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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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79-R Sector Z - por L. M. Mateo

Web: https://deliriosypalabras.com/

El anciano encontró la llave en un rincón del pasillo F137-D. Pensó que deliraba, por lo que realizó los exámenes protocolarios y comprobó los niveles de toxicidad en el aire. Se había desviado de su ruta porque necesitaba evacuar con urgencia y solo unos pocos valientes, con el sentido del olfato atrofiado, se atrevían a entrar en los túneles clase D, destinados a desechos. El medidor mostró cotas normales. Apoyó las manos sobre los riñones mientras se agachaba, maldiciendo la humedad que se le enquistaba en los huesos. Una rata chilló a modo de protesta, y el hombre se debatió entre recoger el objeto o cazar al animal para la cena.

Limpió la llave en su camiseta y la alumbró con la linterna: era sencilla, de hierro, con una paleta de tres dientes y acanaladuras curvas en el cilindro. Había visto otras en el museo, pero las de hierro se creían extintas y había cientos de leyendas en torno a ellas. La escondió bien entre sus ropas, y volvió a la ruta principal para continuar empujando el carro donde guardaba los objetos de valor encontrados en el sector F. Si se daba prisa, llegaría a la capital en dos ciclos de linterna.

Era día de mercado en la plaza de Ciudad Cloaca, así que tuvo que esperar un buen rato en el Espacio de Remuneración, donde le pagaron catorce vidrios por dos monedas antiguas, un chaleco mugriento, y un pendiente de metal. Había sido una buena semana y decidió regalarse unas cucarachas al chocolate. Zigzagueando entre puestos de traperos que gritaban sus ofertas y prostitutas de pechos desnudos, consiguió llegar a la biblioteca. Se dirigió a los anaqueles del fondo, y escogió “Puertas y cerraduras al Mundo Exterior: Mito y realidad en la sociedad actual”. Había memorizado las características de la llave, por lo que pasó las páginas con rapidez hasta encontrar la imagen exacta.

“Según los estudios de Rogers y Watson, citados anteriormente, esta tipología de llaves maestras abren las puertas C que llevan a Mundo Exterior. […] Leyendas recogidas en […] Los ‘Anales de Trikon’, hablan de un complejo entramado de galerías excavadas […] rumores de una salida…
El imaginario colectivo sobre la viabilidad de la supervivencia en la superficie de nuestro planeta queda refutado por Richardson […] altos niveles de radiación, lluvia ácida…”.

Tras muchas lecturas, y cientos de planos de la red de túneles, el hombre descubrió que tal vez hubiese una de aquellas puertas en el túnel 79-R del sector Z. La gente evitaba aquella ruta maldita, en la que al menos una veintena de personas había desaparecido desde que él tenía memoria, y tuvo una corazonada. Tal vez las enseñanzas de la escuela comunal sobre Mundo Exterior estaban falseadas por alguna razón. Los siguientes días los pasó intercambiando sus vidrios por alimentos y pilas. La posibilidad de encontrar la salida era remota, pero ya sentía el frío de la muerte en los huesos, y quería ver la superficie.

Las ratas se habían adueñado del sector Z, apenas iluminado, al que llegó una semana después. Quedó sorprendido por la cantidad de tesoros abandonados allí. Si su aventura no resultaba, al menos podría recuperar los vidrios vendiendo algunos objetos. Vagó durante horas, limpiando el polvo acumulado sobre los carteles que numeraban los corredores, hasta dar con el 79-R.

Palpó las paredes centímetro a centímetro, en un estado casi febril, incluso después de notar las muñecas entumecidas y los dedos ensangrentados. Se iba a dar por vencido cuando captó que algo metálico, en un lateral oscuro del pasillo, devolvía apenas el reflejo de su linterna. Allí estaba. Aunque la puerta tenía polvo la encontró bastante limpia. Preguntándose cuándo la habían usado por última vez, introdujo la llave en la cerradura y, para su sorpresa, el portón se abrió con un ligero chirrido de goznes.

