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Una atribulada secuencia de palabras tras la preposición - por Juan F. Valdivia

Web: https://juanfvaldivia.wordpress.com

El anciano encontró la llave en
en
La pluma alzó el vuelo convirtiendo el negro sobre blanco en un vacío descarnado. Durante un lapso de tiempo (eterno para él, inapreciable para el lector) el Escritor dudó.
El anciano encontró la llave en…
Los puntos suspensivos se convirtieron en un arrecife de tres colmillos afilados y amenazadores, la primera evidencia de derrota.
en…
Esta vez el Escritor obligó a la pluma a permanecer sobre el papel tras el tercer punto. Éste acabó alargándose. Lo carente de dimensión se convirtió en trazo unidimensional. La línea se prolongó hacia la derecha y de repente, sin que el Escritor lo deseara, se elevó dibujando una curva. Cuando la pendiente había ascendido superando el extremo superior de la ‘l’ de ‘llave’ el trazo empezó a retroceder, aunque sin dejar de elevarse. El Escritor dejó que la inspiración fluyese; ésta lo hizo en la forma de lo que parecía una enorme O.
El anciano encontró la llave en.._______O
Sin embargo, al llegar la pluma al punto en el que el trazo de la O debería cerrar el círculo, el sendero de tinta siguió avanzando. Adelante, arriba. Luego Atrás, sin dejar de ascender… y después retroceder, descender. Siempre buscando el corazón vacío del orificio, formando una espiral dextrógira. El trazo se adentraba hacia la nada dibujando un sendero enclaustrado entre paredes enjutas y apretadas.
El anciano encontró la llave en.._______ Y luego el símbolo de una de sus hijastras, Atenea.
El Escritor contempló la espiral desconcertado: seguía sin saber qué escribir. Pero, la pluma flotaba sobre el papel, ansiosa, desesperada.
en
Una secuencia estalló en la mente del Escritor. En, entre, hacia, hasta … Se obligó a detener aquel arranque infantil.
Hizo que la pluma apapelizara. Con pulso tan firme como falso repitió la frase:
El anciano encontró la llave en
Esta vez no hubo puntos suspensivos: tras la preposición la pluma volvió a repetir la anomalía curvilínea. Sin que el Escritor comprendiera porqué, el sendero de tinta volvió a ascender y descender, adelante y atrás. Surgió una espiral nueva, esta vez mucho más apretada. La pared (negra, húmeda y brillante) se retorcía sobre sí misma. El sendero así trazado era tan estrecho que apenas permitía el paso de un suspiro de esperanza.
Al llegar al centro de la espiral la pluma no se alzó, no regresó a la vacuidad de la mente del Escritor. Al contrario, regresó por donde había venido. Pero no, no por ese mismo camino sino por otro: tachando, anegando, anulando, aniquilando el sendero blanco. El blanco suspiro de esperanza quedó barrido por la oleada de tinta negra.
Un instante después el Escritor contemplaba el resultado, un perfecto y enorme agujero de oscuridad sobre el blanco del papel:
El anciano encontró la llave en●
El emblema de Atenea había acabado convertido en una vacuidad digna de… ¿de quién? El Escritor contempló la mancha y sus profundidades. Aguzó la vista. Sí, tal y como creía, en ella había algo más. Presencias. Al principio sólo intuyó al Padre de Todo, Caos. Poco después atisbó otros poderes revolviéndose en lo profundo del pozo: Nix con su hermano Érebo; jugueteando entre ellos, furtivo y malicioso, se adivinaba la presencia de Dolos.
La intromisión de aquellas entidades molestó al Escritor. ¿Qué se creían? ¿Que podían interferir en La Creación? ¿O acaso querían decirle algo?
Aquella idea le subyugó. Tenía que llegar al fondo de aquella intromisión.
¿Y si…? El Escritor lanzó un dardo de atención al Reloj Mayor. El orbe resplandecía sobre su torre allá lejos, en Efímera. Las agujas proclamaban que aún quedaba cuerda. Tenía tiempo, tanto para crear como para investigar.
Aquel maldito espejo de oscuridad. La tinta parecía no querer secarse. Su negrura de aguas bituminosas le llamaba desafiándole a sumergirse en ellas.
Se asomó al brocal y contempló su reflejo oscurecido. La imagen le hizo una mueca gritando aquello que su mente no verbalizaba: ¡sumérgete!
No lo dudó. Todavía quedaban horas hasta que la cuerda del Reloj Mayor se agotara. El Escritor se zambulló en la negrura.
en●
Buceó entre la tinta. Debía encontrar lo que seguía tras la preposición.
Varias entidades se materializaron a su alrededor. No las vio: las sintió. Tampoco necesitaba más. Los reconoció: el padre, los dos hijos y el nieto regresaban. El Escritor se limitó a sonreír, dejando que su cohorte de psicopompos le guiara hacia la continuación de la frase.
El anciano encontró la llave en

