Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

La Máquina - por María Kersimon

El anciano encontró la llave en el hueco de la pared, detrás del abrevadero. La puerta de roble atascada por la hiedra y las glicinas asilvestradas giró ruidosamente sobre sus goznes. Acomodados sus ojos a la penumbra, tiró de una lona repleta de heces de rata y de cascotes, dejando al descubierto La Máquina. Telarañas y murciélagos no habían empañado su poderío: orgullosa, la Shneider conservaba su presencia altiva. La habían dejado en posición estratégica: bastaba arrastrarla unos metros para dejarla operativa, apuntando al valle…
Fue a buscar la yunta y la unció a La Máquina. «Paco, échame una mano con esta rueda que está encallada. Mariano, sujeta la mula parda mientras amarro el mástil al yugo. La vaca a la derecha, así. ¡Arre!, ¡Arre vaca!… ¡Arre muuulo! Unos pocos metros, ya está. Ahora a armar la trinchera y aguardar hasta el amanecer».
Llenó y acarreó sacos de tierra con la ayuda de la mula hasta bien entrada la noche, disponiéndolos al borde de la era, diez, veinte, treinta sacos, conformando un semicírculo alrededor del cañón. Cuando se rindió al descanso, la luna asomaba blanquecina sobre el horizonte, y al sur, el mar le devolvía reflejos plateados. Un faro parpadeaba. El anciano, físicamente agotado, se arrastró más que caminó al cobertizo, pero se sentía enardecido. «Muchachos, estoy contento de vosotros. Mañana les daremos una sorpresa a esos cobardes de ahí abajo. No se imaginan lo que les espera. “al combate acero va… No pasarán. No pasarán”. Cada uno a su catre. Manolo, tú empiezas el turno de vigilancia».
Amaneció rojo fuego; el horizonte se incendió de repente y le hirió la luz al anciano a través de la persiana desvencijada. Sobresaltado, lanzó un grito de combate. «Arriba tropa, que despunta el alba. ¡Victoria o muerte! No viviremos agachados. ¡Tierra y Libertad! “… por la tierra y por el pan, vista al frente, pulso firme…”. Mariano, distribuye los fusiles. Santi, tú, El Gato y yo, a La Máquina. Que está con ganas de sonar de nuevo, esta preciosidad. “…temple duro, roca viva… ¡acero va!… bomba al cinto, bayonetas, al combate acero va…».
El anciano lustraba el acero con la manga, echándole el aliento, una y otra vez.
«Ya os decía yo que la escondiéramos aquí, que no se sabía cuándo volvería a haber jaleo. “Anda jaleo, jaleo, suena una ametralladora y ya empieza el tiroteo, y ya empieza el tiroteo. Anda jaleo, jaleo…”. Vamos, a cargar el obús, echadme una mano compañeros. Así, así, apuntaremos a… primero vamos a hacer bailar al cura. Adelante muchachos. Apunten. ¡Fuego!»
El estruendo rajó la mañana y la polvareda que envolvió al viejo cañón por un momento le veló al anciano la visión del pueblo. Cuando se disipó, se divisó la enorme brecha que el obús había abierto en la pared del vergel de la rectoría, por donde ahora se escapaban espantados patos y gallinas. Al poco salió también el cura a todo correr, arremangándose la sotana. Acudían en tropel los habitantes del pueblo. En primera línea, el alcalde y el guardia civil. Luego el juez de paz y el maestro. Los niños que querían salir de la escuela para ver lo que pasaba fueron empujados dentro por seguridad. Los vecinos gesticulaban, primero sin atinar a descifrar el origen del cataclismo, hasta que uno de los forestales señaló hacia el monte, donde algo de la humareda seguía flotando en el aire.
Allí el anciano campaba erguido, los brazos en jarra y la frente alta. Sólo llegaban jirones de las frases que clamaba «…dignidad… justicia… no me rendiré…devolvedme lo … quitado. ¡Lucharé… mi libertad… hasta… final!».
Hubo un revuelo entre los vecinos. Salieron el médico y la enfermera del centro de salud y se precipitaron a parlamentar con el juez de paz. Las conversaciones se estancaban cuando sonó otro disparo y el obús, esta vez, agujereó la fachada del cuartel de la guardia civil donde flameaba la bandera junto a la divisa “todo por la patria”.
Entonces apareció la asistenta social, reunió a las personalidades y en un instante parecieron ponerse todos de acuerdo. Mandó al enfermero agitar una bata blanca sujeta al palo de una escoba mientras los forestales le acercaban un megáfono y habló al anciano en estos términos: «Don Fermín, le juro por mi vida que le devolverán su pensión y no se tendrá que ir a la residencia. Podrá quedarse en su casa y conservar sus tierras. Le pondremos una ayuda a domicilio. Ahora subiré con el médico, aparte Usted el cañón.»