Subió tantos tramos de escaleras que perdió la cuenta. Mientras descansaba en un rellano espacioso, donde el aire no olía a rancio, sacó un trozo de rata en salazón y apagó el foco para ahorrar batería. Y entonces vio, al final del pasillo, un resplandor blanquecino, extrañamente agradable, que se colaba por una abertura.

Una lámpara redonda y miles de leds iluminaban, desde el techo del mundo, un estanque. El anciano reía a carcajadas, al tiempo que se desvestía para sentir, por primera vez, la brisa sobre su piel desnuda.

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31 comentarios

  1. 1. Jose Luis dice:

    Hola
    Gran cuento el tuyo, aunque narre un mundo super apocalíptico y distópico. Qué lugar tan horrible para vivir; se te revuelven las tripas con lo de cucarachas al chocolate. Pero me gusta el final del cuento, que te deja lleno de esperanza, aunque no sea muy específico y concreto. Una historia de superación personal bien narrada y llevada, muy bien descrita.
    Un saludo

    Escrito el 17 junio 2016 a las 18:39
  2. 2. Luis Ponce dice:

    Hola L.M.Mateo:
    Hermosa descripción de un mundo futuro, muy buena la ambientación y el rigor de la trama.
    Solamente me quedó una duda, cuando te refieres a: “acanaladuras curvas en el cilindro”, me queda la duda de que el cilindro de una cerradura es el receptáculo de la llave, por lo que resulta extraño que las “acanaladuras” se encuentren en la llave.
    Por lo demás está muy bien escrito y de fácil lectura a pesar de lo escatológico del tema.
    Nos leemos.

    Escrito el 17 junio 2016 a las 23:28
  3. 3. Dante Tenet dice:

    Luisa:
    Me ha gustado tu recreación de esta idea clásica de la Ciencia Ficción unièndola a la consigna para el relato de este mes.

    Como lector he encontrado algunas frases y/o palabras que atentan contra el fluir de la lectura, a saber:

    1)No está claro pq pensó que deliraba al encontrar la llave, si luego vemos que vivìa de buscar objetos.

    2)Usaria protocolares en lugar de protocolarios, es màs común y conocida p or el lector.

    3)Idem para cotas normales, usaría valores normales.

    4)”Habìa visto otras en el museo”, no me cierra que un recolector de basura en un mundo apocalíptico visite museos, ni siquiera que existan museos.( aquí irìa por el lado de historias que le contaban cuando era niño)

    5)”Consiguió llegar a la biblioteca”, idem conceptos que para museo.

    Ajustando estos detalles que hacen a la introducción de la historia, los párrafos siguientes son consistentes y dan para tener un muy buen relato superando la barrera de las 750 palabras.

    Nos estamos leyendo

    Escrito el 17 junio 2016 a las 23:38
  4. 4. L. M. Mateo dice:

    JOSE LUIS, gracias por tu amable comentario.

    LUIS, por lo que estuve investigando algunas llaves de hierro antiguas presentaban muescas o acanaladuras en el cilindro que une la paleta dentada con la anilla (es lo que llamamos guarda, las dos líneas que hay en las llaves modernas). Por supuesto, esas marcas también coincidían con el cilindro del tambor. Tal vez elegí mal la palabra, pero como avisé, no tuve tiempo de dejar el relato reposando.

    DANTE: en primer lugar, mi nombre no es Luisa. XD Te agradezco tus críticas y amables palabras, aunque no coincido con ellas.

    Siguiendo con tus comentarios: que haya museos y bibliotecas es cosa del mundo que he creado. Lógicamente en 750 palabras no hay para mucho desarrollo, pero no veo dónde está el problema si el submundo es heredero del nuestro. En casos de guerra, se suelen rescatar las obras de arte y archivos más importantes. ¿Por qué no hacerlo en mi historia también? Que un trapero se dedique a leer, no es algo extraño. Es como decir que alguien por ser señora de la limpieza no debe tener estudios, lo considero un prejuicio sin fundamento.