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19 comentarios

  1. 1. Luis Ponce dice:

    Hola Juan F.
    Me has dejado e s t u p e f a c t o!
    Es una obra maestra del surrealismo.
    Es un disfrute leerlo una y otra vez y no puedo opinar sobre la manera en que está escrito pues me dá la impresión de que si cambias una coma, todo se derrumba.
    Tienes una imaginación desbordante. Te felicito.
    Es lo mejor que he leído últimamente.
    Saludos.

    Escrito el 17 junio 2016 a las 23:51
  2. 2. Romina Eleonora Mc Cormack dice:

    Me encantó. Primero despertó la atención el título y luego el resto. Parece el resultado del verdadero proceso interno una vez que publicaron la frase. Felicitaciones.

    Escrito el 18 junio 2016 a las 14:31
  3. voy a preguntar varias cosas. ¿Por qué escribes escritor con mayúscula? y ¿por que usas tanto la cacofonía “escritor” muchas veces? volver a leerlo y despues seguire opinando.De verdad me cuesta entenderlo.

    Escrito el 20 junio 2016 a las 04:19
  4. Buenos días.

    De entrada pido perdón por este relato tan tramposo: como no se me ocurría nada a partir de la frase detonante creé ‘esto’ en torno a ella. Pero, como cualquiera se puede dar cuenta, en este texto la frase ‘El anciano encontró la llave en’ no aporta nada a la historia: podría haber usado cualquier otra que el resultado no hubiera cambiado.

    Y a día de hoy sigo sin haber sacado ninguna historia de esa frase inicial 😛

    Paso a contestar por partes a la gente.

    Luis Ponce:
    Gracias por tus palabras. Que al menos este churro sirva para sorprender a alguien. ¿Imaginación desbordante? No. Me limité a seguir un consejo que me dieron hace años: cuando no sepas qué escribir limítate a poner palabras y más palabras, que la pluma/boli/cursor no se pare nunca. Haciendo eso, y regresando sobre lo que de esa manera ha surgido, a veces uno se encuentra con cositas útiles como ésta.

    Romina Eleonora Mc Cormack:
    Te digo lo mismo que a Luis: gracias. El título, aparte de que tampoco se me ocurría nada 😛 (admito que me cuesta MUCHO encontrar títulos que me gusten para los relatos), también tiene algo de ‘lo pongo así para llamar la atención’. Lo que he comentado antes: se trata de un texto MUY tramposo.