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

27 comentarios

  1. 1. Edu SC dice:

    Hola María,

    Ya tuve el placer de leerte la pasada edición. Poquito a poquito os voy conociendo. Esta vez el placer es aún mayor, no el doble, sino el triple. De verdad, he disfrutado mucho con tu relato, tan plagado de imágenes: La Máquina apareciendo en todo su esplendor; los diálogos bélicos del anciano rememorando tiempos pasados; los patos y las gallinas escampándose tras el estallido del primer obús; el anciano en su máquina gritando su “no nos moverán” ante la mirada atónita de todo el pueblo; la bata blanca en el palo de escoba. Como digo, tu relato está atiborrado de tantas buenas imágenes que es una delicia deslizarse por él. Sumamente fácil y divertido. Por lo tanto sólo me queda felicitarte por tan buen trabajo.

    Por tratar de aportarte algún punto de mejora, te diré lo único que me ha parecido ver:

    “Cuando se disipó, se divisó la enorme brecha que el obús había abierto en la pared del vergel de la rectoría, por donde ahora se escapaban espantados patos y gallinas” Aquí tal vez suprimiría el “se” que hay delante de “divisó” y también el “se” delante de “escapaban”. Para mi gusto el texto quedaría más fluido.

    Y ya está.

    Lo dicho, me ha gustado y me he divertido mucho leyéndote. Felicidades.

    Edu,

    Escrito el 17 junio 2016 a las 23:17
  2. 2. Marcelo Kisi dice:

    Hola María!
    Aquí estoy, intentando teclear con una mano mientras con la otra sostengo mi escoba con un trapo blanco de capitulación ante tu escritura! Si tu relato anterior sobre las amazonas me gustó, este me encantó!
    Más me gustó por el pequeño detalle de que terminé hace poco “Por quién doblan las campanas”, una vieja deuda pendiente, y te soy sincero: en ambiente, estilo, documentación y lenguaje, no tenés nada que envidiarle al viejo zorro de Hemingway (¿habré cometido ahora una herejía?)
    Por supuesto que tu historia es otra que aquella, pero tu personaje estaba allí, en los montes con sus guerrilleros republicanos. Y el efecto humorístico que creás con el explosivo anacronismo me pareció sublime!
    Por todo eso, María, me rindo incondicionalmente y quedo prendado de tus próximos relatos!
    Te aplaudo de pie!
    PD: Sos también una estupenda comentarista, así que me encantará si pasás por el mío, es el 162.

    Escrito el 18 junio 2016 a las 17:25
  3. 3. lucrecia gordillo dice:

    María: gracias por leerme (56) sobre todo, gracias por tu comentario. Eso es precisamente el regalo del taller. El tuyo me ha hecho reír, ingenioso en verdad. Felicitaciones. Sólo te diría que pongas “,” para separar la frase subordinada.
    La puerta de roble, atascada por la hiedra y las glicinas asilvestradas, giró ruidosamente sobre sus goznes.

    Escrito el 18 junio 2016 a las 17:25
  4. 4. beba dice:

    Hola, Maria. Aplausos para tu relato y para el comentario que le dejaste a Manuel Plá.
    Acerca del relato, magistral, emotivo, original, colorido; pulcritud en el manejo del lenguaje. En cuanto al comentario, preciso y profesional.
    Un gusto compartir con vos en Litetautas.

