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Algún día volveré - por Jelly Bangster

El anciano encontró la llave en su bolcillo derecho, era como si instintivamente supiera que iba a encontrar ahí.
Estar de pié, frente aquella enorme puerta de madera que parecía ser más antigua que él mismo, le resultaba bastante intimidante. No recordaba muy bien como había llegado hasta ahí << Maldita vejez>> pensó.
Miró a su alrededor y sorpresivamente no había hacia dónde ir, todo lo que pudo ver fue una enorme extensión de espeso bosque ambientado por sonido de los animales. Así que apretando con fuerza los puños, tragándose el miedo y dejándose llevar por la curiosidad introdujo la vieja llave en la cerradura oxidada; Empujó con todas sus fuerzas la pesada puerta hasta que por fin logró abrir un hueco por el que podía pasar.
Lo que vio, lo desconcertó aún más pues se trataba de su antigua casa, donde vivió con su esposa hasta que esta falleció a causa del cáncer. << No puede ser este lugar se encuentra muy lejos de aquí, en otro estado incluso>> se decía mientras recorría las habitaciones sin poder dar crédito a lo que veía.
La casa se lucía idéntica, solo que muy deteriorada y cubierta por una especie de bruma que le daba un aspecto algo tétrico. Abrió la puerta que conducía hacia la habitación principal y sus ojos se llenaron de lágrimas. << La extraño mucho>> dijo << Era el amor de mi vida >>. Tomó el pomo de la puerta y de pronto aquella dolencia en la espalda, que ya no le permitía caminar tan erguido, pareció aliviarse de la nada, miró sus manos que ahora parecían las de un joven de al menos treinta años. Se dio cuenta de algo que lo asustaría al principio pero terminaría llenándolo de felicidad; estaba rejuveneciendo.
El anciano agitado y confundido sintió la necesidad de regresar pero su curiosidad lo venció obligándolo a abrir la puerta. Un resplandor cegador lo hizo caer al suelo, pero esta vez era pasto lo que encontró debajo de sí.
Al levantarse pudo darse cuenta que no estaba ni cerca de de su casa, era más bien un jardín lleno de rocío matinal con hermosas florecillas de múltiples colores, que por alguna razón recordaba ya haber estado en él; y entonces lo comprendió todo. Conocía ese jardín por que había crecido jugando en él.
Sus ojos se llenaron de lágrimas de nuevo al recordar todas esas expediciones a la luna, todos esos días de campo y lluvias de estrellas, todos esos veranos con su padre cortando el pasto y embelleciendo las rosas con su madre.
Se acercó a la puerta principal y entró. Era la casa donde había pasado toda su infancia y parte de su juventud. Estaba justo como la recordaba sólo que esta vez todo estaba lleno de musgo y enredaderas. En la sala principal había un árbol de tronco ancho y raíces profundas que atravesaba el techo. <<Podría llegar a mi habitación si trepo por aquí>> se dijo, sorprendido por la osadía jovial que lo inundaba. Se sentía vigoroso de nuevo lleno de vitalidad. Dio un sobresalto cuando todos los objetos comenzaron a hacerse grandes. O ¿acaso era él el que empequeñecía?
Ya no sentía miedo, al contrario, quería llegar al final de todo esto.
Lleno de valentía saltó hacia el tronco y trepó sin ninguna dificultad. Sentía que el corazón le palpitaba a mil por hora, pero esta vez estaba seguro que no era un ataque cardiaco, era la alegría y vitalidad de un niño.
Cuando llegó a su habitación saltó de emoción al ver de nuevo sus juguetes por los cuales parecía no haber pasado el tiempo, pero su sorpresa fue mayor al escuchar una voz conocida. <<Ven aquí>> le decía la hermosa voz << He esperado mucho tiempo por ti>>.
Se dirigió a la habitación de sus padres y ahí, sentada frente al tocador, peinando su hermoso cabello castaño estaba su madre. Justo como la recordaba.
Corrió hacia ella y de un salto subió a sus piernas. Nada recordaba tan bien como su aroma, <<Hueles a galletas recién horneadas y a chocolate caliente en un día lluvioso>> le dijo con lagrimas en los ojos, hundiendo su pequeño rostro en el cabello de su madre. Ella sólo sonrió y dijo: <<Me alegra tanto verte de nuevo hijo>>
Todos sintieron pena por aquel anciano que se desplomó repentinamente en las escaleras, justo a unos pasos de la gran puerta de madera de la iglesia.

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4 comentarios

  1. 1. siulLegna dice:

    Excelente viaje,Jelly a traves de la memoria del amor perdido, de la infancia, del recuerdo del cariño maternal, encantadores poderes los de esa llave. Me ha emocionado mucho leer tu relato. Feliciades Jelly.

    Escrito el 18 junio 2016 a las 09:30
  2. 2. Laura dice:

    Hola Jelly
    Hermoso relato, muy cuidado en sus formas.
    Sigue escribiendo.

