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La llave del corazón - por Veronica Murillo

Web: https://milcuentosdeamor.wordpress.com/

El anciano encontró la llave en el mismo cajón de siempre. La sacó con cuidado con la sensación de aprehensión que lo invadía cada vez que la usaba. Tomó algunos libros y su copa de vino y salió de su habitación, camino del porche. Desde ahí la vista del jardín le daba la sensación de que Ruth, su difunta esposa, llegaría en cualquier momento y lo regañaría por no abrigarse como es debido.

Mientras bajaba despacio las gradas -a su edad todo lo hacía despacio-, recordaba los primeros días después de perder a Ruth. Descuidó el jardín por semanas, pero luego imaginó su semblante viendo marchitar las bellas magnolias y, con ácidas lágrimas quemando sus mejillas, comenzó a quitar la maleza y regarlas con la misma regadera oxidada que usaba la anciana.

Palpó el bolsillo para comprobar que la llave seguía ahí, temía que pudiera perderla por cualquier descuido y enfiló por el pasillo hacia la parte de atrás de la casa. «Tengo que cambiar estas cortinas» pensó al ver las telas descoloridas. Lo pensaba todos los días, pero nunca lo hacía. Nunca le habían importado las telas y los colores, pero no quería que Ruth pensara que ya no le importaba la casa.

Llegó hasta el porche y se acomodó en su mullido sillón. Puso los libros sobre la mesita y al lado la copa de vino, tenía que entretenerse en las horas que tendría que estar quieto. Al principio le molestaba, no le gustaba perder dos horas enteras sin hacer nada. Hacía años que eso había ya no importaba.

Sacó la llave del bolsillo y la contempló unos instantes. A Ruth nunca le había molestado esa necesidad de su maquinaria para continuar con vida, hasta había llegado a tomárselo con toda naturalidad y cuando la perdió pensó en dejar de usarlo, pero sabía que ella nunca se lo perdonaría. Todavía creía en el cielo y el infierno, si lo hacía nunca más la volvería a ver y quería conservar al menos esa esperanza.

Se desabrochó la camisa e introdujo la llave con cuidado en el agujerito en el pecho que conectaba directamente con el corazón. La giró muchas veces, tantas que se sentía cansado, pero siguió a pesar del cansancio y el dolor hasta que comenzó a sentir la resistencia y la sacó con cuidado. Se recostó para recuperarse, tomaría un par de horas retomar el ritmo habitual de la maquinaria de su corazón. Tomó un sorbo de la copa y con uno de los libros en su regazo se quedó con la mirada clavada en el jardín.

—Descuida, amor, lucharé por seguir cuidando tus magnolias, hasta el día en que quieras llevarme contigo y la llave se quede definitivamente guardada en su cajón.

Homenaje a Mathias Malzieu

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8 comentarios

  1. 1. KMarce dice:

    Saludos Vero:

    Siempre tienes la vena para sacar el amor a relucir.
    Entre lo que he leído, he notado unas pocas cosillas, te las marco:

    «Hacía años que eso había ya no importaba.» creo que faltó un conector o una palabra, pero no la descubro.

    «…y cuando la perdió pensó en dejar de usarlo,…» – creo que si hablas de la maquinaria o de la llave, deberá ser “usarla”, adicional que “la perdió” parece indicarlo.

    Por lo demás, has cumplido a cabalidad el reto, un solo personaje, que el recuerdo de su esposa es muy personal, y no exterioriza más de lo que el narrador explica, para comprender la situación que vive el anciano.
    La idea de una llave que giré en “su” corazón, me recuerda a esas cajitas musicales, que son tan entrañables. Una idea muy original.

    Te felicito, me ha gustado. ¡Nos leemos!

    Escrito el 18 junio 2016 a las 09:53
  2. 2. John Doe dice:

    Buenos días Vero, un placer leer tu texto, me ha gustado bastante, hay algunas cosas de forma que ya te dijeron antes, pero de contenido esta muy bien, logras que el lector se conecte rápido con la narración, me gusta que posee un tono bastante poético donde se ve reflejado las emociones y sentimientos del anciano, nos seguiremos leyendo más adelante, te invito a que te pases por mi texto si quieres y tienes tiempo es el #33.

    Escrito el 20 junio 2016 a las 16:15
  3. 3. Antonia castro Delgado dice:

    Hola Vero, muy bonito, me ha gustado como describes la vida ya cansada, pero aun con la motivación de su amor por ELLA, de tu anciano, me gusta tu dedicatoria. Se lee muy fácil y fluido

    Te felicito

    Un abrazo

    Escrito el 20 junio 2016 a las 16:34
  4. 4. Noemi dice:

    Hola Verónica, aquí tenemos otro de tus relatos tan lleno de sentimiento sin ser sentimental.Tu tono suave y tierno es parejo, el ritmos lento pero no estático, todo combina muy bien. Quisiera observar una sola cosa: el rol de la llave convierte de forma sorpresiva y desagradable a un personaje bellamente logrado en una especie de robot, un aparato a cuerda, no ha sido tu intención, pero así se siente ¿no podrías darle a la llave una función más simbólica, más armoniosa con el resto de un relato tan poético? ¡escribes tan bonito!Recursos no te faltan. Nos seguimos leyendo. Un cálido abrazo.

