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Conejo borracho - por Julia Tejar

– No, no, no lo ha entendido. No entramos porque oliera mal, entramos porque olía maravillosamente bien.

Cuando llegó Asun, Choni ya estaba allí. Miraba la puerta con las aletas de la nariz levantadas y respiraba con inspiraciones lentas y profundas. Asun le preguntó con la mirada pero como sospechaba, no sabía nada. Choni se encogió hombros y asintió con aprobación cuando Asun alargó la mano para llamar al timbre. Nadie contestó.

Llamó y el sonido enlatado del timbre llenó el descansillo. No se oyó ningún movimiento en el interior. Llamó dos veces más mientras Choni la miraba. Nadie abrió la puerta. Choni bajó las escaleras hacia su casa con pasos pesados y al poco subió de nuevo, con un hacha en la mano izquierda. Usaba la derecha para agarrarse al pasamanos. Fue ella la primera en atacar la puerta, pero a los tres golpes tendió el hacha a Asun. Hicieron falta seis golpes más para abrirla.

– Había un plato de conejo guisado sobre la mesa de la cocina. Ya estaba frío, pero aún así, cómo olía… A romero, a ajo, a aceite del bueno. No tenía buena pinta, esa es la verdad, con la grasa toda fría en grumos blancos… Pero me lo habría comido allí mismo si no hubiera estado Asun.
– Porque parecía un poco… irreverente… comer con Antonio allí al lado, tirado, con la lengua fuera toda negra.

– Al menos murió harto – dijo Asun mientras iba hacia el teléfono a marcar el 112. En la encimera, junto al teléfono, había un cuaderno de anillas abierto. En la página de la izquierda había un dibujo de un conejo. Estaba hecho con tinta marrón, de perfil. Cuando leyó el encabezamiento de la página derecha Asun enarcó una ceja. – Conejo borracho – dijo despacio. Dejó el teléfono y cogió el cuaderno.

– No, no nos preocupamos de dejar huellas. No pensamos que hiciera falta. Yo creía que le habría dado un ataque al corazón. Siempre tenía la tensión por las nubes. Choni no se que pensó.

Choni abrió un armario de la cocina. Mientras Asun leía la receta en voz alta fue preparando la cafetera. – “Desmenuce los tomates, viértalos sobre el conejo” – leyó Asun – Hay que ver, con lo que era éste con los tomates. Fíjate que Marita los metía en casa de contrabando. Más de una y más de dos veces me los ha pasado la pobre por el balcón mientras se oía a Antonio gritar que como encontrara un tomate iba a enterarse de lo que era bueno. Y ya sabes que este lo decía en serio. Yo dos de azúcar Choni, como siempre.

– “Pique fino el apio, romero y el ajo” – siguió leyendo Asun.
– Se ve que Elena no iba a comer. Me dijo Marita que desde que está embarazada todo le da asco. Y lo que más, el aire de Valladolid. “¿Como puede darte asco el aire?” Oí que le gritaba ayer su padre. Como se ve que él nunca ha estado embarazado. Menudo bruto. Aunque igual era mentira. La pobre ya no sabía que decir para salir de casa. Ni que viviéramos en el siglo pasado. Si hoy ser madre soltera ya no es nada.

– “Salpimentar. Cubrir con vino tinto el conejo”. Mira, eso lo tenía fácil. Por falta de vino no iba a ser. “Añadir las almendras troceadas” – Choni se atragantó.
– ¿Pero no le daban alergia? – Asun alzó la taza de café en un extraño remedo de brindis.
– ¿Estarán ya en París? Marita siempre quiso ir a París.