    Que crea alucinar cuando encuentra la llave, queda claro después al decir que eran objetos muy raros y preciados (que solo se encuentran en museos, por ejemplo).

    Respecto a “protocolar” y “protocolario”, ambos son adjetivos. “Protocolar” es “perteneciente o relativo al protocolo”, y “protocolario” es “relativo o perteneciente a las reglas del protocolo”. Ambos son muy similares y supongo que el que una suene mejor que otra dependerá de nuestra área geográfica. (A mí “protocolar”, me suena rarísimo). Respecto a “cotas” o “valores” barajé las dos y me decidí por la primera por ser más mi estilo.

    Como ves, cada escritor es un mundo.

    Aún así te agradezco tus comentarios, es bueno saber lo que hubiesen hecho otros con tu texto, porque nos ayuda a ampliar las miras como escritores.

    Os iré devolviendo las visitas en breve. (Esto también va por aquellos que me comentaron en el taller pasado, y a los que aún no he podido comentar).

    Escrito el 18 junio 2016 a las 00:10
  5. 5. Patricia Redondo-Madrid-España dice:

    Otro relato apocalíptico ! Muy bien narrado, tienes una técnica fantástica! y provocas la nausea de forma genial !! 🙂

    Me gustó más el del mes pasado , más intimista y emotivo , pero eso es una cuestión de gustos míos.

    Mi relato está en la posición 193 por si te apetece leerlo.

    Escrito el 18 junio 2016 a las 07:55
  6. 6. Yoli dice:

    Hola L.M.Mateo.
    Muy bueno el relato(excepto las cucarachas al chocolate,¡que asco! 🙂 )Esta muy bien escrito ese mundo apocaliptico y también el de la vida de un vagabundo.Me gusta ese final esperanzador. Saludos.
    Si quieres leerme soy el 104

    Escrito el 18 junio 2016 a las 12:21
  7. 7. L. M. Mateo dice:

    JOSE LUIS, PATRICIA, YOLI gracias por vuestros amables comentarios.

    LUIS, por lo que estuve investigando algunas llaves de hierro antiguas presentaban muescas o acanaladuras en el cilindro que une la paleta dentada con la anilla (es lo que llamamos guarda, las dos líneas que hay en las llaves modernas). Por supuesto, esas marcas también coincidían con el cilindro del tambor. Tal vez elegí mal la palabra, pero como avisé, no tuve tiempo de dejar el relato reposando.

    DANTE: en primer lugar, mi nombre no es Luisa. XD Te agradezco tus críticas y amables palabras, aunque no coincido con ellas.

    Siguiendo con tus comentarios: que haya museos y bibliotecas es cosa del mundo que he creado. Lógicamente en 750 palabras no hay para mucho desarrollo, pero no veo dónde está el problema si el submundo es heredero del nuestro. En casos de guerra, se suelen rescatar las obras de arte y archivos más importantes. ¿Por qué no hacerlo en mi historia también? Además, ¿quién dice que lo que se expone en los museos de mi mundo es exactamente igual a lo que tú o yo conocemos? Que un trapero se dedique a leer, no debería resultar extraño. Poco común, tal vez. ¿Increíble? No. Es como decir que alguien por trabajar como señora de la limpieza no debe tener estudios; lo considero un prejuicio sin fundamento.

    Que crea alucinar cuando encuentra la llave, queda claro después al decir que eran objetos muy raros y preciados (que solo se encuentran en museos, por ejemplo).

    Respecto a “protocolar” y “protocolario”, ambos son adjetivos. “Protocolar” es “perteneciente o relativo al protocolo”, y “protocolario” es “relativo o perteneciente a las reglas del protocolo”. Ambos son muy similares y supongo que el que una suene mejor que otra dependerá de nuestra área geográfica. (A mí “protocolar”, me suena rarísimo). Respecto a “cotas” o “valores” barajé las dos y me decidí por la primera por ser más mi estilo.