    José Luis Troconis:
    Hola, vecino 🙂 El uso de la mayúscula en Escritor se debe a que es un personaje que ya he usado en otro cuento. En ese otro relato ya lo nombro así, El Escritor, porque se trata de un ente individual, una especie de demiurgo. Forma parte de mi universo personal de historias, La Voluntad. Ya he puesto aquí en Literautas varios otros relatos enmarcados en ese universo. De hecho El Escritor apareció por primera vez en un relato colgado aquí.
    A mi entender no me parece que haya usado mucho ‘Escritor’. La palabra aparece en el texto 14 veces, un 1’86%. Y teniendo en cuenta que es el único personaje importante (los otros sólo aparecen mentados) no se me hace excesivo. A lo sumo quizá se podría repensar quitar un ‘Escritor’ en el párrafo sexto (en él aparecen tres). Me lo plantearé, pero entre las tres frases con ‘Escritor’ como sujeto que hay en ese párrafo tengo otras tres sin él… ¿En serio llega a sonar mal, incluso cacofónico? Me preocupa.
    Como verás también hablo en mayúsculas del Reloj Mayor: otra creación mía poseedora de ‘entidad propia’. E incluso nombro a Efímera, una ciudad de ficción también de mi universo. Sé que para captar todos los detalles del cuento ayuda el conocer el Reloj Mayor, El Escritor y Efímera, pero creo (quiero pensar) que sin saberlo se capta la historia y se entiende que se trata de un ‘texto de bloqueo’. De igual manera me parece que el texto funciona sin saber mitología griega, sin conocer a Caos, Nix, Érebo, Dolos o Atenea. Aunque claro, sabiendo de qué van esas deidades el texto adquiere su significado pleno: están puestas adrede, con intención. Yo no tuve sitio (ni se me ocurrió, la verdad) para hacer como Cryssta y meter notas aclaratorias. Total, quien me conoce algo ya sabe que me gusta mucho jugar los conceptos, y que los suelo retorcer de tal manera que sus significados formen parte más o menos importante de la trama.

    Bueno, antes de decir adiós (y dejando de soltar rollos patateros) os pongo el enlace en el que hablo del origen de este cuento (y en que también comento su relación con ‘La cuenta atrás del relojero’ y con Efímera): https://juanfvaldivia.wordpress.com/2016/06/19/acerca-de-una-atribulada-secuencia-de-palabras-tras-la-preposicion/

    Un saludo.

    Escrito el 20 junio 2016 a las 08:19
  5. 5. Wolfdux dice:

    Gran relato Juan. No me parece tramposo, la premisa es que el relato empiece con la frase, pero no he leído por ningún lado que se deba continuar con ella. (véase mi relato, “peca” de lo mismo) La frase es el disparador para crear uno u otra historia.

    Mi máster en la Voluntad (jaja) me ha ayudado a identificar los personajes y lugares que aquí aparecen, así que no sé como será la lectura para los que se adentren en la Voluntad por primera vez. Pero sin lugar a dudas, no les dejará indiferentes.

    Un abrazo.

    PD: Voy de cabeza a leer el “Acerca de…”

    Escrito el 20 junio 2016 a las 09:33
  6. Sigo sin poder leerlo con fluidez, me llama la atención mucho lo experimental, lo nuevo,lo pseudo nuevo, pero tu relato no me lleva a ningún lado, y como diría Juan Bosch un cuento es un cuento cuando, no importando lo experimental, pasa algo fuera de lo cotidiano en ese mundo, además explicar lo que escribo y por que lo escribo es una tarea , además de inútil, absurda, porque imaginate si tengo que explicar todo lo que escribo, tendría que hacer una tesis de cada cuento o publicación, y, también encuentro mucha soberbia en tus opiniones, poca humildad, cosa que me molesta porque yo debo ser igual, no me encuentro a mi mismo, explicando mis cuadros, mis esculturas o mis escritos, las obras deben defenderse por si solas, sino, la razón de mi explicación anula mis trabajos,y es que las obras no están bien en nada, con respecto a EL Escritor como nombre propio de un personaje, solo me funciona como sujeto y nombre propio si le quito el El y lo dejo como nombre propio Escritor de otra forma confunde y queda como error ortográfico, y mas si no he leido mas nada de ti y no conozco tus personajes, como le pasaría a mucha gente, para mi, y eso no tendría que importar a nadie que no sea yo mismo, esto no es un cuento, es un texto, experimental que puedes ser sea interesante, pero no fácil de leer. No es cosa de ser polémico, sino hablar como tu lo dices con sinceridad!y gracias por tus criticas en mi relato, siento que son de las que me ayudan! gracias!

