse o vivir en completa soledad.
    Un abrazo

    Escrito el 19 junio 2016 a las 15:58
  13. 13. Diego Manresa Bilbao dice:

    Hola Manoli!!!!
    Muchas gracias por pasar por mi relato y por tus comentarios.
    El tuyo me ha encantado, has utilizado muy bien el reto para contar una histori muy bonita y triste a la vez. Gigante la frase “se le había pasado la mañana en un abrir de ojos: “Casi como la vida”.
    Un par de fallitos, en la primera frase las comas “que, al contrario, que el resto de las plantas,” diria que te sobra la segunda. Y el final, aunque bonito, me ha parecido un poco previsible.
    Nos leemos, compi!!!
    #Un beso

    Escrito el 19 junio 2016 a las 17:17
  14. 14. Manoli VF dice:

    LUIS: Muchas gracias, Luis, tomo nota de lo que me has dicho.

    Y sí, eso es precisamente lo que quise mostrar en el relato, que el personaje está ya listo para partir en ese último viaje para reencontrarse con su pareja.

    Gracias por tus palabras. Un abrazo.

    DIEGO: Ya comenté más arriba lo de la coma que se me coló en esa frase, por supuesto que sobra.
    Me alegra que mi historia te gustase, el final lo anuncio ya desde el principio, es la crónica de una despedida anunciada.

    Gracias por pasarte y feliz verano!! Otro beso para ti 😉

    Nos seguimos leyendo.

    Escrito el 19 junio 2016 a las 19:40
  15. 15. Marcelo Kisi dice:

    Manoli querida!
    Acá estoy a tus órdenes. Primero para agradecer tu hermoso comentario a mi relato, e igual sabés que estás en mi lista, no solo de buena escritora que sos, sino de gran compañera, así que tarde o temprano llego.
    Tu relato me pareció una dulzura total. No soy muy amigo de las flores ni de la poesía en general -tu terreno- así que es muy difícil convencerme con un cuento que habla todo el tiempo de cosas tan nobles. Parece que es mi mente la macabra: si no hay un muerto no me engancho.
    Lo que quiero decir, fuera del humor negro, es que tu relato logró conquistarme contra todas las posibilidades. Es tu emotividad de narradora la que logra tocar fibras sensibles en tus lectores, en los que disparás remembranzas de personas o simplemente la empatía natural, sin golpes bajos ni cursilería. Nada fácil de lograr, y por eso te felicito.
    Como aporte, te recomiendo trabajar el tema de los guiones y comillas para diálogos y/o pensamientos. Ya debés saber que tenés un lío con eso 😉 Fijate que tu pobre anciano piensa de tres maneras: con comillas, con guión y sin nada. En general, para pensamientos se usan las comillas latinas, y para los incisos después del pensamiento se pone coma, no guión. Si no ponés nada, entonces es pensamiento indirecto en tercera persona. Es decir, es el narrador el que dice que el personaje piensa tal y cual cosa. En ese caso no va ni comillas ni guión, tampoco para los incisos. Si habla en voz alta, las comillas están bien, pero para los incisos basta con una coma después de cerrar comillas, nunca guiones. Y si hacés hablar al personaje con comillas, seguí durante todo el relato así, sin pasarte a guiones.
    Me chirrió la repetición de las siemprevivas, quizás puedas encontrar una manera de evitarlo, no sé cómo. Y también revisá el número de “ventanas”, creo que se puede bajar la cantidad. A propósito, el motivo del padre y las ventanas me pareció alucinante, una verdadera perla!
    Y un temita de contenido. Es cierto que los muuuy ancianos suelen irse muy tranquilos de esta vida, sobre todo cuando la lucidez los ha dejado hace rato. Pero tu personaje estaba lo más bien atendiendo su huerta y comiéndose una ensalada o mirando un documental, con proyectos de viajar y demás, cuando le agarra el ataque. No tengo mucha experiencia en morirme, pero los relatos que escucha uno es que ni siquiera los viejos, por más años que lleven preparándose mentalmente, dejan de asustarse cuando llega la hora de la verdad, ni de aferrarse a la vida con las últimas fuerzas que les quedan.
    Tu final no está mal, pero sería un poco más “con los pies en la tierra” si le pusieras una pincelada de miedo antes de dejarse llevar, aunque más no sea las ganas de que alguien le agarrara la mano, de no estar solo.
    Fuera de eso te repito, sos una narradora exquisita y nos regalaste un relato entrañable!

    Escrito el 19 junio 2016 a las 21:22
  16. 16. Majencio dice:

    Manoli, nos has dejado una hermosa historia, con un final, digamos, no-feliz, pero que no es más que la realidad de la vida. Me gusta como has dibujado con palabras a Matías y sus relaciones con su mujer y su hija.

    El único pero es que das demasiados detalles sobre las pastillas y en cuanto leí que llevaba tres días sin tomarlas, que las tenía que haber comprado y que se las pediría a Irene, estaba seguro que Matías no llegaba vivo al final del relato. Quizás haberlo sugerido de una forma más sutil hubiera hecho funcionar mejor el final. Al menos, en mi caso.

    De todas formas, hermoso relato. Muchas gracias por compartirlo.

    Escrito el 19 junio 2016 a las 21:42
  17. 17. Manoli VF dice:

    Marcelo, estaba esperando que alguien me comentase justo lo que tú me has comentado: el tema comillas, guiones. Uno de los motivos de que participe en este taller es precisamente este: las correcciones. Al escribirlo me dí cuenta yo misma que no sabía bien como poner los incisos, que conste que traté de unificar el criterio pero ¡me pillaste! evidentemente no lo hice bien.

    Sobre que no te gustan las flores ni la poesía -supongo que te refieres a mi blog- a mí las flores sí me gustan, pero no las florituras ni cursilería así que ahí coincidimos. Si dices que “conquisté tu atención contra todas las posibilidades” pues entonces igual va a pasarte lo mismo con las flores, si las miras de cerca, jaja

    Bueno, que me encantan tus comentarios y además me ilustran.

    Sobre las ventanas, ya las reduce, pero seguían abriéndose…
    tengo sobre ellas una historia algo larga para contarla aquí.

    Sobre la forma de morirse…el cuerpo humano llega a funcionar por inercia, y en el caso del corazón mucho más, no solo llega uno a ocuparse de una huerta y de hacerse la comida; en mi pueblo se dice: “en este instante estamos aquí y al siguiente ya no” y es muy cierto. Sobre que mi anciano pareció aceptar el final muy bien, es que antes de que se le parase el corazón ya había “decidido” partir con la mente (llámalo poesía, si prefieres)

    Gracias otra vez por este intercambio de opiniones.

    Un abrazo 😉

    Escrito el 19 junio 2016 a las 22:01
  18. 18. Manoli VF dice:

    Gracias, Majencio, por tus apreciaciones.

    Efectivamente, el anciano rememora la cinta de su vida continuamente y su mujer está presente detrás de cada recuerdo.

    Lo de nombrar las pastillas es un efecto que esconde la verdadera intención del anciano: ese olvido. Lo trae a la consciencia “Te estás descuidando, chaval” cómo quien no quiere la cosa, lo mismo que se hubiese dicho: tengo que hacer esto y lo otro, cuando en realidad ya no tiene ganas ni interés verdadero.

