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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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Como hacer picar a un pez - por Marazul

El anciano encontró la llave en el lugar exacto, debajo de una de las piedras que bordean el macizo de los tulipanes, concretamente la número trece; tal como indicaba la nota recibida.
Emilio conocía muy bien estos juegos,porque él mismo los había utilizado en otros tiempos. Se trataba de confundir, intimidar y acobardar a la presa. En definitiva, jugar con ella desde esa posición de superioridad.
El miedo a la venganza siempre le acompañó, aunque pasados los años ese temor se fue disipando; tal vez porque él mismo se había vuelto más humano y confiado.

Ya con la llave en el bolsillo, aquel viejo entró en la Estación Central; aún conservaba parte de la arrogancia que una ligera cojera no había logrado borrar.
Cuando estuvo en consigna, ante el casillero número trece, lo abrió; el corazón le latía a un ritmo frenético. En el interior encontró una pulsera de oro con las iniciales L.C.N, y un sobre con instrucciones…con más instrucciones.
Al reconocer la joya, la retuvo un instante entre sus manos temblorosas; primero la acarició, luego la besó. Era la pulsea de Luci, él mismo se la había regalado hacía unos meses, el día en que cumplió los quince años. Fue una celebración muy especial porque, aparte de que su nieta estaba preciosa con aquel vestido de gasa, Emilio pudo sentir todo el cariño que ella le daba.
Aún estaba recordando ese día cuando el teléfono vibró mostrando la foto de Silvia, una mujer guapa y sonriente, que ahora al descolgar sollozaba.
—Papá…papá ¿dónde estás?
—¿Se sabe algo?—contestó Emilio sin dar más explicaciones.
—No…la policía ocupa toda la casa—pudo acertar a decir—El inspector te busca, quiere hablar contigo. Hay que encontrar a Luci, mi pequeña…—la voz de Silvia, que probablemente se encontraba bajo los efectos de algún calmante, se iba debilitando hasta quedar convertida en un susurro—quiero abrazar a mi hija…
—La abrazaras, te juro que la abrazaras—aseguró el padre.
Emilio pudo imaginar la casa familiar tomada por la policía, los teléfonos pinchados a la espera de que los secuestradores pusieran una cifra, al inspector Suárez, que era un buen profesional y conocía perfectamente su pasado, intentando hacer bien su trabajo y la desesperación de su hija y de su yerno.
Él era el único que sabía que los secuestradores no querían su dinero.

Tomó la línea trece de autobús. Mientras iba contando las sucesivas paradas revivió algunas escenas que le habían quedado grabadas durante el juicio: las acusaciones del fiscal, su propio interrogatorio, los testigos, aquella madre que reclamaba justicia para su hijo, las armas expuestas junto a los ordenadores, discos duros y dinero incautado. Todo ello y su confesión fueron decisivos para desmantelar la organización criminal. Los años que pasó en la cárcel fueron duros…muy duros.
Al llegar a la parada número trece, Emilio se bajó del autobús lentamente como si le pesara toda su vida.
Una mujer de pelo blanco, que se protegía de la lluvia bajo un paraguas, le preguntó la hora, y él, aparentando no tener prisa, miró su reloj de pulsera que marcaba las trece horas.
Caminó tras la mujer despacio durante un buen rato, atravesando varias calles, cruzando las vías del tren y siguiendo la fila de vagones. Al llegar al vagón número doce la mujer se paró; sin girar la cabeza en ningún momento para mirarle se adentró en el túnel y desapareció.
Emilio se quedó allí inmóvil, empapado por la lluvia, parecía tranquilo.
No querían su dinero
Lo querían a él.
El chirrío de los frenos de otro vagón que se acercaba puso sonido a la escena. Empezó la maniobra del enganche con el vagón que faltaba, el último, el número trece.
De su interior salió un hombre, revolver en mano, con cazadora y gorro de lana oscuro, justo en el momento en que el teléfono de Emilio empezó a vibrar al recibir un mensaje:
Silvia 13:13
papá… Luci sana y salva en casa. Ven pronto. Te esperamos.
Recibido:13 de jun.

Los titulares de los periódicos del día siguiente aludían al asesinato del criminal arrepentido, Emilio Noguera Gómez, alias "el Mono".
El titular más llamativo fue el del diario "Mi ciudad":
"¡VENGANZA Y CÓDIGO DE HONOR! Asesinado antiguo jefe del crimen organizado. Así se cumple su ley."

