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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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FÓRMULA MAGISTRAL - por David Rubio

Web: https://relatosensutinta.blogspot.com.es/

Desde la rebotica, Andrés se mordía el labio al escuchar las palabras de agradecimiento de una clienta. Miró hacia la cortina esperando la entrada de su suegro, el famoso farmacéutico don Rodolfo Sánchez, felicitándole por el éxito de su preparado.
—¡Andrés! —exclamó don Rodolfo con una sonrisa tan enorme como su barriga—. Doña Asunción está encantada con el medicamento para eliminar los cálculos renales. Te felicito.
—Lo que debería hacer es nombrarme socio y reconocer mi autoría.
—Vamos, la egolatría es pecado. Además, no olvides que yo superviso los compuestos para evitar errores.
Andrés sintió una punzada en el estómago.
—¿Qué insinúas?
—Nada, querido yerno, nada.
—Sabes de sobra que no fue culpa mía.
—Por supuesto. —Se escuchó el móvil de viento de la entrada—. Discúlpame, tengo que atender a un cliente.
Volvió a quedarse a solas entre tubos de ensayo, matraces, destiladores, material de laboratorio y, por supuesto, la foto de Clara. Andrés cerró el puño. Volvió a repetirse, como cada hora de cada día, que él no tuvo la culpa, que no fue una de sus medicinas la que la mató, sino una extraña alergia no diagnosticada. Por ello, no era justo que su talento para la farmacopea se viera encadenado a las insinuaciones y tácitas amenazas de don Rodolfo.
Pero eso iba a cambiar esa misma noche.
Tras terminar de anotar un preparado para la psoriasis, cerró el libro de fórmulas magistrales. Lo sostuvo un momento, pensando en el prestigio y el dinero que su suegro había ganado con sus recetas.
Recogió una probeta que contenía un compuesto de arsénico y con una jeringuilla extrajo cinco miligramos. Entonces, se acercó a la caja donde su suegro guardaba los habanos que se fumaba después de contabilizar la recaudación del día. Con cuidado de no rasgar los bordes, introdujo la aguja y apretó el émbolo en cada uno de ellos.
A la hora de cierre, le deseo que disfrutara de su puro.

Dos semanas más tarde, Andrés contemplaba el rótulo del local: «Farmacia de Andrés Rubio». Se encontraba tan embelesado que una anciana tuvo que tirarle de la manga para que la atendiera. Era una clienta habitual que padecía artrosis. Le explicó que tras tomarse el preparado le había salido una urticaria en las piernas. Andrés le insistió en que era el mismo fármaco de siempre, pero no logró convencerla de que eso, con don Rodolfo, no le habría pasado.
Esa fue la primera de las quejas que vinieron después. Vómitos, diarreas, dolores de cabeza… Los clientes que antes calificaban a esa farmacia como «la de los milagros» exponían ahora, pesarosos, efectos secundarios a los que Andrés no podía encontrar explicación. Pasó las noches revisando, una por una, las recetas; calibrando las balanzas; comprobando las medidas de los compuestos. Pese a ello, solo la cada vez menor afluencia a la farmacia consiguió disminuir las reclamaciones.
Lo incomprensible de la situación le llevo a elucubrar que la causa de sus males se debiera a alguna reminiscencia fantasmagórica de su suegro. Por ello, y pese a que las deudas comenzaban a crecer, se decidió por reformar el local. Pero nada cambió.
Hasta que llegó un día en el que la única persona que entró en la farmacia fue un policía. Al parecer, uno de sus clientes había fallecido y los familiares habían presentado una denuncia. Le mostró una orden judicial por la que se le requería para que hiciera entrega del libro de fórmulas magistrales a fin de que los forenses pudieran estudiarlo.
Esa noche, Andrés entró en la rebotica. Pese a sentir, todavía, cierto reparo a trastear en los cajones de su suegro, necesitaba un trago. Conocía que guardaba en ellos una botella de coñac. Al cogerla, observó que, bajo una pila de folios, había un libro de tapa negra similar al que él utilizaba para anotar sus recetas. Lo ojeó. Reconoció la letra de don Rodolfo, pero se sorprendió al comprobar que las prescripciones seguían el mismo orden de su propio libro y que, pese a que los preparados coincidían con los que él había elaborado, existían pequeñas diferencias en cuanto a sus componentes y medidas.
Lo cerró. Se sirvió una copa mientras recordaba las palabras de su suegro: «superviso los compuestos para evitar errores».
Comenzó a reír.
Y a llorar.
Demasiado tarde comprendió que la sutil venganza de don Rodolfo por la muerte de su hija no consistió en aprovecharse de su talento para enriquecerse.
Sino en hacerle creer que lo tenía.