    Gracias por pasarte por mi texto. Un saludo.

    Escrito el 19 junio 2016 a las 22:23
  19. 19. Leonardo Ossa (Medellín - Antioquia) dice:

    Hola Manoli VF, muchas gracias por pasar y dejar tu comentario sobre mi relato: aprecio tu aporte.
    Tu historia la he leído con mucho interés, me agrada la forma en que narras. El titulo de tu obra está acorde con el acontecimiento final. Es un verdadero placer leerte.
    Saludos.

    Escrito el 20 junio 2016 a las 02:38
  20. 20. El Graffo dice:

    Hola Manoli,

    Muy agradable el relato, con las escenas justas y esos detalles como el olvido de las pastillas, que acentúan muy bien el final. Marcelo Kisi te ha hecho la anotación de los pensamientos, era la que iba a mencionarte.

    Te recomiendo que le eches un vistazo a “El viejo y el mar” de Hemingway. El protagonista alterna entre pensamientos e ideas en voz alta a modo de conversación consigo mismo. Ese es un recurso que te puede ser muy útil la próxima vez que trabajes con un personaje solo como en el reto.

    Gracias por pasarte por mi relato, te he respondido ahí. ¡Saludos!

    Escrito el 20 junio 2016 a las 04:49
  21. Hola, Manoli VF
    Es un placer leerte. Se trata de un texto tranquilo, de una escena cotidiana que te transmite sosiego. La escena final de la muerte es una de tantas posibilidades, porque está narrada de una forma tan natural que en ningún momento se vislumbra un trauma. El anciano Matías pasa de la vida a la muerte como aquel que se toma una infusión. Muy tranquilo, tal vez demasiado tranquilo.
    Una familia normal, un ambiente de clase media normal; todo muy bien ambientado y bien narrado, mostrando qué hace y que piensa un abuelo cuyo tránsito por la vida ha sido más o menos placentero con los consabidos dolores de cabeza que proporciona la adolescencia de una hija.
    Me ha gustado, sobre todo por la paz que transmite. Un texto bien narrado que sin necesidad de recurrir a situaciones histriónicas, sabe enganchar al lector. Tal vez la última frase, en que a las puertas de la muerte piense en la ventaja de no tener que usar más las pastillas, suene un poco irreal; creo que las sogas que nos unen a la vida, en el momento de romperse deben de producir algún temor, sino pánico. De todas maneras esta es una apreciación muy personal.
    Felicidades y nos seguimos leyendo

    Escrito el 20 junio 2016 a las 08:12
  22. 22. Manoli VF dice:

    Muchas gracias por vuestros comentarios, compañeros.

    Leonardo: Aprecio tus palabras y me agrada que te haya gustado mi texto. Un abrazo.

    El Graffo: Leí “El viejo y el mar” hace mucho tiempo, y muchas veces lo pongo de ejemplo de relato intimista en el que “la acción interior” predomina sobre la física; tendré que echarle un vistazo para ver lo de los incisos y pensamientos, porque me quedé con el contenido pero la forma se me resiste. Gracias por tu recomendación.

    Manuel: Has captado justo lo que quise transmitir: paz, sosiego. Algo que me falta bastante y me parece fundamental. Cierto que mi personaje “se va” tranquilo, y demasiado tranquilo, y eso rompe los esquemas, pero eso mismo he querido: transmitir un acercamiento a la muerte como un paso para el que se llega ya agotado de vivir, y casi esperando esa libertad. Ya se que es utópico, poético, y por eso es un texto, con la elección deliberada de que así sea. Un saludo.

    Escrito el 20 junio 2016 a las 08:49
  23. 23. José Torma dice:

    Hola Manoli.
    Tuvimos ideas similares, creo que la premisa hará que muchos de los relatos vayan en esta tesitura.
    Me gusta el ritmo y la fluidez, se lee rápido, sin pausas abruptas. Has creado una atmosfera de soledad, mas no de tristeza, lo cual me ha gustado mucho.
    Felicidades.
    Atiendo a tus dudas sobre mi relato.
    Si te fijas, los únicos diálogos son del joven que lo espera para que le entregue la llave. Creo la separación entre ellos se plantea con esta situación.
    Todo está en la mente del anciano y lo que se desencadena al encontrar la llave. No hay cartas, no hay trofeos, no hay argollas (acá en México el termino es argolla, por lo que no me sonó raro). Su mente le permitió revivir, a través de su yo joven, su vida y así poder llegar a bien morir.
    La línea del relato es. Encuentra la llave, su mente reacciona y su yo joven le muestra, por última vez, todo lo que su vejez (enfermedad tal vez) le hizo olvidar. El detalle de la foto de su boda, donde el joven sonriente abraza a Eduviges, me pareció el colofón ideal para disipar cualquier duda de quién era el joven con el que hablaba.
    Lamento te haya resultado tan confuso.
    Un beso y gracias por pasarte.

    Escrito el 20 junio 2016 a las 17:16
  24. 24. luis dice:

    Hola Manoli. Soy Luis. Como siempre da gusto leerte, dominas muy bien la pluma, de una historia sencilla consigues emocionar. Saludos.

    Escrito el 20 junio 2016 a las 19:17
  25. Hola Manoli!!!
    Descendiendo en busca de “viejos conocidos” encontré tu relato y a pesar de los 24 comentarios dije: ¡Venga puedes ser el 25! Así que allá voy. Tu historia desde un principio me ha enganchado, aunque de manera distinta a otros relatos llenos de tensión, la tuya en realidad no posee tanta tensión, pero es tan realista, tan cotidiana, que te hace seguir leyendo.

    En cuanto a la forma he visto un par de errorillos (aunque es por buscarte alguna pega porque tienes una prosa y manejo de la lengua excelente):
    *En el tercer párrafo me suena mejor añadiendo un “nada”: “no hay nada como…”
    *En el cuarto párrafo quitaría un guión largo dejando la oración así: “…en voz alta posando….”
    *En el séptimo párrafo haría exactamente lo mismo que la anterior vez: “…decía cada vez que….”
    *En el décimo párrafo omitiría un “sí” dejando la oración un poco más sencilla: “Serás memo, pudiendo…”
    *En el undécimo párrafo creo que has cometido un leísmo, según como yo lo veo sería: “…un súbito dolor que LO inmovilizaba”, ya que el súbito dolor sería el sujeto y el pronombre un CD, tal vez me equivoco, sí es así perdón.

    Siento si he repetido alguna corrección y espero que aunque poquito alguna sirva.

    En cuanto a contenido no puedo poner inguna pega es una historia que por desgracia se repito cada minuto en el mundo, ese sentimiento de nostalgia y pena, lamento que matases al abuelete, pero tú eres la que manda. Por cierto en el reto tendrías un 10 porque lo has clavado.

    Muchas gracias por tu relato, felicidades y nos leemos!!!

    Escrito el 20 junio 2016 a las 19:41
  26. 26. Manoli VF dice:

    Gracias, compañeros.

    José Torna: me alegro de que te gustase y aún cuando la soledad estuviese presente, no te haya dejado un poso de tristeza. Nos seguimos leyendo.