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22 comentarios

  1. 1. Guiomar de zahara dice:

    Hola Marazul:
    Tu relato me ha gustado. Bien construida la historia -sin dramatismos excesivos- quizá demasiados “treces”Yo hubiera puesto -a lo mejor- quince, por aquello del cumpleaños de la nieta (es mi opinión)
    Me gustó el final…aunque si quienes lo mataron eran los “malos” no quedan en buen lugar los “buenos”. Aunque pienso que el periodista, debería hacer algún que otro ejercicio sobre los titulares de una noticia. Creo que sobra “Así se cumple la ley”
    Por lo demás me ha encantado, como siempre, leer tu historia,
    ¡Enhorabuena!

    Escrito el 18 junio 2016 a las 10:50
  2. 2. Marazul dice:

    Hola Guiomar, encantada de verte por aquí, como cada mes. El tema del número trece tienes razón, cansa un poco. Es el número del traidor, por lo del apóstol número 13, que fue Judas, y yo lo he exagerado un poco jeje….
    En mi historia no hay malos ni buenos, más bien todos son malos: un criminal arrepentido, ajusticiado por eso, por arrepentirse y testificar en el juicio. El secuestro de su nieta es para que se entregue y llevarle a su terreno.
    Gracias por tu comentario
    Un abrazo

    Escrito el 18 junio 2016 a las 19:24
  3. 3. Jesús Lacupett dice:

    Hola Marazul:
    Buen relato del mundo mafioso. Pensé que habías elegido el “13” como número de mala suerte, según la historia que nos recuerda la traición, como bien dices.
    El mío esta dos más arriba, me agradaría tu comentario.
    Saludos desde Chile.
    ¡Felicitaciones!

    Escrito el 19 junio 2016 a las 01:01
  4. 4. merchylam dice:

    Hola Marazul,
    Te devuelvo la visita encantada porque me ha gustado la historia y difiere de lo habitual. Esta bastante bien escrita y el texto fluye y se “ve” bien.
    Algunas cosillas. Me he confundido un poco al principio. Creí que el anciano era observado por el tal Emilio y que no eran la misma persona. Quizá eso podría subsanarse sin poner su nombre, hasta más adelante. Y también porque has cambiado de narrador. Te vuelve a pasar en la siguiente frase:

    “Ya con la llave en el bolsillo, aquel viejo entró en la Estación Central; aún conservaba parte de la arrogancia que una ligera cojera no había logrado borrar”
    con “aquel viejo” lo has vuelto a hacer. Plantéate quién narra en realidad, Emilio o un narrador omnisciente.
    De manera que podría quedar más o menos así porque el punto y coma no termina de cuajar tampoco:
    Ya con la llave en el bolsillo entró en la Estación Central y la recorrió con una arrogancia que ni siquiera una ligera cojera había logrado borrar.
    A mi la repetición del número 13 no me ha importado. Quizás porque como está en el imaginario de todos que es un número que da mala suerte, ya predispone a la tensión, y porque también forma parte del juego de los secuestradores.
    Otra frase:
    “Al llegar al vagón número doce la mujer se paró; sin girar la cabeza en ningún momento para mirarle se adentró en el túnel y desapareció” Faltaría una coma después de mirarle y no se si ese ” para mirarle” sería necesario o bien el “sin girar la cabeza”. Quiero decir que puedes hacerlo más sencillo y te ahorras palabras que aquí ya sabes que son un lujo. ” ..se paro. Sin mirarle en ningún momento se adentro en el túnel..”
    Plantéate ir más despacio, construir frases más sencillas. Que no te de “cosa” poner muchos puntos, y luego cuando lo tengas abre esos espacios, con frases más largas, con comas, y con lo que se te ocurra, y entonces poco a poco crearás el equilibrio entre unas y otras.
    Aún así estupendo, eh, que las sugerencias son eso, sugerencias, y con la mejor intención. En cualquier caso muy buen trabajo y enhorabuena.
    Nos leemos.

    Escrito el 19 junio 2016 a las 13:32
  5. 5. María Kersimon dice:

    Hola Marazul, una historia de acción y suspense esta vez. Es bueno experimentar con diferentes registros. Una intriga que se lee bien, incita a seguir el hilo hasta el final. Quizás sería bueno romper la excesiva simetría del número trece. Se agradece el ritmo ágil y la cadencia que no decrece.
    Lástima que se interrumpa el taller en verano. Nos leemos a la vuelta.
    Un saludo.