    Escrito el 20 junio 2016 a las 15:49
  7. 7. Marián dice:

    Hola Juan F.
    La lectura de tu relato me ha exigido mucha atención. Es un surrealismo verdadero. Me ha sorprendido, sin duda y también he pensado que “el anciano y su llave” es lo de menos. Lo leo varias veces y sigo encontrando sorpresas.
    A continuación voy a intentar descubrir “tu mundo” en el enlace que has dejado.
    Te felicito, sin duda.
    Saludos,

    Escrito el 20 junio 2016 a las 17:17
  8. 8. charola dice:

    Hola Juan F Valdivia!
    Jajaja El Escritor no puede avanzar después de la preposición en…, eso nos sucede cuando los pensamientos varios vienen, se van, otra vez vienen y no hay cómo seguir escribiendo. En fin salió publicado en Literautas tu relato porque cumpliste con el reto. Felicitaciones.
    Un saludo.
    Si puedes, me encantaría que leyeses mi relato, estoy en el 176.
    Disfruté mucho con el tuyo.

    Escrito el 20 junio 2016 a las 21:30
  9. 9. Eduardo Tapia dice:

    Hola Juan F.

    Tu relato me ha resultado muy exótico, en ese sentido me instaba a continuar leyendo, buscando que nuevos detalles y sorpresas me depararía.

    Yo también he sentido la tentación muchas veces de irme por las armas al preparar un taller, aunque evito hacerlo porque las palabras o frases o temáticas no implican es simplemente “incluye 32 caracteres en esta disposición exacta” (no pretendo decir que sea tu caso) es demostrar la capacidad para desarrollar un tema, en ese sentido entiendo que te parezca un poco trampa, como a mí.

    Este taller en concreto desde que lo leí me dio la impresión de que iba a ser compendio de relatos muy homogéneos en su mayoría, al obligarnos a que hubiera un anciano, una llave (probablemente algo que ser abierto) y si queremos cumplir el reto, era casi obligado que el anciano fuera el protagonista.

    Por otra parte, también he tenido la sensación de que hay demasiadas menciones al Escritor, nada menos que 14 veces en menos de mil palabras implica que lo estás lanzando 14 veces al primer plano de nuestra imaginación en menos de 5 minutos de lectura. Si no pretendías crear alguna especie de ritmo yo hubiera reducido su uso a la mitad. Que sea el único personaje no hace más que agravarlo, los nombres se citan para que el lector sepa quien realiza la acción, si solo hay una posibilidad, es más fácil usar pronombres o incluso omitir sujeto. Otra opción interesante es mencionarle mediante un atributo “el bloqueado, el destemplado”… que le dé cualidades, seguro que se te ocurre algo mejor. Lo que quiero decir es que con menos “Escritor” hay más protagonismo en lo que ocurre que en quien lo realiza.

    También, personalmente, yo hubiera sustituido el uso de dioses griegos por el del anciano que quiere darte esa clave perfecta pero no le entendías, incluso si no cumples el reto. Es lo que haces muy al final del todo, a modo de conclusión, pero hubiera quedado más cercano si empezaras a usarlo antes, creando un dialogo entre creador y creación, en vez del desfile de deidades en el agujero negro. Claro que si tu intención era zambullirte en el surrealismo como señalan otros comentarios, seguramente tu opción es mejor.

    Gracias por haberte pasado al 97 y dejar ese comentario tan trabajado.

    Escrito el 20 junio 2016 a las 21:36
  10. 10. José Torma dice:

    ¿Qué tal Juan?

