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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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El Guardián - por Edu SC

El anciano encontró la llave en…

¿No pensaríais que os lo iba a revelar de buenas a primeras, verdad? Atended: esta historia llegará a su fin justo en ese momento, el del encuentro, o más bien, reencuentro. Así pues, empecemos por el principio. Conozcamos al anciano, a la llave y el vínculo que les une.

El anciano, cómo os podréis imaginar, no siempre fue un hombre de edad muy, pero que muy avanzada. Y, por supuesto, tuvo un nombre. Pero nadie lo recordaba ya, ni tan siquiera él. Todo su pasado se perdió en el momento de recibir el pomposo título de «El Guardián de la Llave».

Para conseguir este gran honor habían de cumplirse dos requisitos. El primero consistía en llevar una vida dedicada al conocimiento, a la rectitud y, sobre todo, al servicio de Dios. El segundo, que el anterior Guardián estirara la pata.

Cuando esto ocurrió por aquel entonces, un consejo de venerables se reunió y lo nombró a él, nuestro anciano, el más sabio y honrado, el más devoto de entre los hombres. El elegido, dejando todo atrás, ascendió a una montaña cercana, sobre la que se alzaba una torre cuya cúspide se perdía entre las nubes. Una vez allí, cerró los grandes portones, aislándose así del resto del mundo, para llevar una vida de ermitaño, destinado a custodiar la llave hasta el final de sus días.

Abandonemos ahora un instante al anciano y centrémonos en la llave. Estaba hecha de hierro, tenía un tamaño considerable y pesaba. Nada especial. Lo importante era lo que tan sólo ella podía abrir. Se trataba de un cofre escondido en las catacumbas del palacio real. Contenía, era de suponer, el acceso al Paraíso. Y estaba escrito: llegado el día, cuando el cielo se tiñese de rojo y naciera la niña elegida, el cofre sería abierto.

Pudiera pensarse que el anciano estaba satisfecho ante semejante honor, pero nada más alejado de la realidad. Odiaba su reclusión. Unas copitas de vino acompañando un abundante asado, un buen copón de licor espirituoso en una mano, frente a un agradable fuego, con el seno generoso de una mujer en la otra. ¡Cuánto había disfrutado en la intimidad de los placeres de la vida! ¡Cuánto los encontraba a faltar!

De manera que, poquito a poco y disfrazado, el anciano fue realizando viajes a la ciudad. Allí se mezclaba con el gentío, cantaba en las tabernas, bailaba con los demás en las fiestas de la cosecha. En fin, se emborrachaba como un campeón y luego, haciendo eses por el camino, volvía arrepentido a su vida de eremita.

¿Y que ocurría con la llave, os preguntaréis, durante estas escapadas? La llevaba consigo. No parecía algo muy inteligente, está claro, pero al anciano le horrorizaba la idea de separarse de ella.

Al final, ocurrió lo inevitable. Una tarde de juerga, mientras emprendía el regreso, unos bandoleros se cruzaron en su camino. Cómo logró escapar, es una historia digna de contarse en otro momento. Al anochecer, el anciano llegó al torreón magullado, aterrorizado y absolutamente ebrio. Imaginando a los bandoleros irrumpiendo por la puerta, corrió frenético, buscando un lugar seguro donde esconder la llave, sin encontrarlo. Pese a la altura de la torre, habitaba una única estancia. Austera, no existían rincones ni escondrijos propicios. Desesperado, se asomó a la ventana y contempló la luna. Una idea loca prendió entonces en su cerebro. Poco después, satisfecho, se fue a dormir. Nadie la encontraría, jamás.

Al cabo de dos días, la resaca aún martilleando en su cabeza, el anciano abrió la puerta a un mensajero real. Éste señaló al cielo ensangrentado e hizo notar al arrugado hombrecillo el lejano tañer de las campanas. En la gran ciudad había nacido una niña, sin duda la elegida. Al día siguiente, el mismísimo rey vendría a recoger la llave. ¡Alabado sea Dios!

La preocupación del anciano se tornó entonces en terror, pues la llave, cómo explicarlo, no aparecía por ningún lado. El recuerdo de aquella noche se encontraba oculto en algún lugar de su cabeza, tras una bruma etílica.

En su defensa, hemos de decir que la buscó hasta el final. Sólo cuando escuchó caer los portones, los pasos apresurados subiendo el torreón, los gritos de los guardias llamándole, sólo entonces supo que todo había terminado. El anciano se arrojó al vacío.