    Escrito el 19 junio 2016 a las 00:22
  5. 5. Caritobel dice:

    Queridísima María, qué deleite leerte.
    Por cuestiones de puro disfrute, sólo me voy a centrar en analizar la historia en sí, que otros te corrijan la parte técnica; aunque con sinceridad, creo que gozas de una excelente escritura.
    Tus historias son muy visuales, sos muy descriptiva, pero de una forma refrescante, sin sobrecargar, llevándonos justo a dónde querés.
    Para mí el final de la historia le dio un sentido increíble a todo lo demás. Un viejo relacionado con asuntos militares, medio “gaga” —me lo imagino así— luchando por no perder su casa ni sus tierras, atacando todo un pueblo para ser escuchado. Una forma algo radical, pero al parecer, efectiva.

    Siempre me gustan tus historias. Y esta me encantó. Es ante todo tu estilo el que me gusta mucho.

    Si querés pasarte por mi relato estoy en el 159.

    Besos.

    Escrito el 19 junio 2016 a las 05:17
  6. 6. Isolina R dice:

    Hola, María Kersimon:

    Es la primera vez que voy a comentarte, aunque no la primera que te leo. Que recuerde, vengo siguiéndote desde la escena del primer capítulo de novela.

    Esta historia me parece muy buena, excelente. Enhorabuena.

    Te señalaré algunas cosillas para mejorarla:

    1 Abusas un poquitín de los participios en función adjetiva (“atascada”, “asilvestradas”, “acomodados”, “encallada”, “plateados”, “agotado”, “enardecido”, “desvencijada”, “sobresaltado”, “ agachados”, “espantados”, “erguido”). A veces quedan algo cerca y por eso llaman un pelín la atención. Al principio, por ejemplo: “atascada por la hiedra y las glicinas asilvestradas” y un renglón más abajo “acomodados”. Si en lugar del participio regular terminado en “-ado” o “-ido” pones uno irregular ya no se notaría: “cubierta por la hiedra y las glicinas asilvestradas”…

    2 Escribes muy bien y tienes un vocabulario amplísimo; pero “déjame” que te señale la reiteración del verbo “dejar” en: “La habían dejado en posición estratégica: bastaba arrastrarla unos metros para dejarla operativa”.

    3 Puntúas fenomenal, pero se te han pasado algunas pausas antes de vocativos: “¡Arre, vaca!… ¡Arre, muuulo!”, “Arriba, tropa”, “echadme una mano, compañeros”, “Adelante, muchachos”.

    4 Otras comas que me parecen necesarias: “La puerta de roble, atascada por la hiedra y las glicinas asilvestradas, giró ruidosamente sobre sus goznes”, “Los niños, que querían salir de la escuela para ver lo que pasaba, fueron empujados dentro por seguridad”. En el caso de esta última oración tú no pusiste comas en la subordinada adjetiva, de modo que quedó como especificativa (solo los niños que quisieron salir fueron empujados) y yo la he convertido en explicativa (todos quisieron salir y todos fueron empujados para que entraran de nuevo). Dado que la noticia y el espectáculo son muy atractivos para los críos, es mejor que quieran salir todos a curiosear.

    5 En: “tiró de una lona repleta de heces de rata y de cascotes”, aparecen cuatro “de”, puedes quitar la última.

    6 En: “sujeta la mula parda” yo quitaría “parda”. Solo hay una, no necesita especificación.

    7 En: “¡Arre, muuulo!”, yo al animal lo pondría en femenino. Has dicho antes que era “mula”.

    8 En: “¡Arre!, ¡Arre, vaca!”, el segundo “arre” debe ir con minúscula, porque lleva una coma tras la exclamación.

    9 En: “Llenó y acarreó sacos de tierra con la ayuda de la mula hasta bien entrada la noche, disponiéndolos al borde de la era”, el gerundio es de posterioridad, incorrecto. Yo pondría: “Llenó y acarreó sacos de tierra con la ayuda de la mula hasta bien entrada la noche. Los dispuso al borde de la era”.

    10 En: “. “al combate” hay que iniciar con mayúscula porque tienes un punto.

    11 “aparte usted el cañón”.

    Espero que mis sugerencias te sirvan.

    Saludos.

