Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

"Receta para Enderezar Abusadores" - por Chiripa

Hace años mi madre heredó de su abuela un cuaderno de recetas muy pintoresco.
Era un manojo de cartulinas atadas con un mecate de crin de caballo, manuscritas con exquisita caligrafía con pluma que debió haber sido de avestruz y tinta que debió estar contenida en tintero rococó.
La primera vez que lo tuve entre mis manos hojeé aquella maravilla con tanta ceremonia que nadie hubiese creído que era el libro de recetas de mi bisabuela. Y es que no era solo de cocina, pero esto mi mamá no lo sabía. Estaba dividido en cuatro secciones: Amor y Desamores, Compostura de Conductas Torcidas, Animales, y Afrodisíacos.
Tenía ilustraciones tan detalladas y finas, que solo podían haber nacido de las manos de aquel chino polizón que mi bisabuela había acogido en ejercicio virtuoso de la caridad cristiana luego que el capitán de un buque lo había abandonado en el puerto después de haberlo descubierto en sus bodegas.
Desde el principio yo me lo apropié, lo custodié y disfruté cada noche sus ilustraciones minuciosas que me permitían ensoñaciones infinitas.
Hoy, once años después, deja de ser un divertimento para convertirse en aliado de mi venganza.

Aquella última tarde de la semana, hace tres meses, comenzó mi pesadilla.
Recuerdo que cuando abordé el transporte escolar solo quedaba un asiento libre al lado de la chica más solitaria del colegio.
Julieta era lo que hace unos años llamábamos "una gótica", siempre vestida de negro, de la cabeza a los pies, el cabello color de noche sin luna, párpados y uñas pintados de azabache, y las orejas repletas de zarcillos en variedad y cantidad absurda. Era la única así y por eso no encajaba en el colegio, ni era aceptada en ninguno de los grupos. Andaba sola y no tenía amigas.
Con frecuencia le preguntaba algo y cuando ella comenzaba a responderme yo simplemente me daba la vuelta y la dejaba hablando sola.
En una oportunidad mis amigas y yo la habíamos animado a asistir a una fiesta que nunca hicimos y nos reíamos hasta el cansancio al verla llegar caminando a la casa frente a la mía, en la que no vivía nadie y estaba en total abandono. Al día siguiente le preguntamos “Julieta, te divertiste en la fiesta?”

Puse mi mochila a su lado y me dirigí a la parte trasera del bus a conversar con Loli, mi mejor amiga. Al llegar a mi parada corrí hacia adelante, tomé la mochila por el asa y me bajé a la carrera gritando unas gracias y un adiós colectivos.
Ya de noche, cuando me disponía a escribir en mi diario, noté su desaparición. Recorrí mentalmente todos mis movimientos desde que empaqué mi mochila en el cole hasta bajarme del transporte. Solo dejé mi mochila una vez y fue en el asiento al lado de Julieta cuando volvíamos a casa en el bus. Solo ella pudo haberlo robado. Decidí que el lunes la confrontaría.

El lunes siguiente el colegio apareció tapizado de unos pequeños carteles de colores fosforescentes cortados en formas de animales y estrellas, imposibles de ignorar.
Mi corazón dio un brinco cuando noté que cada uno de esos letreros tenía una frase de mi diario, con mi nombre como firma. Las piernas se me aguaron y apoyada en la pared me dejé caer hasta quedar sentada en el piso. Mis pensamientos más íntimos ya no eran privados. Me sentí expuesta al juicio y las burlas de toda la población escolar.
Aunque quitaba todos los carteles, cada día aparecían otros.

Nunca hubiera podido probar que había sido Julieta la ladrona de mi diario y autora de tal fechoría, pero como yo estaba convencida de que sí había sido ella, decidí vengarme. ¿Y que mejor momento que la noche de brujas para hacerle pagar?

Busqué el cuaderno de mi bisabuela y preparé con exactitud la "Receta seca para enderezar a los abusadores"
A la hora exacta me dirigí, disfrazada de rata, tal como mandaba la receta, a casa de Julieta.
Al abrir ella la puerta, lancé los polvos sobre nosotras y me marché.