    Escrito el 19 junio 2016 a las 12:11
  3. 3. Cam dice:

    Hola Jelly!
    Me encantó tu relato!! Adoro el final!!
    Es… No lo sé, me encanta.
    Lo único que noté es que en.. “Al levantarse pudo darse cuenta que no estaba ni cerca de de su casa”
    Repetiste el de.
    Y después otro errorcito en..
    ” era como si instintivamente supiera que iba a encontrar ahí.”
    Queda como que incoherente.
    Seria…
    ” era como si instintivamente supiera que la iba a encontrar ahí.”
    Queda mejor si le agregás el la adelante de iba.

    Son pequeños errores.
    Pero me encantó tu relato!!
    Si podes leer mi relato te lo agradeceria, es el 58.

    Saludos!!

    Escrito el 23 junio 2016 a las 01:50
  4. 4. KMarce dice:

    Saludos Jelly B:

    Muchas gracias por pasar por mi relato, disculpas por llegar algo tarde al tuyo. Aunque siempre pendiente de leerte, he lleagado al fin.

    Antes de decirte lo que me ha gustado, voy a declararte algunas mejoras que creo que son necesarias:

    Debes cuidar mucho tu revisión ortográfica. A veces, el correctos automático cambia las correctas, por las que no lo son, o al revés, no cambia lo que debe.
    Al inicio de la lectura, encontramos “bolCillo”, cuando es “bolsillo”.
    Esto ya causa que lo que se lea después, el lector irá buscando “erratas” de escritura de manera más consciente. Trata de no tener esos tropiezos, sobre todo al inicio de la escritura.
    Hay error en “pié” va sin tilde. Error en la frase: “no había* hacia a donde ir”, creo que es “sabía”.

    Para futuros relatos, cuando uses las comillas españolas o flechas españolas, o militares, como también se conocen, debes marcarlas así: alt+174 = « y para cerrar alt+175= ». Usar los signos de > o < no es lo correcto.

    Has usado dos gerundios muy seguidos: Tragándose y dejándose. No soy enemiga de los genundios, como lo es alguna otras personas, que prefieren evitarlos a toda costa; pero de usarlos, debes hacerlo de manera consiente. Recuerda que un gerundio denota similitud o anterioridad a la acción, y evitarlo cuando es una acción de posteridad. Así que en este caso, de puede cambiar por: "se tragó su miedo dejándose llevar" o " tragandose su miedo, y llevado por la curiosidad…"

    En cuanto a la puntuación, hay frases muy largas de lectura. Se recomienda usar frases largas e intercarlarlas, con frases cortas. Utiliza los puntos y seguidos cuando desees mantener una conexión o ideas entrelazadas. Y usa punto y aparte cuando las ideas no tengan relación, hay cambio de escenario o tiempo.
    Has colocado una mayúscula despues de punto y coma, va en minúscula. Asumo fue error de dedo.

    Creo que te ocurre lo mismo que a mí, con los cambios de tiempos verbales. Yo tengo un enorme problema para usarlos de forma correcta. Aunque solemos usarlos indiscriminadamente durante las charlas no es permitido en la escritura. No puedo señalarte mucho, pero si te recomiendo que aprendas al respecto. Es un tema harto de extenso, y yo apenas estoy iniciando en mis estudios profundos sobre el tema. Pero para que notes, lo que te menciono, te lo muestro:

    "Se dio cuenta de algo que lo asustaría (a) al principio pero terminaría (b) llenándolo (c) de felicidad, estaba (d) rejuveneciendo(e)"

    a y b son condicionales, c es gerundio, d es préterito imperfecto, e es gerundio.

    Condicionales: acción futura o hipótetica a otra acción que expresa posibilidad.
    Gerundio: verbo impersonal que expresa similitud o anterioridad a la acción, o sea, algo que se puede hacer a la vez o brevemente después de la acción del verbo que indica.
    Préterito Imperfecto: Acciones del pasado, ya sea de manera interminada o con discrepancias del pasado.

    Y me quedo aquí, que no estoy capacitada para hacer cátedra.

    Lo que me ha gustado, es la idea del relato, ir cada vez de anciano hasta convertirse en un nene, que se siente confortado en los brazos de la madre. Aunque ya presentía que se trataba de la muerte, me ha parecido una excelente idea planteada. Por lo que hace que ese destino que todos sufriremos, no sea algo tan temible.

    Me ha gustado mucho la ambientación, aunque hubiera cambiado también el escenario, a medida que el se hace joven, todo también a su alrededor debio ser trasformado a "luz", y no tan decrépito y lugubre. Creo que solo cuando ya es un nene, es que todo se transforma a bien.
    Pero, la idea en conjunto y el "big picture", me ha parecido un muy buen ejercicio. Así que por ello te felicito sinceramente.

    Siempre lo he dicho, las reglas y normas se apenden, la creatividad, la imaginación son innatos.
    ¡Nos leemos!

    Escrito el 5 julio 2016 a las 01:36

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