    Escrito el 19 junio 2016 a las 14:33
  7. Hola, María Kersimon
    Veo que no hace falta ir hasta las costas del Caribe para penetrar en la realidad mágica. Tu relato nos mete de lleno en ella. Las historias valen por la forma en que son contadas y tú la has sabido contar muy bien. Supongo que a pocos ancianos, de los millares que hay en España, en la misma o similar situación, se les ocurrirá acudir a la caseta de la colina en donde tienen un cañón guardado desde el tiempo de la guerra y utilizarlo para reivindicar sus derechos a una pensión y a una forma de vida digna; pero el tuyo lo ha hecho, y valiéndose de unos recuerdos y un vocabulario que nos lleva al tiempo de la guerra, nos ha estado metiendo gato por liebre hasta que en el pueblo se han movilizado, y ante la amenaza de su furor enardecido no han tenido más remedio que claudicar a sus peticiones, según parece antiguas, y aceptar sus demandas. Me imagino al anciano triunfador, entrando por la calle ancha del pueblo, entre vítores y aplausos. En este relato no cabe la tragedia, todo ha de ser festivo, él ha conseguido su propósito y todos tan contentos. La imagen de los patos, las gallinas y luego el mismo cura saliendo atropellados por el portillo que ha abierto el obús, entra de lleno en el esperpento.
    Estos relatos tragicómicos no son nada fáciles de montar porque no es fácil mantener el equilibrio entre la tragedia y la comicidad. Yo creo que tú lo has logrado, ofreciéndonos un relato muy bien escrito, con mucho dominio de los términos usados en tiempos de guerra, en boca de un abuelo trastocado por la infame situación que le toca vivir, y que hasta el final no se descubre la realidad jocosa y agria que se pretende mostrar. Muy bueno tu relato.
    En la forma sólo una cosa de la que tampoco estoy muy seguro. Donde dices: “Cuando se rindió al descanso”,…, yo hubiera puesto: Cuando se rindió a la fatiga,…, creo que lo que lo hace rendir es la fatiga. Seguramente hay otras cosas a mejorar, pero que lo comenten quienes son más duchos en eso.
    Felicidades.

    Escrito el 19 junio 2016 a las 14:45
  8. 8. Marazul dice:

    Hola María, me ha encantado tu relato. Y me ha gustado por la historia que cuentas, la de un viejo loco anclado en el pasado. Me has hecho sentir ternura por él. ¡Y cómo se divierte, y cómo imagina organizando a sus compañeros!. Al igual que don Quijote se enfrentó a los molinos de viento,don Fermín se enfrenta a los fantasmas del recuerdo. Si la primera parte es buena, la segunda tal vez la supere. Transmites muy bien el desconcierto de los pacíficos habitantes del pueblo y el desenlace nos roba una sonrisa.
    Pero una buena historia no es nada si no la sabemos plasmar en palabras. Probablemente se pueda mejorar. A mí me ha encantado tu forma de narrar.
    Un saludo
    Marazul

    Escrito el 19 junio 2016 a las 18:04
  9. 9. María Kersimon dice:

    Os agradezco a todos vuestros comentarios y cumplidos. La verdad es que me lo pase muy bien escribiendo esta vez y me divertí investigando las letras de las canciones republicanas. Me resistí a abordar la vejez como muchas veces se hace, como un estado de capitulación de todos los poderes y hasta de la dignidad de la persona para verse relegado a una penosa pasividad, así que mi mayor salió guerrero, rebelde y reivindicativo. Me alegro de que os haya entretenido. Gracias Edu y Marcelo. Me ayudáis a creermelo para seguir escribiendo.
    Lucrecia, un gusto, no te había leído nunca.
    Beba, gracias de corazón porque sé que no sueles exagerar. Ahí nos encontraremos de nuevo.
    Caritobel, trataré de seguir escribiendo “ligero” sin so recargar.
    Isolina, gracias por tu tiempo y tu meticulosa crítica constructiva. La tendré en cuenta.
    Manuel, me animas a seguir. Tu has visto bien que aquí no cabe el desánimo ni la derrota. Tus valoraciones me son de mucha ayuda.
    Marazul, gracias por pasarte. Si, claro, es que Don Fermín era comandante de su brigada. Un guiño.
    Reitero el agradecimiento a todos por el compañerismo y el espaldarazo increíble le que siento que me dais para seguir avanzando en esta divertida aventura. Lástima de las vacaciones pero volvemos a leernos.