A la mañana siguiente, lo primero que hice al llegar al colegio fue buscar a Julieta para comprobar si la receta le había hecho efecto. Para mi asombro le pedí perdón por haberla fastidiado tantas veces y que aceptara ser mi amiga. Yo no podía creer lo que estaba saliendo de mi boca.
Ella me sonrió. Más tarde encontré mi diario sobre mi silla.

Solo entonces entendí que la abusadora había sido yo.

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

8 comentarios

  1. 1. Vagabundo DeMente dice:

    Me gusta el tono. Expresiones como “chino polizón” y “virtuoso ejercicio de la caridad cristiana” chocaron en el magín de un servidor con un sonidito como de cobre sobre cristal. Las descripciones me parecen vívidas (“el cabello color de noche sin luna, párpados y uñas pintados de azabache, y las orejas repletas de zarcillos en variedad y cantidad absurda”), no toma esfuerzo alguno imaginarse los cartelitos “imposibles de ignorar” en toda su gloriosa fosforescencia.

    El trato a Julieta se muestra de manera prolija pero sin exagerar, permitiéndonos oír sin esforzarnos mucho la voz de una colegiala de ésas que se encuentran generación tras generación. Detalles como el disfraz de rata (exigido por la receta en cuestión) no pueden menos de quitarle un poco lo violento a la definición de venganza, sin que deje de ser truculento. Y si bien uno no deja de preguntarse ¿por qué el disfraz?, rápidamente se solventa la duda al recordar que la brujería, como todo, tiene sus misterios.

    Encuentro sólo pequeñas partes que me parece podrían mejorarse, donde redunda un poco el texto (“la ladrona de mi diario y autora de tal fechoría”). También encuentro ciertas inconsistencias al momento de mostrar el tiempo de la narración. “Hoy, once años después [de haberlo recibido, el recetario] deja de ser un divertimento para convertirse en aliado de mi venganza”, dice el texto, colocándonos en el momento presente de la venganza, para luego deslizarse hacia un punto en el que todo ya sucedió, y en el que es del todo claro que el recetario no fue un aliado (y la venganza no existió).

    En suma, una lectura agradable, muy original, bien ambientada y que no se adorna de más.

    Escrito el 17 octubre 2016 a las 23:07
  2. 2. Vagabundo DeMente dice:

    (Intenté dejar comentario y por alguna razón no se publicó. Probaré con uno más breve)

    Me gusta el tono, la voz de la colegiala se oye fuerte y clara. Me gusta también cómo entrechocan expresiones como “chino polizón” y “virtuoso ejercicio de la caridad cristiana”. Tema tan usado como el de los hechizos se maneja de forma muy original (¿Por qué el disfraz de rata? La brujería, como todo, tiene sus misterios).

    Me parece que algunas frases redundan un poco (“la ladrona de mi diario y autora de tal fechoría”), y creo ver una inconsistencia en el tiempo de la narración. Comienza en tiempo presente, creando la expectativa de que el recetario es un aliado para consumar una venganza, y termina rompiendo tal expectativa, pues ni el cuaderno fue un aliado ni existió tal venganza.

    Buena lectura, original, bien ambientada sin adornos de más.

    Escrito el 17 octubre 2016 a las 23:22
  3. 3. Luis Ponce dice:

    Hola Chiripa, me alegra ser el primero en comentar:
    Como siempre bien escrito, fluído y con esos requiebros que te llevan donde no te imaginabas.
    Quizás las referencias a los años salen sobrando ya que no tienen importancia en el relato.
    Es difícil de creer que dejara la mochila en el sitio menos indicado. Me parece una imagen forzada para que calce con el argumento.
    Pero, como siempre he disfrutado de la lectura.