    Tramposo o no, todo se vale, a muchos la premisa nos llevó a los últimos años o días de vida del anciano, a ti no, a ti te lanzó a crear una diatriba contigo mismo (Escritor) que es hilarante a veces y seria a otras. El ritmo trepidante y la razón de la sinrazón, no tienen por qué ser explicadas o justificadas.

    Lo disfrute.

    Saludos y felicidades.

    Escrito el 20 junio 2016 a las 23:40
  11. 11. Laura dice:

    Hola Juan.
    Me encantó tu relato a pesar de que no parece conducir a ninguna parte. A mí me transportó.
    El Escritor es un proto-dios antiguo? O una entidad anterior y creador de ellos? Lo digo por la aparición de Nix,Érebo, Caos, Atenea, todos griegos.
    Espero seguirte leyendo y disfrutando

    Escrito el 24 junio 2016 a las 10:27
  12. Hola Juan,

    Eres un fenómeno. No le quites importancia a lo que has hecho, el relato es pura poesía surrealista que ha salido de tu interior directa al papel. Puede que no lo valores porque otros relatos te habrán dado más trabajo, pero esto es arte puro que ha nacido de tu corazón y nunca NUNCA debes menospreciarlo.

    Voy a seguir ahora mismo el consejo que te dieron y ponerme a escribir sin sentido, creo que es una terapia muy necesaria.

    Y no cambies nada, no quites ningún Escritor ni un punto, ni una coma ni un nada de nada. Déjalo tal como está. Que le guste a quién quiera.

    No puedo decir nada más que BRAVO, enhorabuena.

    Es un placer leerte.

    Aina Pons Triay – Menorca, España
    ainaponstriay.wordpress.com
    Mi relato este mes: nº 49 – DESTINO https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-36/5891

    Escrito el 25 junio 2016 a las 09:35
  13. Me retracto de todo lo que dije y opiné, si usted es una maravilla, y no tiene nada que mejorar, lo felicito, crea en los halagos, y no me pare en nada de lo que yo dije. usted es según sus amigos y admiradores: UN GENIO! bravo! lo felicito. Un Fenómeno pues!!!! Que barbaro!

    Escrito el 27 junio 2016 a las 02:06
  14. 14. Cryssta dice:

    Hola Juan, gracias por pasarte por mi relato, con gusto te devuelvo la visitas.

    Tu relato me ha gustado por lo original aunque por esta vez paso de revisarlo a conciencia pues me resulta difícil concentrarme para hacerlo debido a la forma en la que está escrito y, puesto que no está entre los tres relatos siguientes a mío, prefiero pasar. Discúlpame.

    Solo una cosita que me ha llamado la atención “apapelizara” ¿es una palabra que te has inventado refiriéndose a que se posa en el papel?

    Escrito el 28 junio 2016 a las 11:59
  15. Buenos días.

    He estado fuera unos días, desconectado de manera literal del mundo. Cuando llego me encuentro con unos pocos comentarios más 🙂 Gracias a todos.

    Wolfdux: yo sigo pensando que es un texto tramposo. Pero dado que no se me ocurrió más… esto es lo que hay. Sabía que al usar términos y personajes de La Voluntad se iba a hacer difícil para más de un lector, pero ya contaba con ello. A quien le haya picado la curiosidad tiene el enlace a mi web para investigar y descubrir más. Quien no se haya sentido picado y se haya limitado a leerlo pues perfecto de igual manera. Gracias por tus palabras.