    Escrito el 19 junio 2016 a las 18:29
  6. 6. charola dice:

    Hola Marazul! Me gustó tu relato, hay un buen ritmo donde el suspenso y la acción se entremezclan bien.
    Algunas tildes que faltan en este párrafo y también el espacio antes de la segunda raya de diálogo:

    —La abrazarás, te juro que la abrazarás —aseguró el padre.
    —¿Se sabe algo? —contestó Emilio sin dar más explicaciones.
    —No, la policía ocupa toda la casa —pudo acertar a decir— el inspector te busca, quiere hablar… (Así quedaría)

    Por lo demás , bien. Te felicito. Un abrazo.
    Te invito a leer el mío (176)

    Escrito el 20 junio 2016 a las 03:26
  7. 7. beba dice:

    Hola, Marazul:
    Me encantaron el suspense y la descripción de Emilio, así como la excelente síntesis de su historia personal.
    Nada que señalar para mejora. Gracias por tu visita y comentario. Saludos.

    Escrito el 20 junio 2016 a las 17:54
  8. 8. Wolfdux dice:

    Muy buena historia, aunque me chirría demasiado la repetición del número trece. Si hay algún motivo en especial para tal insistencia no he sido capaz de averiguarlo…

    Por lo demás, perfecto. Un saludo.

    Escrito el 22 junio 2016 a las 08:56
  9. 9. Ratopin Johnson dice:

    Hola Marazul,

    Primero de todo, tu relato tiene un “Como” en el título como el mío. También aparece la “Estación Central”, así, tal cual, y también unas taquillas (la consigna). Luego es diferente, sí, pero me han sorprendido esas coincidencias.

    Respecto al relato, como a otros compañeros, me ha chirríado la aparición del número trece. Quizá demasiado, sí. En cuanto al personaje principal, yo muy al principio pensé que era un policía jubilado, amenazado por una banda, y no un criminal arrepentido. Y tuve esa idea hasta “Todo ello y su confesión fueron decisivos para desmantelar la organización criminal” y no se por qué. Puede ser que en su recorrido recogiendo pistas, me viniera más la imagen de un investigador, de un policía.Y porque pienso que al empezar a leer me vino a la cabeza alguna película con un policía retirado o casi, intentando esclarecer el caso de una niña desaparecida.

    Buena historia, pero como decía, me parece que los “treces” lastran un poco el conjunto, y es que cada poco – lo pretendías, está claro -sale uno.

    Saludos

    Escrito el 22 junio 2016 a las 20:20
  10. 10. Marazul dice:

    Gracias Jesús por dedicar tu tiempo a leer mi relato.
    Merchylam, tomo muy en cuenta tus recomendaciones y te las agradezco de verdad.
    María, es verdad que la repetición del número 13 es quizás excesiva. También lo creen Wolfdux y Ratopin. Si la mayoría lo piensa es porque realmente me he pasado jajajaja…..
    Quise darle un toque “sobrenatural” al relato, pero creo que en una historia tan realista no encaja.
    A todos, a Beba por pasarse por aquí, y a los demás un abrazo y desearon siempre lo mejor

    Escrito el 23 junio 2016 a las 16:30
  11. 11. marazul dice:

    Ratopin, te tengo entre los pendientes de leer. Me paso por tu relato y compruebo esas coincidencias. Hasta luego, amigo

    Escrito el 23 junio 2016 a las 16:32
  12. 12. Juana Medina dice:

    Hola Marazul,
    Felicitaciones por una historia muy bien llevad con un excelente ritmo, donde el malo que se lleva nuestra ientificación es porque lo mejora el amor por su nieta y la conciencia de que lo quieren a él. Lo he leído de un tirón y con entusiasmo, dejándome llevar por el número trece. Quizá sean demasiados, no sé. También son los mojones de traición que debe atravesar para llegar adonde debe. A mi no me molestaron.
    Encantada de leerte.
    Un abrazo

    Escrito el 23 junio 2016 a las 21:01
  13. 13. Marazul dice:

    El comentario número trece prefiero hacerlo yo, no quiero daros mala suerte jajajajajaj…….
    Gracias Juana por tu amable comentario, estoy con ganas de leer el tuyo.
    Un abrazo

    Escrito el 23 junio 2016 a las 21:13
  14. Hola Marazul,

    Un relato magnífico, bien escrito, bien llevado, bien trabajado.