    Escrito el 20 junio 2016 a las 17:05
  5. 5. Veronica Murillo dice:

    Hola a todos. Uff, se me ha hecho muy tarde este mes con los comentarios, apenas comienzo hoy.

    KMarce, hola amiga, gracias por tus anotaciones. En le primer caso, no falta, más bien sobra. En la primera versión decía: “Hacía años que eso había perdido importancia”, pero me percaté que eso es voz pasiva y lo cambié a: “Hacía años que eso ya no importaba”, pero se me quedó la palabra “Había”, jeje. Error de dedo.

    En la segunda sucede el mismo problema. Anteriormente decía que a ella no le importaba ese método para mantenerse con vida y “usarlo” se refería a eso, pero cuando lo cambié se me quedó usarlo en vez de usarla.

    No es justificarme, porque no tengo justificación, todo se reduce a la falta de una revisión a conciencia. Me disculpo. 😀
    Gracias por leer, espero pasarme por tu relato después de mis tres obligados, hasta pronto.

    John Doe, muchas gracias por tu tiempo, por supuesto cuando me ponga con mi lista de devolución de visitas estaré por ahí. Gracias por tus palabras.

    Antonia castro Delgado. Gracias por tu tiempo y tu comentario. “La mecánica del corazón” fue un libro que me leí tres veces seguidas y cuando leí lo de un anciano y una llave no pude evitar un final alternativo para mi pequeño Jack. 😀

    Noemi. Como siempre una alegría tu comentario. Bueno, lo del corazón mecánico era el centro de la idea, jeje, es la parte que no se puede cambiar. Mi idea es que es una persona que ha perdido algo de manera física que tiene que compensar de manera mecánica (Como una persona con una prótesis) pero eso no le ha quitado nada de su humanidad, su dolor, su amor, sus recuerdos y sus ganas de vivir en nombre de su amor. Pronto buscaré tu relato amiga. Hasta entonces.

    Escrito el 21 junio 2016 a las 17:11
  6. 6. Arameo dice:

    Hola estimada Veronica,

    Ciertamente no he leido a Mathias Malzieu, pero tú has logrado despertar cierto interés. Así que posiblemente lo haga uno de estos días.

    Me gusta tu punto de partida. Tus descripciones. Tu planteamiento de que “hacerlo por ella” y el deseo personal del viejo se funden finalmente. Eso para mi es el amor.

    Pero bueno, volviendo al relato. Muy bien, algunas fallas superficiales. Un final algo flojo para la inercia que traía el relato inicialmente. Pero nada que no pueda hacer un deleite leerte.

    En hora buena, sigue escribiendo. Mi sugerencia, aparte de que te pases por mis relatos, es que jueges más con esa idea de la mécanica del corazón. Hubiera agarrado más fuerza poner más alegorias al respecto.

    Escrito el 21 junio 2016 a las 20:33
  7. 7. Laura dice:

    Hola Verónica.
    Hermoso el relato, hasta que la utilidad de la llave me produjo un sobresalto.
    Desde lo formal está muy bien escrito.
    Sigue escribiendo

    Escrito el 27 junio 2016 a las 11:08
  8. 8. Isan dice:

    Hola Verónica:

    Antes de hacer un comentario general, te señalo algunas cosas que me han chocado y podías revisar si te parece.

    No está mal esa “aprehensión”, pero yo hubiera puesto “aprensión”. Creo que encaja mejor.

    Suprimiría la coma entre “habitación” y “camino”.

    En el párrafo 4 entre “vino” y “tendría” sustituiría la coma por punto.

    En esa misma frase hay un “tenía“ y un “tendría” que me suena mal tan juntos.

    “Hacía años que eso había ya no importaba.” Es una frase mal resuelta. Está claro que por un despiste en las correcciones.

    En el párrafo 5 pondría “cuando la perdió” entre dos comas.

    En el mismo párrafo hablas de maquinaria, la perdió, la volvería, todas en femenino, pero se te ha colado un “usarlo” en masculino.

    En el mismo párrafo hay un “si lo hacía” que no he encendido a qué se refiere.

    En el párrafo 6 ya vemos que está cansado, luego no es necesario repetir que siguió a pesar del cansancio.

    He terminado el relato pensando que había demasiados “que”.

    Me ha parecido un bello relato de amor muy bien narrado y bien trabajado, para el que te han bastado 456 palabras. Yo no he visto un robot como te comentan, sino un anciano que necesita de una máquina que bombee la sangre de su corazón, o algo parecido. Me ha gustado que lo haga pensando en su difunta ¿esposa? Y que lo haga allí donde su ilusión le dice que es donde puede verle llegar. Muy poético.

    No conozco a Mathias más de lo que hace un rato he visto en internet por tu “culpa”. Si según tu criterio encaja en el relato el homenaje, me parece bien que lo hagas, aunque si no lo pones el relato no desmerece. Felicidades.

    Escrito el 4 agosto 2016 a las 19:24

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