    Luis: gracias por tus palabras. El gusto es mío de contar con tu lectura. 🙂

    Escritores: Gracias a ti por leerme y comentar. Siempre es bienvenido un comentario y opinión más y todas las leo con el mismo interés, más aún teniendo en cuenta las sugerencias que me haces, con las que estoy de acuerdo en su mayor parte.
    Y sí, tienes razón, se me coló un leísmo en la frase que has apuntado.

    Encantada de contar con tu lectura y apoyo. Un abrazo.

    Escrito el 20 junio 2016 a las 20:23
  27. 27. Manoli VF dice:

    Intentaré devolver las visitas poco a poco. Gracias por vuestros comentarios. 🙂

    Escrito el 20 junio 2016 a las 20:25
  28. 28. Isolina R dice:

    Hola, Manoli:

    Este texto tuyo es el que menos me ha gustado de los que te he leído hasta ahora. Lo veo plano y, además, escrito con algo de prisa. De todos modos, quiero animarte a que sigas tratando de utilizar el narrador en tercera persona. Cuando usas la primera, bordas las historias; cuando te atreves con la tercera, no tanto. Pero te animo, por supuesto, a que sigas con lo que te cuesta más para que salgas de tu zona de confort y logres redondear los relatos siempre. Ojalá consigas brillar con el narrador omnisciente igual que con el narrador protagonista. Ánimo y adelante. Lo conseguirás.

    Es muy importante, Manoli, mantener la coherencia. Y aquí no la has mantenido en los incisos, como ya te señaló Marcelo. Luego te comentaré sobre eso.

    Tienes un punto fuerte, querida compañera, que en ocasiones va contra el relato: la expresión de sentimientos basta en poesía, no en narrativa. En una historia ha de aparecer un conflicto y enganchar al lector con la forma de resolverlo. En este texto no hay conflicto alguno. Si hubieras escrito un poema sobre la muerte del anciano, muy bien… Si escribes un relato, a los lectores has de darnos algo diferente al puro sentimiento. Porque podemos disfrutar de la lectura, pero terminar preguntándonos: “¿Y?”

    En: “Por un instante, cruzó por su mente una instantánea del pasado en la que aparecían las plantas en todo su esplendor”, se repiten muy cerca las preposiciones “por” y “en” y, aún peor, la raíz en “instante”/”instantánea”. Creo que es la oración del texto menos lograda. También porque suena regular con tanta “n” casi en cada palabra.

    El fallo en los incisos no solo ha sido la incoherencia de usar distintas formas. Es que a veces no has marcado el inciso completo.
    “«Son útiles en las tormentas, Matías, escuchó la voz de su mujer en la cabeza, mantienen alejados los rayos».”
    “«Matías, estás perdiendo el juicio», exclamó en voz alta, posando las bolsas de la compra sobre el mesado de la cocina”. (El inciso no acaba tras “alta”, sino tras “cocina”. La raya que pusiste para el cierre no debía ir ahí).
    “Llevaba tres días sin tomar las pastillas de la tensión. «Te estás descuidando, chaval», dijo de nuevo en voz alta”.
    “Verdaderamente se le había pasado la mañana en un abrir de ojos. «Casi como la vida», pensó, echando una ojeada al reloj de pared que marcaba la una del mediodía”.
    “era incapaz de ocuparse. «No valgo para hacer floreros», decía cada vez que su hija se lo reprochaba”. (La raya de cierre tras “decía” es incorrecta porque el inciso acaba tras “reprochaba”).
    “«Si hago balance, pensó mientras cortaba los tomates, me alegro de la estabilidad que ha logrado mi hija»”. (Si todo el tiempo los pensamientos los has puesto en primera persona, y no en boca del narrador, sé coherente y usa aquí también la primera).
    “«Puedes estar orgullosa de nuestra Irene, Berta», dijo en voz alta, mientras daba cuenta de la comida”. (Como Berta está muerta, no hay diálogo real, así que puedes seguir con comillas en lugar de rayas).
    “«Si serás memo, pudiendo viajar tú…», le parecía oír”.
    “pensó por primera vez en esa posibilidad. «¿Por qué no?». Y comenzó a imaginarse subiéndose a un avión, aterrizando en una exótica isla…
    “«¡Irene!», pensó intentando alargar el brazo derecho para descolgarlo, a la vez que notaba en el izquierdo un súbito dolor que le inmovilizaba”.

    Gerundios incorrectos: “bastándose” (“pues le bastaba con”), “cortándole” (“y le cortaba”).

    Hay una oración que deberías revisar. Te sugiero que la pongas así: “Berta se asombraría si pudiese verla. No quedaba en Irene ni resto de aquella rebelde adolescente con la que él había tenido que lidiar después de quedarse viudo”. Tal como la tienes, ¿quién tuvo que lidiar con la rebelde?, ¿Berta muerta?, ¿él?

    Espero que mis sugerencias te sirvan.

    Saludos.

    Escrito el 20 junio 2016 a las 20:30
  29. 29. Manoli VF dice:

    Gracias, Isolina, por tu minucioso análisis.

    No estoy de acuerdo en que no haya conflicto, es el relato a modo de crónica del último día del protagonista. El conflicto en este caso es interno, el anciano se está abandonando, de forma más o menos consciente, se autoengaña imaginando que va a hacer un viaje, pero se ha abandonado desde el principio. Lo que quise mostrar fue la caracterización psicológica del personaje, no siempre el conflicto está representado explícitamente, sino que en este caso es la propia situación que atraviesa.

    Sobre lo del narrador en tercera persona que lo domino menos que en primera… pues no soy quien de opinar, aunque estoy satisfecha de los resultados obtenidos con este relato en cuánto a la prosa utilizada que no así en la forma.

    Admito una y mil veces esos errores que me han señalado en los incisos, es más, ya dije en uno de los comentarios que yo misma fui consciente de no usarlos bien y, precisamente esperaba aclaraciones en cuánto a la forma de utilizarlos, como bien le dije a Marcelo.

    Por supuesto que lo escribí deprisa, fue apenas un borrador, un ejercicio práctico que corregir, no tengo mucho tiempo últimamente, pero no quise perder esta ocasión de entrenar.

    La frase de instante/instantánea está claramente mal, y también hay algún otro error de dedo como la coma mal puesta después de “contrario”, y ese “regalarlas por regarlas” todo fruto de no corregir debidamente, pero es lo bueno que tiene este taller, el contar con una corrección en directo.

    Muchas gracias por darme tu parecer, Isolina, y también por animarme a escribir aunque me temo que ya escribo mucho pero corrijo poco, a ver si logro invertir los papeles. 😉 Un abrazo.