    Engancha desde el principio y te arrastra hasta el final, previsible pero no menos brillante. Le das al lector lo que espera.

    Enhorabuena, me ha encantado.

    Nos leemos,

    Aina Pons Triay – Menorca, España
    ainaponstriay.wordpress.com
    Mi relato este mes: nº 49 – DESTINO https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-36/5891

    Escrito el 23 junio 2016 a las 22:20
  15. 15. Wiccan dice:

    Buenas Marazul,
    Un relato muy interesante, te diré que yo si entendí la referencia al número trece, principalmente porque estás hablando de que el protagonista sabe que lo quieren a él y ha estado temiendo la venganza de una banda, con esos datos asociarlo a judas como traidor fue lógico. En cierto modo por eso creo que a mi no me pareció excesivo el uso del número trece, porque es una forma que tienen los secuestradores de irle recordando su traición. Podrías no haber utilizado tantas referencias, por ejemplo con la hora del mensaje ya que poco antes dices que son las trece, o la fecha que realmente tampoco aporta nada. Y aún así estarias dejando claro la intención de los secuestradores.
    Hay una cosa que me pareció rara al leer el texto, y es la frase “pasados los años ese temor se fue disipando; tal vez porque él mismo se había vuelto más humano y confiado”. Evidentemente no conozco el mundo de las bandas o de la mafia, pero me parece más creible pensar que el protagonista tuviera más miedo al pasar el tiempo y volverse más humano que si siguiese siendo de la banda, ya que dentro de la banda esos ajustes de cuentas son normales y esperables pero se afrontan con “bravuconería” mientras que una persona normal con miedo a esa venganza tendría muy difícil superar este hecho.
    A nivel forma las cosas que he notado ya te las comentaron, principalmente el tema de las tildes.
    En cualquier caso, felicidades por el relato. No leemos.
    Un saludo.

    Escrito el 24 junio 2016 a las 03:14
  16. 16. marazul dice:

    Hola Aina, muchas gracias por leer mi relato. Me alegra que te haya gustado. Un recuerdo para esa preciosa isla que tanto me gusta y ¡feliz verano!.
    Wiccan, eres de los pocos que entendiste el significado del número 13 en el relato, o tal vez los demás lo entendieron pero yo fuí un poco excesiva jajjjajaj…..
    En cuanto a la duda que tienes yo creo que los dos puntos son posibles. Que el criminal arrepentido se relaje con el tiempo al volverse más humano, más familiar; o todo lo contrario, como tú bien indicas. Que “el que ha sido cocinero antes que fraile sabe lo que pasa en la cocina” jeje….
    Muchas gracias por tu comentario.
    Saludos

    Escrito el 25 junio 2016 a las 16:35
  17. 17. Dante Tenet dice:

    Hola Marazul:

    Muy bueno tu relato, fluye y hace fácil y placentero leerlo.

    Te buscare el mes próximo, el mío es el 67.

    Escrito el 26 junio 2016 a las 01:55
  18. 18. Marcelo Kisi dice:

    Hola Marazul!
    Hace un tiempo que no te leía así que aquí estoy, con ataque de nostalgia por los más veteranos en el taller.
    Me gustó mucho tu relato, en algún lugar coincidimos en cierto ambiente trágico e inevitable.
    Bien construida la trama, el ambiente y el suspenso! Felicitaciones!

    Escrito el 27 junio 2016 a las 11:47
  19. 19. Isan dice:

    Hola Marazul:

    Por comentar lo comentado: a mí el hecho de que aparezcan varias veces el trece no me molesta ya que lo veo como seguir la pista para llegar al lugar de destino. Los posteriores puede que sobre alguno (día, hora, etc.)

    Por comentar lo no comentado que me ha llamado la atención: en el párrafo tercero mencionas a “aquel viejo”. A estas alturas del relato ya no se le puede considerar tan distante pues sabemos bastantes cosas de él, incluso su nombre.

    Me ha hecho gracia que las cojeras fueran antídoto contra la arrogancia. No sabes bien la de arrogantes, malhumorados, tacaños, esquivos, etc. que hay.

    No soy un experto, pero veo que entre varias palabras del diálogo hay una raya que las une, creo que necesitarían un espacio por alguna parte.