    Como ves, cada escritor es un mundo.

    Aún así te agradezco tus comentarios, es bueno saber lo que hubiesen hecho otros con tu texto, porque nos ayuda a ampliar las miras como escritores.

    Os iré devolviendo las visitas en breve. (Esto también va por aquellos que me comentaron en el taller pasado, y a los que aún no he podido comentar).

    Escrito el 18 junio 2016 a las 12:27
  8. 8. R.R.Gómez dice:

    !Hola L.M.Mateo!

    !Que buen relato! Hace una liga entre lo distópico y lo apocalíptico que me hizo seguir y seguir… Hasta un final bien logrado.

    Me encanta como escribes. Tu narrativa es directa y va fluida en todo el relato. !Y tu imaginación no tiene límites! Ya he leído varios relatos tuyos y lo que más me ha encantado es tu forma de armar la escenas y los retos opcionales de una forma correcta y coherente.

    Me gustó mucho, la verdad. !Nunca pares!

    Pasate por el mío y me dices que tal (y también me dices cuáles miedos encontraste) es el 63.

    !Hablamos luego!

    Escrito el 18 junio 2016 a las 15:01
  9. 9. Alush dice:

    Hola LM Mateo, un gusto, soy nueva en el blog y en el arte de escribir. Me encantó tu cuento. La forma de escribir, de hacer sentir al lector la atmósfera.La historia es fantástica ,original y llevadera.
    Tal vez lo digo por novata, pero me falto un poco más de descripción o detalles en el final, algo que nos acompañe al lector a disfrutar y respirar y sentir la brisa junto con el anciano.
    Si tenes ganas mi cuento es el 102

    Escrito el 18 junio 2016 a las 16:44
  10. 10. Marcelo Kisi dice:

    Hola L.M. Mateo!
    Vengo corriendo a leer tu relato entre los primeros, y como siempre, no me equivoqué.
    Me pareció un relato sólido, imaginativo, lleno de ironía y humor fino a la vez que describís un mundo terrible.
    Me encantó también tu uso del lenguaje, y los permanentes conejos que sacás de la galera. El lector (por lo menos este) te sigue adonde quieras, sabe que está en buenas manos.
    Aplausos entusiastas!
    PD: Ojalá puedas pasarte por el 162 🙂

    Escrito el 18 junio 2016 a las 18:00
  11. Hola L.M. Mateo!!!

    Vine a leerte pensando que tendrías dos, tres visitas, pero me encuentro que siete maravillosos compañeros han pasado antes que yo. He buscado, leído y releído tu relato pero no he encontrado ninguna pega en cuanto a la forma se refiere. Buen vocabulario y adjetivos, párrafos adecuados y oracione bastante buenas.

    En cuanto al contenido, ¡que se puede decir! Una distopía en toda regla. La historia engancha y vas presentando poquito a poco de qué va ir la historia, cómo es ese mundo que has confeccionado a medida. ME recuerda al típico primer capítulo de una novela, introductorio pero revelados.

    Increíble, muy uen, felicidad y muchos besos!!!!

    Escrito el 18 junio 2016 a las 22:10
  12. 12. Thelma López Lara dice:

    Hola L. Mateo.

    Me encantaron las descripciones de tu relato. Como lectora, viajé por los pasillos con el anciano.
    Excelente la actitud del anciano. Deja un gran mensaje: no darse por vencido, luchar por los ideales y tener perseverancia.

    Gracias

    Escrito el 18 junio 2016 a las 23:45
  13. 13. Marián dice:

    Hola L.M.Mateo: Me gustaría aportarte algo a tu relato pero no se me ocurre. Me parece que está muy bien contado. Me he visto en ese mundo y te agradezco que finalmente le hayas dado un punto de esperanza entre tanta miseria y horror.
    Seguimos.

