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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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El custodio - por Lemo

El anciano encontró la llave en la caja equivocada, no hacía carrera de Mateo. En sus inicios mostró maneras pero no acaba de progresar, María que apenas llevaba dos años con ellos se iba perfilando como posible sucesora.
Puso la mano izquierda sobre el molde de obsidiana e insertó la llave en la cerradura con la mano derecha. Abrió las dos puertas del armario y se quedó mirando el interior. Llevaba ciento veinte años como custodio, se estaba produciendo un cambio de tendencia y las anotaciones en los libros granates se habían disparado, llegando a igualar el número de ejemplares de libros verdes en tan sólo veinte años.
Se alegró por tanto de tomar el libro verde para anotar la última Alma Complacida que había sabido recobrar el camino perdido. Con gran parsimonia anotó en una preciosa letra gótica la última alma salvada: Señor Ángel Sendarrubias. A continuación anotó la fecha. No pudo dejar de sentir una punzada de desánimo, a pesar de los últimos aciertos escribía relativamente poco en el libro verde.
Cerró el armario con el deseo de iniciar una gran racha positiva, pero los años le pesaban mucho y sus ilusiones parecían haberse agotado. Tendría que elegir en breve a su sucesor, quizás fuera ese el revulsivo que necesitaba el Museo de las Almas Complacidas para obtener un cambio radical en la catastrófica tendencia.
Se sentó en la pesada silla y cerró los ojos un instante antes de leerse los tres informes que esperaban resolución. Le gustaba leer con tranquilidad la vida de los candidatos, quizás había perdido la capacidad empática que le permitió salvar tantas almas en sus primeros cien años de trabajo, o a lo mejor por mucho que se empeñase el mundo había cambiado tanto que ya no era capaz de discernir con objetividad.
Así que había cambiado su forma de elección para acelerar el relevo. Antes elegía el Alma afortunada a la cual brindar una segunda oportunidad, y luego dejaba que sus aprendices llegasen a una conclusión y discutían la elección de cada uno, pero la elección del custodio era inamovible. Ahora se dedicaba a elegir dos candidatos y entre los tres hacían la elección final.
Santiago Cintura, un político que no parecía tener derecho a estar entre los elegidos. No obstante su buen hacer con la comunidad mientras llegó a la política le hacía merecedor de una segunda oportunidad. Leyó con calma sus buenas acciones de joven y las horrorosas decisiones al convertirse en alcalde.
Silvia Volante, excelente profesora con gran vocación hasta que tuvo la desgracia de conocer a su actual marido, se dejó llevar por la senda del amor a territorios sexuales difícilmente tolerables. Las artes adquiridas en ese mundo llevó a la pareja a montar una trama de extorsión que les permitía vivir en un mudo de lujo derrochador.
Ángeles Cardoso, juez corrupta, una persona que imparte justicia no debería jamás caer en esa tentación. Por otro lado, no se sabe si para disimular, era una gran activista en la creación de centros de ayuda para diversos colectivos en todo el país.
¿Cuál de los tres sería capaz de enmendar su rumbo?¿Quién se merece recibir el reloj de arena?
El anciano fue a dar un paseo por el frondoso patio del Museo, ver como eclosionaban las flores y el cantar de los pájaros le ayudaban a entrar en ese trance de tranquilidad de dónde solían salir sus decisiones. Por suerte ahora solo debía eliminar uno de los tres.
Se sentó junto a la fuente para dejarse mecer por el relajante sonido del agua. Cerró los ojos y tomó tres respiraciones profundas. Al levantarse de nuevo ya había decidido que la juez no tenía derecho a una segunda oportunidad. Ya sería juzgada en su momento.
De nuevo en su despacho, despejaba su mesa mientras sus discípulos leían las vidas de Santiago y Silvia. Colocó un cuenco de nueces y una gran jarra fresca de zumo de melón y zanahoria, la concentración era clave a la hora de tomar decisiones importantes.
—¿Cuál es vuestra primera impresión? —preguntó el anciano.
María se inclinaba a favor de Silvia, al fin y al cabo la codicia y el vicio sólo habían afectado a ella y a unas cuantas víctimas en su camino, mientras que el político había perjudicado muchas familias en su ciudad. En cambio Mateo prefería salvar al político pues al poder favorecer a más gente el posible bien podría ser mucho mayor.
El anciano suspiró, se avecinaba una agotadora tarde.

