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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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Al doblar la esquina - por Feli Eguizábal Fernánadez

Otoño del 2005

El anciano encontró la llave en el fondo de su chaquetón. Se había colado por el agujero que se había formado en el bolsillo. —“Tendría que haberlo cosido” –pensó al encontrarla, tras varias horas de miserable búsqueda.
La miraba en su mano. Antaño cálida, ahora fría ¿Para qué la quería si no tenía casa? La arrojó al vacío. Un trozo de metal que tal vez…

Otoño del 2105

“”El anciano (no mayor de treinta veranos) entró precipitadamente en el bunker donde vivía con su familia, y se dio de bruces contra algo desconocido. La desencajada puerta, se había atascado y casi incrusta los piños entre los dientes de una llave que emergían del suelo resquebrajado por los continuos temblores de tierra, y que afectaban a los subterráneos, que se desmoronaban poco a poco y dejaban al descubierto, objetos no identificados, o por lo menos, olvidados por los actuales humanos.
Era noviembre, un mes de una nueva estación, en una época oscura y vacía de contenido. Supervivientes de la gran hecatombe subsistían en profundos refugios, convencidos de que la radiación nuclear se disiparía. Pero todo eran ilusiones y vanas esperanzas. Serios estudios habían demostrado que la atmósfera tardaría lustros en limpiarse de este tipo de contaminación.
“¿Qué será ésto, para que servirá?” — se preguntaba el treintañero cuyo físico mostraba a un individuo decrépito, de piel extremadamente blanca, cabeza oblonga y calva, que comparado con sus antecesores de al menos 100 años atrás, él representaba a un hombre de 90 abriles. ¿Alguno de ellos conocían en su carne, la primavera que veían en los vídeos y libros almacenados?”— Nadie, actualmente.
Se acordó que en el primer piso de esta lúgubre morada, se encontraba un gran ordenador que compilaba tantas respuestas como se precisara. Fue sigiloso hasta la vasta mole, y la puso en marcha. Centenares de lucecitas con vida propia y acerado sonido se pusieron a recorrer cada una de las ventanas que aparecían alrededor de una tremenda pantalla. Depositó la pieza en la bandeja de análisis, e inmediatamente el aparato descifró:
“Utensilio de material metálico, generalmente alargado y dentad que se introduce en la cerradura y se hace girar, para abrirla o cerrarla…”
— ¿A qué y a quién pertenecerá ésta en concreto? —curioseó extrañado.
— Sería difícil de precisar. Remotamente, el llavín era muy utilizado. Existieron miles, millones de ellos —contestó la máquina.
— Podríamos intentar conocer su procedencia y su pertenencia. No debe de ser tan dificultoso…
— La única posibilidad que tenemos de localizar a su dueño, es viajar a través del tiempo, y llegar al momento en que se utilizó… —precisó de nuevo el computador
— Qué consecuencias podemos sufrir, por ello? —preguntó otra vez, antes de tomar una decisión
— No lo sé con exactitud. —le dijo la voz metálica.
Aun suponiendo que llegara al lugar exacto ¿cómo podría situar la cerraja a la que pertenecía? Solo la intuición podía ayudarle, y se arriesgó””

…llegaría a manos de alguien interesado en su historia. ¿O eran meros sueños? En definitiva, ellos eran los únicos protagonistas de una existencia desprovista de interés para sus congéneres, ya cercanos, ya lejanos. La vivienda pertenecía a otras personas. Se había acabado su paraíso. Su hogar. Su historia. Todas sus pertenencias cabían en una maletita. Pequeña. Semejante el exiguo equipaje que llevaba en los viajes que hacía con su esposa, con el fin de visitar otros países. Más o menos. ¡Qué tiempo tan efímero! Había transcurrido tal que un hálito, a modo de una fugaz estrella, que apenas había llegado a iluminar su realidad.
Apoyado en su bastón, paso a paso, cabizbajo, se dirigió a la residencia de ancianos, en la cual, tenía adjudicada una habitación, con austero mobiliario, pero llena de luz, gracias al ventanal que ocupaba la mayor parte de la pared. Una cama, un armario, una mesita y un sillón en el que podía reposar sus cansados huesos y su dolorida alma. ¡Sin embargo, daba gracias a Dios por su suerte!
Al doblar la esquina, tropezó con otro nonagenario que le preguntó: “¿Sabe usted cómo puedo encontrar la cerraja de esta llave?”…

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10 comentarios

  1. 1. El Sr. Pimienta dice:

    Hola Feli. Tu historia es original, y me gusta. Sin embargo, quieres decir tantas cosas, que al final se me ha hecho demasiado pesado.