    Escrito el 19 junio 2016 a las 18:01
  14. 14. charola dice:

    Hola L.M.Mateo! Qué buen relato, me enganchó desde el comienzo y seguí con el anciano donde me llevaba. Describes muy bien y tienes mucha imaginación. Además qué bueno que hayas hecho del protagonista un luchador con esperanza. Eso me encantó.
    Felicitaciones! Un abrazo.

    Estoy en el 176 si gustas pasar a leer mi relato.

    Escrito el 19 junio 2016 a las 18:45
  15. 15. EndikaP dice:

    Soberbio, de verdad. Me ha encantado. Enganchado de principio a fin. Un auténtico placer. Muchas gracias.

    Escrito el 19 junio 2016 a las 20:37
  16. 16. María Kersimon dice:

    Buenas L. M. Mateo,
    Has escrito un relato de ciencia ficción de calibre XXL: buenísimo. De profesional. Una escritura perfecta. Lo leí 2 veces y no ví nada que corregir, sino que me aparecían más detalles que valorar. Los alimentos, los intercambios comerciales, las publicaciones científicas, todo está cuidado al dedillo. Los pasillos con su numeración, el cálculo del protagonista de que si su aventura fracasa se lucrará con los vidrios. Muchas cuestiones prácticas no se menciona an como la producción de los alimentos pero sí la caza de la rata y la cucaracha. En una historia de ficción no es preciso encontrar un tratado de economía política del mundo que se describe. Basta que lo descrito transmita credibilidad y a mi me la transmite. No cuesta trasladarse a este submundo porque tiene credibilidad interna.
    Me gusta muchísimo. Un saludo y hasta la vuelta de vacaciones. Te seguiré leyendo.

    Escrito el 19 junio 2016 a las 21:42
  17. 17. Isolina R dice:

    Hola, L. M. Mateo:

    Nos ha dado esta vez a las dos por la distopía.

    Me ha gustado mucho esta historia.

    Te voy a decir alguna cosilla que yo haría diferente.

    En un texto de 750 palabras poner citas textuales de un libro (no importa si real o inventado) con corchetes porque no se meten en la cita todas las palabras del texto original no me convence demasiado. Acabo de comentar el texto de Leonardo Ossa, que emplea fragmentos de obras literarias, y le he dicho que preferiría que el protagonista leyera y luego recordara para que no aparecieran las palabras textuales.

    El mundo de este texto es apocalíptico y distópico, así que cabe toda la frialdad del mundo de una investigación; pero aun así yo evitaría los corchetes y la textualidad.

    “Se había desviado de la ruta”, “sobre la piel desnuda” (los demás posesivos están todos bien).

    Creo que ya sabes cuánto odio que se repitan mucho en un texto los verbos “ser”, “haber”, “estar” y “tener”. La mayor parte de las veces se pueden cambiar por sinónimos. En: “había cientos de leyendas”, puedes poner: “circulaban cientos de leyendas”. En: “desde que él tenía memoria, y tuvo una corazonada” yo cambiaría o “tenía” o “tuvo”.

    En cuanto a los signos de puntuación, solo te señalaré tres cosillas:
    En: “le pagaron catorce vidrios por dos monedas antiguas, un chaleco mugriento, y un pendiente de metal” no debe ir coma antes del último elemento de la enumeración.
    En: “Tras muchas lecturas, y cientos de planos de la red de túneles” (esto es más discutible) yo también quitaría la coma.
    En: “Aunque la puerta tenía polvo la encontró bastante limpia” yo pondría coma antes de “la encontró”.

    En fin, compi, resulta muy difícil buscar algo mejorable.

    Un abrazo.

    Escrito el 19 junio 2016 a las 22:45
  18. 18. Melisa dice:

    L.M.Mateo,

    Siempre es un placer leerte. Doy fe de haber escuchado las carcajadas del anciano al final. Sublime!