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17 comentarios

  1. 1. Lemo dice:

    Con poco tiempo he conseguido seguir un poco con la temática del cuento del mes pasado.
    Nos leemos,

    Escrito el 17 junio 2016 a las 20:27
  2. 2. Francis dice:

    Lemo, ¡vaya con el Museo de las Almas Complacidas!
    Me ha gustado mucho tu relato. Da una idea exacta de lo que has querido transmitir. La descripción de los personajes es adecuada y la ortográfica, también (sólo he encontrado la tilde de “…de dónde solían salir sus decisiones”, en este caso “donde” no se acentúa).
    ¡Ánimo! Tienes madera de escritor. Nos seguiremos leyendo el curso que viene. Saludos

    Escrito el 18 junio 2016 a las 10:32
  3. 3. L. Mor Arcadia dice:

    Hola!!
    Te diré que a primera lectura todo fue confuso hasta que leí tu comentario y fui al relato del taller pasado.

    Muy buena historia,es interesante y te atrapa de inmediato. Me parece que has logrado darle una continuidad a la vez de profundidad a este sistema del Museo de las Almas Complacidas. También me doy cuenta que has tomado en consideración los comentarios de Mayo, ¡muy bien!

    Tu texto me ha recordado mucho a un anime que vi hace mucho tiempo, Death Parade. Si no lo has visto no lo hagas hasta que decidas concluir con tu historia. Creo que sería algo divertido para ti ver algo parecido con lo que escribes. Aunque de verdad tu historia es muy original y fantástica.

    Te seguiré leyendo el próximo mes con la esperanza de conocer más del Museo de las Almas Complacidas. 😀

    Nos leemos 😉

    Escrito el 18 junio 2016 a las 21:57
  4. 4. Laura dice:

    Hola Lemo.
    Interesante la trama. Me gustó mucho.
    Nada tengo que señalar con respecto a la forma. Tan sóo, me gustó. Me gustaría saber más sobre los tres posibles y algo más sobre sus motivaciones que los llevaron a la “caída”, pero puede seguir en otro capítulo si lo eliges como inicio de una novela.
    Sigue escribiendo

    Escrito el 20 junio 2016 a las 12:12
  5. 5. Otilia dice:

    Hola Lemo,
    Gracias por leer y comentar mi relato.
    Tu idea es original, pero si te soy sincera, me gusto más el relato de mayo.
    No soy una entendida, pero creo que falta el desenlace para tener estructura de relato.
    Lo que si tienes es el comienzo de una novela. Felicidades.
    Saludos

    Escrito el 21 junio 2016 a las 16:33
  6. 6. Manoli VF dice:

    Hola Lemo. Qué duro el trabajo de custodio!! Has definido muy bien el cansancio del personaje en su tarea. Bien, el relato discurre llevando al lector de la mano de tu personaje. Te felicito también por la buena narración. Si hay fallos no me han llamado la atención.

    Placer leerte.

    Escrito el 21 junio 2016 a las 19:41
  7. 7. Denise dice:

    Hola!
    Me encantó el relato. A pesar de no haber leído la primera parte, lo comprendí perfectamente (al menos, eso creo :P).
    Estoy de acuerdo con Manoli en que mostraste muy bien el estado de ánimo del Custodio. En cuanto a la narración, es correcta, aunque me parece que a la frase “…no hacía carrera de Mateo.” le falta algo, ¿puede ser?

    En lo que sí encontré problemas es en la puntuación, por ejemplo:
    “En sus inicios mostró maneras pero no acaba de progresar, María que apenas llevaba dos años con ellos se iba perfilando como posible sucesora.”
    “En sus inicios…” Es hipérbaton, por lo que debe seguir una coma.
    Antes del “pero” siempre va una coma.
    Después de “progresar” debería ir un punto seguido, porque la frase que sigue cambia un poco el tema.
    “que apenas llevaba dos años con ellos” es una proposición adjetiva explicativa, por lo que debe ir entre comas.

    Con respecto a “llegando a igualar el número de ejemplares de libros verdes en tan sólo veinte años”, ese gerundio no corresponde porque indica acción posterior, un uso que en castellano no existe.

    Esto es lo que puedo decir por ahora, espero que te sirva! Y te felicito por lo imaginativa que salió la historia 😉

    Saludos!

    Escrito el 22 junio 2016 a las 00:34
  8. 8. José Torma dice:

    Hola Lemo.

    Pues me tuve que pasar por el relato anterior, porque por si solo, este me quedaba flojo. Creo que es arriesgado a menos que hagas una referencia clara.