    Jose Luis Troconis: no sé, pero por tus palabras me da la impresión de que te lo has tomado a pecho o a nivel personal; si me equivoco en ese sentido lo siento. No te ha gustado el texto: esas cosas ocurren, por supuesto, y no tiene nada ni de malo ni de raro. Más aun cuando he usado un protagonista (El Escritor) y unos elementos (el Reloj Mayor, su cuerda, Efímera) que pertenecen a un universo de mi creación ya empezado en otros relatos. Tampoco hay que darle más vueltas: se trata de un cuento de fantasía que tiene mucho de escritura ‘automática’. No soy un genio sino un simple padre de familia que saca de vez cuando tiempo para escribir. Lo tengo claro, pero que muy claro, y no pretendo ir más allá. Siempre hago más caso a las críticas argumentadas (o las que me hacen pensar) que a los halagos. Un saludo. Espero que, si te animas, leas algo mío menos ‘raruno’ y que lo comentes dando tu opinión. Que sí, que tengo cosas menos extrañas, te lo juro 😉

    Marián: gracias por tus palabras. Me alegra que te haya gustado.

    Charola: a ver si ahora que he regresado le doy una mirada a tu cuento. Gracias.

    Eduardo Tapia: por más que lo intenté no logré encontrar otra inspiración más allá de esto. Y te juro que le di vueltas y vueltas. Pero a veces no sucede. Varios decís lo de la repetición de ‘El Escritor’. Como ya he comentado, le daré vueltas al asunto. Tomo nota de tus comentarios 🙂 La mención a esos dioses concretos viene por el carácter de ‘negrura’ del punto que se forma a partir de la espiral. La aparición en la historia de la espiral forma parte de eso que he dicho de escribir ‘a lo loco’. Una vez que vi que el elemento daba juego (con su creación y su posterior trasformación en punto negro) ya investigué y descubrí que es el símbolo de Atenea. Luego, una vez convertirda en ‘un pozo’ de oscuridad, vi la posibilidad de enlazar la trama con dioses griegos de ese elemento. No tuve apenas control en todo ese proceso: los detalles se iban encadenando solos (lo que implica que yo tengo muy poco mérito en la resolución final de este relato). Como ves, ‘el anciano’ seguía sin encajar. O yo sigo sin poderlo encajar: a lo mejor es culpa mía.

    José Torma y Laura: pues no, El Escritor no es un alter ego mío. Tal y como bien adivina Laura se trata de una especie de dios (aun no tengo claro si primigenio). En el cuento de ‘La cuenta atrás del relojero’ se habla de él, sobre todo en la versión larga de mi web. Como ya le comento a Eduardo Tapia, la elección de los dioses griegos fue circunstancial. Me alegra que os haya gustado.

    Aina Pons Tray: de fenómeno nada. Juntaletras aficionado y poco más. Respecto a ese consejo de escribir a lo loco: te prometo que cuando lo ‘aprendas a manejar’ te puedes llevar sorpresas muy gratas… y también con páginas y páginas que no van a ningún lado, oye 😛 Gracias por tus palabras.

    Cryssta: disculpada estás. Faltaría más 🙂 Lo de ‘apapelizara’ sí, es justo lo que dices. Ni aterrizar, ni amerizar, ni alunizar: ‘apaperizar’. La pluma tomando contacto con el papel para seguir escribiendo. Sé que no existe pero me da igual: al fin y al cabo El Escritor es un dios y puede hacer esas cosas con el lenguaje. Esas y muchas, como espero poder descubrir algún día 😉

    A ver si hoy o mañana saco tiempo para leer algún otro relato.

    Un saludo.

    Escrito el 30 junio 2016 a las 14:04
  16. 16. earendil dice:

