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¿TUS RECETAS O LAS MIAS? - por CARMELILLA

¿TUS RECETAS O LAS MÍAS?
« ¡Espectacular!… fibroso, parecía tan suave…, esos ojos verdes brillantes como el césped mojado que si me mirasen me convertiría en su rocío tempranero del que no se podrían desprender nunca. Esos caracoles en su pelo, negros como el carbón, dónde yo enredaría mis dedos con la intención de no poder sacarlos nunca. Y su perfume, intenso, afrutado, agreste… ¡uhmmm!».
—¡Oye…oye…eh tú!
—¿Yo, a mí…?
Me llevé la mano al pecho golpeándole varias veces con la mano abierta para cerciorarme de que era a mí a quién estaba llamando. «El divino», ese ser que me hacía soñar con momentos de amor nunca antes experimentados, me estaba llamando, sí, a mí.
—¡Sí tú! ¿Te importa traerme un café? Bien caliente, con sacarina y bombones de chocolate rellenos de licor.
Balbuceando como si fuera una niña pequeña sólo acerté a decir:
—¡Bueno…creo que… yo no…!— Y me quedé mirándole, con la boca ligeramente abierta y suspirando leve y sensualmente.
«El divino» posó su mirada sobre mi persona. Yo me sentí mantequilla derritiéndome suavemente en la sartén. Y volvió a dirigirse a mí:
—Es para hoy, tengo prisa sabes— se volvió hacia su representante o a quién quiera que fuese ese y sin discreción alguna le espetó—: en las próximas firmas procura poner a alguien eficiente en la mesa…y si es posible que me alegre además la vista, me duele mirarla…
¡Vaya, «el divino» me había confundido con alguien de la organización! Decidí sacarle de su error.
—Creo que se ha equivocado, yo no soy…
—Mira, si no sabes poner un café no pasa nada, pero sí sabrás ir a buscar a alguien que, al menos, sepa hacer eso—Y se volvió a su representante, sonriendo irónicamente.
¡Ya no más! Ningún divino en la tierra por divino que fuera me iba a tratar con desprecio. Le devolví la misma sonrisa irónica que él me había dedicado y pensé: «es hora de devolverte al cielo, seguro que allí te echan de menos».
Observé el reloj que había sobre su cabeza. Aún tenía tres cuartos de horas por delante antes de que comenzara a firmar su libro.
En la puerta de la librería se agolpaban desde hacía varias horas cientos de personas, bueno más bien de adolescentes, ansiosos por comprar el famoso libro «Recetas para gozar», al parecer, lleno de sensualidad y erotismo.
Aunque no estaba en la librería para poner cafés ni para organizarle nada en relación a la firma de sus libros, decidí echar una «manita» a ver si las ventas mejoraban. Y me puse manos a la obra.
Abrí la primera caja de libros con cierto temor a ser pillada con las manos en la masa, cuando cogí el primer libro, alguien pasó por delante de mí y me alentó a que me diera prisa:
—Allí—dijo señalando una mesa con ruedas—, coloca los libros en aquella mesa, estamos a punto de abrir, date prisa por favor.
Por supuesto que me di prisa. Acerqué dos cajas de diferente color a las que contenían los libros del divino y comencé mi labor. Libro por libro cambié las carátulas de alrededor de cien de ellos: las de «Recetas para gozar» por las de «Recetas hechas con amor». Y me senté a disfrutar.
El libro del divino se puso a la venta exactamente a las diez de la mañana, momento en el que la librería abrió las puertas y comenzaron los empujones; adolescentes para dentro; adolescentes para afuera; y así durante un rato, el rato que los vigilantes jurados tardaron en hacerse con la joven masa.
Comenzó la venta.
Uno a uno fueron desapareciendo los libros que yo había colocado en la mesita de ruedas y uno a uno fueron firmados por «el divino» con dedicatorias exclusivas. Me gustó ver como se marchaban tan contentos con mi libro de recetas, recopilatorio de las recetas de mi abuela, dedicado.
Compré un ejemplar de mi propio libro tuneado con la carátula del suyo y me puse en la fila. Llegué a la mesa, él me miró, se acercó a su representante y le dijo algo al oído. Sonreí y alargué el libro hasta casi tocar su mano:
—¡Quédatelo, ya está firmado!—Le dije.
Abrió el libro con ojos de « y esta de qué va…» y leyó mi dedicatoria: «con estas recetas subirás al cielo, como divino que eres, y mi abuela se pondrá tan contenta”.
Y me marché suspirando de placer.

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9 comentarios

  1. 1. Jose Luis dice:

    Hola Carmelilla
    Tú sí que sabes lo dulce que puede llegar a ser la venganza…
    Un relato bien escrito, que va revelando poco a poco quién es en realidad la protagonista, para que el final sea tan sorprendente. A ver, yo pienso que logras “suspender la incredulidad” como se suele decir en el mundo del cine, aunque todos sabemos que, en la vida real, lo que cuentas no puede suceder, porque tendrían que ser los fans auténticos patanes para no darse cuenta del engaño. (O el propio autor al firmar libros que no son suyos) Y dos autores no presentarían juntos libros de la misma temática, creo yo.
    Pero yo creo que has creado buena atmósfera y un relato muy entretenido de leer.
    Un saludo

    Escrito el 17 octubre 2016 a las 20:54
  2. 2. Thelma López Lata dice:

    Hola Carmelilla.