    Para mi gusto la explicación final está de más. Ya has narrado como declaró en juicio, estuvo en la cárcel, que le buscaban a él, no a su nieta, así que la venganza venía dada.

    El fondo me ha parecido magnífico una buenísima idea bien desarrollada y bien contada. Lo que en principio me había parecido un juego inofensivo entre abuelo y nieta, se convierte en tragedia.

    Dices en tu comentario que todos son malos, pero el viejo demuestra que es capaz de dar su vida por la querida nieta y, posiblemente, por purgar sus pecados.

    Me ha encantado la frase del chirrido de los frenos que ponen música a la escena.

    Hasta otra.

    Escrito el 28 junio 2016 a las 20:59
  20. 20. Marazul dice:

    Marcelo, sabes que siempre eres bien recibido por mis relatos. Me alegro y agradezco que te pases.
    Isan, es muy interesante conocer las impresiones del lector. Y tu opinión la tengo muy en cuenta. Gracias por tu comentario.

    Saludos a los dos

    Escrito el 30 junio 2016 a las 12:16
  21. 21. KMarce dice:

    Saludos Marazul:

    Gracias por leer y comentar mi relato del mes de junio. Disculpas, por falta de tiempo, no había podido ingresar al taller a leerles, pero aqupi estoy.

    Ya te han mencionado las mejoras al texto, esos errorcillos que la falta de ojo crítico dejamos pasar. Algunos espaciados también, y los diálogos que si necesitan esa revisión mencionada.
    En cuanto a lo formal, creo que ese “trece” ha sido tomado en una actitud permisiva o no, dependiendo del lector. En mi caso, creo que siendo un texto de palabras limitadas, era necesario evitar la reinteración. Al mencionar el vagón doce, y llegar “el último” en la mente, ya sabemos que es el número trece, por darte un ejemplo.
    Coincido en igual opinión, que la frase final, sobra. Ya sabemos que es un ajuste de cuentas, no quieren dinero, lo quieren a él, no hay necesidad de “rematar la idea”, haciendola un titular. Debes confiar en la “intuición y comprensión” del lector y no llevarlo de la mano.

    Hay algunas frases, que creo que merecen ser consideradas, aquí una de ellas:
    «Emilio pudo imaginar la casa familiar tomada por la policía, los teléfonos pinchados a la espera de que los secuestradores pusieran una cifra, al inspector Suárez, que era un buen profesional y conocía perfectamente su pasado, intentando hacer bien su trabajo y la desesperación de su hija y de su yerno.
    Él era el único que sabía que los secuestradores no querían su dinero.»
    La primera frase es largísima. Y se torna confusa, en la entrega de ideas. “intentando hacer su trabajo”, resulta una línea como metida con calzador y que no encaja con la línea previa y posterior. La frase final, es confussa. No sabemos si es un pensamiento del narrador (que Emilio sabe que no quieren su dinero) o uno de Suarez(que Suarez sabe que los secuestradores no quieren el dinero de Emilio).

    En cuanto al contenido, me ha gustado mucho el escenario. Aún si él no se hubiera arrepentido, hasta los malvados, tienen familias que los aman y que ellos aman. Así que ver que él, después de pasar años en la cárcel, sólo sirvió para ponerse a cuentas con la sociedad. Pero sus ex compinches no perdonan. Triste porque pasa. Al menos Luci salió fisícamente ilesa, pero perdió a su abuelo. Una buena trama.

    Espero que tengas tu historia para el recopilatorio, sino a leerte hasta la siguiente entrega. ¡Nos leemos!

    Escrito el 30 julio 2016 a las 01:21
  22. 22. Marazul dice:

    KMarce muchísimas gracias por pasarte por mi relato. Eres muy atenta y nunca dejas de contestar. No importa el momento porque siempre son bien recibidas tus opiniones y tus consejos. Todo lo que me apuntas es muy acertado y lo argumentas muy bien. Se nota que lees los textos detenidamente y eso es muy de agradecer porque me has regalado algo muy valioso: “tu tiempo”.
    En unos días enviaré el relato elegido para la recopilación, corregido y ampliado. Quiero que sepas que las anotaciones que me hiciste en su día al texto que voy a enviar las he tenido en cuenta.
    Un abrazo y nos leemos

    Escrito el 14 agosto 2016 a las 11:51

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