    Escrito el 19 junio 2016 a las 22:18
  10. 10. Saldivia dice:

    Hola María, gracias por tus comentarios en mi texto. Del tuyo me han cautivado las precisas descripciones, el ritmo en que se hilvana la historia y el final tragicómico de sainete, que arranca sonrisas y reflexiones. Hay frases que son perlas del manejo visual en un texto, como “la luna asomaba blanquecina sobre el horizonte, y al sur, el mar le devolvía reflejos plateados”, muy vívido.

    Me da mucha alegría haberte descubierto, y en ediciones subsiguientes seré lector ávido de tus textos. ¡Éxito!

    Escrito el 20 junio 2016 a las 01:39
  11. 11. DIASPORA dice:

    Y qué puede agregar este simple trovador ante estos acertados comentarios. Estamos ante un relato chispeante, lleno de imágenes de todas las tonalidades. El lector disfruta la historia, y hasta se olvida mirar esos detalles que señala Isolina, (bueno, honor a quien lo merece; esta compañera es una experta en estas cuestiones).
    Gracias María Kersimon por darnos lecciones.

    Escrito el 20 junio 2016 a las 06:41
  12. Hola María Kersimon:
    Una sonrisa y el sentimiento de haber visto una película, eso provocó tu relato. Genial muy entretenido y dinámico.
    Unos instantes de comedia y tragedia repletos de imágenes de gran calidad.
    Si te apetece te dejo el mio. Nº 14.
    Me gusta aprender de los mejores. Te sigo leyendo.

    Escrito el 20 junio 2016 a las 18:23
  13. 13. charola dice:

    Hola María Kersimon!
    Genial relato el tuyo. Me gustó desde el título que aparentemente no nos dice nada, hasta el apoteósico final. Lleno de imágenes coloridas, tragedia, comedia, seriedad.
    Muy bueno. Felicitaciones.
    Un abrazo.

    Escrito el 21 junio 2016 a las 05:45
  14. 14. El Sr. Pimienta dice:

    Hola María, tenías razón cuando tildaste de antagonistas a nuestros arrugados personajes.

    Con todas tus detalladas descripciones, y la fuerza que se desprendía del anciano, tenía la sensación de estar viviendo los prolegómenos de una lucha encarnizada entre Don Fermín y sus muchachos Republicanos contra los Fascistas en la Guerra Civil. Poco me imaginaba encontrarme con un final tan dispar.

    Creo que has dotado, a gran parte del relato, una atmósfera bélica realmente creíble y muy bien narrada, con todo lujo de detalles.

    Has sabido transmitir esa pasión que se intuye que el viejo tiene en todo lo que hace, que es un luchador. Y has logrado que empaticemos con él, aun conociendo de primera mano que es capaz de matar a sus propios convecinos por intereses propios (No tengo en cuenta, aquí, su senilidad, que bien puede provocar semejantes reacciones a noticias tan desalentadoras como perderlo todo).

    El desenlace del relato, encuentro que está narrado con ese toque humorístico que la situación merece, y que lo has hecho muy bien.

    Te felicito por el texto, María.

    Un saludo!

    Escrito el 21 junio 2016 a las 08:30
  15. 15. Laura dice:

    Hola María.
    Nada puedo agregar a lo ya señalado, excepto… que sigas escribiendo.
    Me gustó tu relato de principio a fin, totalmente pleno de imágenes que trasladan a tu escenario con total facilidad.
    Realmente, escribir es lo tuyo.

    Escrito el 21 junio 2016 a las 10:23
  16. 16. Wiccan dice:

    Buenas Maria,
    Antes de nada agradecerte mucho tus palabras a mi relato, me siento halagado de que te haya gustado, y más viendo de lo que eres capaz.
    Que decir de tu relato que no se haya dicho, desde un principio tenía clara la idea del abuelo senil preparándose para una batalla, pero si tengo que destacar algo que me haya gustado principalmente es esa labor de documentación que no parece que esté pero está, leía las bravatas del anciano como si lo estuviera oyendo gritarlas y pensaba, “a este hombre se le han quedado grabadas todas sus canciones de su época en el ejercito”. No sabía de donde venían pero pensaba que me parecían tan auténticas que si eran invención tuya eran una odisea en si mismas.
    Haces un gran trabajo también en la forma de organizar el relato, es fluido, incluso dentro de esos desvaríos de militar que tiene el anciano, y consigues que no se pierda el hilo hasta el inteligente final. Un final que, dentro de lo cómico, demuestra hasta donde puede estar dispuesta a llegar una persona para defender lo que considera suyo.
    Formalmente no te comento nada, pues considero que si en la lectura del relato no encuentro ningún fallo a tener en cuenta entiendo que no es importante, y en tu caso conseguiste que no me despistase de la lectura hasta el final.
    Solo puedo decirte que el relato me ha encantado, por muchos pequeños detalles pero también por el conjunto que forman, y que por aquí estaremos para seguir leyéndote. Muchas gracias por compartirlo.
    Un abrazo!!!

