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El olor de la venganza - por Bea

El acelerado repiqueteo de sus pasos sobre el asfalto rompían el monótono silencio de la noche. Caminaba calle abajo lo más apresuradamente que sus piernas le permitían, aquel era muchísimo más del ejercicio al que su maltrecho cuerpo estaba acostumbrado.

Justo cuando estaba a punto de doblar la esquina un fuerte estruendo lo hizo detenerse al instante. Echó la vista al cielo y encontró que este parecía estar ardiendo en un millón de fulgurantes chispas amoratadas. Se colocó el cuaderno de cuero negro entre la ropa y echó a correr justo cuando la tormenta empezaba a descargar sus primeras gotas.

Cuando cruzó el umbral de su apartamento más parecía un pez recién salido del mar que el cocinero que normalmente los preparaba. Comprobó que el cuaderno estuviera intacto y después se dirigió al baño a quitarse la ropa mojada.

Tiró todo lo que llevaba sobre el suelo del baño y se metió en la ducha. Notaba el agua caliente como si fueran agujas en su entumecida piel y pensó que se merecía un poco de dolor aquella noche. Un rato después tenía todos los dedos arrugados y un dolor de cabeza atroz de modo que decidió ir a por lo segundo más cálido de la casa.

Cogió la botella de Jack Daniel´s de la nevera, y se dejó caer en el sofá. La casa era un desastre; platos y vasos rotos, lámparas tiradas, y sillas destrozadas. Todo el que no conociera a Jon pensaría al entrar en su casa que allí había estallado una bomba, pero todo el que lo conociera sabría que la bomba era él, al menos en el último año se había convertido en algo igual de volátil y peligroso.

Su restaurante en quiebra, problemas de corazón y una mujer demasiado exigente habían hecho de Jon un ser que dormía demasiado poco y que abusaba del alcohol demasiado a menudo.

Pero aquella fría noche otoñal su paciencia se había evaporado cuando encima de la mesa del comedor había encontrado la nota que su mujer Margarett le escribía para contarle que lo abandonaba porque ella, sencillamente, se merecía algo mejor que un cocinerucho fracasado.

No recordaba cómo ni cuándo había destrozado la casa, lo único que recordaba era caminar por la calle camino del restaurante de su hermano para, una vez más, ahogar las penas. Mientras se adentraba en el restaurante pensó que estaría en la parte de atrás perfeccionando la carta o haciendo el inventario de modo que se zambulló, junto con unas copas y una botella, en el interior del DOBU y se encaminó a la cocina.

— Deberías dejar de trabajar tanto hermanito o podrías terminar como…— La botella y los vasos se le escurrieron de las manos, había dejado de sentirlas, ya no sentía nada ante la visión de su hermano el perfecto tirándose a su mujer sobre la mesa de la cocina. Notaba el olor del vodka derramado sobre el suelo, el sudor, el sexo, la traición. Todo mezclado le revolvió el estómago de la forma en la que solo una resaca pensaba que podría hacerlo, desgraciadamente no era así.

La mirada de su hermano se cruzó con la suya, en sus ojos el terror puro, en los de ella solamente el desdén dirigido a aquel que había osado interrumpir tan placentero pasatiempo. Recordaba ver que los labios de su hermano pronunciaban su nombre de manera casi inaudible, en un susurro, como si fuera algo que no se atreviera a pronunciar.

Un lapsus de tiempo en su memoria y un gran salto después estaba sobre su hermano atizándole con las manos apretadas en dos puños y las lágrimas brotándole de manera incontrolable. Durante años había aguantado sus chorradas, el favoritismo de su padre hacia él y el desdén con el que todos lo trataban desde que tenía memoria. Estaba harto.

De vuelta en su apartamento, agarró la botella vacía, la estampó contra la pared y se levantó a por el cuaderno de recetas. Lo observó durante un momento, aquello que le había suplicado tantas veces a su padre y que su hermano había conseguido sin ningún esfuerzo. Aquel pensamiento no hizo sino avivar el fuego que le corroía las entrañas, ahora su hermano sabría lo era ser un fracasado. Corrió a la cocina sacó un mechero de uno de los cajones y le prendió fuego a una de las esquinas del codiciado cuaderno. Después se quedó allí mirando como ardía en la fregadera, imprimiendo para siempre en su cerebro el olor de la venganza.

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5 comentarios

  1. 1. Escritores Anónimos dice:

    Hola Bea!!!
    Te devuelvo tu amable visita siendo además la primera en comentar en este dulce o amargo reto (según como se mire).

