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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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La elocuencia del silencio - por Don Kendall

Web: http://donkendall.uk

«El anciano encontró la llave en…»

Te costaba leer el papel que asomaba del expediente con tu nombre. Además la bocamanga del uniforme impedía sacar alguna conclusión de lo escrito. El guardia civil recogió la hoja con tu firma, la metió en la carpeta, después la mano peluda de uñas largas te señaló la salida.

Han pasado dos días y por mucho que pienses llegas a la misma conclusión. Te están vigilando. Los muy cabrones se refieren a ti como anciano. Puede que tengan razón, pareces un jodido viejo. Y además saben que encontraste la llave. Vas a tener que cambiar de aires.

Estuviste en el bando de los que perdieron la guerra. Empezó la dictadura y te tocó desaparecer por unos años. La venganza es silenciosa. Eso es algo que saben en todos los pueblos y caseríos de la zona. Cuando volviste pasado mucho tiempo, tu mujer esperaba.

—No hagas caso de lo que te digan. Hablan sin saber —te dijo.
—¿Qué tengo qué saber?
—Nada —contestó ella.

Se creía que solo podían saber y conocer los hombres de la Guardia Civil. Todo lo escuchaban. Recorrían una y otra vez el monte buscando el último rastro de los maquis. Los perros los venteaban y ladraban fuerte. Tu perro no lo hacía, nació mudo. Como el perro, eres huesudo y larguirucho y hablas menos de lo necesario.

Un día, con el cambio de luna, tu mujer no bajó con las vacas. Nada se habló y nadie preguntó nada. Ni siquiera cuando el cura desapareció o cuando repartiste el ganado entre los vecinos.

Ahora vives solo con el perro en esta casa destartalada en una cuesta imposible. Desde que desapareció tu mujer, los guardias civiles, en pareja, recorren más a menudo los caminos. Hablan poco, miran y escuchan. El otro día te avisaron que debías pasar a firmar por el cuartel en la villa. «¿Sabes algo del cura?» te preguntaron y te incitaron a contar algo. Tu respuesta fue recitar los versos que sabías:
«La elocuencia del silencio
enmudece lo que hablas.
Hay silencio en lo que dices
y decir en lo que callas.».

No les gustó. «A que te suelto una hostia y estás hablando cinco días seguidos, ¡mamón!» dijo un guardia. Fue el otro quien te soltó la hostia. Será hijo de puta pensaste, pero te fuiste sin abrir la boca.

Seguro que en este momento hay un guardia civil en el camino del alto enfocando los prismáticos hacia la casa. Empieza el espectáculo. Como cada mes al primer cambio de luna, te pones ropa limpia. Sales de casa y te agachas frente al perro . Está sentado y quieto, se deja colocar un trozo de pan duro sobre el morro.

—Don Juan Marañón en la sierra del “Peral”, pasó todo el día cazando y no cazó nada. Pasó una perdiz… —silbas fino y largo y el perro endereza las orejas—…sonó el perdigón ¡boom!

Das una palmada, el perro hace un balanceo de cabeza tirando el mendrugo al aire y sin dejar que toque el suelo lo come con rapidez. Haces una caricia al animal, tomas un crisantemo de la mata junto a la puerta y vais tras la casa. Un huerto pequeño y sombrío en el que solo hay una ligera elevación de tierra removida de forma oblonga. En el borde del montículo colocas la flor. El perro se sienta y tú sueltas los botones de la bragueta mientras cuentas.

-—Uno, dos, tres, cuatro y cinco…— al final haces un chasquido sonoro de la lengua.
Apartas la portañuela y dejas salir el vergajo del que te sientes orgulloso . Con calma mueves la cabeza a izquierda, derecha, arriba y abajo. Al acabar fijas la vista en la punta morada del órgano erecto y tras cortos y estudiados meneos proyectas cuantiosa eyaculación a los cuatro puntos cardinales.
Así completada la señal de la cruz, recudes el goteo final sobre el crisantemo recién colocado. De nuevo, un chasqueo de lengua y el perro obediente levanta la pata y deshoja la flor con su meada.