    Escrito el 20 junio 2016 a las 21:44
  30. 30. merchylam dice:

    Hola Manoli,
    Abandonado, abandonado, mucho no está. Cuida de su huerto, se hace una comida sana…Quizás podías haber resaltado un poco más ese aspecto; una camisa con manchas, no se ha duchado en un par de días, no friega los platos… De ahí que el desenlace sea algo apacible y no parezca que hay conflicto. Es que es muy suave.
    Me recordó a un documental francés, precioso, sobre la muerte, y cómo en algunas ocasiones, es un apagarse lentamente.
    Que se olvide tomar las pastillas no es tanto un abandono, como que se debe al despiste propio de la edad. No te cuento lo que hace mi madre, con sus 80 años y sus pastillas y otras cosas. Y a mi padre había que dárselas en mano. Es triste, sí, pero también muy real.
    Aunque no sea abandono no pasa nada porque al menos lo que he entendido yo, y que más puede ilustrar y conmover, es que llega de repente, sin estar preparado. DE un minuto a otro. En un estar aquí y al siguiente minuto ya no estás. Ancianos y no ancianos. Lo imprevisible de la vida, y de la muerte.Ahí si que le has dado.
    Nos leemos Manoli. Un abrazo. Estoy en el 157

    Escrito el 21 junio 2016 a las 14:01
  31. 31. Manoli VF dice:

    Gracias por tu aporte, Merchylam. No quise decir abandono físico en el relato, sino que atiende solo a lo que le aporta algo: el huerto, simboliza esa parte diaria que le sigue gustando; a este respecto mi personaje se ocupa solo de lo suyo. Ha cumplido etapas, la hija está mayor, el huerto atendido, con las flores no ha podido y con las pastillas tampoco. Las personas mayores -no solo tu madre- tienen olvidos, pero también es el enfoque el que cambia: la memoria se vuelve selectiva, simplemente. Nos enseñan todos los días, si estamos atentos. De hecho son los niños -cuando todo es posible para ellos- y los ancianos -cuando ya se reducen sus expectativas materiales- los que más pueden enseñarnos.

    Me alegro de que cada lector saque su propia manera de verlo.

    Otro abrazo para ti.

    Escrito el 21 junio 2016 a las 14:18
  32. 32. Lemo dice:

    Hola Manoli,

    El relato es bonito y triste ya que nos vas llevando a ese viaje final que quiere hacer con Berta.
    En el fondo tiene un final feliz que muchos quisieran y no parece haber sufrido mucho por lo que mas que un conflicto interno lo veo mas como una decisión tomada, inconsciente si quieres pero decisión al fin y al cabo. Y quizás si encuentre como dice Isolina un poco de conflicto en la historia. Pero bueno nada grave.
    ¿Anciano y llave porque nos vamos hacia la muerte? no te lo pregunto a ti, es un reflexión.

    Un abrazo
    Te entiendo con el tema del tiempo, yo voy un poco igual.

    Escrito el 21 junio 2016 a las 17:20
  33. 33. Arameo dice:

    Hola Manoli,

    Me gusta tu forma de escribir. El relato me gustó. Creo que el final es justo y sin petenciones.

    Saludos

    Escrito el 21 junio 2016 a las 21:04
  34. 34. Juana Medina dice:

    Hola Manoli,
    Como avisé el primer día, aquí estoy llegando tarde pero tratando de ponerme al día.
    Ante todo gracias por pasarte por mi relato y por tus valiosos aportes. El tuyo me ha gustado muchísimo tanto forma como contenido.
    He pasado por la experiencia de un infarto y te aseguro que está muy bien descripto. No es necesario tener tener grandes síntomas previos. Se puede estar bien aparentemente y que ocurra súbitamente. El dato sobre la medicación que no ha tomado es más que suficiente; el recuerdo de ese padre que dejaba una ventana hacia lo que se pudiera ampliar es otra señal perfecta de lo que se viene. No es necesario tener miedo. A veces sí hay una conciencia inmediata de lo que faltó hacer.
    En resumen, me encantó y no tengo nada que señalar fuera de los errores detipeo que vos misma has notado.
    Enhorabuena y un abrazo

    Escrito el 22 junio 2016 a las 16:13
  35. 35. Manoli VF dice:

    ,Gracias, compañeros.

    Lemo: precisamente, ese es el final que buscaba, súbito pero a la vez aceptado; como un llegar a puerto.

    Arameo: Intenté narrar el final sin dramatismos, lo cual no es facil, porque no es lo habitual…

    Juana: Me alegro de que puedas hablar de ello tal y cómo lo haces y espero que ahora estés bien. No me gusta hablar de lo personal, pero en mi familia también ha habido casos, te agradezco la exposición tan clara al respecto. Sobre lo que comentas de la inmediatez quise expresarlo con la imagen del documental como simbolo de los viajes. Gracias por tus palabras. Un abrazo.

    Escrito el 22 junio 2016 a las 17:21
  36. 36. Don Kendall dice:

    Hola Manoli VF
    Hay muchos comentarios a propósito de tu relato con elogios muy merecidos. Poco margen de maniobra me queda. Me parece muy bien lo que apunta Marcelo Krisi. Si me permites un toque de “tiquismiquez” y por discrepar algo, tal vez mereciese la pena hacer esa aproximación, no tanto a la muerte ,si no al proceso de morir con otro narrador menos omnisciente. Tu nivel de escritura es notable y también notorio, por eso y dado que estamos en un taller me permito esta sugerencia que te hago. Al leer la escena tenía la impresión de leer a la autora y no al narrador/a que poco a poco se va diluyendo y perdiendo voz. Por las respuestas que das en los comentarios he visto que no estaba muy errada mi primera impresión. Tal vez me gustase más un narrador potente, menos omnisciente y tan parecido a la autora.
    En resumen, una escena que se disfruta y que te agradezco. ¡Ah!, me parece muy de agradecer ese “aporte” del “pillabán”.;-)
    Un abrazo

    Escrito el 22 junio 2016 a las 18:01
  37. 37. Manoli VF dice:

    Tienes toda la razón, Don. No he podido evitar “hablar por el personaje” a medida que aumenta su incapacidad. Ya dije que lo de un final así no es fácil plantearlo, me permití ese cinismo de decir: “Bueno, ya no van a hacerme falta las pastillas!” como un “darse cuenta” pero quedó un poco descolocado. Me alegro de contar con un lector cómo tú, y no es “tiquismiquez” ni mucho menos, lo mismo que tampoco mi escritura es tan notable como dices, aquí estamos, como dicen los herreros (o decían) “en el camino”.

    Otro abrazo para ti 🙂

    Escrito el 22 junio 2016 a las 19:03
  38. 38. Nicolás Falcón dice:

    Hola Manoli:
    he leído tu historia. Me ha gustado. Pero no soy capaz de vislumbrar el conflicto de la misma. Echo de menos un conflicto, que mantenga la trama viva.
    Veo que toda la historia está llena de descripciones -que están muy bien-. Pero creo que en los cuentos y relatos (por su brevedad) hay que meter conflicto, para mantener al lector en vilo.
    Espero que no te molesten mis sugerencias y te sirvan, compañera.
    Por lo demás, solo me queda felicitarte por tu trabajo.
    Un fuerte abrazo y felices vacaciones.

    Escrito el 23 junio 2016 a las 10:26
  39. 39. Manoli VF dice:

    Nada más lejos de molestarme, Nicolás. Aquí estamos para opinar.
    ¿Sobre el conflicto? no lo se, me limité a presentar la escena del último día de ese hombre, contarlo tal cual fue. Creo, como ya dije en otro comentario acerca del tema, que el conflicto puede ser explícito o no, en este caso preferí centrarme en la etapa final de mi personaje, en esa última página o postal de su vida.