    Primero voy a hablar de la parte gramatical y todo esto (lo formal, vaya). Espero que mis consejos/advise? (No me acuerdo de la palabra en español, jajajajaja) te sirvan:
    *”aquel era muchísimo más del ejercicio al que su maltrecho cuerpo estaba acostumbrado” algo en la frase me chirría, me parece que rompa la armonía del bonito comienzo de tu relato, creo que es demasiado compleja, enrevesada.
    *Coma tras esquina.
    *Repites tres o cuatro veces “cuaderno”, yo habría buscado sinónimos “libro, libreta…”
    *Coma tras atroz
    *Repites las palabras “conociera” y “todo” dos veces en la misma frase: “Todo el que no conociera a Jon… …pero todo el que lo conociera”.
    *Coma tras “cuando, encima de la mesa del comedor, encontró….” Debido a que es una oración demasiiiiiado larga.
    *Cambia uno de los “recordaba” del octavo párrafo por “rememoraba, evocaba, se acordaba….”
    *Has dejado un espacio tras el guión del espacio cuando debería ir todo seguido.
    *Noveno párrafo, repites sentir y sentido muy de seguido, yo hubiese puesto algún sinónimo.
    *Coma en “y, un gran salto después, estaba”
    *Repites en el relato dos veces la palabra “desdén” y para describir un sentimiento hacia el personaje, así que hubiese cambiado uno de ellos al ser un palabra “rara”.
    *Coma tras “después se quedó allí, mirando…”

    Me ha gustado el título de tu relato, me parece ingenioso, curioso, bonito. La historia en sí me ha gustado, creo que es creativa, los celos entre hermanos cocineros. Entretenida, y dentro del reto totalmente. Me falta tal vez un puntito más para entender la importancia del cuaderno, y otro para ese cambio de tiempo y espacio, que he necesitado una segunda lectura para entender.

    Buen trabajo, nos leemos, besos!

    Escrito el 18 octubre 2016 a las 19:19
  2. 2. Janna dice:

    Hola Bea:

    No diré más acerca de la gramática y el lenguaje ya Escritores Anónimos te comentó lo que puedes mejorar.

    Vamos con la estructura y el tiempo narrativo. Tuve que releer pues me causó cierta duda el orden de los sucesos ocurridos en tu historia. En último párrafo la frase inicial “De vuelta en su apartamento, agarró la botella vacía..” crea confusión.

    Si pude empatizar con tu protagonista, lograste un personaje redondo del que conocimos bastante a pesar del corto espacio. Lo que pienso que te falto fue un poco más de detalles acerca de ese Libro de recetas del que aunque nos dices que es importante no se logra entender la importancia.

    Usaste descripciones que le dieron fuerza a las emociones de los personajes. Felicidades !!

    Escrito el 18 octubre 2016 a las 20:47
  3. 3. Dante Tenet dice:

    Bea:

    Un gusto volver a leerte, el comienzo me encanto, tiene una gran carga de adjetivos y me gusto mucho.

    El personaje redondo, comparto la confusion de Janna en el último párrafo.

    El relato fluye y creo que da para algo mas largo, una novela corta quizás?

    Nos seguimos leyendo.

    Este mes estoy en el 36.

    Escrito el 19 octubre 2016 a las 02:58
  4. 4. PILAR dice:

    Hola Bea,
    De bien nacida es ser agradecida… así que te comento tu relato. Aparte de aquellas frases que ya te han comentado que puedes mejorar y que no con todas estoy de acuerdo, te diré que yo sí que he seguido la secuencia de los hechos. Me ha resultado muy ameno e intrigante. Se nota que te lo has currado bastante. Es una historia bien lograda donde el personaje principal tiene un pasado, se enfrenta a un presente descorazonador y podría tener continuidad en el futuro. Tu estilo me parece ágil, dinámico y muy visual. El vocabulario es rico, cercano y sin remilgos. Me gustan las historias cotidianas de gente normal y la tuya me ha enganchado desde el principio. ¡Buen trabajo! Nos leemos el próximo mes…

    Escrito el 19 octubre 2016 a las 22:32
  5. Hola Bea!!

    Me ha gustado tu relato, muy ágil y conectas perfectamente con el personaje y con las descripciones de como está la casa ya te haces una idea de como es él.

    Ya te han comentado algunas cosillas mejorables, yo solo añado que en la siguiente frase: “ahora su hermano sabría lo era ser un fracasado” te has comido un ‘que’ después de ‘era’.

    Buen trabajo.

    Soy la número 146, por si quieres pasarte.

    Un saludo!!

    Escrito el 20 octubre 2016 a las 16:28

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