    Me sumo a los aplausos. 🙂

    Escrito el 20 junio 2016 a las 00:55
  19. 19. Saldivia dice:

    Hola L.M. Como amante incondicional de la ciencia ficción post apocalíptica, me he dado un banquetazo con tu relato, que está muy en la onda de “¡Hagan Sitio!¡Hagan Sitio!” de Harry Harrison. Es curioso que en mi caso personal el relato tenga dos lecturas; por una parte me lleva a imaginarme esa humanidad desolada, a sabiendas de que es un futuro hipotético que muy probablemente nunca veré. Por otra, el horror de constatar que mi realidad sociogeográfica inmediata cada vez se parece más atu relato, me da escalofrías.

    De manera que tu relato me ha tocado fibras emocionales con fuerza, y allí reside su mayor mérito, al menos desde mi óptica.

    Espero seguirte leyendo, ¡Éxito!

    Escrito el 20 junio 2016 a las 17:47
  20. 20. L.M.Mateo dice:

    Muchas gracias a todos. Este mes voy un poco más lenta devolviendo las visitas, pero ya sabéis que me pasaré por vuestros relatos en cuanto el trabajo me deje un rato libre.

    Abrazos

    Escrito el 20 junio 2016 a las 18:21
  21. 21. Cryssta (Madrid-España) dice:

    Querida L.M. Mateo, debido a que tengo muchos relatos para comentar he leído muy por encima lo que te han dicho los compañeros así que perdóname si repito cosas.

    Como todos tus relatos este me ha gustado, a pesar de que no me van nada de nada las distopías pero a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César y si tu relato está bien escrito, está bien escrito. Y cuando digo que está bien escrito no me refiero solo a la forma sino también al contenido.

    Y ahora los mejorables:

    – tienes unas “y” que yo quitaría poniendo antes un punto y coma o un punto: “y solo unos pocos valientes”, “y tuvo una corazonada”

    – yo quitaría la coma antes de “y volvió a la ruta” y de “y quería ver la superficie”

    – dices “Apoyó las manos sobre los riñones…maldiciendo la humedad que se le enquistaba en los huesos”. Solemos llevarnos las manos de forma instintiva a la zona que nos duele, si lo que maldice es la humedad en los huesos se llevaría las manos a otra parte del cuerpo; en su caso, al agacharse, seguramente una mano iría a una cadera y la otra a una pierna, entre la parte final del fémur y la rodilla. Imagina que te duelen los huesos y haz tú el movimiento de agacharte, te darás cuenta de lo que te digo (que conste que para decirte esto me he agachado unas cuantas veces, para corregir también me documento, jajaja)

    – “Había visto otras llaves en el museo” si no pones “llaves” parece que hablas de las de hierro con lo cual no casa con la frase que sigue

    – “extinta” es un adjetivo para una persona, es sinónimo de “muerta”

    – la frase que empieza con “volvió a la ruta principal…” la encuentro muy larga

    – no es que esté mal como lo has puesto pero a mí me gusta más como queda “devolvía levemente el reflejo de su linterna”

    – un “portón” es una “puerta que separa el zaguán del resto de la casa”, “la puerta principal de una casa o un edificio” o “la puerta del toril” así que no me cuadra con lo que hay tras él

    Para terminar decirte que me ha gustado mucho eso de “lámpara redonda y miles de leds” para hablar de la Luna y las estrellas.

    Felicidades por tu relato. Nos seguimos leyendo.

    Escrito el 21 junio 2016 a las 08:07
  22. 22. Lemo dice:

    Hola L.M.Mateo

    Como no, un gran relato. Me encanta la temática y lo bien que lo has plasmado.
    Yo veo una total metáfora de nuestros días, dejándonos dominar sin saber cómo teniendo la puerta de la libertad allí mismo. Todo el mundo pasa delante de ella y ninguno tiene la curiosidad de abrirla. Están tan “atocinados” que ni se plantean otra cosa.
    En definitiva maravilloso relato y me lo he pasado en grande, lástima que no durase otras 750.000 palabras, jaja.