    Pero aqui tenemos la ventaja de poder visitar el pasado y pues ya leyendo los dos, veo que llevas camino para una historia interesante.

    Has tenido muy buenas correcciones, asi que no machacare. Solo me queda felicitarte y animarte a que desarrolles el tema en una historia mas larga que permita llenar los huecos que aqui, por espacion no pudiste.

    Saludos.

    Escrito el 23 junio 2016 a las 21:54
  9. 9. Isolina R dice:

    Hola, Lemo:

    La historia me convence, aunque debes revisarla para corregirle algunos fallitos.

    Estoy de acuerdo con lo que te ha señalado Denise.

    El primer párrafo habría que puntuarlo de otra manera y cambiarle el verbo “acaba” a imperfecto (“acababa”). Yo lo pondría así: “El anciano encontró la llave en la caja equivocada. No hacía carrera de Mateo. En sus inicios mostró maneras, pero no acababa de progresar. Por el contrario María, que apenas llevaba dos años con ellos, se iba perfilando como posible sucesora”.

    En el tercer párrafo se repite el verbo “anotar” tres veces y hay algún problemilla con la puntuación. Yo pondría así: “Se alegró, por tanto, de tomar el libro verde para consignar la última Alma Complacida que había sabido recobrar el camino perdido. Con gran parsimonia, anotó la última alma salvada: «Señor Ángel Sendarrubias». A continuación puso la fecha. No pudo dejar de sentir una punzada de desánimo. A pesar de los últimos aciertos, escribía relativamente poco en el libro verde”. Como ves, he eliminado “en una preciosa letra gótica”. Creo que dos complementos circunstanciales enlentecen demasiado. Elige uno de los dos.

    Puntuación diferente en: “No obstante, su buen hacer con la comunidad, mientras llegó a la política, le hacía merecedor de una segunda oportunidad”.

    Quedaría mejor: “María se inclinaba a favor de Silvia. Al fin y al cabo la codicia y el vicio sólo le habían afectado a ella y a unas cuantas víctimas, mientras que el político había perjudicado a muchas familias en su ciudad”.

    También quedaría mejor: “El anciano fue a dar un paseo por el frondoso patio del Museo. Ver cómo eclosionaban las flores y escuchar cómo cantaban los pájaros le ayudaban a entrar en ese trance de tranquilidad de donde solían salir sus decisiones. Por suerte, ahora solo debía eliminar a uno de los tres”.

    “De nuevo en el despacho, despejaba la mesa mientras sus discípulos”.

    “se avecinaba una tarde agotadora”.

    Nos seguimos leyendo tras las vacaciones.

    Espero que mis sugerencias te sirvan.

    Saludos

    Escrito el 24 junio 2016 a las 21:27
  10. 10. Don Kendall dice:

    Hola Lemo,
    Hago una aproximación a tu trabajo, que parece cuidado e impecable, corregidos algunos detalles que ya apuntaron comentaristas más autorizadas que yo ;-).
    No me quiero enrollar, por eso de frente te digo que me parece que al relato le falta narrador. Este mes estoy especialmente sensible al tema narrador. Pero más bien parece un trabajo impecable del autor que ha usurpado el trabajo del narrador. Creo que merece la pena perder un poco de tiempo en elegir el narrador y experimentar. En tu trabajo no lo acabo de encontrar. Sé que queda un poco frío el comentario, pero es que me parece un trabajo de cierto fuste que tal vez merezca un par de vueltas. Apunta rutas por donde seguir con eso de la segunda oportunidad, pero creo que puede ir más allá que una especie de exégesis de un taumaturgo a la medida.
    En fin, gracias por tu trabajo y creo que podemos seguir comentando si te apetece. Un abrazo

    Escrito el 25 junio 2016 a las 21:19
  11. 11. Lemo dice:

    Muchas gracias a todos,
    Ahora estoy fuera y sin teclado en cuanto pueda os contesto.

    Saludos

    Escrito el 26 junio 2016 a las 23:04
  12. 12. Marcelo Kisi dice:

    HOla Lemo, compañero!
    Mil gracias por pasarte por mi relato y comentarlo!
    Tu relato me gustó, se ve que es la continuación del anterior, y veo que le has dejado el final abierto, cosa de continuarlo en la próxima también.
    Si es así, mi expectativa como lector es leer más sobre la vida de los dos candidatos, es decir, la profundización del dilema moral: es decir, ya no es tan fácil catalogar a la gente como buenos totales o malos totales. Al punto de que el mismo trabajo de estos custodios se ve puesto en riesgo, y tendrán que buscar otro modo de calificar, u otro modo de ganarse la vida (o la eternidad?).
    Un relato verdaderamente inspirador!