    Gracias por manifestarme tu opinión. Felices vacaciones igualmente para ti. 🙂

    Escrito el 23 junio 2016 a las 13:21
  40. 40. Wolfdux dice:

    ¿39 comentarios? Nada más que añadir salvo alabanzas por el relato. Es el que más me ha gustado, y ya llevo unos cuantos leídos, por su naturalidad, por su profundidad… Enhorabuena, siempre es un placer leerte.

    Un saludo.

    Escrito el 24 junio 2016 a las 10:23
  41. 41. Wiccan dice:

    Buenas Manoli,
    Muy tarde llego ya a tu relato como para aportar algo nuevo en cuanto a correcciones, estoy de acuerdo con lo que comentan los compañeros en cuanto a la forma de los pensamientos, la repetición de las siemprevivas y alguna que otra puntuación que forma frases un poco largas para mi gusto.
    En cuanto al contenido genial, es un texto que realiza un retrato muy completo de la forma de vivir en sus últimos momentos del protagonistas, pero lo hace desde una perspectiva muy sentimental, apoyándote en las experiencias del anciano para explicarnos un sinfin de circunstancias de su vida (hija problematica, fallecimiento de su mujer, soledad del anciano, alegría con su nieto, etc…). Es mucho lo que consigues en 750 palabras y de forma nada forzada, te felicito.
    En cuanto al final, a mi no me pareció raro, estoy seguro de que en la mayor parte de los casos el miedo a la muerte no se puede evitar, pero si creo que cuando has tenido una vida plena existe la posibilidad de que no tengas tanto miedo a ella, y más si eres una persona creyente y piensas que después vas a encontrarte con tu esposa o alguien querido, la ilusión que puede generar eso creo que puede superar cualquier miedo.
    Enhorabuena por el relato!! Un saludo.

    Escrito el 24 junio 2016 a las 12:13
  42. 42. Manoli VF dice:

    Wolfdux: Conocer tu opinión sobre mi texto ya es suficiente aporte para mí, al igual que el placer de contar con tu lectura. Me alegra que te guste lo que escribo y que este relato te haya llegado. Gracias por tus palabras. Un abrazo y feliz descanso del taller.

    Wiccan: Has visto en mi texto lo que quise mostrar: esa última página que resume todas las demás. Mi abuelo tenía una frase que me gusta mucho: “Según es la vida de la persona, así es su muerte” lo cual viene a decir en mi personaje que a una vida tranquila le corresponde una muerte así, salvando lo del dolor del ataque, se acerca a lo que quise expresar.

    Obviamente tengo que ponerme con los pensamientos e incisos porque no lo corregí debidamente.

    Lo de las siemprevivas lo mantengo porque está bien como está: las nombro dos veces y la segunda haciendo hincapié en su nombre: las ” eternas” siemprevivas. Quise remarcar esta metáfora en el pensamiento del anciano, están nombradas a propósito y en su exacta medida: dos veces.

    Me alegra que vieses bien definida la esencia de la vida de mi protagonista y te haya llegado lo que quise expresar. Un saludo.

    Escrito el 24 junio 2016 a las 15:02
  43. 43. Perla Preciosa dice:

    Hola, Manoli. Como he llegado muy tarde, poco más tengo que decir, fuera de mis impresiones personales, dado que el estilo ya te lo han corregido. Me gusta en general, sobre todo el final, que es tremendamente poético y emocionante, como también te han señalado.
    Desde mi punto de vista, no hay ningún problema en que el conflicto sea interno, dado que la represión contra la propia voluntad es ya un conflicto suficiente para provocar desasosiego. Este punto de vista, no obstante, puede estar condicionado por el hecho de que yo también soy, tanto amante como escritora de poesía, y por lo tanto, me encantan este tipo de conflictos que después nos reprochan al escribir narrativa.
    pues nada más que animarte, amiga, a seguir escribiendo, y a pasar por el mío, si te apetece, que es el 181.

    Escrito el 25 junio 2016 a las 08:54
  44. 44. Cryssta dice:

    Hola Manoli, muchas gracias por pasarte por mi relato, con gusto te devuelvo la visita aunque sea un poco tarde, ya sabes, demasiadas cosas que hacer.

    Tu relato me ha gustado, está claro que escribes bien y para mí es un descanso cuando tengo poco que corregir y menos que decir porque ya se han pasado por aquí unos cuantos compañeros a darte su opinión.

    Allá voy:

    – te has olvidado de algo muy importante y es darle un sentido a la llave, dices que la encuentra pero no dices qué hace con ella o a qué cerradura pertenece. Pasas de encontrar la llave a avanzar por el pasillo. ¿Dónde estaba la llave, en el exterior de la casa o en el interior? Si estaba en el exterior abriría con ella la puerta de entrada, si estaba en el interior ¿qué abría esa llave?

    – nombras tres veces a “Berta” muy seguido

    – “comenzó a imaginarse subiendo a un avión”

    – si nota un dolor en el brazo izquierdo que lo inmoviliza no tiene sentido que a la vez intenté alargar el otro brazo. Creo que estaría mejor decir “quiso alargar el brazo derecho para descolgarlo pero se lo impidió el súbito dolor que sintió en el izquierdo”

    – coincido con los compañeros en cuanto al final, en ningún momento del relato parece querer morirse por lo que no se entiende el alivio

    Espero haberte servido de ayuda. Te deseo un feliz verano.

    Un abrazo.

    Escrito el 27 junio 2016 a las 11:50
  45. 45. Manoli VF dice:

    Gracias, Perla. Me alegra que te haya gustado mi relato, y lo hayas disfrutado tanto en la forma como en el contenido. Es un gustazo tener lectores como tú.

    Cryssta: Siempre son bienvenidas tus opiniones. Lo cierto es que en esta ocasión discrepo de todas ellas.
    Lo de la llave está claro dónde está:debajo de la maceta de siemprevivas. Para qué la utiliza?obvio que para abrir la puerta de la calle.No le veo algún problema, paso de cogerla a caminar por el interior de la vivienda? hombre, se sobreentiende que abre la puerta con ella. De que acaba de entrar en la vivienda doy suficientes datos: avanza pir el pasillo, llwga a la cocina, guarda la compra…a nadie le resulta extraño esto. La llave la guarda allí para no perderla; es algo que hacen con mucha frecuencia las personas mayores: debajo del felpudo, de un hueco de la pared, de una maceta…tal vez sea este el inciso que
    a ti te faltó, pensé ponerlo pero me pareció insustancial este dato.

    Berta está muy presente en la vida del anciano. No hace falta
    expresar que añora,
    a Berta, mas ún al sentir que
    ya ha cumplido al criar a la hija y conocer al nieto. No es tanto el deseo de
    morir como el de dejarse llevar de
    “camino hacia ese otro lado”
    Lo del intento de alargar el brazo derecho es solo eso: un intento, no mas. Es una situación de instinto de lo mas realista. No se si tu lectura habrá sido rápida, pirque siento que explico demasiado. Para mí está bien, y no he visto lo que comentas.

    Gracuas y abrazos a las dos.