    Un abrazo

    Escrito el 21 junio 2016 a las 16:09
  23. 23. Caritobel dice:

    Hola Lidia.

    Me mató lo de «Ciudad Cloaca» y lo de las cucarachas al chocolate.
    Me gustan las distopías, soy fan de ellas. Utilizar otros mundos para ironizar sobre el mundo en el que vivimos me parece muy creativo.

    Hace no mucho vi una película con una temática muy parecida, no recuerdo el nombre, pero hablaba sobre una ciudad subterránea y la leyenda de un mundo exterior “misterioso”. Los protagonistas buscaban la ruta a ese lugar. Sus conciudadanos estaban empecinados en insistir que era imposible que algo como eso existiera.

    No sé si tu relato brilla exactamente por la originalidad de la trama. Pero logra atraparte por la a habilidad de tus palabras y tus ingeniosos aportes: como intercambiar cosas por vidrio, lo de las cucarachas al chocolate, incluso la invención de un libro “científico” sobre ese mundo exterior.

    Tus escritos siempre me gustan, y ya soy una seguidora tuya 😉

    Espero seguir teniendo el placer de leerte, y disfrutar de tu maravillosa escritura.

    Estoy en el relato 159, por si tenés tiempo y ganas de pasarte.

    Saludos 🙂

    Escrito el 22 junio 2016 a las 01:06
  24. 24. Manoli VF dice:

    Hola, compañera!

    He tardado un poco en llegar hasta tu relato devolviendo las visitas y entrando en algunos títulos que me llamaban la atención pero aquí estoy, dispuesta a ver con qué nos has sorprendido.

    A mí me pasa que no soy mucho de ciencia ficción y, aunque he escrito algo sobre ello, cuando lo hago soy más del tipo de ficción del contenido más que de la tecnológica, por lo que si leo muchos términos nuevos me bloqueo un poco:
    “F137-D” “Espacio de Remuneración” “79-R” “Sector Z” “Sector F” “Puertas C” “Anaqueles de Trikon”
    -También las citas del libro: ” “Puertas y cerraduras al Mundo Exterior: Mito y realidad en la sociedad actual” me sacaron un poco de la lectura, creo que podrías haber hecho como dice Isolina poner lo que el personaje opina después de leer el libro, o bien escoger un sólo párrafo principal del mismo.

    En resumen veo un cuento bien escrito, correctamente puntuado y con un buen argumento, pero demasiados sectores “F” “C” “Z” que sobrecargan la lectura.

    En cuánto a la frase: “de tres dientes y acanaladuras curvas en el cilindro” ¿no querrías decir “de tres dientes y acanaladas curvas? creo que la expresión correcta sería esa, por lo menos a mí me suena mejor.

    Nada más que felicitarte por tu imaginación y capacidad de construir un mundo subterráneo, llamarle “Ciudad Cloaca” y dotarlo de sentido. Por cierto, la escena que más me gusta es la que abre el relato, del anciano que siente una “necesidad imperiosa de evacuar” y el modo en que encuentra la llave, solo por eso ya se ve que tienes duende.

    Un abrazo.

    Escrito el 22 junio 2016 a las 19:44
  25. 25. Leonardo Ossa (Medellín - Antioquia) dice:

    Hola L.M.Mateo, tu historia me ha gustado bastante: la parte final donde dice «se desvestía para sentir, por primera vez, la brisa sobre su piel desnuda.» expresa con mucha fuerza la intensidad de toda la historia, me ha parecido genial.
    L.M. Mateo, tienes un trabajo muy bien elaborado, felicitaciones. Me gusta mucho leerte. Saludos.