    Hola, Juan F. Valdivia.
    Para serte sincera he venido a visitarte tras el acalorado debate que se montó a principios de mes con el tema del realismo y la ciencia-ficción y fantasía.
    Tu texto no me ha defraudado en absoluto y me ha encantado (también visité a los que defendían la otra postura)
    Como bien te han dicho, yo no cambiaría ni una coma, ni un punto, ni un El Escritor, ni nada de nada. Esto es así, o te gusta o no. Tampoco acabo de entender que haya quien se retracta de su primera opinión movido por los comentarios de los demás (a no ser que haya vuelto a leer el texto y haya encontrado el hilo conductor que perdió al principio)
    Desconocía por completo tus anteriores escritos y sus personajes, pero este texto se puede leer sin esa información. Por supuesto que me ha picado la curiosidad y voy a investigar un poquito en anteriores talleres.
    Tampoco entiendo por qué hay quien cuestiona este tipo de textos. Nada en el taller hace suponer de antemano que no sean válidos (de hecho ha sido publicado). Tampoco tiene que tener un final definido ni llegar a ningún propósito por obligación. Alguien, al principio de participar aquí, me dijo que se trataba de escribir escenas, no hacía falta explicar la historia de principio a fin, sobre todo, atendiendo a las 750 palabras que nos delimitan esta tarea.
    Me alegro mucho de haber pasado por aquí y disfrutar de tu relato.
    Si te apetece, el mío es el 171, por si quieres pasar y comentarlo, cosa que me agradaría sinceramente.
    Un saludo y feliz verano.

    Escrito el 30 junio 2016 a las 19:40
  17. Buenos días, Earendil.

    Nota: redacto este comentario sin leer los anteriores.

    Era, era, era… mucho era. Busca otros verbos: verás cómo gana en plasticidad el texto.

    Muchos ‘alcanzar’ juntos en el segundo párrafo.

    ‘aguantó hasta límites insospechados’. Ese insospechados me suena a tópico, a ‘escena dantesca’, a ‘futbol es futbol’ 😛 No me dice nada.

    Este relato me deja un sabor agridulce: la historia no está mal pero hay algo en ella, en su forma de avanzar, que hace que me salten las alarmas. Sobre todo una: la de ‘hay que mostrar, no contar’. Veo que con más palabras hubiera quedado algo mejor, mucho mejor. Pero las condenadas 750 tienen ese problema: a veces se quiere narrar demasiado y, en la necesidad de describir, se cae en el ‘contar’ en vez de dejarse llevar por el ‘mostrar’. La historia tiene potencial para mostrar, y para mostrar MUCHO, pero necesita de mucha más extensión. A mí quizá me supusiera ocho o nueve mil palabras narrar (mostrar) lo que aquí se perfila. Te animo a hacerlo, Earendil: olvida la limitación de palabras y muéstranos de forma visual esto que aquí has esbozado.

    Espero que no te tomes esto como una reseña negativa: este tipo de textos pseudo iniciáticos me encantan, pero al tratarse de un viaje interior para que funcionen bien deben lograr que el lector lo viva. Y eso requiere palabras, palabras y descripciones vívidas: lograrlo en tan pocas palabras resulta poco menos que imposible.

    Un saludo.

    Escrito el 1 julio 2016 a las 12:12
  18. 18. charola dice:

    Hola Juan!
    Acerca de mi Quincio, llegué a él por Pinochet, el dictador chileno, pues él se creía un Cincinato en la vida real. Mira lo que resultó!
    ¿Cómo le llegan a Williams los sobres de sus víctimas? Por correo, después él los coloca en la caja fuerte.
    Gracias por tu comentario en mi relato. Le puse tanta tijera para que tenga 750 palabras que quedó así. Además no se puede estar poniendo tanto, corre a cuenta del lector y la imaginación de este.
    Felices vacaciones. Nos leemos.

    Escrito el 1 julio 2016 a las 18:51
  19. 19. Isan dice:

    Hola Juan F.:

    Tu relato lo voy a considerar algo así como un homenaje a Martin Amis, naturalmente sin querer establecer comparaciones. Creo que se puede catalogar dentro de ese género literario que se dio en llamar Blivit, consistente en elaborar un texto con material de desecho del propio autor y que carece de lógica y coherencia. Así que lo más oportuno parece que es no analizarlo y dejarlo tal cual a la imaginación de quien lo lea.

    No es un estilo que me atraiga especialmente, pero nunca se puede decir de esta agua no beberé. Además es un magnífico recurso que te puede sacar de un apuro.

    Un saludo.

    Escrito el 9 agosto 2016 a las 16:18

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