Esta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las << Volver a la lista de textos
Olvidar. - por Anna Trejo M
Web: https://mobile.twitter.com/annamartzs
El anciano encontró la llave en el garaje, sin siquiera recordar una razón lógica de por qué se encontraba ahí. Maldijo con pesadez y en movimiento ralentizado
-de esos que la edad avanzada abriga característicamente- la tomó y continuó con sus deberes diarios, encendiendo el auto.
Durante el camino, su mente vagaba por varios rumbos, transformándose en ideas e imágenes tenues. Pero, sobre todo eso, recordaba las palabras de su esposa. Le había despertado con un cariñoso beso, preguntando dulcemente si podía ir por huevos, jamón y tomate. Sonrió al pensar en ella. Finalmente su cara se deformó en una mueca y reflejaba odio. La odiaba.
Abordó un sitio del estacionamiento de forma audaz. Entró al lugar y saludó a todo aquel que se encontrara; "Buenos días" respondían. Sin embargo, algo inundaba sus rostros cada vez que le miraban. Una mezcla de sentimientos. ¿Terror? No mucho. ¿Lástima? Posiblemente.
Colocó los alimentos sobre la barra dispuesto a pagar. La cajera -que, por estimación, tendría unos veinticinco años- le miró con aire triste y preocupado, entregando la bolsa a las manos temblorosas e inquietas. "Qué raro" pensó.
De regreso ya no formuló más preguntas ni ideas y se limitó a escuchar la radio.
"Ya llegué cielo"
No esperó respuesta.
Dejó los alimentos en la mesa, junto a los otros iguales, pulcramente acomodados que yacían en un estado de descomposición severa.
Se propuso acompañar a su esposa, tomando entre sus brazos el cuerpo inerte y acariciando con delicadeza la cabeza repleta de múltiples heridas punzantes. Le parecía relajante tocar las cuencas vacías donde un día habitaron ojos y esos labios deformados en una sonrisa demacrada. "¡Te había extrañado tanto!" Dijo y besó una de sus pálidas mejillas.
Colocó la llave en el garaje y se fue a dormir en la plenitud de un atardecer sombrío.
Hola de nuevo Anna Trejo M.
Gracias por pasarte por mi relato y por tus comentarios. Paso a comentar el tuyo y tratar de aportarte lo que buenamente pueda.
Primero te he de decir que este relato me gustó mucho más que el anterior. La historia de tu anciano está muy bien escrita a mi parecer. Me gusta mucho especialmente alguna frase:
” Maldijo con pesadez y en movimiento ralentizado
-de esos que la edad avanzada abriga característicamente- la tomó…”
En conjunto creo que es una buena historia. En pocas palabras nos plantas a un anciano en su quehacer diario, una rutina, pero enseguida vemos que algo extraño ocurre. Creas la intriga. Quizás la mayor pega que le veo es que quedan cosas sin explicar. En mi caso, principalmente, me quedé con las ganas de saber qué es lo que la gente percibía en él. ¿Porqué sentían terror o pena ante su presencia? ¿O tal vez sólo era la percepción del anciano? Quizás yo no supe verlo, en todo caso me planteaste una intriga que se quedó para mi sin respuesta y eso supone un lastre al acabar el relato.
También me chocó un poco este párrafo:
“Le había despertado con un cariñoso beso, preguntando dulcemente si podía ir por huevos, jamón y tomate. Sonrió al pensar en ella. Finalmente su cara se deformó en una mueca y reflejaba odio. La odiaba.”
El cambio tan brusco denota que el anciano está trastornado y al final se descubre que de hecho es así, pero, no sé, quizás es demasiado “fuerte” para los inicios de la historia. Bueno, es mi sensación.
Un apunte concreto. En esta frase:
” Dejó los alimentos en la mesa, junto a los otros iguales,…”, quizás quitaría ese “los” delante de otros.
Por lo demás, tan sólo felicitarte por el trabajo y espero poder seguir leyéndote en futuras escenas.
Edu,
Hola, Anna:
Menudo relato. Al principio parecía una historia de amor entre un matrimonio mayor. Pero eso de que la odiaba me ha descolocado y no entendía la reacción de los vecinos. De repente el relato se ha vuelto oscuro y macabro y todo ha cobrado sentido.
Enhorabuena, has conseguido sorprender al lector.
Solo un apunte: la segunda frase me ha parecido un poco forzada.
Un saludo.
Edu:
Agradezco tu opinión.
La finalidad de los párrafos que incluían fragmentos confusos como los que mencionas, eran más un recurso utilizado para crear la atmósfera trastornada del personaje.
Nadie en sí le miraba con terror o tristeza, pero así lo percibía, y ese es el trasfondo.
Personalmente no me gusta poner las cuestiones tan literales, sino dar pistas vagas, luego más fuertes hasta que llega al clímax y desenlace.
Nos leemos.
Yolanda:
Muchas gracias por tu opinión, me alegra que te haya interesado.
Tomaré en cuenta tu aportación.
Nos leemos.
Hola Anna. Has creado un relato de intriga. Primero nos haces ver a un anciano olvidadizo y luego nos cambias el chip, mostrándonos a alguien mal de la cabeza. Francamente me ha gustado. Un saludo. Si quieres comentar algo eztoy en el 188
Ophelie:
Agradezco tu opinión, me alegra que lo hayas disfrutado.
Con mucho gusto me paso.
Hola Anna.
Primero gracias por los comentarios a mi relato. Me ha gustado el tuyo. Al contrario de Edu ese “… la odiaba” fué lo que me generó la intriga y me animó a seguir leyendo. Son interesantes esos sentimientos enfrentados.
Al parecer utilizas un narrador omnisciente (ya que incluso sabe que piensa la cajera). En caso de utilizar este tipo de narrador, no tiene cabida la frase “…La cajera -que, por estimación, tendría unos veinticinco años- le miró…” Ya que si el narrador es omnisciente no hay estimación: Sabe perfectamente cuantos años tiene. Se podría cambiar por algo del tipo “…La cajera -que, en opinión del anciano, tendría unos veinticinco años- le miró…”
A nivel mas formal, decirte que los comentarios se tienen que poner entre guiones largos “—” y no cortos “-“. Te dejo un articulo de la wiki donde explica el uso.
https://es.wikipedia.org/wiki/Raya_(puntuaci%C3%B3n)
Encuentro a faltar el jugar un poco con la atmosfera ya que tenías espacio para hacerlo. Podrías haber reforzado la sensación de muerte, o por el contrario, reforzar la sensación de vida para que contraste con el final.
Seguimos.
Hola Anna:
La transición de anciano amoroso a loco perdido sorprende al lector.
La historia da para más, te recomiendo usar todas las palabras disponibles, sin cambiar la esencia del relato, le darías consistencia.
Nos seguimos leyendo, estoy en el 67.