Cumplida la misión y rehechas las figuras, volvéis rodeando la casa sin mirar atrás y sin decir palabra. Ya se comentó que hablas poco y que el perro es mudo.

Cuando vuelvan los guardias civiles encontrarán la casa cerrada y vacía. Para el expediente harán un nuevo informe que tampoco podrás leer y tal vez empiece así:
«El anciano desapareció con la llave y el perro…»

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21 comentarios

  1. 1. Manoli VF dice:

    Hola Don.

    El uso de esa segunda persona me distrajo de la lectura. ¿Quién es el narrador? no me resulta cercana ni natural esta forma de contar, sino que me hace tener presente continuamente al narrador de la historia, sacándome de la misma.

    Tampoco esta frase me parece muy acertada: “cuando volviste pasado mucho tiempo.”

    Al mismo tiempo me resultó un poco pesado en las descripciones esa repetición de los gestos: “das una palmada…mueves la cabeza…”

    En fin, que me he sentido un poco “fuera” de lo que contabas.

    Nos seguimos leyendo.

    Un saludo.

    Escrito el 18 junio 2016 a las 22:11
  2. 2. charola dice:

    Hola Don kendall! Lo he encontrado un poco confuso tu relato. Quizás no sea culpa tuya. Siempre me sucede con relatos cuando el narrador está en segunda persona. Pienso que el protagonista es un maqui y la guardia civil lo está vigilando. Pero hay mucho secreto, no sé el significado de la llave, por qué la has puesto allí y la desaparición de su mujer tampoco.
    Describes algo íntimo, pero no hay ligazón con la historia o no la veo yo.
    Un saludo.
    Nos seguimos leyendo.

    Escrito el 20 junio 2016 a las 02:32
  3. 3. Don Kendall dice:

    Hola Manoli,
    He intentado levantar el relato con un narrador en segunda persona como bien dices. En este caso es lo que algunos llaman el el narrador-titiriterose sitúa fuera de la historia, es omnisciente y es capaz de dictar la historia al protagonista y al lector al mismo tiempo. De algún modo es un ser odioso. Tienes razón.
    Agradezco tu comentario en lo que vale, que es mucho.
    Un abrazo

    Escrito el 20 junio 2016 a las 17:02
  4. 4. Don Kendall dice:

    Hola Charola,
    Ya lo siento. Efectivamente he elegido un narrador en segunda persona. Es posible eso que tu dices, y los guardias civiles quieran saber algo más, de no se sabe qué. Así era “la-guardia-civil” ;-). Aunque lo intentasen sacar a “hostias”. Como dices hay mucho secreto, diría más , hay mucho silencio. Por eso el título de uno de los versos atribuídos a José Bergamín.
    Agradezvco mucho comentario y lo tengo en cuenta.
    Un abrazo

    Escrito el 20 junio 2016 a las 17:11
  5. 5. Don Kendall dice:

    La dos líneas finales del comentrio anterior :
    Por eso el título del relato, tomado de uno de los versos que el anciano recita en el cuartel.(*)
    Agradezco mucho comentario y lo tengo en cuenta.

    (*)Atribuídos a José Bergamín

    Escrito el 20 junio 2016 a las 17:14
  6. 6. Leosinprisa dice:

    Hola Don Kendall

    Es un relato curioso, aunque he de reconocer me pierdo en algunas cosas. ¿Qué fue de la mujer? ¿Él pertenece a los maquis? ¿A que se debe su silencio?

    Son unas preguntas que tu interesante historia no me logra desvelar muy bien. En este caso no sé si atribuible a mi, por mi torpeza por no saber leer entre líneas lo que cuentas, pero es que no me queda claro el sentido final de historia.

    ¿El crisantemo es para su mujer? ¿Es el cura responsable de algún tipo de relación con ella? ¿Los mató a los dos?

    Como ves tengo un lio con tu relato y aunque reconozco me ha parecido interesante, me pierdo en el un poco.

    Sin embargo he de reconocer es un texto que me ha gustado por cuanto dices en el, aunque su sentido se me escape.

    Lo que cuenta es tu esfuerzo por querernos hacer llegar tu historia y eso, siempre se agradece.

    Ha sido un placer leerte. Un saludo.