    Escrito el 27 junio 2016 a las 09:58
  13. 13. Cryssta dice:

    Hola Lemo, muchas gracias por pasarte por mi relato, con gusto te devuelvo la visita.

    Tu relato me ha gustado aunque confieso que me he hecho un pequeño lío porque por un lado están los candidatos a sucesor del anciano, Mateo y María y por otro los candidatos a la segunda oportunidad, Santiago, Silvia y Ángeles. Así que cuando has nombrado a Santiago pensaba que te habías equivocado de nombre y a quien debías nombrar era a Mateo.

    Además de lo que te han dicho los compañeros en cuanto a lo mejorable yo he visto:

    – “por mucho que se empeñase” debería ir entre comas, no está mal como lo has puesto pero queda la frase demasiado larga así que puedes dejarlo entre comas como una aclaración

    – “Las artes adquiridas en ese mundo llevaron…”

    – “despejó su mesa”

    – una coma tras “En cambio”

    Espero haberte ayudado, te deseo un buen verano.

    Un abrazo.

    Escrito el 29 junio 2016 a las 11:52
  14. 14. KMarce dice:

    Saludos Lemo:

    Muchas gracias por pasar por mi relato. Disculpas por el atraso en llegar al tuyo, liados días los míos.

    Creo que te han dicho ya las mejoras a tu texto, así que no voy a repetir, me quedo con las observaciones que te hizo Isolina y Denise, ya que fueron también muy notorias para mí. La frase ” no hacía carrera de Mateo”, me ha dejado Plop! porque no le encontré pies ni cabeza, aún con la sugerencia de Isolina. Creo que falta algo, talvez, un “no como hacía carrera Mateo” o no sé, ideas mías que tratan de subsanar ese impase.

    Por lo demás, me parece, un tema muy original e interesante. Y una secuencia del texto anterior, en donde en la eternidad, se evaluarán los candidatos a esa ciudadanía celestial. A mí que me manden al jardín de todos los animales, porque el refrán dice: Todos los perros van al cielo. Así que no tendría que estar sufriendo por nadie. 😛

    Te felicito, he disfrutado el relato y ha sido agradable ver tu intento de prolongar algo previo, sea que unos comprendieron y otros no; el esfuerzo es apreciado. ¡Nos leemos!

    Escrito el 5 julio 2016 a las 00:20
  15. 15. Demetrio Vert dice:

    Saludos Lemo. Ya estoy aquí, tal y como te dije. Gracias por leer el mío y comentarlo.

    A mí, que ya soy bastante mayor, se me olvidan ya las cosas. No recuerdo tu relato anterior, pero, desde mi punto de vista es igaul. Aunque sea una continuación de la historia, el capitulo en sí debe estar cerrado. Presentación, nudo y desenlace. Y conflicto.

    Todo está en tu cuento. Una presentación escueta, de un párrafo, que, incluso para quien no recuerda tu cuento anterior, ve perfectamente al personaje.

    Un desrrollo completo, con acciones que explican y hacen avanzar la historia. Y un desenlace bueno. El dilema que se le presenta para elegir entre candidatos que ninguno es perfecto. ¿A quién salvar? Desde luego tenía trabajo por delante.

    Marcelo ve un final abierto. Y así se puede ver: la continuación del trabajo. Pero al mismo tiempo es un final cerrado para este texto. Ante sus dilemas, le queda mucho trabajo.

    Respecto al narrador, discrepo de Don Kendall, al que estimo. Yo veo un narrador omnisciente perfecto. Salvo en dos preguntas: “¿Cuál de los tres sería capaz de enmendar su rumbo?¿Quién se merece recibir el reloj de arena?” ¡Quién hace la pregunta? El narrador omnisciente no puede ser, porque lo sabe. Seguramente es el anciano quie se pregunta eso. Como estas utilizando el omnisciente, las preguntas debían ir entre comillas y achacárselas a alguién (al anciano) y saber si se lo pregunta el mismo o lo hace a sus ayudantes.

    Poniendo orden en la gramática como te aconsejan Denise e Isolina, para mí perfecto. Aún así, veo un buen relato.

