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Aromático - por Marisa

Mi jefe había sido claro cuando me miró a los ojos y con voz de cavernícola dijo: ¡Just do it!
Por mi honor que lo haría. Mi ingreso a la agencia no hubiera sucedido si no fuera por la carta de recomendación que hizo mi abuela. Creo que se conocieron con mi jefe cuando eran jóvenes o algo así. Cada vez que intenté averiguar intuí que el silencio de respuesta no era una mera fachada. No pregunté más.
Me instalé en lo de mi abuela con la excusa que ella estaba de viaje y yo podía quedarme a cuidar de la casa. Así evitaba que mi madre rondara absorbente tras el resultado de mi trabajo. En la tranquilidad de la soledad desplegué mi notebook, mis neuronas y escribí:

La historia se desarrollará en la zona del parque sobre las barrancas. La protagonista en su vestido azul, de varias capas de gasas voladas desde los hombros hacia media pierna con destellos de brillantes sobre la tela, posará bajo el puente Los Últimos Deseos. La acción será en noche de luna llena. El fotógrafo, único acompañante, disparará del gatillo de la cámara a puro ritmo del rock and roll que sonará en el grabador portátil al pie de uno de los árboles. En plena danza de sesión fotográfica aparecerá una voz en la oscuridad y dirá: tu perfume que es el mío me ilumina en medio de esta noche sin luz. Bésame Elainne.
Voz neutral en off: Perfumes Elainne para ellas y ellos. Irresistible bouquet nocturno.

La agencia me había pedido que fuera simple. Algo así como una de esas recetas de mi abuela: carne en trozos, un poco de cebolla salteada, un tomate perita, hierbas diversas, y un chorro de vino blanco al saltear la carne con la cebolla y el tomate. Consistente, aromático y sensual.
¡Qué sabroso! Ya mismo lo estoy preparando, pensé y fui hacia el aparador del comedor. En uno de los cajones guardaba el cuaderno con sus recetas preferidas.
Ahí estaba, en el segundo cajón. Forrado en papel plastificado con fondo rosado y figuras de historietas. No podía ser para menos viniendo de mi abu. Con ella aprendí a comprender las historietas antes que a leer palabras. Después de almuerzo y antes de comenzar las tareas para el colegio, la abu me llevaba al patio y leíamos las historietas. Decía que un corazón contento servía para emprender cualquier acción dificultosa. Lema que hasta el presente sigue repitiendo. Y debo reconocer que más de una vez me ha servido para enfrentarme a la diversidad.
Cada título de receta estaba subrayado con lápiz de color. En los laterales de las hojas, diferentes imágenes dibujadas en trazos simples como si todo el cuaderno fuera una gran historieta. Había paisajes, caras, objetos varios, que parecían representar la esencia de la receta. Era la primera vez que abría ese cuaderno. Y no puedo negar que me maravillé al leerlo. No sólo estaban escritas las recetas y los dibujos, sino que también tenía anotaciones acerca de cuándo o en qué situación había probado esa comida, que no necesariamente era la primera vez que la probaba. Más bien diría que el hito lo marcaba la anécdota generada al respecto y por lo visto no siempre era digna de una risa.
Las comidas estaban nominadas por: Cerro con flores, Noche de luna, Ají endemoniado, Amor de empanadas, Sopa sensual en noches de lluvias, y tantos otros nombres no tan puritanos que nada decía a simple vista de los ingredientes. La receta que busqué porque me parecía que a mi recuerdo le faltaba un ingrediente, la había titulado: Será la última.
Los ingredientes eran los mismos: carne, cebolla, tomate, aceite, hierbas y vino. Un asterisco al término de la palabra vino y al lado del asterisco una cuchilla dibujada como si estuviese inflada.
Al pie de la hoja un asterisco y la siguiente nota: usar vino tinto bien ácido si la comida es para el novio que la engañó con otra mujer. Servirlo con sonrisa amplia y cuando el novio se descomponga echarlo en seco de la casa. ¡Just do it!
Si abu, eso haré. Y fue entonces que invité a cenar a mi novio que me engañaba con una tilinga.
Al final en la agencia no me aprobaron el trabajo, tampoco me despidieron. Lo curioso fue que mi jefe, después de la desaprobación, comenzó a sonreírme. Intuyo que ha sido el último invitado a la cena de mi abu.

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6 comentarios

  1. 1. SBMontero dice:

    La historia es buena. Noto cierto regusto a Laura Esquivel e Isabel Allende, pero no me disgusta, quede claro.