    Escrito el 21 junio 2016 a las 07:49
  7. 7. merchylam dice:

    Hola Don,
    Bueno a mi no me ha costado entrar en el texto con ese narrador-titiritero, más que nada porque se ha mantenido sin fisuras hasta el final. Verdaderamente difícil además.
    Es cierto que hay mucho misterio, y que eso da una atmosfera terrible al texto que imagino era lo que querías conseguir en ese ambiente de postguerra pero es cierto que la llave queda ahí colgada.
    La eyaculación sobre la tumba de su mujer está muy bien hecha, pena que a mi no me ha parecido un tributo a su mujer, sino algo que lo devalúa como ser humano. No porque se haga una paja, sino porque lo haga sobre la tumba de su mujer. Quizás esa era tu intención Ver esa doble vertiente.
    Yo recuerdo historias de los maquis, en Galicia, de donde provengo, y es cierto que al final su imagen degeneró, para algunos, en una especie de montaraces salvajes. Sin recordar que eran los últimos rebeldes del régimen.
    Historia y tema muy bueno, por tanto.
    Un placer leerte.

    Escrito el 21 junio 2016 a las 16:52
  8. 8. Don Kendall dice:

    Hola Leosinprisa,
    Gracias por tu aportación, especialmente por esos interrogantes. En ese sentido el esfuerzo meritorio es el tuyo, por intentar desbrozar la posible confusión. El silencio es quien habla en esta escena. Cuando habla el silencio los comportamientos pueden representar cualquier cosa. Sobre todo en el contexto en el que parece que se desarrolla la escena. Para aplicar ese punto de vista como autor, dejé el relato en manos de ese narrador en segunda persona “alter ego” del único personaje. Hice una primera versión con narrador en primera persona y parecía más gratificante, pero lo deseché porque creo que se perdía esa incertidumbre, esa indefensión que marca a los vencidos de cualquier contienda. Por eso intenté “salvar” al personaje del anciano dejándole que se hablase a sí mismo y al posible lector. De lo único que parece estar seguro es de mantener conductas rituales que solo tienen significado para él, (como todos los rituales, dicho sea de paso ;-)). De lo demás es todo una bruma, una serie de interrogantes como los que se hace el lector.
    En fin, es un placer correspondido por mi parte al tener esta oportunidad de intercambiar apreciaciones del trabajo.
    Un abrazo

    Escrito el 22 junio 2016 a las 11:51
  9. 9. Don Kendall dice:

    Hola merchylam,
    Vaya por delante que es una satisfacción para mí el poder debatir, comentar etc. lo que se nos ocurra en este taller. Para mí no es un objetivo prioritario la necesidad de parabienes sobre el modo como escribo o trabajo. Por lo mismo, no me parece oportuno dar explicaciones sobre lo que quería decir con esto o aquello de lo escrito. La obra debe hablar por sí sola. No obstante y como estamos en una comunidad de aprendices y currantes de forma voluntaria, creo que puede ser bueno comentar lo que se pretendía no tanto en cuanto a significado como en la utilización de esta o aquella técnica, estrategia o herramienta.
    En mi opinión, me parece que has sintonizado con el relato y la forma de hacerlo. Tan es así, que llegas a una conclusión que no se desprende del relato : No se habla de ninguna tumba, ni de que sea de la mujer del anciano. ¿Por qué llegas a esa conclusión?.¡Ah! El silencio, maldito silencio. Como comentaba antes, el narrador en segunda persona (una primera persona disfrazada de segunda si se quiere) describe de forma compulsiva los actos rituales del personaje. ¿Qué significado tienen los actos rituales?. Pues no lo sé. ¿Qué persigue el jugador que toca el terreno de juego y hace la señal de la cruz, aunque se llame Messi? 😉
    En cuanto al contexto, efectivamente es como dices, pero más que misterio, lo que pesó (y si me apuras aún pesa) es el silencio, el ominoso silencio que atenazó años y años las gargantas de los vencidos. De algún modo, conviene ir sabiendo que en la elocuencia del silencio, hay decir en lo que callas, tal como el poema que se atrevió a decir “el anciano” a cambio de las hostias fáciles de los “picoletos”.
    Ha sido un placer , compartir estos minutos. Gracias por tu atención a mi trabajo y tu aportación enriquecedora en cualquier caso.
    Un abrazo

    Escrito el 22 junio 2016 a las 19:38
  10. 10. Lemo dice:

    Hola Don Kendall
    Una rápida visita antes de descansar una semanita sin internet y sin teléfono !! Que maravilla.
    En cuanto al relato, me ha gustado.Me gusta mucho cuando el lector tiene que rebuscar en la lectura, cuando el autor no cuenta todo, o en tu caso usa ese maravilloso silencio para que cada cual “oír” lo que el personaje no dice.