    Escrito el 27 junio 2016 a las 16:49
  46. 46. Vespasiano dice:

    Hola Manoli:
    Demasiado tarde para añadir algo de valor a los comentarios ya habidos.
    Para mi han resultado excelentes los de Marcelo e Isolina que me ayudarán a eliminar mis dudas sobre comillas, incisos y guiones.
    Bueno con relación a tu relato me ha gustado y he visto reflejado en él muchas personas de mi entorno que habiendo enviudado sienten una profunda soledad, sin contar con la necesidad de que alguien le suministre la medicación adecuada y en el tiempo correcto.
    La muerte llegando de una forma inesperada, no siempre debe ser igual (creo yo) para todas las personas. Por eso no tengo nada que objetar en contra de como tu tan bien la describes.
    Cuarenta y cinco comentarios dan cuenta de la calidad de tu relato.
    Enhorabuena y Felicidades.

    Escrito el 27 junio 2016 a las 21:10
  47. 47. Manoli VF dice:

    Hola, compañeros. Gracias por vuestros comentarios.

    Perla: Me alegro de que te haya gustado tanto mi relato, y de que te haya convencido tanto en forma como en contenido. Es un gustazo contar con lectores así. Un saludo y felices vacaciones.

    Cryssta: Siempre es bienvenido tu paso por mi texto. No obstante, en esta ocasión no comparto ni comprendo la mayoría de lo que expresas.
    Lo de la llave ¿qué dónde estaba? creo que está bastante claro en el texto: debajo de la maceta de siemprevivas, como expreso. ¿Qué abre? claramente, la puerta. Dices que paso de “coger la llave” a avanzar por el pasillo, obviamente no creí necesario decir que la cogió, la metió en la puerta y abrió. Asimismo, está suficientemente claro que entra y no que sale: avanza por el pasillo, deja las bolsas de la compra, se dispone a cocinar…en fin, que me resulta chocante explicar esto, y a nadie le ha parecido rara la cosa. Yo no se si se deberá a que a ti te ha faltado el inciso de por qué estaba bajo la maceta. Hay un amplísimo porcentaje de gente, sobre todo mayor, que para no perder la llave la suele dejar en un punto: bajo el felpudo, las macetas, en un hueco de la pared…la verdad es que estuve a punto de hacer esta referencia, pero no lo hice porque me pareció insustancial.

    Lo que dices después, de que no parece que tenga ganas de morirse, es un “dejarse ir” de forma casi natural. Una vez que no solo añora a su mujer, sino que cree haber cumplido ya criando a la hija y habiendo conocido al nieto; además hago más que suficientes referencias a ese fin de ciclo: “la ventana en la tumba, ese arrastrar de pies por el pasillo, la expresión de que se le pasa la mañana tan rápida “cómo la vida”…vamos, que creo que ahora mismo ya te estoy explicando hasta demás.

    Lo de intentar mover el brazo estando inmovilizado, si te fijas ves que la secuencia que escribí es esta: “intentó mover el brazo y se sintió inmovilizado” o sea, primero lo intenta, pero no puede, es un intento, no más.

    No se si es que habrás hecho una lectura rápida o por alguna razón te has liado con lo que expresas, pero ni me lo han hecho notar ni lo noto tampoco. Para mí está bien en ese sentido.

    Gracias por pasarte.

    Un abrazo a las dos.

    Escrito el 27 junio 2016 a las 23:04
  48. 48. Manoli VF dice:

    Gracias, amigo Vespasiano:

    Me alegro de que te haya gustado mi texto. Quise expresar un cierre, un “fin de ciclo” ya asumido por el personaje, me agrada que así lo hayas visto y lo reafirmes.

    La ayuda de Marcelo e Isolina en cuánto a los incisos es grande, ya que lo escribí de un tirón y al final me lie y no supe pararme a corregirlos, por lo que ha quedado un poco popurrí con tanta mezcla de comillas y guiones.

    Espero que disfrutes de las vacaciones y sigas escribiendo, yo intentaré centrarme también en varias propuestas, y es probable que no ande mucho por el taller a la vuelta. Gracias de nuevo por tus generosas palabras.

    Un abrazo.

    Escrito el 27 junio 2016 a las 23:13
  49. 49. Cryssta dice:

    Manoli, lo primero que quiero decirte es que cuando alguien escribe bien, como es tu caso, cuando corrijo me voy fijando no tanto en los fallos (esos cuando se tienen muchos comentarios y más si se ha pasado Isolina ya te los han indicado) sino en lo que a mí me parece mejorable, lo que quiero es “afinar”, otra cosa es que lo consiga y que el escritor del relato en cuestión esté de acuerdo con lo que yo digo. Y ahora te contesto a ver si entiendes mejor lo que quiero decir.

    Yo no te he preguntado dónde estaba la llave, leí que estaba en la maceta, lo que yo te he preguntado (puedes leerlo en mi primer comentario) es si estaba en el interior o en el exterior y lo pregunto porque una maceta puede estar fuera de una casa o dentro, puesto que en ningún momento has dicho que abrieras una puerta surge la duda.

    Una llave pertenece a una cerradura y esta puede ser de una puerta (esto es lo primero que se le ocurre a la mayoría), de una caja, de un candado… Si tú no dices que con ella has abierto una puerta ¿por qué tengo que pensar que lo ha hecho? Yo lo que he leído es que encuentra una llave en una maceta que puede estar en el interior de una casa y que luego avanza por un pasillo.

    Y sí, sí he pensado que era la llave de la puerta y que ha abierto con ella porque era la solución que primero viene a la mente pero no porque esté claro. Ahora tú tienes que decidir si quieres que esté totalmente claro o dejarlo en un “99% de claridad.

    Fíjate en la diferencia que te sugiero: “Abrió la puerta y con paso lento, arrastrando los pies por el enlosado, avanzó por el pasillo…” ahí la llave ha cumplido su función y está claro a qué cerradura pertenece, claridad al 100%, para mí es un mejorable de algo que no estaba mal.

    En cuanto a que no está claro que el anciano quiera morirse (o dejarse ir) sigo pensando lo mismo y lo que me dices no me vale. Lo de la ventana en la tumba es algo que él piensa que le gustaría al padre, no a sí mismo. El arrastrar de pies por el pasillo puede interpretarse como un cansancio por estar vivo pero también por la pérdida de fuerza natural en un anciano. Que se alegre de que su hija esté bien no significa que como ha cumplido con la tarea de criarla ya lo tenga todo hecho en la vida. Piensa en su nieto con alegría, un nieto es buen motivo para seguir vivo. Pero hay un detalle muy importante en tu relato y es el hecho de que por primera vez contempla la posibilidad de hacer un viaje y comienza a imaginar ese viaje ¿te parece que eso estaría en la mente de alguien a quien le “aliviaría” saber que no va a necesitar unas pastillas porque se está muriendo?

    El arreglo está bien sencillo, puedes poner: “Le pareció que el timbre sonaba cada vez más lejano y supo que no iban a hacerle falta ya las pastillas de la tensión.” Así él aunque puede querer seguir vivo (tiene motivos para ello) también puede aceptar su muerte.