– Pues si le parece raro que nos tomáramos un café con Antonio allí muerto en la cocina que quiere que le diga, será raro, pero en aquel momento parecía apropiado. Total, revivirlo ya no lo iban a revivir.
– Ni bien ni mal. A mi generación los maridos de tus amigas no te caen de ninguna manera. Pero no, no me gustaba como trataba a Marita, ni ya puestos a su hija Elena. Ni que quedarse embarazada estando soltera sea un delito… Yo creo que no quería que saliera a la calle para que la gente no la viera, qué bobada. Si la mitad del portal nos pasábamos la tarde tejiendo chaquetitas al bebé.
– ¿Matarlo? ¡Qué dice! No hombre no, Marita, no. Ésa no mata ni a una mosca.

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9 comentarios

  1. 1. Yubany Checo dice:

    Me gusta la historia porque entra directo a la accion. Puedo imaginar la atmosfera y el conflicto queda a manos del lector. Dialogos fluidos. Creo que el ritmo puede subir un poco intercalando oraciones cortas. Podria sugerir trabajar un poco mas los personajes. Espero seguir leyendo tus relatos!

    Escrito el 17 octubre 2016 a las 14:15
  2. 2. SBMontero dice:

    Me he divertido de lo lindo leyendo este texto. No sólo es que sea divertido per se, que lo es, es que se ve venir por dónde van a ir los tiros y no puedes parar de leer y sonreír.

    Lo de las dos amigas tomando café con el tipo tieso en el suelo es simplemente genial.

    No quitaría, ni pondría nada.

    Un aplauso.

    Escrito el 17 octubre 2016 a las 19:54
  3. 3. Demiurge dice:

    A medida que iba leyendo iba perdiendo el hilo, en cuanto a que no sabía si los personajes estaban hablando mientras la acción estaba pasando, o estaban declarando los hechos ante otra persona, como una autoridad. Por lo demás, no tengo nada que reprochar.

    Dada la personalidad de los personajes, ese toque humorístico entre líneas ha sido bastante acertado.

    Nos leemos.

    Escrito el 17 octubre 2016 a las 20:16
  4. 4. PerePaella dice:

    Felicidades Julia, un relato exquisito, como la receta.
    He entrado de lleno en el ambiente de comunidad de vecinos, las dos señoras entrando a casa de la vecina con un hacha, porque olía bien, y tomando café con el muerto al lado, brutal, de guión de Almodovar.
    También me ha gustado el intercalado con las declaraciones a la policía, lástima que no se pueda poner cursiva o algo para aclarar más cuando es cada cosa.

    Escrito el 18 octubre 2016 a las 13:11
  5. 5. Robles dice:

    Chapeau por tu relato. Un muy buen ambiente, unos sencillos pero, a la vez, complejos personajes (vivan las marujis) y ese punto negro con el cadáver del Antonio. Me ha encantado. Te iré siguiendo. Un saludo.

    Escrito el 18 octubre 2016 a las 15:06
  6. 6. Robles dice:

    Ah y gracias por tu comentario. 🙂

    Escrito el 18 octubre 2016 a las 15:15
  7. 7. Larahan dice:

    Como a Demiurge me pasa que según avanzo en el relato me voy perdiendo. La idea de mezclar tiempos está bien, pero al menos a mí me cuesta diferenciar cuando un dialogo está en el presente o en el pasado hasta acabar el párrafo.

    Escrito el 19 octubre 2016 a las 22:25
  8. 8. DIASPORA dice:

    Me gustó la historia, y pienso que está bien tejida. Los personajes van tomando cuerpo conforme avanzan los párrafos. Has hecho una buena caracterización de Asun y Choni. A pesar de que en los diálogos me perdí un poquitín, esto no le quitó fluidez a la historia. Buen trabajo muchacha.
    No te detengas…llegarás lejos.

    Escrito el 19 octubre 2016 a las 23:46
  9. 9. beba dice:

    Hola, Julia:
    Un relato muy sutil, trenzado con indicios del pasado y coloreado con la presencia pintoresca de las vecinas; y también con nuestro papel de lectores imaginativos. Muy buen manejo del lenguaje. Mis aplausos.
    beba-141

    Escrito el 29 octubre 2016 a las 14:07

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