    Escrito el 21 junio 2016 a las 18:13
  17. 17. Albión dice:

    Hola, María:
    Me ha encantado tu relato. Te manejas con una desenvoltura extraordinaria. Tu forma de narrar me ha metido de lleno en la historia. Los diálogos son muy ingeniosos, te evocan el verdadero espíritu del anciano y sus ganas de ser perseverante y no rendirse ante nada. La atmósfera que rodea a la historia está muy bien construida: las descripciones, los paisajes, el ambiente…
    Por poner una objeción, pienso que el final podría haber sido más sorprendente.
    Sigue escribiendo y espero que nos podamos seguir leyendo.
    Un saludo,
    Albión

    Escrito el 22 junio 2016 a las 10:12
  18. 18. earendil dice:

    Hola María.
    Me uno al coro de aplausos que suena en Literautas para felicitarte por tu trabajo.
    Me ha gustado la historia, la forma de ser contada y por supuesto el final.
    En anteriores talleres ya te había leído. Siempre tienes muchos comentarios y a veces dejo el mío, otras no. El mes pasado ya me cautivaron tus amazonas y, esta vez, no he tenido que irme tan lejos, lo teníamos en casa.
    He leído también algunos comentarios que has hecho a otros compañeros y, la verdad, también me han llamado mucho la atención, por su profesionalidad y síntesis de contenido.
    Por ello te felicito doblemente. Enhorabuena.
    Un saludo

    Escrito el 22 junio 2016 a las 21:53
  19. 19. María Kersimon dice:

    Muchísimas gracias a todos, de verdad, por vuestro apoyo. Es una suerte formar parte de este grupo en el que nos podamos ayuda mutuamente a progresar y sobre todo a no dejarlo. Es un placer compartir con vosotros, tanto dar como recibir.
    Saldivia, Diáspora y Liliana, habéis valorado la viveza de las descripciones. Es bueno saber que crea interés. Tomo nota para seguir dándoles color.
    Charola y el Sr. Pimienta valoraron la mezcla de tragedia y comedia al igual que Manuel Pla. No me lo había planteado en estos términos, pero veo que es el caso y que esta mezcla funciona.
    Laura, Wiccan, Earendil, tomo nota de vuestra valoración de la fluidez y síntesis. Es bueno saberlo.
    Albión, gracias por tu crítica del final. Intentaré imaginar un final más sorprendente, jeje.
    Te quiero decir que leí algunas críticas que has dejado a compañeros y que he reparado en la fluidez de tu expresión escrita y en la madurez de tus planteamientos.
    ¡Muy agradecida!

    Escrito el 23 junio 2016 a las 09:41
  20. 20. Cecilia dice:

    Excelente, el ritmo del cuento te envuelve y le imprime el mismo ritmo al anciano y su actitud. Muy distante del ritmo que le adjudicamos quizás al común de los ancianos, creando un personaje por demás apasionado, que convoca. Lo disfruté muchísimo. Cecilia

    Escrito el 24 junio 2016 a las 23:56
  21. 21. Cryssta dice:

    Hola María, muchas gracias por pasarte por mi relato, con mucho gusto te devuelvo la visita aunque sea un poquito tarde.

    Tu relato me ha gustado mucho, me ha parecido muy divertido tu vejete, a más de uno le gustaría hacer lo mismo.