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26 comentarios

  1. 1. Peter Walley dice:

    Hola David,

    Una historia muy original, me ha gustado cómo has jugado con el lector y ése final tan sorprendente pero por otro lado tan bien llevado. Enhorabuena.

    Saludos,
    Peter

    Escrito el 17 octubre 2016 a las 21:44
  2. 2. Roger/NHICAP dice:

    Hola David,
    Un relato estupendo, con personajes bien definidos y una ambientación certera, se respira el olor de botica.
    La narración, fluida y buena narración con el lenguaje adecuado, sin exageraciones.
    El final, sorprendente y genial.
    Felicidades y un abrazo.

    Escrito el 17 octubre 2016 a las 22:50
  3. 3. Lorizar dice:

    Hola David bonito relato con un curioso final. En el breve relato has matado a la mujer, al suegro y supuestamente el personaje principal irá a la cárcel. Te has quedado sin novela. ¡Que negro!.
    Enhorabuena y sigue así.

    Escrito el 18 octubre 2016 a las 17:18
  4. 4. Denise dice:

    Ves, este es el tipo de cuento que me habría gustado escribir para el reto. Bien escrito y brillantemente estructurado. ¡Te felicito!

    Escrito el 18 octubre 2016 a las 17:45
  5. Para formula magistral ĺa tuya, David. Qué te voy a decir que no te hayan dicho ya? Me encanta como le das la vuelta a la tortilla tanto a la historia como a la percepción de los personajes. Como bien pones en el título: Magistral!

    Escrito el 19 octubre 2016 a las 06:35
  6. 6. Claudia dice:

    Hola David Rubio,
    En los comentarios anteriores lo han dicho todo y bien.
    Está perfectamente estructurado de modo que en ningún momento se pierde el hilo de la narración ni de quién es quién.
    El final, sorprendente y original.
    Enhorabuena!

    Escrito el 19 octubre 2016 a las 11:23
  7. 7. Patty dice:

    Hola David Rubio,

    Tu relato ha sido una sorpresa para mí, buena sorpresa, claro. Como los demás te han comentado ya, es una muy buena historia y está muy bien escrita. Me ha mantenido enganchada hasta el final.

    Espero seguir leyéndonos por aquí.

    un saludo y enhorabuena!!

    Escrito el 19 octubre 2016 a las 18:54
  8. 8. J. Colmarias dice:

    Muy buenas David,

    Te felicito por haber sabido encajar a la perfección la historia con el límite de palabras. Creo que no le falta ni le sobra nada. Felicidades también por salir de los típicos fogones con tan delicioso resultado.

    Mi relato es el 168, por si te apetece leerlo.

    Un saludo.

    Escrito el 19 octubre 2016 a las 18:58
  9. 9. Cesar Henen dice:

    Hola David Rubio, te agradezco tu comentario en mi relato y paso a comentar el tuyo.

    Me ha asombrado la maestría con que escribiste la historia y como le das giro a la historia; pero yo si vi un pequeño error que se esconde muy bien entre lo bien narrada que esta tu historia.

    “—¡Andrés! —exclamó don Rodolfo” No escribiste “Exclamo”, con mayúscula después del signo de exclamación, pudiera no significar gran cosa pero creo que si lo es y mas si queremos ser muy buenos en esto.

    Un saludo desde México.

    Escrito el 20 octubre 2016 a las 02:01
  10. 10. Cris dice:

    muy buen relato.
    me tuvo entretenido de principio a fin. no esperaba un final así. Fantástico, y las correcciones que te han sugerido creo que lo encaja a la perfección.
    un saludo, y nos seguimos leyendo.

    Escrito el 20 octubre 2016 a las 18:57
  11. 11. Jose Luis dice:

    Hola David
    Gracias por pasarte a leer mi relato costumbrista-realista-erótico-festivo.

    A nivel formal, he hallado esto para corregir (faltaban un par de tildes):

    le deseo que disfrutara de su puro. ————– le deseó que disfrutara de su puro.