    Escrito el 22 junio 2016 a las 20:19
  26. 26. Juana Medina dice:

    Hola L.M–Mateo,
    Tu relato me ha dado miedito, Preferiría no llegar a vivir en un mundo así, pero parece que no está tan lejano. Pero a pesar de eso me lo tragué de un tirón. No podía dejarlo; está tan bien escrito.
    Ese aire fresco y esa luz del final, alientan.
    Felicitaciones

    Escrito el 22 junio 2016 a las 23:40
  27. 27. Laura dice:

    Hola L.M.Mateo.
    Vaya mundo el que describes, con un hermoso final esperanzador para el anciano que nunca perdió las esperanzas a pesar de la edad, las circunstancias, el tiempo.
    Nada tengo que señalarte que me haya sonado raro.
    Totalmente de acuerdo en que las condiciones sociales, económicas y/o de otra clase puedan condicionar el espíritu, limitándolo en sus aspiraciones, intereses, aptitudes.
    Sigue escribiendo

    Escrito el 24 junio 2016 a las 10:08
  28. Hola L.M. Mateo,

    Muy, muy buen relato. Lo has ambientado perfectamente, nos haces sentir parte de ese mundo subterráneo y asqueroso, nos haces revivir con la brisa sobre la piel del anciano.

    Enganchas desde el principio y no nos dejas soltarnos hasta el final.

    ¡Fantástico!

    Enhorabuena.

    Nos leemos.

    Aina Pons Triay – Menorca, España
    ainaponstriay.wordpress.com
    Mi relato este mes: nº 49 – DESTINO https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-36/5891

    Escrito el 24 junio 2016 a las 16:06
  29. 29. Wolfdux dice:

    No puedo aportar nada sin repetirme. Así que solo te diré que he disfrutado con su lectura, con el mundo que has creado y que me he quedado con ganas de más, jejeje. Excelente historia. Un saludo.

    Escrito el 25 junio 2016 a las 10:07
  30. 30. L.M.Mateo dice:

    Gracias a todos por vuestros comentarios.

    Isolina y Manoli, entiendo que no os guste esa utilización de la cita, pero era algo con lo que me apetecía experimentar. 🙂

    Manoli, mucha gente se bloquea con ese tipo de cosillas, pero igual que antes, quise probar. En las distopías suelen introducir muchos conceptos nuevos, tecnicismos (inventado o no), etc… Tal vez para la amplitud del relato, han sido excesivas.

    Cryssta: gracias por los apuntes. De los mejorables que me has comentado, te explico algunos.

    -El uso de las “y” ha sido intencionado.
    -Sobre el dónde apoyó las manos, mi abuela padece artrosis y le duelen los huesos. Cuando se agacha, siempre se lleva las manos a la zona de los riñones (aunque lo que le duele es la pierna). Como ves, cada uno lo hace de un modo diferente (yo también investigo, y todos mis personajes tienen un poquito de alguien a quien conozco bien, jajaja).
    -Gracias por el aporte sobre “extinta”. Por lo que he visto, no soy la única persona que la usa mal. Efectivamente debería haber puesto “extinguida”.
    -Respecto a las llaves, el original decía que “Había visto otras en el museo, de acero o aluminio, pero las…”. Por cuestiones de espacio hubo que hacer recortes.
    -No usé la palabra “portón” en su sentido literal, sino como aumentativo de “puerta”.

    Tengo en cuenta todos vuestros aportes, y sigo devolviendo visitas poco a poco.

    Abrazos

    Escrito el 27 junio 2016 a las 21:38
  31. 31. Menta dice:

    Buenos días L.M. Mateo: Como ves, estoy muy retrasada en los comentarios del mes de junio.
    Estoy leyendo los textos y los comentarios tranquilamente y sin estréss. La verdad que estoy disfrutando profundamente.
    Tu relato me ha gustado mucho, más que por el argumento distópico (cucarachas al chocolate), por la forma de escribir que tienes: eres muy clara, concisa y directa. Todo lo que dices me suena a verdad.
    Tu escrito de la escena 35 también me gustó mucho y ¡qué diferente a este!. Te buscaré en septiembre. Gracias por compartir tus relatos con todos nosotros. Menta

    Escrito el 19 agosto 2016 a las 12:39

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