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El cuaderno del más acá - por Demiurge

Frío.
Mucho frío.
Era la única sensación que percibía claramente en aquel sótano, en el que apenas la luz se asomaba por entre varios resquicios de las ventanas tapiadas. Un termómetro en la pared mostraba menos diez grados; la temperatura ideal para llevar a cabo aquel pequeño experimento. Los pasos retumbaban por todo el cuarto. Parecía que seguían un ritmo preciso. Un dos tres cuatro. Un dos tres cuatro.
Un par de velas iluminaron tenuemente las facciones grotescas de una máscara de ogro: fauces descomunales, un par de orificios por nariz y ojos completamente negros. La luz alcanzaba para alumbrar las piernas de quien se encargaba de dar aquellos pasos, nada más.
—Todavía necesitamos un ingrediente más para abrir el portal —señaló una voz grave e indefinida detrás de la máscara. Y tras una breve pausa, añadió—: Si no lo tenemos listo para antes de medianoche, todo nuestro esfuerzo habrá sido en vano.
—Lo sé, lo sé. Pero aún no tenemos claro si va a funcionar, puede que sea una broma de mal gusto. Esto es un disparate… —se lamentó la voz del dueño de las piernas, que según parecía, lo único que podía hacer era dar vueltas y más vueltas—. De no conseguirlo, ¿qué haremos con él?
Máscara de ogro emitió algo parecido a un suspiro y gruñido al mismo tiempo. Para realizar el experimento, era necesario seguir al pie de la letra las instrucciones que aparecían en el aparente cuaderno de recetas. Cada vez que conseguían un ingrediente más, otro se añadía a la lista. De momento tenían: cinco antenas de televisión, una plataforma de metal y una persona (viva). Les faltaba una lámpara de plasma, y así el experimento podría empezar.
El cuaderno prometía el traslado de dimensiones. Establecía una fecha y una hora para empezar y para terminar y el número total de ingredientes que iban a necesitar con unas condiciones óptimas para su desarrollo.
Lo más difícil había sido conseguir una persona. No todo el mundo está dispuesto a hacer de conejillo de indias y además ser ser un canalizador de energía. Entre otras cosas porque su supervivencia no estaba asegurada. Y esta persona en concreto había sido un chico de unos veintitantos que lamentablemente pasaba por ahí, que también estaba en el sótano. Hacía rato que su cuerpo se convulsionaba con pequeños espasmos debido a la temperatura. Sí, había sido abrigado por sus secuestradores, pero en cuanto oyó la conversación, sus temblores dejaron de ser por el frío. ¿Que qué iban a hacer con él? En esas condiciones, se esperaba lo peor. Poco podía hacer. Estaba convencido de que no iba a ver otro amanecer.
—Bueno, quizá puedo ir a por una que hay en el museo. En la sección científica.
—Pero, ¿y los niños? Pobrecitos, con lo que les encanta las cosas brillantes…
Máscara de ogro se quedó un instante en silencio, sopesando la idea de responder a su compañero. Al final, optó por contestarle.
—No sé en qué estaba pensando cuando te conté que encontré este cuaderno.
—Seguramente en que soy tu único amigo y necesitabas que alguien te ayudara.
Máscara de ogro rezongó por toda respuesta. Decidió marcharse. Subió las escaleras que daban a la primera planta en silencio. Solo quedaron el chico y las piernas dando vueltas.

***

Máscara de ogro regresó, portando triunfalmente la lámpara de plasma.
—Misión cumplida, ¿qué tal ha estado el chaval?
—Muy callado, a lo mejor quería decir algo, pero como está amordazado…
Máscara de ogro pensó que lo mejor que podía hacer era no mantener ninguna clase de conversación con su “amigo”. Por lo que levantó sin una palabra al chico, hizo que se sentara en un pequeño taburete situado encima de la plataforma de metal, rodeada por las antenas, y preparó la lámpara.
—La persona tiene que poner las manos con los dedos extendidos sobre la lámpara e imaginar que está bajo el agua. Solo así el portal se manifestará —leyó en voz alta Máscara de ogro. Le dirigió al chico una mirada significativa, y éste tragó saliva. No era una tarea difícil, pero su desenlace podría ser el punto y final de su vida. Y a lo mejor lo que le hicieran allí era peor que lo que podría pasarle tras el portal, por ello, respiró hondo, y empezó el experimento.
Los rayos de la lámpara de plasma se cernieron sobre las manos del chico. Las velas se apagaron. Y la oscuridad se hizo en el sótano.
Los pasos siguieron retumbando.

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8 comentarios

  1. 1. SBMontero dice:

    Lo del chico secuestrado que se mueve como una anguila, imagino que atado, mientras escucha a los dos tarados hablando de lo que va a pasar es simplemente genial.

    Personalmente seguiría leyendo el resto, si lo hubiera y/o hubiese, porque si es como este trozo vale la pena saber qué pasa.

    Un consejo de lector empedernido de ciencia ficción, tienes que pulir el trozo que va desde el momento en que se sabe que hace falta una lámpara de plasma y el momento en que Ogro la lleva al sótano, ahí falla algo, pero por el resto, muy divertido, bien construido, bien llevado y con una inventiva estupenda.

    Un saludo.

    Escrito el 17 octubre 2016 a las 19:38
  2. 2. Alina dice:

    ¡Buenas!
    Simplemente genial, me atrapo desde el primer párrafo y eso, sin duda, es muy importante en una historia.

    Concuerdo con SBMontero, yo también seguiría leyéndolo encantada.

    Acá se te escapo un “ser”: “además ser ser un canalizador de energía.”
    Pero yo no veo más nada para corregir, salvo tal vez, profundizar un poco la ultima parte.

    En definitiva, es una historia interesante y me gustó mucho.

    Saludos gigantes.

    Escrito el 17 octubre 2016 a las 21:54
  3. 3. Robles dice:

    Gracias por pasarte por mi texto amigo. Me ha gustado mucho tu relato. Muy intrigante el entramado de la historia (para mi lo mejor es el final) y los diálogos del cabeza de ogro y el piernas. Nos seguimos! 🙂 Un saludo.

    Escrito el 18 octubre 2016 a las 10:04
  4. 4. Gama dice:

    Muy buena historia, me ha entretenido de principio a fin, me gusta como el inicio de una larga aventura, hasta me lo imaginé como una serie de televisión.
    Los personajes y sus diálogos resultan muy interesantes y atrapan.
    En fin, felicidades y sigue escribiendo.

    Escrito el 18 octubre 2016 a las 15:57
  5. 5. Divasul Pereira dice:

    Felicitaciones por la inventiva, la creatividad. Si bien no me inclino por esa temáticaestá muy lindo.Fácil comprensión.

    Escrito el 18 octubre 2016 a las 17:13
  6. 6. Larahan dice:

    Un relato muy bien llevado y entretenido. Los dialogos me encantaron.

    Saludos.

    Escrito el 20 octubre 2016 a las 22:17
  7. 7. Aimée dice:

    Enhorabuena por tu relato. Me ha gustado mucho la historia en si y el estilo con la que la has contado. Como ya han comentado, los diálogos son geniales.

    Un saludo

    Escrito el 21 octubre 2016 a las 19:42
  8. 8. Julia Tejar dice:

    Me gusta mucho como has caracterizado a los personajes, con ese punto absurdo, muy razonable teniendo en cuenta la empresa que acometen y el chico, como contrapunto racional. Un éxito en un relato tan corto.
    Muy acertado también dejar el final abierto.
    Un saludo.

    Escrito el 25 octubre 2016 a las 18:50

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