    Hasta pronto

    Escrito el 6 julio 2016 a las 11:24
  16. 16. Don Kendall dice:

    Concordancia con la discrepancia de Demetrio Vert
    Hola,
    Estoy de acuerdo con lo que apunta Demetrio Vert. Es posible, por no decir seguro, que me haya explicado mal. Está claro que hay alguien cumpliendo las funciones del narrador. En mi opinión, alguien está usurpando esas funciones. Y precisamente lo que da la pista sobre esa usurpación son las preguntas (¿retóricas tal vez?) que apunta certeramente Demetrio Vert.
    En un trabajo, brillante como el que propone Lemo, creo que merece la pena dar una vuelta de tuerca e ir un poco más allá que el parabién que ya se le reconoce. En este sentido quizá convenga hacer notar la diferencia entre el/la escritor/a ( un ser humano de carne y hueso, que fuma y bebe ;-)) y el narrador de una historia.
    Pues bien, yo he escrito en mi anterior comentario « no lo acabo de encontrar (al narrador)» porque he tenido en cuenta esa diferencia fundamental que en muchas ocasiones perdemos de vista. Me sobra “autor” y me falta “narrador” específico. Y esto es así porque

    La persona que cuenta la novela o el cuento no es propiamente el autor,
    sino aquel ser que dentro del texto personifica una proyección singular del autor como emisor del discurso literario
    Alberto Paredes,”Las voces del relato”

    . (Nota al pie)
    En resumen que estoy de acuerdo con la posible solución que propone Demetrio , ciñendo con comillas esas preguntas a mitad de relato. Pero además, y el texto lo merece, se puede ir un poco más allá, saliendo de esa zona de confort creativa con un “taumaturgo” que es casi un “demiurgo” que lo sabe todo y no presentado como narrador omnisciente si no como autor “entrometido” (si se me permite).
    Todo lo anterior queda dicho dentro de un paraguas mucho mayor que es el total respeto y agradecimiento al trabajo de Lemo que como dije y vuelvo a repetir me parece de gran mérito. Ni que decir tiene mi agradecimiento y estima a su vez a las opiniones y enseñanzas de Demetrio Vert.
    Un abrazo colectivo
    (Nota)Recomiendo la lectura de este libro, corto (100 páginas) y denso a su vez. Si no lo encontráis os lo puedo “prestar” enviando archivo pdf

    Escrito el 6 julio 2016 a las 15:21
  17. 17. Demetrio Vert dice:

    Hola a todos. Vuelvo a entrar en el debate porque estimo que lo que dice Don Kendall es de la mayor importancia para escribir narrativa.

    La confusión autor/narrador es patente en muchísimos relatos de los que aquí mensualmente se presentan. Y no solo aquí, sino en tantísimos libros que diariamente se publican para entretenimiento, que no por ello no deben estar bien escritos; encontramos este fallo incluso en algunos, diría yo, de los que gozan de un marchamo de prestigio.

    Pocos autores se resisten a poner sus opiniones camufladas en la voz del narrador. Ello no solo desmerece el texto, sino que consciente o inconscientemente produce confusión en el lector. Nunca se sabe, en esos momenetos, quién habla ni para quién. Cuando la calidad es poca, esta confusión es permanenete a lo largo del libro.

    No se trata pues de seguir uns reglas por seguirlas; estas se pueden transguedir si uno sabe hacer el texto preciso e inteligible (Philip Roth). Pero en mi opinión estas cosas solo están al alcance de los grandes, de aquellos que dominan el oficio como el mejor zapatero domina el suyo. Las normas en general, sean gramaticales o de voz narrativa, están para poder comunicarnos, para poder transmitir ideas con total claridad. Quien las conoce en profundidad y las maneja con habilidad, puede utilizarlas según le venga en gana. Transmitidas las ideas con precisión, las emociones que estas produzcan en cada lector, es ya otra cosa.

    Respecto al relato de Lemo, humildemente, pienso que entendí a Don Kendall. Justamente porque me obsesiona “la voz narrativa” y le comprendí, busqué ese punto sutil de confluencia entre autor/narrador en el texto. No lo encontré; pero no dudo que pueda suscitar dudas en otro lector.

    Y como dice Don Kendall, todo lo anterior sin desmerecer un ápice el trabajo de nuestro compi Lemo.

    No conozco el libro del que habla (Don Kendall), pero por supuesto que lo buscaré. Le agradezco su información. Y a Lemo este gran trabajo.

    Saludos y buenas vacaciones.

    Escrito el 6 julio 2016 a las 17:11

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