    Felicidades.

    Nos leemos

    Escrito el 24 junio 2016 a las 10:55
  11. 11. luis dice:

    Hola Don Kendall, soy Luis(127). A mi también me ha parecido confuso el relato. Suscribo lo de los compañeros. Saludos

    Escrito el 25 junio 2016 a las 17:48
  12. 12. Don Kendall dice:

    Hola Lemo
    Eres muy amable y te agradezco el deseo de felicidad. Y es así omo comentas, el silencio en ocasiones rebota en las paredes hasta producir sordera ;-).
    Un abrazo

    Escrito el 25 junio 2016 a las 20:14
  13. 13. Don Kendall dice:

    Hola Luis
    Siento que el relato llegue confuso. Como comenté antes, este narrador en aparente segunda persona se presta a confundir lo que muestra. Como autor hubo momentos en que me echó atrás. A medida que lo leo e intento vislumbrar entre la bruma del silencio,me voy sintiendo más a gusto. Pero tienes razón en que resulta confuso en una primera aproximación. Habrá que seguir probando con este tipo de narrador tan escurridizo y titiritero.
    Gracias por tu atención. Un abrazo

    Escrito el 25 junio 2016 a las 20:28
  14. 14. Luis dice:

    Hola Don kendall, soy Luis (127) Gracias por tu opinión de mi relato y los matices del mismo. La mayoría me han servido. Por el momento, aun no estoy a vuestro nivel para corresponderos en desmenuzar los vuestros, ya que soy nuevo en el taller y en la escritura. Voy aprendiendo gracias a vosotros.
    Respecto a los dieciocho años lo puse por prudencia, pero creo que tienes razón y no era necesario.
    Por cierto, no se donde es más correcto responderte si en mi relato o el tuyo. De momento he optado por el tuyo.
    Saludos y buen verano, nos seguimos leyendo.

    Escrito el 26 junio 2016 a las 16:00
  15. 15. El Sr. Pimienta dice:

    Hola Don Kendall, en primer lugar gracias por pasarte por mi relato. Sí, lo sé, eso fue una semana atrás, pero ando muy liado este endemoniadamente caluroso mes de junio. Tu crítica me ha sido de gran ayuda, y el link al prólogo de Alberto Paredes, lo será. Le he hechado un ojo pero todavía no lo he leído entero. Pero estoy seguro que me servirá para pulir errores narrativos, así que gracias.

    En cuanto a tu texto, es la primera vez que leo un relato en segunda persona, y debo admitir que he tardado en sentirme cómodo haciéndolo. Sin embargo, no comparto que sea confuso, pues queda bastante claro quien es el narrador, o esa es mi impresión.

    Creo que esa voz es un fiel reflejo del viejo, y en muchas de sus palabras me lo recordaba.

    No me puede explayar más, pero ha sido divertido leerlo.

    Un saludo, y gracias otra vez compañero.

    Escrito el 29 junio 2016 a las 17:39
  16. 16. Don Kendall dice:

    Hola Sr Pimienta,
    No hay problema. Gracias por tu atención. Y ya sabes, si tienes interés en leer el libro , te lo “presto” 😉
    Un abrazo

    Escrito el 29 junio 2016 a las 23:09
  17. 17. Leonardo Ossa (Medellín - Antioquia) dice:

    Hola Don Kendall, tu texto y los comentarios de algunos compañeros ibéricos me permiten conocer a través de tu relato, un poco de la historia de esa “Guardia Civil” y su manera de actuar.
    Tu narración me resulta con mucha fluidez. Fue un placer venir a leerte. Hasta pronto.