    La frase que has puesto es: “pensó intentando alargar el brazo derecho para descolgarlo, a la vez que notaba en el izquierdo un súbito dolor que le inmovilizaba.” Como has puesto “a la vez” es que hace las dos cosas al mismo tiempo por lo que puedes darle la vuelta a la frase quedando “notó en el brazo izquierdo un súbito dolor que le inmovilizaba y a la vez intentó alargar el brazo para coger el teléfono”. Por eso a mí no me cuadra y te ofrecí otra opción: “quiso alargar el brazo derecho para descolgarlo pero se lo impidió el súbito dolor que sintió en el izquierdo”.

    Por último te aclaro que yo siempre hago lecturas rápidas porque estoy acostumbrada a leer rápido y considero que tengo una comprensión lectora bastante buena. Creo que no me he liado con lo que expresé en el anterior comentario y sí que tú me has entendido mal, por eso te lo he vuelto a explicar de otra forma.
    ¡Ojo!, que yo puedo no tener razón en lo que te he dicho pero que los demás no te hayan dicho nada al respecto no significa tampoco que no la tenga. En mi relato muchas personas me han dicho que no han visto ningún fallo ¿significa eso que no los tuviera? Pues no, por eso justamente estaba yo esperando que Isolina comentara, sabía que si había fallos ella los iba a detectar y así fue. No todos tenemos la misma capacidad a la hora de corregir, eso es lo bueno de este taller, que cada persona que comenta nos aporta algo distinto. Yo he querido aportarte esos detallitos que creo pueden mejorar tu relato.

    En definitiva, el relato es tuyo y a ti te toca decidir la parte que tenemos los demás de razón y luego decidir si quieres hacer cambios o no.
    Espero que esta vez pienses que me he explicado bien porque yo no tengo capacidad para expresarlo de otra manera más clara.

    Escrito el 28 junio 2016 a las 07:58
  50. 50. Manoli VF dice:

    Ok, Cryssta.

    Lo de la llave, pues con la frase que me propones se vería más claro, sin tener que recurrir a lo de que la introdujo. Al no volver a mencionar la llave, como bien dices se sobreentiende que la usó para abrir. Lo que quise resaltar aquí fue el detalle metafórico de las ” siemprevivas” bajo las que está guardada la llave. Todo el relato contiene símbolos. Pero estoy dispuesta a considerar tu sugerencia, pues sin alterar lo sustancial aportaría más claridad.

    Lo del cansancio, yo siempre he oído lo de ese arrastrar los pies como símbolo de declive, y lo demás igual. Lo del viaje también es simbólico: con frecuencia cuando llegas al final piensas en lo que no has hecho.

    Lo de los brazos está bien como está, puesto que no digo en ningún momento que lo haga a la vez sino que lo intenta.

    Muchas gracias por tu tiempo y tu interés, compañera. Un abrazo.

    Escrito el 28 junio 2016 a las 12:40
  51. 51. Luis Rivas V dice:

    Hola Manoli VF, soy Luis Rivas V del 130. Buena historia solo note en la frase:
    “Por un instante, cruzó por su mente una instantánea del pasado”
    Aun que no se refiere a lo mismo la palabra instante e instantanea se siente a la hora de la lectura un poco redundante, pero aun asi es muy bueno

    Escrito el 29 junio 2016 a las 09:45
  52. 52. Zelfus dice:

    Que un relato de 750 palabras genere más de 3000 significa que tiene impacto. El relato me conmovió, me parece que articula la situación sin caer en los sentimentalismos. En líneas generales sólo le quitaría algunos elementos (lo mío es más quitar que incluir) y si pudiera, le agregaría algo de sorpresa al final. Eso va en gustos, creo yo.

    Escrito el 29 junio 2016 a las 15:35
  53. 53. L.M.Mateo dice:

    Hola, Manoli:

    Este mes llego tarde. Tú misma te has dado cuenta de dos de los errores, y ya sabes el problema del uso de puntuación en diálogos y pensamientos que te han comentado Marcelo e Isolina.
    De estas frases, te marco la siguiente por estar “casi” bien puntuada:
    ““Son útiles en las tormentas, Matías ─escuchó la voz de su mujer en la cabeza─ mantienen alejados los rayos.”. Simplemente falta una coma tras la raya que sigue a cabeza. Para no acumular signos de cierre y apertura, efectivamente se recomiendan las rayas en los incisos cuando las frases van entre comillas. Otra cosa es la falta de unificación en el texto, o cuando el inciso va detrás, en cuyo caso se separa con una coma.

    -“Su padre siempre dejaba abierta la posibilidad de ampliar la casa, con una ventana ─que bien podría transformarse en puerta─ al final de cualquier estancia”. Cuando los complementos circunstanciales (en este caso de instrumento “con una ventana”) se posponen, no se deben separar con coma a menos que se pretenda presentar la información como complementaria. Considero que la información no es accesoria, sino fundamental en este caso, por lo que no debería ir la coma.

    -“No hay como la luz natural”. Falta punto tras las comillas. Aunque la frase sea corta, no deja de ser un pensamiento directo de otra persona.

    No coincido en el aspecto del conflicto. Para mí no siempre debe de existir en un texto corto (otra cosa es si hablamos de novelas). Tal y como dices, es el último día de una persona, sus últimas horas. La gente muere haciendo cosas tan simples como la compra, ir sentado en el autobús, en accidentes de coche, atragantados, tras largas enfermedades… Ninguno de ellos tiene por qué presentar conflictos más allá del disgusto de los familiares. Vamos, que coincido contigo.

    No voy a darte un aplauso porque entre nosotras siempre somos sinceras, y aunque el texto me ha gustado sé que los tienes mejores. Sí que aplaudo que te hayas arriesgado en el aspecto formal sabiendo en qué fallas, para que te lo corrigiéramos.

    Un abrazo, churri.

    Escrito el 3 julio 2016 a las 15:51
  54. 54. Manoli VF dice:

    Muchas gracias, compañeros.

    Luis Rivas: Me alegra que te haya gustado la historia. Y si, la frase que dices no es la más acertada. Lo envié casi sin revisar y acepto esos errores. Un saludo.

    Zelfux: Intento siempre, con mayor o menor acierto, buscar el impacto en el lector con mis historias. Creo que un relato ha de remover el interior de quien lo lee, agitar como una piedra que se lanza al agua, el estanque de la comodidad, de esa “zona conocida” en la que acostumbramos movernos. Que me digas que lo ves impactante, es para mí suficiente; pues la puntuación y la forma, son a mi juicio como la capa de pintura de una máquina, por mucho que luzcan nunca podría moverse sin un buen motor. Gracias por tus
    palabras.

    L.M. Mateo: Tus correcciones son siempre lecciones para mí, compañera. Soy muy indisciplinada en este sentido. Disfruto de la escritura y lo hago casi siempre de forma espontánea. Todo ese mundo de las correcciones me queda grande y aún leyendo las normas al uso suelo olvidarlas.
    Gracias por ilustrarme a mí y los demás con lo de las comillas y los incisos, porque la verdad es que aún no teniéndolo claro, me parecía que tenía que ser así, pues con las comillas de no poner la raya de inciso tendría que abrirlas y cerrarlas, y soy de economizar recursos, por eso de que si puede ser sencillo siempre en estilo es mejor que hacerlo complicado.