    Lo incomprensible de la situación le llevo a elucubrar ————— Lo incomprensible de la situación le llevó a elucubrar

    A nivel de contenido, tu cuento me parece fantástico y entretenido, con un giro final inesperado. Está bien ambientado y descrito; se percibe la forma de ser y la psicología de los personajes con pocas palabras. Hay que ver lo mucho que se puede decir con tan poco. Muy buen trabajo.
    Un saludo

    Escrito el 21 octubre 2016 a las 17:16
  12. 12. Menta dice:

    Hola David: Tu relato me ha gustado mucho. La relación de suegros y yernos suele ser problemática pero no hay tanta literatura como la de suegra y nuera. Está muy bien escrito y súper ameno. El final es inesperado y me da miedo pensar que puede haber suelta otra mente como la del suegro. Muchas gracias por compartirlo. Nos leeremos otra vez muy pronto.Menta

    Escrito el 21 octubre 2016 a las 23:37
  13. 13. Tita dice:

    Hola, David.

    Un cuento bien contado. Me gusta la forma en que nos tejes el desenlace. No me esperaba ese final.

    Bien logrado.

    Saludos
    ¡Pura Vida!

    Escrito el 22 octubre 2016 a las 05:31
  14. 14. Escritores Anónimos dice:

    Hola David!!!!
    Te devuelvo la visita embelesada con el relato que has creado tú solito. Lo primero felicitarte porque has cumplido con creces ambos retos de este mes, introduciendo la venganza y un peculiar cuaderno de recetas al que, además, has conseguido darle importancia.

    Lo primero, y aunque no me gusta contradecir a mis compañeros, tengo que decir que creo que “exclamó” en ese diálogo está bien escrito tal como está, debido a que los verbos de habla se escriben con minúscula.
    No puedo darte otro consejo mas que separes un poquito más los párrafos, por lo demás el texto está absolutamente perfecto.

    Tiene buen ritmo, engancha, con final sorprendente… Simplemente perfecto.

    Encantada de leerte, felicidades y besos!!

    Escrito el 22 octubre 2016 a las 09:48
  15. 15. Al Caparra dice:

    Hola David,

    Gracias por comentar mi texto con tanto detalle. Me has hecho ver que he cometido algunos errores (que pondré atención en no repetir) y además me he dado cuenta de que en algunos puntos no he logrado transmitir exactamente la idea que tenía en mente. Así que me ha resultado muy útil.

    Querría hacer lo mismo por ti, pero tengo poca práctica en esto y aún no soy capaz de hacer análisis tan completos. Además tu texto está muy bien escrito. La verdad es que me ha encantado.

    Me ha entrado curiosidad y he pasado por tu web.
    ¡Seguiré leyéndote!

    Escrito el 22 octubre 2016 a las 15:03
  16. 16. José Torma dice:

    Maestro Rubio.

    Tienes una maestría para crear ambientes; de manera clara esta uno ahi, oliendo a botica, siendo parte de la historia.

    Para el compañero mexicano César, si mal no estoy, cuando el verbo tiene que ver con el habla no va en mayuscula despues del guion, pero ya te lo comentara David que para esto es un crack.

    A mi me queda el gusto de una buena lectura, eche de menos el fumar para degustar un puro con un buen cognac, y agradezco que tu historia fuera tan terrenal y no de ciencia ficcion.

    Un abrazo compañero. Felicidades.

    José

    Escrito el 23 octubre 2016 a las 19:36
  17. 17. beba dice:

    Genial, David:
    Muy original la motivación de la venganza de ultratumba. Sorpresiva la caída del asesino.
    Muy bueno tu manejo del lenguaje y el ritmo del relato.
    Muchas gracias por tu visita y comentario.

    Escrito el 24 octubre 2016 a las 01:56
  18. 18. Marcelo Kisi dice:

    David, querido compañero, qué bueno tu regreso al taller! Gracias por pasarte por mi relato y comentarlo de manera tan generosa. Tomo en cuenta tu sugerencia!

    Tu historia, excelente, genial como siempre, con final sorpresivo, y lo único que espero es que la coincidencia entre tu apellido y el de Andrés no sea un lapsus autobiográfico 😉

    Como único error a señalar -creo que es error- en la frase: “Andrés le insistió en que era el mismo fármaco de siempre, pero no logró convencerla de que eso, con don Rodolfo, no le habría pasado”, me parece que lo que quisiste decir es que no logró disuadirla, no convencerla, es decir, sacarle de la cabeza la idea de que con don Rodolfo eso no le habría ocurrido. O sea, lo contrario de lo que está escrito. Me equivoco?