Por una fracción de segundo, mientras iniciaba la larga caída, pudo ver un gancho clavado en el muro exterior del torreón, bajo la ventana. Colgando de ese gancho, estaba la llave.

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22 comentarios

  1. 1. Cryssta dice:

    Edu, tu relato me ha atrapado desde el principio, tanto que no me he fijado en si tenía fallos o no, así que te felicito y como no está entre los tres que tengo que comentar le dejo a otros compañeros que busquen lo que haya que mejorar.

    Ya sabes que me gusta cómo escribes, espero que el verano te traiga muchas experiencias positivas y regreses a Literautas cargado de buenos relatos que regalarnos.

    Un abrazo. Feliz verano.

    Escrito el 17 junio 2016 a las 19:34
  2. 2. Melisa dice:

    Edu, ¡qué gran contador de historias!

    El relato se disfruta de principio a fin, fluye con total naturalidad, está bien escrito… ¿qué más? ¡Gracias! Es un placer leerte. 😉

    ¡Hasta la próxima!

    Escrito el 17 junio 2016 a las 23:05
  3. 3. Anna Trejo M dice:

    Edu:
    Tu relato me ha parecido interesante, muy relajado y llevadero.

    Continúa así, que lo haces de maravilla.

    Nos leemos.

    Escrito el 18 junio 2016 a las 04:10
  4. 4. María Kersimon dice:

    Buenos días, Edu,
    Un placer leerte y debo decir que no me he aburrido un sólo segundo. te liberaste con pericia del condicionamiento de seguir la primera frase y fuiste a la tuya (¡Ole!). Luego pensé, oh,ahora viene un tostón místico aburrido, ya que ¿ Qué puede hacer un anciano solitario en una torre que llame la atención?, y me preparé para soportarlo. De repente me giraste la historia y conduces al anciano por los caminos de la vida mundana y los placeres, sorprendiéndome y desmintiendo las expectativas que me había hecho. Me sentí agradablemente “engañada” y me reí imaginando al elegido “pervertido” dando al traste con la mojigatería y la espiritualidad ñoña que a veces pueblan estos relatos (lo que al principio temí encontrar).
    Utilizas bien los recursos adivinatorios, como el nacimiento de la niña, el cielo rojo, etc. para tus fines literarios, es decir de manera instrumental. Admiro tu habilidad para deshacerte de las limitaciones engorrosas. Dominas la situación en todo momento, por ejemplo cuando decretas que no vas a contar cómo escapó el anciano de los bandoleros porque el episodio es digno de otro relato, y vas a lo tuyo, a lo que quieres decir. Una buena elipsis por cierto.
    Esto es lo que me llama la atención en tu forma de escribir: el dominio y el control sobre el curso de la historia. Vas donde quieres ir. No te dejas arrastrar.
    Juegas con el contraste: cuanto más perfecto y más santo describes al personaje al inicio, más jocosa y pintoresca nos resulta la situación al final. Lo subes muy alto para dejarlo caer con todo su peso (desde lo alto de la torre, es el caso).
    Vas tejiendo la intriga y manteniéndola hasta el final, con un desenlace irónico en la última frase, que deja al lector atónito.
    El narrador (omnisciente) aparece cercano sin embargo, ya que se dirige a los lectores en segunda persona del plural (os preguntareis).
    Tratas el tiempo de forma lineal pero deconstruyes las piezas del relato —el anciano, la llave— para reunirlas de nuevo.
    La estructura: Parece que los cinco primeros párrafos constituyen la introducción. Luego vienen 4 párrafos describiendo la vida disoluta del anciano y sus cuitas, y ,por fin, 3 para el desenlace con un frase final lapidaria. Me parece bastante equilibrado. Quizás el comienzo hubiese podido reducirse un poco pero la puesta en escena está bien. Suprimiría la expresión “estirar la pata” del fragmento inicial ya que toda esta parte es dedicada a construir una ambientación mística y quitaría también la palabra “pomposo”.
    En resumen: un relato llevado con dominio, independencia y control, divertido, que mantiene el interés del lector, con un desenlace sorprendente. Me lo he pasad bien leyéndolo. ¡Enhorabuena!

    Escrito el 18 junio 2016 a las 10:47
  5. 5. Robles dice:

    Le salió bastante cara la juerga al pobre hombre! jeje. Un ingenioso y divertido relato Edu. Mi relato es el 27, por si te animas. Un saludo.

