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La cena está servida - por Marta Peiro

Web: http://www.martapeiro.com

La cocina se veía antigua. Tenía una encimera ennegrecida, a pesar de haber sido blanca originalmente, y la madera de los armarios estaba desgastada. En uno de los taburetes colocados junto a la encimera se encontraba Ariadna Díaz, rebuscando en su cuaderno de recetas más preciado. Era parte de la herencia que le había dejado su abuela, la mundialmente reconocida Eugenia Puig, y allí había ido anotando todos y cada uno de los platos que se servían en el restaurante que había sido de su propiedad. Pero la que Ariadna estaba buscando era una receta muy especial que su abuela le había advertido que sólo debía cocinarse en las situaciones adecuadas para ello.
Antes de empezar a cocinar, leyó la receta detenidamente. Era muy importante que no se equivocara en ningún paso, pues de otro modo el postre no causaría el efecto necesario, y todo el esfuerzo habría sido en vano. No podía permitir que pasara algo así si quería que sus planes dieran fruto, aquella noche era crucial. Así pues, se dispuso a cocinar con mucho cuidado de no fallar en ninguna cantidad ni en ningún ingrediente.
Si todo iba sobre ruedas, Ariadna estaba a punto de llevar a cabo la venganza que hacía tiempo que estaba preparando. Un plato que se sirve frío, se decía, y no podría ser más cierto. Hacía unos meses que había descubierto que su abuela no había muerto debido a su edad, sino que había sido cruelmente asesinada.
Alicia Colomer siempre había sido la mejor amiga de Ariadna, pero podría decirse que su padre era rival de la abuela de ésta, pues regentaba uno de los mejores restaurantes de la ciudad que solía pelearse con el restaurante de la abuela de Ariadna por el primer puesto. Sin embargo, ambas familias disfrutaban de una estrecha amistad que podía sobrevivir a cualquier brecha. O eso había pensado Ariadna.
Seguramente la familia Colomer dejó de tener tanta estima por la familia de Ariadna cuando el restaurante Puig empezó a considerarse el mejor restaurante de la ciudad mes tras mes en todas las revistas gastronómicas, dejando el restaurante Colomer poco a poco en la sombra, incluso robándole algún que otro cliente. Fue poco después de esto cuando una tarde Ariadna llegó a casa para encontrarse a su abuela muerta en el sofá. Según los médicos, simplemente le había llegado su hora, pero ahora Ariadna sabía que no era así, aún habría podido dar mucha guerra si el señor Colomer la hubiera dejado vivir.
Después de la muerte de Eugenia Puig, curiosamente, el restaurante Colomer notó un notable crecimiento. Parecía como si se estuviera llevando uno por uno a todos los clientes que habían pertenecido al restaurante Puig antes de cerrar. Fue ese el motivo por el que Ariadna decidió investigarlo, hasta descubrir el veneno con el que el padre de Alicia había matado a su abuela. Pero ahora iba a vengarse. Igual que él le había hecho a ella, le quitaría lo que más apreciaba en este mundo: Su querida hijita. Y lo haría usando un veneno muy parecido al que había usado él, sería la venganza perfecta.
El sonido del timbre de la puerta hizo que Ariadna saliera de su ensoñación y volviera a la realidad. Ya había llegado el momento de la verdad, pronto se haría justicia divina. Con una falsa apariencia serena, abrió a su amiga.
– Llegas justo a tiempo, la cena está servida.
Ambas se sentaron en la mesa y disfrutaron de una cena exquisita, en la que no faltaron las risas en ningún momento, haciendo acopio de la amistad que ambas habían tenido desde pequeñas. Alicia no pudo evitar felicitar a su amiga por la comida, se notaba que era nieta de la señora Puig, pero lo que más rico encontró fueron los postres, aquellos pastelitos de crema con frutas no podían estar más deliciosos. Aquello divirtió a Ariadna, justamente el postre sería el fruto de su venganza, la receta que su abuela había escrito para situaciones especiales iba a servir para hacerle justicia. La mañana siguiente Alicia no se despertaría y todo volvería a su lugar.

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3 comentarios

  1. 1. Yoli dice:

    Hola, Marta.
    Tú relato está bien hecho y escrito. He visto que utlizas muchas veces el nombre de Adriana, creo que no hace falta decirlo tantas veces. Pero en general está bien. Nos seguimos leyendo.

    Escrito el 18 octubre 2016 a las 09:06
  2. 2. T. Arévalo dice:

    Me ha gustado como has adaptado el tema sugerido para el taller en tu relato.
    El relato me ha gustado, aunque, debo confesar, me ha dejado un poco frío. Creo que has explicado demasiado todo. Quizás hubiera quedado mejor ir desarrollando los acontecimientos de manera que fuera el propio lector quien pudiera ir sacando sus propias conclusiones, y rematar la faena con una gran sorpresa final. Esto no es fácil, y yo no soy el más indicado para aconsejar, pero los relatos que explican poco y muestran mucho, suelen gustar más.

    Por otro lado, algo que me ha chirriando un poco ha sido la diversión que sintió Ariadna al ser felicitada por Alicia a la hora de los postres. Alicia es la mejor amiga de Ariadna. La venganza de Ariadna va dirigida hacia el padre de Alicia. Es una venganza cruel, ya que está enfocada a quitarle lo que más quiere, que es su hija. Hay que tener valor para matar a tu mejor amiga en venganza hacia su padre. Pero si lo hace, pienso que el sentimiento sería de una gran pérdida, de un terrible dolor, nunca de diversión, ya que el odio de Ariadna no está dirigido hacia Alicia, sino hacía su padre, por lo tanto jamás podría hacerle gracia las felicitaciones de Alicia, al fin y al cabo está matando a su mejor amiga. No se si me he explicado correctamente, ya me dirás.

    No tengo ninguna pega en cuanto al estilo o la ortografía, ni al lenguaje utilizado. Me gusta que hayas utilizado el vocabulario sencillo, y el texto está escrito sin adornos innecesarios.

    Te animo a rehacer el relato de modo que sorprenda al lector, y sobre todo, me gustaría saborear una profunda amargura en Ariadna al matar a su mejor amiga, ese aspecto es interesante explotarlo.

    Un abrazo muy fuerte.

    Te invito a comentar mi texto y así puedes meterme caña, jeje.
    https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-37/6188

    Escrito el 18 octubre 2016 a las 12:35
  3. 3. LUIS dice:

    Hola Marta, soy Luis(72). Ante todo gracias por leer mi relato. El tuyo me ha parecido muy bien hasta el momento de la venganza. Ahí hundes a tu personaje, Ariadna. Que pasa de ser una víctima por haber perdido a su abuela, a una asesina que mata a una inocente. Pienso que esto ha sido un error de concepto. Si lo viéramos reflejado en una película nos escandalizaría.
    Suscribo también lo que dice el compañero T. Arévalo.

    La venganza de por sí es mala, pero…si con ello se descubre al malo, pues vale.
    De todas formas tu eres la autora y respeto tu decisión de terminar el relato tal como lo has hecho. Esto solo es una humilde opinión personal.
    Una propuesta: Por un momento se Ariadna, sitúate en su lugar y piensa en cómo desenmascararías al asesino. Un saludo y nos seguimos leyendo.

    Escrito el 19 octubre 2016 a las 14:31

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