    Te diré las cosillas que yo he visto:

    – una llave tiene una función así que después de encontrarla creo que tendrías que poner “Con ella abrió la puerta de roble que atascada…”

    – si “La Máquina” está cubierta con una lona se pueden meter las arañas pero no los murciélagos, ellos se quedarían en el techo y sus deposiciones caerían en la lona así que los murciélagos sobran en la historia

    – “Shneider” es una marca por lo que se tarda un poco en saber que se refiere a un cañón, bueno, tengo dudas de si te refieres a un cañón o a un obús de montaña, no es lo mismo y cuando nombras al “obús” no sé si te refieres a La Máquina o al proyectil (yo es que entiendo poco de artillería así que si en el relato das datos aclaratorios lo agradezco)

    – repites “acero” tres veces muy seguidas

    – dices “el alcalde y el guardia civil”, la Guardia Civil va por parejas si patrullan y si están en el cuartel habrá más así que tendrías que poner “un guardia civil”

    – “TODO POR LA PATRIA” lo escriben todo con mayúscula

    – dado que el cañón tiene que estar lejos para lanzar los proyectiles no creo que un megáfono sea suficiente para que el anciano pueda escuchar ¿al enfermero o a la asistenta social?, tendrían que acercarse más a la casa

    Espero haberte ayudado y te deseo un feliz verano.

    Un abrazo.

    Escrito el 27 junio 2016 a las 12:49
  22. 22. María Kersimon dice:

    Cecilia y Cryssta, gracias por dejar vuestro comentario. Muy buenas observaciones Cryssta, se agradecen para mejorar. Un saludo y buen verano.

    Escrito el 27 junio 2016 a las 15:46
  23. 23. KMarce dice:

    Saludos María:

    Muchas gracias por pasar por mi relato y tu comentario en él. Hasta ahora, puedo disponer de unas horas libres, para poder comentar a quien tan gentilmente me ha leído.

    Que relato tan encantador. He leído tambien a vuelo de pájaro los comentarios y he alcanzado a captar algunos que estoy totalmente de acuerdo, como el asunto de la puntuación, que en alguna oración es necesaria espaciarla. Muy acordes a lo que te ha mencionado Isolina también, y Cryssta te ha dado buenos consejos.

    Esto no desmerita lo que el escritor tiene, que es una originalidad y estilo muy peculiar tuyo. Como soy visual me ha pasado lo mismo que a otros compañeros, lo he visto muy claro y simpático. Me imagino que todos esos nombres, serán los nietos del anciano que estan secundándole su testaruda locura a su derecho, por el bien de todos.

    Como todo se te ha dicho, no me resta sino sólo felicitarte. Enhorabuena, ¡nos leemos!

    Escrito el 29 junio 2016 a las 00:06
  24. 24. drow_jack dice:

    Hola María.
    Primero de todo, gracias por comentar mi relato.
    Gran final, me ha encantado. Durante el relato pensaba “¿Qué intrincado bélico es este?”, es inspirador. Creo que con los tiempos que corren, más de un anciano debería sacar un tanque y luchar por sus derechos, totalmente justificado.
    Saludos.

    Escrito el 29 junio 2016 a las 01:34
  25. 25. María Kersimon dice:

    Hola, KMarce,
    Gracias por tu tiempo (escaso). Es un honor. No, el viejo está completamente solo y experimenta un “flash back”. Revive la atmósfera de la guerra, donde tenía un rol de liderazgo y organiza a “otros” que en su día combatieron con él pero que hoy en día no están. Gracias por el comentario.
    Drow Jack, gracias por pasarte. Me alegro de que te gustara. Saludos.

    Escrito el 29 junio 2016 a las 16:21
  26. 26. Frida dice:

    Hola María,como siempre un placer leerte. He leído un poco por encima los comentarios y he visto, que alguien, te hablaba del realismo mágico. No puedo estar más de acuerdo, pues la organización que Don Fermín hace de la tropa es talmente este estilo. Al principio creí que se trataba de un viejo loco. Sonreí al imaginármelo entre la fauna del pueblo intentando organizar una revolución y el final, el final es tragicómico, tan apegado a la realidad esa miseria impuesta a los abuelitos, que una desea que Don Fermín sea de carne y hueso y que consiga armar una revolución a escala nacional.

    Escrito el 14 julio 2016 a las 22:45
  27. 27. María Kersimon dice:

    Muchas gracias, Frida, por pasarte y detenerte a dejarme un comentario constructivo. Estos comentarios son los que le animan a uno a seguir y a mejorar. Hasta pronto. Volveremos a leernos.

    Escrito el 24 julio 2016 a las 10:07

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.