    Escrito el 18 junio 2016 a las 18:56
  6. 6. Jvelezalarcon dice:

    Hola Edu,
    Me ha gustado mucho tu relato, bastante claro y con un final bastante trágico para mí, pero es una lectura ligera y rápida que me ha gustado modo bastante.
    Soy nueva en esto y me gustaría que me leyeras t me dieras tus opiniones, estoy en el 88.

    Feliz día!

    Escrito el 18 junio 2016 a las 19:34
  7. 7. Robles dice:

    Gracias por el comentario y por esos consejos citados en él Edu!. Me alegra de que te haya gustado el relato. Tomaré nota para mejorar e aplicar en los próximos. La idea del texto es que haya una libre interpretación de él, así es mucho intrigante jeje. Un saludo.

    Escrito el 19 junio 2016 a las 01:58
  8. Hola Edu,

    En primer lugar, enhorabuena por tu relato. Me ha gustado mucho y lo he leído del tirón, sin encontrar fallos. No obstante, estás entre los tres que me toca analizar, así que en lugar de irme tan tranquila y con muy buen sabor de boca, me toca analizarte. No obstante, he de decir que no he encontrado fallos, así que voy a dedicarme a analizar los puntos que destacaría.

    El principio me ha parecido chocante, como que te saltabas “a la torera” la premisa de este mes, pero lo has llevado muy bien. De hecho, durante todo el relato me he sentido como en una de esas películas en als que una voz en off va narrando la historia. Es un buen recurso para mantener el control absoluto.

    Además, manejas un lenguaje cotidiano desde el principio que acerca el narrador a nosotros, los lectores, lo que deja entrever que por mucho Guardián y mucha reculsión, ahí habrá algo con chispa. Bien hecho 🙂

    El contraste de que el anciano fuera “el más sabio y honrado, el más devoto de etre los hombres” y a la vez que hubiera disfrutado (y siguiera disfrutando tanto) de los placeres de la vida también funciona muy bien.

    Muy bien esquivado el hecho de tener que explicar como los bandoleros le atacaron.

    El final me encanta y cómo lo enganchas ya desde el principio demuestra que eres un gran escritor, al menos, de relatos cortos.

    Por poner una pega, pues la verdad es que es un gran relato, lo único que he encontrado que, a mi parecer, despista de forma algo innecesaria, es el hecho de que cuando se asoma a la ventana contemple la luna. Puede que sea yo, pero mi cabeza le ha dado importancia a la luna cuando realmente no la tiene.

    Pero es una chorrada, así que, mi más sincera enhorabuena y felicidades por tan buen relato.

    Espero seguir leyéndote.

    Aina Pons Triay
    ainaponstriay.wordpress.com
    Mi relato este mes: nº 49 – DESTINO https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-36/5891

    Escrito el 19 junio 2016 a las 10:41
  9. 9. El Graffo dice:

    Hola Edu SC,

    El relato está muy bien en ritmo y tono, no pierdes ese tono jocoso hasta para obviar los detalles. También vale la pena destacar la narración en segunda persona, muy escasa en muchos relatos. En suma, la forma está genial.

    Como único punto en contra, está la falta de fondo. Es algo que me cuesta criticarte porque incluso el relator obvia los detalles a propósito, pero creo que habría salido mejor omitiendo el asalto y utilizando esas palabras para justificar mejor el salto final.

    Me gustó más este que el anterior y, viendo los comentarios que te hicieron esa vez, veo que has mejora bastante en la técnica y los detalles.

    ¡Gracias por comentar mi relato! ¡Saludos!

    Escrito el 20 junio 2016 a las 03:29
  10. ¡Hola Edu! Creo que nunca había leído un relato tuyo y me arrepiento mucho de no haberlo hecho. Eres un escritor con mucha cara que manejas el reto a tu antojo, cosa que admiro y envidio. Nada más comprobar tu ingenio ya veía yo que la historia iba a ser como poco peculiar. HAces corta y amena la lectura acercándola al lector dirigiéndote directamente a él como si le contases la historia, un cuento en definitiva.

    En cuanto a la forma veo un par de detallitos:
    *Segundo párrafo: hay que poner “como” y no “cómo” al no ser una pregunta ni directa ni indirecta.
    *Quinto párrafo: “sólo” se escribe sin tilde, la RAE ya no lo acepta, aunque esté generalmente extendido.
    *Noveno párrafo: suprimiría la coma tras “escapar”.
    Adoro la expresión “bruma etílica”, creo que te ha quedado muy poética.

