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La mejor receta para la venganza - por M.M.ARIEL

Web: http://delfin.bioidentia.com/wp/usuarios/m-m-ariel/

“Para liberar la tensión que el dolor y el odio han hecho germinar en el ofendido”. Era la leyenda del encabezado de la receta. Reflexionó por un momento y concluyó que tal vez era su caso. Regresó su mirada de nuevo al texto: “cuando la justicia falla, no funciona o permite que ciertas ofensas no sean reparadas, la naturaleza no está en perfecto equilibrio, por lo que se hace necesaria una reivindicación o venganza, sobre la persona o grupo de personas, por el agravio recibido, en menor o igual magnitud de intensidad”. En efecto, parecía ser su caso, fue la conclusión al terminar de leer el párrafo: “independiente del punto de vista moral, al aliviar el odio y el rencor, el ofendido obtendrá placer al concretar su redención”.

El hombre tomó el cuaderno, lo llevó a la caja y pagó con su tarjeta de crédito. Una buena compra, pensó. El cuaderno contenía recetas de todo tipo: ahuyentar suegras, hacer políticos honestos, arrepentir ladrones, confundir intelectuales, humillar caricaturistas, entre muchas otras, incluyendo la que le interesaba por el momento: llevar a cabo su venganza.

Cerró la puerta de la casa y se dejó caer sobre su sillón preferido. Revisó el índice de temas y descubrió que había recetas de venganza contra oficinas de impuestos, exparejas, jefes, excompañeros, dentistas, fisioterapeutas, entre otros. Encontró que había una fórmula matemática para calcular la intensidad del daño recibido. También encontró un indicador exponencial algebraico, enfrente de cada ingrediente: “difamación 1.5, cueros al sol 2.1, que parezca un accidente 1.8, video comprometedor 2.3, vudú 4.8…”; había una tabla diferencial de calificación de tensión liberada que había que relacionar con la cantidad de dolor y odio en el momento de la ofensa. Para eso también había una fórmula rigurosa con método exponencial o logarítmico según el caso.

Luego estaban esos rangos de calificación del placer obtenido en función del daño recibido: la escala iniciaba con la mera satisfacción, enseguida estaba el gozo, después el regocijo y terminaba con el júbilo, con una advertencia de no llegar al éxtasis, por razones de equilibrio.

Reflexionando un poco, saboreó un café con los ojos cerrados, imaginando el inmenso placer que sentiría cuando su receta estuviera completa. Se dio cuenta como crecía y crecía el enfado en su mente, al punto de enrojecer sus mejillas y hacer temblar sus manos. Sin duda planearía una buena revancha. Sonrió maliciosamente imaginando la expresión, la ofuscación, la impotencia, el miedo en los ojos y luego la humillación de ella, al recibir su merecida tajada de venganza. ¡Ja, ja, ja!

Ya no había más tiempo que perder. Vació la mesa del comedor donde cenaban juntos, dio un puntapié a la silla donde ella solía sentarse, extendió medio pliego de papel bond, ubicó lápices de colores, una calculadora, una regla T, una escuadra, el compás y otra taza de café. De acuerdo con las instrucciones realizó un diseño preliminar, el cual debía ser contrastado luego con las fórmulas matemáticas, las constantes fijas, los factores aleatorios y los ingredientes especiales, para finalmente, obtener el modelo final, que incluía la fecha y lugar más apropiados.

Durante casi cuatro horas, analizó, escribió, borró, hizo cálculos, los mejoró, se comió una piza, orinó, sudó, pateó su silla, pensó en ella, manoteó e insultó. Al revisar una vez más las instrucciones, notó algo que no había leído: “advertencia: si la magnitud de la venganza es mayor al daño recibido, se causará una espiral de violencia sin control”.
El hombre volvió a su sillón, lo pensó por un momento y reflexionó con franqueza: la receta para la venganza proponía unos cálculos excesivamente complicados, con muchos riesgos y posibles consecuencias, incluso para todo el planeta, o quizás para vidas futuras. Además el libro parecía ser del año pasado, así que decidió escuchar a su corazón.

Fue a su casa en paz y la perdonó.