    Tu relato me ha gustado, mantiene interesado al lector. De eso se trata, que el lector sea atrapado por la lectura. Además tiene lapsos graciosos, por lo tanto no es nada aburrido.

    Te felicito.

    Thelma López Lara

    Escrito el 18 octubre 2016 a las 00:08
  3. 3. Thelma López Lara dice:

    Hola, Carmelilla.

    Tu relato me ha gustado, definitivamente atrapa al lector.
    Tiene lapsos graciosos, por lo tanto no es nada aburrido.

    Te felicito
    Saludes.

    Escrito el 18 octubre 2016 a las 00:13
  4. 4. Luis Ponce dice:

    Hola Carmelilla:
    Bien escrito, no es novedad. Lo novedoso es el humor negro. Hay que saber de qué vá para manejarlo. Una venganza la realiza cualquiera pero UNA VENGANZA en la que tienes que hilar fino es otra cosa. Algo que me ha gustado mucho es dejar para el final el detalle de quién era la vengadora. Llevas la intriga hasta la conclusión sin que sepamos quien es la seudo víctima del maltrato. Y eso es bueno, por lo menos para mi gusto.
    Te felicito. Escribes cosas que me gustan leer.

    Escrito el 18 octubre 2016 a las 02:36
  5. 5. Peter Walley dice:

    Hola Carmelilla,

    Me ha gustado cómo has ido dosificando la información y cómo has probado distintos estilos en el mismo relato, desde la descripción ensoñadora del principio a los diálogos y a la descripción. Como ya te han dicho hay que suspender un poco la incredulidad, pero en cualquier caso se disfruta la lectura.

    Saludos,
    Peter

    Escrito el 20 octubre 2016 a las 20:36
  6. 6. Marikiya dice:

    Hola Carmelilla;
    Me parece fascinante la forma en que desribes a “el dvino”, puedo sentir su aroma y hacerme una imagen fidedigna de él.
    Los diálogos los encuentro muy bien estructurados y la lectura se hace muy amena, te engancha desde el principio. Deseaba llegar al final para saber quién era la protagonista.
    No me gusta nada el personaje grosero de “el divino” pero me agrada la venganza final, un gran final.
    Buen trabajo.
    Saludos.

    Escrito el 21 octubre 2016 a las 05:30
  7. 7. Marcelo Kisi dice:

    Hola Carmelilla!
    Mil gracias por pasarte por mi relato y comentarlo, se aprecia de verdad! Ya te contesté allí tu pregunta.
    Tu relato me pareció encantador, lleno de ternura en una venganza inocente. O no tanto, porque los soberbios abundan en el mundo, y nadie los pone en su lugar. Claro, es que hay tantos maltratos en el mundo, que por qué ocuparse de los maltratos sutiles, no? Pero estos también son maltratos al fin.
    En resumen, me encantó la historia y cómo la has escrito! Felicitaciones!

    Escrito el 21 octubre 2016 a las 13:21
  8. 8. Demetrio Vert dice:

    Hola Carmelilla. Gracias por leer y comentar mi relato. Ya te dije que has adivinado algo, pero solo calentito. No ¡caliente, calienete! ya veremos.

    En cuanto al tuyo me parece bien estructurado (excepto una cosa que después diré. Presentación, nudo y desenlace. Conflicto y evolución del personaje protagonista. En resumen, una historia bien contada.

    Yo pondría el párrafo “En la puerta de la librería se agolpaban desde hacía varias horas cientos de personas, bueno más bien de adolescentes, ansiosos por comprar el famoso libro «Recetas para gozar», al parecer, lleno de sensualidad y erotismo.”, al principio. Situaría al lector en el lugar sin revelar nada que afecte a la trama ni al ingenioso y sorprendente desenlace (como deben de ser).

    Pruebalo, a ver que tal te resulta.

    Por otro lado, salvo alguna cuestión sintáctica (en las qque no suelo entrar), una historia muy bien tramada y escrita.

    Escrito el 22 octubre 2016 a las 18:54
  9. Hola Carmelilla!!

    Disculpa el retraso en devolverte la visita. Ante todo, muchas gracias por tu comentario.

    En cuanto a tu relato, es una de las venganzas que más me han gustado y “El divino” se la merecía. La historia me ha gustado.

    Tan solo he visto una cosilla a destacar. En la siguiente frase: “Me llevé la mano al pecho golpeándole varias veces con la mano abierta para cerciorarme de que era a mí a quién estaba llamando” quitaría ‘con la mano abierta’, creo que se entiende igual y así no repites la palabra ‘mano’.

    Espero leerte en la siguiente escena.

    Un saludo!!

    Escrito el 4 noviembre 2016 a las 14:24

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