    En cuanto al contenido, ¡qué más puedo decir! Que olé, olé y olé, porque lo has bordado haciendo una historia original, divertida y que engancha.

    No creo que se pueda hacer mejor, besos y nos seguimos leyendo!!!

    Escrito el 20 junio 2016 a las 18:35
  11. 11. luis dice:

    Hola Edu, soy Luis(127). Veo que sigues en tu línea de sorprender. Te has salido de lo clásico, muy bien. Empezar dándole un punto de intriga al lector me parece genial, y además ese toque de fantasía lo borda. Felicidades por tu ingenio.

    Escrito el 20 junio 2016 a las 19:28
  12. 12. Edu SC dice:

    Muchísimas gracias a todos por leer el relato y dejar vuestras impresiones. He devuelto todas las visitas y en todo este ir y venir, leer comentarios de compañeros y elaborar los propios se aprende mucho.

    María Kersimon, estoy de acuerdo con lo de la expresión de “estirar la pata”. La verdad es que yo también la veía algo fuera de lugar, pero acabé dejándola. Me concentré mucho en rehacer el centro y final de la historia, cambiando párrafos enteros y la parte inicial la dejé casi como al principio.

    Lo de la luna a mí tampoco me convencía demasiado, Aina, pero necesitaba algo para apoyar esa referencia a la ventana. Me doy cuenta de que tienes razón y puede originar un despiste.

    El Graffo: agradezco mucho tu comentario. Es el mismo que me hizo mi mujer. Ella se quedó bastante fría con el final, no acaba de ver del todo la justificación del salto. Eso fue en un borrador inicial, después lo trabajé tratando de reforzar la idea de desesperación del anciano ante la pérdida de la llave, por el sacrilegio que implicaba. Mi mujer, igual, seguía sin convencerle mucho. Veo que a ti te ha pasado lo mismo, o sea que esta claro que algo ha fallado aquí.

    Escritores, muchas gracias por tus apreciaciones. Lo del “como” me di cuenta después de enviarlo, en una re-lectura. Lo del “sólo”, me dejas muy sorprendido, no tenía ni idea y me lo voy a mirar, por supuesto.

    Gracias en general a todos por vuestros comentarios tan amables.

    Edu,

    Escrito el 20 junio 2016 a las 23:29
  13. 13. Fonta dice:

    me fascino, me quede sorprendido, esperaba otra cosa, la verdad que consejos no sabría darte porque recién estoy aprendiendo pocas cosas que ofrece la pagina, soy nuevo en literautas, me servirían mucho los consejos que me pudieran dar, ya que la idea es mejorar mi escritura, así que si queres pasar por el mio (nro 125), un abrazo.

    Escrito el 21 junio 2016 a las 06:10
  14. 14. Laura dice:

    Hola Edu.
    Maravilloso relato donde me llamó un poco a despiste que haya sido elegido el requisito de la rectitud y ni siquiera le interesase ser el guardián, pero las personalidades son muy complejas y evidentemente los otros candidatos no reunían condiciones, o estaban menos interesados en ser los custodios de la llave. No importa.
    Un gran relato con un personaje totalmente humano, y un tono que no decae en ningún momento. Felicitaciones

    Escrito el 21 junio 2016 a las 10:11
  15. 15. Shira M. Collins dice:

    Hola,
    El principio es genial, te engancha desde el principio. Ha sido genial leerte,solo un pero “se emborrachaba como un campeón”, me ha chirriado y he parado. Y el final muy bueno.

    Saludos.

    Escrito el 21 junio 2016 a las 16:04
  16. 16. Albión dice:

    Hola, Edu:
    He de decirte que me parece que escribes muy bien. Tu relato me ha mantenido enganchada todo el tiempo. Me encanta la forma en la que te has deshecho de la frase inicial, para empezar a contar la historia siguiendo tu propio camino. Tienes total control y conduces al lector en todo momento por donde quieres llevarle.
    El relato está escrito como mucho ingenio y contiene muchos toques de humor, haciendo que el lector no se aburra.
    El final me ha hecho sentirme un poco contrariada, ya que por un lado, pensaba que el anciano estaba desesperado por no encontrar la llave y no saber cómo reaccionarían los guardias al enterarse de eso. Y esa torre sólo tenía una única estancia, por lo que no podía esconderse pero, aún así, ¿por qué no se enfrentó a los guardias y les explicó la situación? Y si después de explicársela le mataban, al menos había tenido una oportunidad de poder
    salvarse, ya que si se hubiera tirado al vacío hubiera muerto de seguro.
    ¡Escribes genial!
    Un saludo,
    Albión