    Un saludo

    Escrito el 18 junio 2016 a las 10:31
  2. 2. John Doe dice:

    Buenos días Feli es un relato muy bueno. Me ha gustado el manejo del tiempo que has conseguido.

    Escrito el 19 junio 2016 a las 15:25
  3. 3. Feli Eguizabal Fernandez dice:

    Hola Sr. Pimienta, agradezco tu visita, y me pondré a revisar mi trabajo a fin de alijerarlo. PAsaré por el tuyo.

    Escrito el 19 junio 2016 a las 19:32
  4. 4. Feli Eguizabal Fernandez dice:

    Hola John Doe, Gracias por tu comentario, me anima a seguir en este camino tan dificil. Paso por el tuyo. Nos leemos.

    Escrito el 19 junio 2016 a las 19:32
  5. 5. earendil dice:

    Hola Feli.
    Ante todo quiero agradecerte tu paso por mi relato y tus inestimables palabras.
    Tu historia es muy original, sobre todo porque le has dado mucho protagonismo a la llave, cosa que ha ocurrido pocas veces en todos los relatos que he leído este mes.
    Me ha gustado el primer salto en el tiempo, hasta el año 2105, donde pintas un futuro catastrófico, por desgracia muy previsible en cientos de historias.
    Pero aquí veo una situación un poco inverosímil. En un mundo donde la vida apenas se abre paso, existe un ordenador en medio de un edificio, sin ningún tipo de medidas de seguridad, donde cualquier hijo de vecino puede consultar cualquier cosa y, más aún, te permite viajar en el tiempo. No sé si me explico bien. Desde luego mi opinión personal es tan buena o mala como cualquier otra, pero si de verdad existiera una máquina semejante, ¿qué hacía nuestro personaje viviendo en una era post-nuclear con la posibilidad de marcharse tan ricamente a otro lugar y otra época?
    A partir de ese momento, la idea principal de tu relato, para mí (y es una opinión personal) pierde peso, pues aunque tu historia podría clasificarse dentro del género fantástico, hay que tener en cuenta que debe tener su lógica, o se corre el riesgo de caer en situaciones demasiado inverosímiles.
    En general, la idea de volver al pasado movido por la curiosidad de tu protagonista, de conocer la función de la llave, es muy buena, pero prueba a situarlo en otro tipo de escenario, para ver si resulta más llamativo, aunque más coherente.
    * En cuanto a la forma:
    – No sé que te ha pasado con las comillas que abren el párrafo del año 2105. Supongo que ha sido cosa del programa que hayas utilizado para escribir, y me imagino que cerrarían el fragmento hasta “contaminación”, pero no les veo mucho el sentido. Esos dos párrafos están contados por el narrador de la historia, no necesitaría comillas. Luego cierras otras detrás de …almacenados?”, que no habías abierto con anterioridad. Y lo mismo te pasa en:…y se arriesgó””. No entiendo su función.
    – El comenzar de este párrafo no lo entiendo, ni por su forma, ni por su contenido: “…llegaría a manos de alguien interesado en su historia.”
    – En la última frase, cuando se encuentran los dos ancianos, deberías haber abierto raya de diálogo.
    – También te vendría bien repasar el tutorial de los diálogos que hay aquí en Literautas, es magnífico, pues he visto algunos fallos.
    – Los números, si son cantidades pequeñas, deben escribirse en letras, a no ser que sean demasiado altos.
    Bueno Feli, espero que mis aportaciones te ayuden para acabar de pulir una historia muy buena, ya que son detalles que, revisando un poco más la forma, podrías haber detectado.
    Un saldo.
    Nos leemos.