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5 comentarios

  1. 1. Jose Luis dice:

    Hola
    Buen cuento, fantasioso, imaginativo, bien narrado. Ya me gustaría a mí poder preparar una receta para castigar a algunos políticos…
    Creo que el final me ha gustado, aunque parece que vaya a contrapié. Una dosis de perdón para variar entre tanta venganza.
    piza ——— pizza
    Un saludo

    Escrito el 18 octubre 2016 a las 17:57
  2. 2. Kein V. Raad dice:

    Hola M.M.ARIEL

    Lo que más me gustó de tu relato fue la incorporación de los retos (no limitándote, además, a recetas de cocina) y que en el desarrollo, hasta da curiosidad de leer el dichoso cuaderno.
    Sí pienso que podrías haber moderado un poco más el uso de esas series de elementos que separas por comas para describir, mostrar varias opciones, etc…
    Como por ejemplo: “Durante casi cuatro horas, analizó, escribió, borró, hizo cálculos, los mejoró, se comió una piza, orinó, sudó, pateó su silla, pensó en ella, manoteó e insultó.” Sin embargo, también es cierto que algunos de esos casos eran parte del atractivo de la narración.

    ¡Buena imaginación, Saludos!

    Escrito el 18 octubre 2016 a las 19:48
  3. 3. K.Marce dice:

    Saludos M.M. Ariel:

    Estoy con el reto de leer a los tres que me siguen, como parte de las reglas del taller. Y para ello, necesitamos también dar un aporte un poco más detallado en cuanto a Forma, Contenido y Opinión Personal. Todo con el márgen de respeto y ayuda a la mejora de los textos.

    He leído desde ayer tu relato, (mis tres, realmente), pero deseaba primero sólo leerlo y después analizarlo, como ahora. Empecemos:
    FORMA: Se ha cuidado la ortográfia y se agradece. (Ya te mencionaron “pizza”). Sin embargo alguna puntuación podría mejorarse. No estoy del todo segura, pero considero que las primeras frases que estan encomilladas, son el texto literal de lo que está leyendo. Según la entonación del texto (fuera de las acotaciones narrativas), todo ha sido colocado después de los dos puntos (:) con inicio en comillas (“), por lo que me parece que debería de ir en mayúsculas. La razón, es que debe de existir, pausas en el “apartado literal que se está leyendo”, y las frases terminan en punto, por ende, la siguiente debe de comenzar en mayúscula. Espero darme a entender.
    Tal como menciona Kein, la frase que menos me gustó, fue precisamente el rosario de acciones durante esas cuatro horas. Y todo porque son palabras terminadas en “ó”, lo que abruma la lectura. También tuve la misma sensación, que aunque visualmente me fue “muy aclaratoria”, de manera sonora no me agradó tanto. Su corrección se entiende metería más palabras a la ya limitadas; por lo que creo que por ello lo has usado de esa manera.

    CONTENIDO: La historia se entiende que el personaje, desea vengarse. No sabemos si es una librería o una casa de “vudú” en donde adquiere el cuaderno de recetas macabras, y ese detalle no importa, porque el personaje obtiene lo que busca.
    A través de la lectura, descubre muchas recetas, y las fórmulas (que a mi parecer parecían más una diagramación de ingeniería y no una receta), para al final de la historia, pensar mejor y decide olvidarse de la ofensa y “perdonar” a quien cometió el agravio.
    Lo que sí noté fue la última frase, en donde dice: “Se fue a su casa y la perdono”. Y yo pensé. «¿Y dónde ha estado por más de cuatro horas, con una mesa y silla en donde compartía con ella?». Para mí, fue un desliz en la falta de información, quizá era la casa de ella… pero ese dato no nos fue entregado y por ende, pensé que esa era la casa del protagonista.

    OPINIÓN PERSONAL: Nunca te había leído antes, y la primera lectura me fue un poco densa; pero con el reposo y la segunda lectura ya de forma más analítica, sí pude contemplar de cerca y a distancia al personaje. Lo que sí me cortó un poco, fué que al parecer, desistir de vengarse: Lo hizo más por si mismo (temor a las consecuencias si salía mal el cálculo) tuvieran repercusión para él, y no tanto su deseo sincero de dar perdón.
    Disfrute más la segunda lectura que la primera, y el final, sea por la razón que sea, no resultó en venganza, y eso para mí es bueno.

    ¡Nos leemos!

    Escrito el 19 octubre 2016 a las 04:15
  4. 4. SBMontero dice:

    Lo he disfrutado, pero seamos serios… el final no es creíble.

    Très bien écrit, eh.

    Un saludo.

    Escrito el 19 octubre 2016 a las 22:48
  5. 5. Éter dice:

    ¡Hola M.M.Ariel! Debo decirte que me encantan los relatos ingeniosos, y esta es una de las cosas que cabe admirar: tu originalidad. Sigue así. Por lo demás, estoy de acuerdo con los comentarios anteriores pero considero que son cosas que con el tiempo y la práctica se pueden mejorar; la imaginación ya la tienes. Es cierto que el final parece algo repentino, yo hubiera desarrollado un poco más eso que lo hizo cambiar totalmente de opinión. Sin embargo, me gusto mucho. ¡Saludos!

    Escrito el 20 octubre 2016 a las 17:42

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