    Escrito el 1 julio 2016 a las 00:53
  18. 18. Paola dice:

    Hola Don Kendall
    Tu relato es uno de esos que te gusta o no te gusta pero lo que está claro es que no pasa inadvertido tanto por el fondo como por la forma.

    En cuanto a la forma te diré que me ha gustado. Debe de ser difícil manejar esa segunda persona. Tengo que intentarlo, me ha picado el gusanillo:). Mi impresión es que este tipo de narrador no puede quedar al margen del relato, tiene que tomar posición, me explico: realmente el narrador está hablando con el personaje y lo puede hacer bien en plan de reproche o de acuerdo. Me gustaría saber si tú opinas así.

    En cuanto al fondo, yo no he tenido problema en entenderlo, nos das pinceladas de cada escena suficientes para poder navegar en ellas y visualizar al personaje. Es muy malo!!!:) Irrespetuoso, perverso y despreciable. El narrador, con su forma de presentarnos los hechos tiene parte de culpa de que le veamos así. Nos intenta decir que así ha sido siempre y siempre será. Es inútil intentar cambiarlo o endulzar la verdad de los hechos.

    Nos leemos Saludos

    Escrito el 1 julio 2016 a las 12:44
  19. 19. Don Kendall dice:

    Hola Leonardo,
    Solo puedo agradecerte el comentario amable y sobre todo el que me dés un detalle concreto sobre como te resultó la narración. El haber elegido este tipo de narrador , dio un giro a la historia que yo mismo no esperaba como autor.
    Un abrazo

    Escrito el 1 julio 2016 a las 19:32
  20. 20. Don Kendall dice:

    Hola Paola,
    Bienvenida de nuevo al Taller. Agradezco tu proximidad en lo que escribo. El narrador elegido, no necesariamente queda al margen del relato. Tan es así que posiblemente sea el personaje central : el anciano. En muchísimas ocasiones te habrás descubierto hablando de tí y de tus acciones en segunda persona, sobre todo cuando tienes miedo o prevención de descubrir cosas de tí, cuando tienes confusión, etc. ¿Te fijaste como los futbolistas en las entrevistas que les hacen casi siempre hablan de sí mismos en 2ª persona?. Alguien te recrimina porque haces algo no esperado y fácilmente sales disculpando a “te” en segunda persona. Ejemplo:

    Te preparas para tirar el penalty, y en ese momento piensas en todos los compañeros y en la afición. Miras al árbitro, miras a los fotógrafos y sabes que no puedes perder de vista al portero…

    Como ves a pesar de que hay muchos “pseudopersonajes” solo hay uno realmente,pero hablando en 2ª persona. Fue una de las cosas que me planteé como experimento, hacer un personaje solo, que fuese el anciano y me dio por experimentar con ese tipo de narrador 😉
    Lo que me extraña es que pueda parecer odioso un personaje que lo único que hace son ritos o actos compulsivos quizá, sin ninguna marca reprobable que se desprenda de la historia. En algún comentario he leído que se trata de un desprecio a su mujer en la tumba (¿?) ;-).
    En fin, gracias por tu atención Un abrazo

    Escrito el 1 julio 2016 a las 19:49
  21. 21. Isan dice:

    Hola Don Kendal:

    Bueno, aunque, como comentas, no estamos para echarnos flores, no puedo evitar tener envidia de esa capacidad que tienes para un relato como el que presentas. Lo mío es envidia, lo reconozco. Entrando en el análisis, me ha sorprendido y desconcertado al mismo tiempo. Tal vez un poco confuso para una lectura despistada, así que hay que releerlo. Dices que es lo que no dices y ahí está el mérito. Yo he sacado más de una conclusión, posiblemente todas erróneas o todas válidas, no sé. He visto una tumba, alguna muerte, una infidelidad y lo contrario, pero de lo que sí estoy seguro es de que has descrito magníficamente un periodo de postguerra con dos pinceladas. El episodio de la masturbación sobre la forma oblonga me ha encantado. La llave se me ha quedado colgando, preguntándome qué diablos abre.

    Felicidades. Como siempre no defraudas.

    Escrito el 28 julio 2016 a las 21:13

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