    Me faltó un buen repaso en este texto, y ciertamente, esa unificación en los signos crea un poco de confusión, no obstante modificando esto y corrigiendo alguna que otra frase, estoy bastante orgullosa de este texto, y le tengo especial cariño por la emotividad personal con la que lo escribí.

    Gracias por tus correcciones y palabras, compañera. Otro abrazo grande para ti.

    Escrito el 3 julio 2016 a las 21:41
  55. 55. Oda a la cebolla dice:

    ¡Hola, Manoli! Triste pero bonito relato. Me gustó mucho. Ya te comentaron los compañeros las cosillas en puntuación y en las frases de los pensamientos. Aún así, te quedó bastante bien. Un saludo y ¡felices vacaciones! Seguimos leyéndonos, a la vuelta. ¡Buenas tardes!

    Escrito el 5 julio 2016 a las 11:12
  56. 56. Manoli VF dice:

    Muchas gracias, Oda a la cebolla!

    Me alegra saber que te llegó el mensaje de mi texto y que te ha gustado. Es para mí uno de esos textos especiales; sí bien es verdad que lo escribí demasiado aprisa y le faltan las correcciones, lo que me importa en este caso es que el mensaje se capte. Un abrazo y felices vacaciones también para ti. Un placer compartir opiniones.

    Escrito el 5 julio 2016 a las 15:00
  57. 57. Demetrio Vert dice:

    Hola Manoli. Aquí estoy, tal y como dije.

    Gracias por leerme y comentar mi relato.

    Lo de las comillas, etc. ya te lo han dicho. Además, sabes que no suelo entrar en ello. Para tal fin tenemos a Isolina, a Cryssta, a Lemo, entre muchos otros. Si quieres perfeccionar el asunto, consulta el DRAE, Diccionario Panhispánico de dudas, “comillas”. Se explica a la perfección.

    Yendo al relato te diré que es claro lo perfecto de la redacción. Y sí, has contado lo que querías. Una anécdota. Muy bien contada, incluso con cierto lirismo, pero an´cdota al fin y al cabo.

    Coincido con Marcelo e Isolina en la falta de conflicto. Un cuento es una historia. Y toda historia debe tener un conflicto al menos, sea interno o interno. Un conflicto es un dilema. Un punto en el cual alguién (normalmente el protagonista) debe decidir una alternativa entre al menos dos, que resuelva el conflicto. En este texto no hay dilemas. Pareces apuntarlo cuando con los documentales, al anciano, le entran ganas de vivir, pero reculas.

    ¿Qué hubiera pasado si se hubiera ilusionado y llamado a la agencia de viajes, y después su hija se pone en contra? Hubiera habido un conflicto a resolver.

    ¿Y si su nieto le hubiese pedido algo y cuando el va a conseguirlo le apunta el fallo cardíaco? Si sigue con la petición, muere. Si se queda y reposa, se salva, pero no cumple lo prometido.

    Pequeñas cosas así que hagan que alguién deba tomar una decisión para resolver un dilema. Eso es el conflicto.

    Todos te lo han dicho. Tienes un dominio del lenguaje excepcional. Pero en mi opinión, una historia sin al menos un conflicto, no es una historia. Es una anécdota.

    Yo te seguiré leyendo. Escribes genial.

    Abrazos.

    Escrito el 6 julio 2016 a las 19:06
  58. 58. Demetrio Vert dice:

    Cuando digo “para tal fin tenemos a Isolina, Cryssta, etc..”, quise decir “la generosidad de…”

    Escrito el 6 julio 2016 a las 19:08
  59. 59. Manoli VF dice:

    Muchas gracias, Demetrio, por tu aporte y palabras.

    Yo es que no coincido con lo del conflicto, y por lo que he podido leer no es algo consensuado por estos lares, por las diferentes opiniones. Estoy de acuerdo contigo en que cuando se trata de un cuento más o menos al uso, lo normal es que lo haya, pero no necesariamente. Hay novelas en las que se narra precisamente la vida de un determinado personaje, en su ciclo final, como puede ser: “El último verano de Klingsor” de Hermann Hesse, como ejemplo de lo que te estoy hablando. Yo aquí, humildemente, pretendí algo así: narrar el último día de este personaje, sin olvidar que yo sí veo un conflicto aunque muy sutil, si tú quieres incluso subconsciente: el anciano se debate entre seguir con la medicación y sus rutinas o emprender ese último viaje, cuyo simbolismo está en el documental.

    Ahí lo dejo.

    Es un placer para mí saber que te gusta cómo escribo, Demetrio. Un saludo y felices vacaciones. 🙂

    Escrito el 6 julio 2016 a las 23:02
  60. 60. Isan dice:

    Hola Manoli:

    Siempre te leo y siempre quiero comentarte, pero algo me retrae a hacerlo. Creo que es una mezcla de tener que leer la infinidad de comentarios que te hacen y que siempre llego tarde y que me parece una osadía por mi parte analizar a quien creo que tiene más conocimiento que yo.

    Hoy no quiero dejar pasar la ocasión para hacerte un breve comentario. Los numerosos que te han hecho los iré leyendo poco a poco ahora que hay tiempo, ya que es de donde se pueden sacar lecciones muy provechosas.

    Pobre Matías. ¡Vaya manera de palmarla, haciendo planes! por una vez que se lo plantea en serio. Lo que me ha chocado del relato es que si se había ilusionado con la posibilidad de viajar, por qué se alivia de no necesitar pastillas, ergo vio la muerte inmediata. Me ha parecido contradictorio.

    Me ha gustado mucho la forma natural en que se ha desarrollado el relato. La cotidianeidad del día a día mezclado con los recuerdos y la coincidencia del último documental con su final.

    Escrito el 30 julio 2016 a las 20:09
  61. 61. Manoli VF dice:

    Hola Isan:

    ¡Me alegra mucho que me leas, y más aún que esta vez te hayas decidido a comentarme! Un comentario siempre es bienvenido, venga de quien venga, ya que no se trata de demostrar conocimientos sino de intercambiar opiniones y decir qué nos ha parecido o transmitido el texto. La única regla es el respeto y ahora que ya te has animado espero que sigas haciéndolo.

    Me comentas que es una lástima morir haciendo planes, pues yo creo que no es una mala forma, de hecho leí hace poco una frase de Vargas Llosa en la que decía que esperaba llegar “vivo” hasta el final y que la muerte le pillase haciendo planes. De todos modos este plan de Matías es simbólico, en el fondo está cansado de su vida gris y por eso, siente nostalgia de lo que no ha hecho. ¿Qué por qué entonces siente alivio de no tener que tomar las pastillas? es un pensamiento irónico, de doble vuelta:
    las toma para prevenir, precisamente, pero ya no necesita prevenir nada, es una forma de decir: se acabó, aquí está el viaje definitivo, en el fondo está listo para encontrarse con su mujer. Eso es lo que intenté transmitir, utópico o no.

    Muchísimas gracias por tu aporte. Feliz verano y felices lecturas.

    Un saludo.

    Escrito el 31 julio 2016 a las 00:23

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