    Un saludo.

    Escrito el 18 octubre 2016 a las 11:41
  2. 2. MON dice:

    Me gustó eso de ponerles nombres de situaciones vividas a los platos, muy bonita imagen del cuaderno con sus anotaciones al costado y de esa abuela tan entrañable.

    Saludos!

    Escrito el 18 octubre 2016 a las 19:31
  3. 3. Mariaje dice:

    Hola Marisa,

    Me gustaron los nombres de las comidas y la idea del libro de la abuela, que ya me gustaría a mí tener uno así de la mía jeje.

    Como estamos aquí para aprender, te digo con toda humildad, las cosas que creo que deberías mejorar.

    Respecto a la forma he visto algunos olvidos sobretodo con el uso de comillas.
    En el primer párrafo, ese «¡Just do it!» debería de ir entrecomillado ya que son palabras textuales, y al ser en otro idioma, en cursiva, igual que notebook, rock and roll, bouquet. También se debe entrecomillar lo que escribe en su ordenador, o al menos poner una sangría (que no sé si es posible en Literauras), y lo que piensa como en el caso de la frase «¡Qué sabroso! Ya mismo lo estoy preparando».

    También vi tres fallitos:
    -Ese «se conocieron con mi jefe» pienso que no es correcto y debería ser «conoció a mi jefe» o «se conocieron», pero la preposición sobra.
    -Faltan algunas comas, por ejemplo en «Cada vez que intenté averiguar intuí que…» tras la palabra “averiguar”. Respecto a la puntuación, me ha parecido que usas muchos puntos y seguido, quizás alguna coma más, dos puntos a veces, o algún punto y coma serían más apropiados, pero bueno, no soy experta, la verdad.
    -En «Me instalé en lo de mi abuela con la excusa que ella estaba de viaje…» falta algo. Ese “en lo de mi abuela” no lo comprendo. Y debería ser “con la excusa de que”.

    Y yo no he entendido perfectamente que son las «historietas». Creo que en mi región se llama distinto, no sé si son lo que yo llamo tebeos o comics o solo dibujos. Pero bueno, son esas cosas que a veces pasan por la gran riqueza y variedad que tiene nuestro idioma, al hablarse en tantos lugares tan distantes.

    Me gustó el personaje de la abuela y que tenga cenas con el jefe de la protagonista; un final que no concuerda con la idea tracional de las abuelas y arranca una sonrisa final.

    Espero que mis comentarios te ayuden. Un saludo.

    Escrito el 18 octubre 2016 a las 20:34
  4. 4. Leandro dice:

    Hola Marisa,
    Lindo cuentito, aunque sea un detalle dentro del relato, me gusto mucho la forma de describir la idea publicitaria que al final no le aprobaron.
    Tal vez hubiese dedicado unas lineas mas al engaño, pero también me gusto la idea de ponerle nombres originales a las comidas.
    Buena descripción del cuaderno de recetas.
    Saludos.

    Escrito el 18 octubre 2016 a las 22:33
  5. 5. Cesar Henen dice:

    Hola Marisa, un gusto saludarte y sobre todo leerte.

    No veo otras fallas de las que no te hayan mencionado sobre la gramática en sí.

    El problema radica, en tus actos (acto I, II, III) en el acto I hablas del jefe o aparece ella y el jefe mandando le que haga el guion publicitario. En el acto II, la protagonista el guion publicitario y lee recetas de la abuela, tercer acto cena, muerte y el jefe nuevamente. La venganza esta hay pero el porqué fue muy breve casi algo de relleno para la historia, si quitaras esa parte, tu historia tendría otra connotación.

    Otro detalle más, siempre que vamos a escribir alguna acción de la profesión que supone tener nuestros personajes es necesario hacerlo de forma correcta, se supone que tu protagonista escribe guiones publicitarios; pero tú no lo supiste escribir con el formato real de dicho guion, intención o no de escribirlo así de tu parte, no lo sé; pero si le da un carácter más profesional a tu personaje y a ti también por agregar bien las habilidades del mismo.

    Un saludo y nos seguimos leyendo.

    Escrito el 21 octubre 2016 a las 00:35
  6. 6. beba dice:

    Hola, Marisa:
    Muchas gracias por tu visita y comentario.
    la historia me pareció amena, aunque la encontré deshilvanada. El episodio del guión publicitario “se corta”, con la historia principal; casi se puede decir que no es imprescindible para ella.
    Buen manejo de vocabulario y gramática.

    Escrito el 24 octubre 2016 a las 02:03

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