    Escrito el 22 junio 2016 a las 09:42
  17. 17. Isolina R dice:

    Hola, Edu SC:

    No sé si conoces un microrrelato de García Márquez que a veces se incluye en antologías de micros. Un suicida se tira por la ventana porque está harto de la vida, en la bajada va viendo por las ventanas de los distintos pisos a las personas que hay dentro y concluye que la vida merecía la pena. Que la conclusión la saque poco antes de reventar contra el suelo es algo brutal.

    Que el guardián de tu texto se tire por la ventana y justo cuando la cosa ya no tiene remedio descubra la llave es igual de brutal.

    Tanto la idea del micro de García Márquez como la tuya me parecen una genialidad.

    Ahora vamos con las pegas que le pongo al desarrollo de tu idea.

    Has elegido un narrador cachondo. Se dirige varias veces a los lectores, frivoliza sobre la historia que les va a contar, los lleva por donde quiere, se hace el simpático con expresiones muy coloquiales (“estirar la pata”, “pomposo título”, “se emborrachaba como un campeón”, “un buen copón de licor espirituoso”…) y todo para al final pegarles un hachazo como una catedral sobre la brutalidad de la vida. El anciano se tira por la ventana y ve la llave colgada cuando empieza a caer. Al final resultó que el narrador no era un cachondo, era un hijo de su madre porque ha sido capaz de frivolizar todo el tiempo sobre algo tan bestia. ¿Qué es lo que ha fallado? Si quieres mantener ese narrador cachondo, con sentido del humor, dale también una nota de humor negro al final. Pon una expresión del tipo de “estirar la pata” tras el salto al vacío, cuando acaba de ver la maldita llave.

    Me gusta Roland Topor. No sé si has leído algo de él. Lo cierto es que no todo el mundo puede soportar el humor de ese escritor porque puede frivolizar, por ejemplo, sobre canibalismo o sobre cualquier tema “socialmente” incorrecto. Te cuento esto para que veas que no me hago “la estrecha” ante el humor más bestia y que puede hacerme gracia hasta que un personaje de un cuento de Topor se coma su propia pierna a escondidas de sus compañeros cuando los tres se están muriendo de hambre en la montaña.

    Creo que en tu historia falla el cambio de tono. O eliges todo el tiempo la seriedad para hablar de un asunto serio (la tragedia y el sinsentido de la vida porque justo antes de morir el anciano ve la llave y ya no tiene remedio) o eliges el humor macabro y lo llevas hasta el final, tipo Topor.

    Tu narrador ha logrado que el lector siga leyendo, le ha divertido con su campechanía, lo ha atrapado con su gracia. Pero al terminar de leer el relato, tu narrador a mí me ha recordado al que se hace el gracioso contando un chiste algo largo y al final el receptor descubre que en realidad tal chiste no tenía gracia alguna.

    Creo que eres un narrador nato y que el humor se te da bien (no como a mí, que no acabo de pillarle el punto), pero debes aprender a calibrar adónde te interesa llevar al lector, si a que se ría de todo, incluso de lo más duro, o a que reflexione sobre la tragedia de que es posible que encuentre la llave cuando se haya tirado por la ventana.

    Dos sugerencias para que elijas una de ellas:

    Primera: aprovecha la idea tan maravillosa que has tenido, quítale todo el diálogo con los lectores y todas las expresiones coloquiales y haz un texto “serio”.

    Segunda: mantén todas las expresiones coloquiales, incluso añade alguna más, mantén todos los diálogos con los lectores y ponle al texto un final acorde con todo eso, sin cortarte un pelín en la frivolización de la brutalidad de la vida.

    En: “Conozcamos al anciano, a la llave y el vínculo que les une”, debería ser: “Conozcamos al anciano, la llave y el vínculo que los unió”.

    “encontraba a faltar” debería ser “echaba en falta” o “echaba de menos”.

    En: “¿Y que ocurría con la llave, os preguntaréis, durante estas escapadas? , debe ser “qué”.

    En: “Cómo logró escapar, es una historia”, sobra la coma.

    Has usado demasiados gerundios para mi gusto. También has repetido, muchas veces innecesariamente, “el anciano”. La palabra “llave” podrías quitarla alguna vez.

    Nos seguimos leyendo tras las vacaciones.