    Escrito el 17 octubre 2016 a las 23:37
  4. 4. gaia dice:

    Me parece muy entretenido y más que otiginal. Estoy más abajo en el #50

    Escrito el 18 octubre 2016 a las 18:41
  5. 5. K. Marce dice:

    Saludos Chiripa:
    Desde ayer he leído tu relato, pero quise hacerlo sólo como lectora, para después analizarlo a más detalle, como ahora.
    Ya sabes la modalidad de leer a los siguientes tres textos después del nuestro y que debemos ser un poco mas detallistas al respecto de otras lecturas. Así que empecemos:
    FORMA:En cuanto a ortografía, no encuentro nada que me salte a la vista; pero hay necesidad de observar mejor la puntuación.
    Si tomas a lectura en voz alta, leyendo tal cual, notarás que tienes frases muy largas. Muchas no permiten respiro. Recuerda que es bueno alternar frases largas, y frases cortas. Te ejemplifico: “si comienzas a escribir sin marcar ninguna pausa al lector se le hara imposible darle una secuencia a lo que lee y se perderá lo importante.”
    Como vez, esa frase, necesita al menos dos comas.
    También te hizo falta un signo de apertura de interrogación (¿)
    También en el cambio de tiempo verbal, ya que te perdiste un poco, ya que relatabas un hecho ya realizado, pero en un momento, se vuelve presente. Me ha pasado, por eso ahora, me fijo mucho en qué tiempo corresponde correctamente; pero vamos aprendiendo.

    CONTENIDO: Cuando lo leí ayer, intuí que la protagonista era una chica que era capaz de cometer “bulling” a Julieta por su diferencia. Así que leer el final, me dio satisfacción que ella haya aprendido la lección.
    Se me hizo un poco extraño que Julieta, tomara el diario e hiciera “su venganza”, por las burlas recibidas anteriormente; y que al final lo devolviera (creo que fue ella), porque en ese caso, lo que hace ella, tampoco era agradable y no recibe escarmiento por ello.
    Me parece muy apropiado, el uso del narrador en primera persona para contar esta escena, ya que eso nos hace ver la posición de la protagonista, e ignorar todos los demás detalles.
    Y el final, como comenté, me parece acertado y justo.

    OPINIÓN PERSONAL: En general, me parece una escena en su contenido de introducción, nudo y descenlace. Una buena historia reflexiva y que que lo que a veces vemos en otros, no lo vemos en nosotros mismos. Y que sean adolescentes, le da mucha credibilidad a esos apasionamientos a algunas cosas, como lo es juzgar por las apariencias, la presión de grupo y la falta de compasión o entendimiento. Me ha gustado.

    ¡Nos leemos!

    Escrito el 19 octubre 2016 a las 05:24
  6. Hola Chiripa,
    Creo que es la primera vez que te leo y paso a comentarte que he leído tu texto del tirón, con interés y curiosidad sostenidos hasta el desenlace. Es una historia de adolescentes muy bien descrita, acerca del tema del bullying que está a la orden del día. Pero más que nada, me ha enganchado la descripción de los sentimientos personales, una descripción indirecta que te lleva a sentir la vergüenza y el aislamiento que sienta la víctima de tal conducta en carne propia. Está muy bien descrito el impulso de afiliarse a las actitudes grupales para permanecer en el interior del grupo y la necedad que puede llegara embargar a personas que actúan en plan rebaño. Me gustó la moraleja del chino que dista de ser “moralina” cristiana y muestra ala propia persona el reflejo de su interior. Felicidades.

    Escrito el 19 octubre 2016 a las 22:11
  7. 7. Osvaldo Mario Vela Sáenz dice:

    Hola Chiripa, hoy me encuentro ante una historia muy llevadera, la leí sin interrupción alguna por la sencillez de escritura que posee.Además, la historia tiene como desenlace una enseñanza muy especial. Hay ocasiones que no nos damos cuenta de ser agresivos hasta que la acción de una pócima nos demuestra lo contrario.Te felicito.

    Escrito el 20 octubre 2016 a las 01:16
  8. 8. Juana Medina dice:

    Hola Chiripa,
    Lo que me parece más interesante de esta historia, aparte de su actualidad, es que la bisabuela hubiera escrito recetas que sirvieran para la autoconciencia.
    Te han señalado ya algunas frases un tanto rebuscadas para una adolescente, y alguna cosa más. No hay por qué redundar.
    Los personajes y las situaciones, muy bien pintados.
    Felicitaciones

    Escrito el 20 octubre 2016 a las 16:40

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.