    Escrito el 21 junio 2016 a las 22:55
  6. 6. Bealcasa dice:

    Interesante la forma de cómo empleas el tiempo en la historia y el sentido del concepto de “anciano”. Interpretar la vejez en un sujeto cuyo cuerpo ha estado forzado por el entorno es interesante. En cuanto a la técnica narrativa, no me atrevo a decir nada; pues, aún no soy muy experto en ello.

    Escrito el 22 junio 2016 a las 03:41
  7. 7. María Kersimon dice:

    Hola Feli,
    Interesante la idea de cortar el relato en dos para insertarle un atisbo de futuro y hacer que se encuentren los dos personajes al final. igual la primera parte de la descripción de los habitantes del futuro sí se podría aligerar, pero la idea es original, muy diferente de lo que haces habitualmente, ¿no? El texto del mes pasado erra más bien costumbrista. Es valiente investigar y arriesgarse con nuevos registros, pues es la manera de aprender. Sueles hacer descripciones detalladas. Quizás lo que te convenga trabajar sea depurar y enfocar un tema central en el que confluyan las lineas segundarias. Que las descripciones ilustren la trama central.
    En cualquier caso felicitaciones por el esfuerzo de innovar.
    Un saludo.

    Escrito el 22 junio 2016 a las 20:10
  8. 8. Vespasiano dice:

    Hola Feli: he echado de menos tu visita a mi relato.
    Yo he estado en el campo sin Internet y, ahora con poco tiempo debido al estado de salud de mi yerno que está hospitalizado.
    Pero si quiero dejar constancia de mi paso por tu relato que me ha parecido lleno de fantasía y vislumbrando un mundo desolador. Aunque el retorno del protagonista al presente da un atisbo de esperanza a la humanidad.
    Felicidades.

    Escrito el 30 junio 2016 a las 10:44
  9. 9. Cryssta dice:

    Hola Feli, me he pasado por tu relato porque en el taller pasado llegué tarde para comentar y quería hacerlo en este. Estaba dispuesta pero ha habido un contratiempo y es que no me gustan nada las distopías y ya he corregido dos por compromiso. Discúlpame por pasar esta vez también de corregir, de verdad que lo siento mucho pero estoy muy cansada y meterme con un relato de una distopía me genera demasiado esfuerzo.

    Solo quería que supieras que al menos lo he leído y valoro tu esfuerzo al escribir. Te deseo un feliz verano.

    Escrito el 1 julio 2016 a las 11:41
  10. 10. Feli Eguizabal Fernandez dice:

    En primer lugar quiero pedir disculpas a todos los que me habeis visitado y no he contestado. Tambien a todos lo que no he leido. Ambas situaciones se han producido por falta de tiempo, ya que el interés lo tengo todo. Tengo que deciros que no solo aprendo con vosotros, sino que tambien disfruto muchisimo leyendoros.

    Hola earendil, agradezco el trabajo tan extenso que te has tomado con mi relato. Me ha encantado tu punto de vista que me parece además muy acertado.Las dobles comillas que puse al comienzo del párrafo del 2015, pretenden separar las vivencias del del anciano de esa época con las del anciano de la primera época. Está claro que no lo he conseguido, porque tu no lo has visto. En fin repasaré el relato con tus apuntes, y seguiré tus sabios consejos.
    Hola Bealcasa. Gracias por tus amables comentarios que los tengo muy encuenta.
    Hola Maria Kersimon, Me agrada sobremanera tu analisis tan minucioso sobre el relato presente y los anteriores. Voy a intentar seguir tus didácticos consejos.
    Hola Vespasiano, Siento que este mes no haya podido pasar por tu relato. Pero lo haré en cuanto que tenga un ratito libre, porque sabes que disfruto mucho leyendote.
    Hola Cryssta, siento que estés tan cansada y echo en falta tus comentarios, siempre tan útiles. Pero lo primero es la salud, y mis relatos pueden esperar a que te encuentres mejor. También yo dispongo de muy poco tiempo, y lamento no llegar a comentar vuestros trabajos en su momento.
    Gracias a todos y os aseguro que en un momento u otro pasaré por vuestros relatos. Nos leemos.

    Escrito el 14 julio 2016 a las 09:35

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