    Espero que mis sugerencias te sirvan.

    Saludos.

    Escrito el 22 junio 2016 a las 20:59
  18. 18. earendil dice:

    Hola Edu.
    Leí tu relato hace algunos días y por falta de tiempo no me había pasado a comentar. Lástima, pues ya te han dicho todo lo que me había sugerido tu historia, así que poco más añadiré.
    Tu historia engancha, se lee de un tirón por la originalidad de la trama, porque está bien estructurada y bien escrita (salvo algunas “cosillas” que ya te han apuntado los expertos).
    El tono jocoso y familiar del narrador atrapa al lector y lo arrastra hasta el final. Tal vez, como bien te ha apuntado Isolina R., el final es un poco brusco. Yo no diría en el desenlace en sí, en el suicidio, pues es el final que tu has creado y a mí, particularmente me gusta, si no en la forma de contarlo. Está claro que las 750 palabras encorsetan mucho y, tal vez, ya no te quedaban demasiadas para darle esa pequeña nota de humor que redondeara el final.
    Me ha encantado pasar por aquí y disfrutar de tu trabajo, y muchas gracias por visitar el mío y comentar.
    Un saludo.

    Escrito el 22 junio 2016 a las 22:12
  19. 19. Luis dice:

    Hola Edu SC, soy Luis (127) Gracias por la corrección tan extensa de mi relato. La mayoría me han servido. Ahora que no dependo del cupo de palabras podré dejarlo mas claro. Por el momento, aun no estoy a vuestro nivel para corresponderos en desmenuzar a fondo vuestros relatos, pero con el tiempo aprenderé. Eso si tienen mejora, claro. Lo hacéis muy bien.
    Respecto al PERO, tengo entendido que el PERO debe de seguir a la coma. Empezar PERO desde punto me parece que no es correcto. De todas formas no estoy muy seguro. Lo averiguaré. Respecto a “lucubración” o “elecubracion” son correctas las dos expresiones.

    Por cierto, como aun soy nuevo en el taller no se donde es más correcto responderte si en mi relato o el tuyo. De momento he optado por el tuyo.

    Saludos y buen verano, nos seguimos leyendo.

    Escrito el 26 junio 2016 a las 15:57
  20. 20. Edu SC dice:

    Hola, muchas gracias a cada uno de vosotros por vuestras aportaciones. Las tengo todas en cuenta.

    Albión, tú y El Graffo coincidís en que el final no queda suficientemente justificado, así que está claro que algo falta ahí. Pretendía que quedara claro que el sacrilegio que había cometido no le dejaba otra vía que el suicidio.

    Gracias Isolina por tu análisis tan profundo. Mi idea en el relato era que predominara el humor y la ironía. El final es muy escueto, pero pretendía tener un tono de humor tirando a negro. Veo que me he quedado corto y tomo muy en cuenta tus valiosos consejos.

    Gracias Fonta, Laura, Shira, Earendil.

    Buen verano a todos!

    Escrito el 27 junio 2016 a las 21:41
  21. 21. Demetrio Vert dice:

    Hola Edu SC. Tal y como dije ya estoy aquí.

    Primero darte las gracias por leer y comentar mi relato.

    En cuanto al tuyo me ha parecido genial. Engancha desde el principio. Personalmente me parecía estr leyendo un cuento de las mil y una noches (con apreciaciones directas al lector, eso sí).

    Veo una estructura perfecta. Presentación, nudo y desenlace. Y un buen conflicto. Evidentemente escapar de los soldados o suicidarse.

    Un tono divertido, entre la risa absoluta y la solemne seriedad. Me ha gustado.

    Te han comentado algunas cositas sobre el contenido, pero nadie te ha dicho que no ha entendido el cuento. Por lo tanto es cuestión de estilo. El tuyo es ese.

    De ortografía, grámatica y sintaxis ya te han dicho las “erratas”. Yo no entro por ahí, porque lo compis lo hacen siempre y mucho mejor. Eso siempre se puede revisar. Yo le doy importancia a la estructura y a la voz narrativa. Y al conflicto, sin el cual, no hay historia.

    Lo dicho, muy bien, desde mi punto de vista.

    Hasta pronto

    Escrito el 5 julio 2016 a las 18:07
  22. 22. Edu SC dice:

    Hola Demetrio, muchas gracias por tus comentarios, que pases un buen verano y hasta septiembre.

    Escrito el 5 julio 2016 a las 19:02

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