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Después de la condena - por Tita

El anciano encontró la llave en la moto. La rodeó y observó en ella un resplandor casi celestial. La contempló dándose por entendido que no era un fulgor del cielo, sino un destello del mismísimo infierno. Satanás en apariencia de belleza lo llamaba y ejercía sobre él una fuerte atracción, poniendo por el suelo la escasa voluntad que le quedaba. Seducido por tremenda tentación y atendiendo a la voz del diablo, subió. Al instante, una intrincada discusión se desató en su interior.
— Debes tomarla. Encontrar un escondite y pasados los días será tuya —dijo la voz macabra.
—¡No lo escuches! Cincuenta años en la cárcel te enseñaron que robar es un delito — añadió una vocecita.
— Si deseas llevártela, te advierto que el dueño del establecimiento siempre va armado —exclamó la voz oscura.
—¡A callar! Soy quien toma las decisiones — refunfuñó el anciano.

Culpado de asalto a mano armada, el señor Marcus recién salía de la celda. No eran sino, los diez primeros minutos de libertad y ya se debatía entre si debía o no robar la moto.
Echado a la calle sin más que la ropa puesta, sin familia o amigos, el pobre viejo de sesenta y cinco años pensó que después de tan largo tiempo tras las rejas clamando libertad, ahora, en medio del gravísimo dilema al que se enfrentaba, era mejor volver a la cárcel. Por lo menos ahí, había comida, un techo y todos tenían algo en común.

Se bajó de la moto con la llave en la mano para indagar disimuladamente si a los alrededores de la panadería donde estaba parqueada existía alguna cámara. Caminó una cuadra por la cera con la mirada al cielo, y esto, no para elevar una plegaria a Dios pidiendo ayuda, más bien era su forma de examinar el lugar. Al no encontrar nada sospechoso, decidido a robar el vehículo, corrió de regreso a toda prisa.
La lluvia comenzó a caer, truenos y relámpagos se escuchaban en tanto él corría. Piso una mierda y resbaló. Levantándose de golpe y a punto de llegar a la moto, un estruendo, un zumbido, un estrepitoso ruido lo hizo caer de espaldas. Mojado, embarrado de caca y con un olor desagradable, Marcus yacía en el suelo con una quemadura en su pecho. Una bala lo atravesó.
En medio de la agonía exclamó a sus adentro:
—Perdóname, Señor.
—Disfrutaras del placer y la pasión de arder en las llamas del infierno —dijo la siniestra voz.

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4 comentarios

  1. 1. Roger/NHICAP dice:

    Hola Tita,
    Buen trabajo pero el final es mejorable. El último párrafo, desde, “La lluvia…” hasta “…Una bala lo atravesó”, podrías repasarlo, creas un escenario exagerado como preludio a recibir el disparo.
    Otro aspecto que no está bien, en mi opinión, es utilizar el diálogo del anciano con las voces que salen de su mente. Quedan mejor las comillas, de cualquier tipo -yo usaría las latinas- para enmarcar la frase y escribir después “escuchó”; “resonó en su cabeza”: etc,..
    Un abrazo y hasta la vuelta.
    Un abrazo

    Escrito el 18 junio 2016 a las 17:12
  2. 2. Laura dice:

    Tita
    Muy bueno el debate del anciano consigo mismo, aunque termina cayendo en la tentación.
    Sigue escribiendo.

    Escrito el 20 junio 2016 a las 12:55
  3. 3. B.M. Donald dice:

    Buenas Tita
    Paso por tu relato por faltar comentarios.
    La imaginación está en todo el relato.
    Aunque los tiempos de la história no los comprendo. No se sostienen. Un adolescente encerrado durante 50 por asaltar con arma pero no dice que la utilizara… Creo que es algo, al menos por aquí, que no tiene mucho sentido.
    la conversación interna, creo que tendría que estar, tal vez como comenta Roger/NHICAP o con «»
    Pienso que ves con claridad lo que quieres aportar, aunque has de tener en cuenta que lo escribes para otras personas.
    Ánimo que la practica ayuda a mejorar.
    Saludos Gracias

    Escrito el 23 junio 2016 a las 18:49
  4. 4. Leonardo Ossa (Medellín - Antioquia) dice:

    Hola Tita, a partir de «El anciano encontró la llave en» he leído muchas historias distintas y la tuya tiene mucha imaginación en cuanto a los sucesos. Hay cosas por mejorar, como lo que te señala B.M. Donald acerca de la sentencia a 50 años de carcel, pues sería más creíble decir que por distintos delitos durante su juventud, habría ingresado varias veces a la cárcel y sumado casi 50 años de prisión, pero eso es corregible: Destaco la imaginación que tienes para la seguidilla de acontecimientos, la disertación mental del delincuente de tu historia y el gusto tuyo por la escritura.
    Agradezco mucho que hayas visitado mi participación de este mes y que me hubieses dejado un comentario: detalle que agradezco bastante.
    Tita, espero volver a leer tus participaciones en un futuro.
    Saludos.

    Escrito el 26 junio 2016 a las 17:48

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