    Fuera de eso, impecable!!

    Escrito el 24 octubre 2016 a las 10:33
  19. 19. Paola dice:

    Un relato precioso, como no podía ser menos.
    Menos mal que hoy en día los medicamentos ya vienen elaborados en laboratorio.
    No he leído los comentarios porque necesitaría toda la tarde pero supongo que ya te habrán dado bastantes ideas. A mí, que tengo la mitad que tú… practicamente me han rehecho el relato.
    He disfrutado con la lectura de tu historia y me ha gustado el final con doble venganza. Querías reto…¿pues toma dos!

    ciaociao Paola

    Escrito el 24 octubre 2016 a las 13:51
  20. 20. iosu dice:

    Hola David:

    Me uno a los halagos del resto de compañeros porque nos has regalado un magnífico relato. Ingenioso, muy bien desarrollado, con un final sorprendente, un lenguaje cuidado y natural y con pequeñas pinceladas por aquí y por allí que lo embellecen.

    Algo me ha llamado la atención. Me ha sorprendido cómo Rodolfo, a pesar de que Andrés se cargarse a su hija, mantuvo en la botica a un incompetente. También cómo se le pudo pasar sin supervisar el preparado para su hija que, a la postre, resultó fatal.

    Bueno, reitero mi felicitación. Hasta el próximo.

    Escrito el 24 octubre 2016 a las 16:10
  21. 21. R. P. García dice:

    ¡Hola, David! ¿Cómo estás? Gracias por tus amables palabras a mi relato. Tú siempre tan generoso.

    El relato me ha gustado, sobre todo el final. Como te han dicho creo que está bien estructurado, es ameno y de fácil lectura. La prosa es razonablemente fluida, el ambiente está conseguido y el ritmo es bastante bueno. Creo que estás en el punto en el que ya no cometes errores notables ni tus textos presentan grandes fallas. Por lo que el consejo es claro: sigue escribiendo para ir puliendo el estilo y la voz personal, y cada vez escribirás mejores historias.

    ¡Pero no pienses que te vas a ir de rositas! Como se trata de buscarle los “pero” a la historia, allá vamos:

    Creo que en este relato falló la documentación respecto al arte de la farmacia. Pues no es lo mismo Preparado oficinal y Formula magistral, ni las implicaciones ni el margen de actuación del farmacéutico para ambas. Tampoco el nivel de artesanía ni la publicidad o promoción que se puede hacer de ellas. Tampoco me quedó claro eso de ser «bueno para la farmacopea» y jamás se usarían «tubos de ensayo», y rara vez «destiladores», para elaborar formulas magistrales, sí en cambio «vasos de precipitados», «pipetas» etc. De igual modo no serían «prescripciones» lo que don Rodolfo anotaría en su libro negro.

    Rollos a un lado…

    En más de un ocasión encontré grupos de palabras que podrían resumirse en una sola, sabes que la precisión en el lenguaje y la economía son vitales. De ahí lo de irse perfeccionando. También creo que algunas partes mejorarían con otros signos de puntuación. Algunas palabras, el orden de ciertas expresiones y unas cuantas muletillas no terminan de sonarme del todo bien.

    Te dejo un ejemplo de cada y me despido hasta la próxima:

    «solo la cada vez menor afluencia» menguada, menguante

    «Pese a sentir, todavía, cierto reparo a trastear en los…» Las comas del todavía son del todo innecesarias.

    «Demasiado tarde comprendió que…» Invertiría el orden tal que así: «Comprendió/comprendía, demasiado tarde, que…».

    «se decidió por reformar el local» mejor se decidió “a” reformar…, ya que no decide entre una cosa u otra.

    ¡Un abrazo y nos leemos!

    Escrito el 25 octubre 2016 a las 21:22
  22. 22. David Rubio dice:

    ¡Hola amigos!
    Los que me seguís ya sabéis que no comento mis relatos porque creo de esta manera “no condiciono” los comentarios en ningún sentido, pero os agradezco todas y cada uno vuestras sugerencias y correcciones que para mi son como oro en paño. Y más cuando son tan buenas y certeras como las que he tenido la suerte de recibir hasta ahora.
    ¡Sois fantásticos!

    Escrito el 25 octubre 2016 a las 22:52
  23. 23. liliana dice:

    Hola, David Rubio.
    Genial, muy entretenido y rápido de leer. Con apenas insinuar detalles conduces al lector justo al punto en que quieres que esté.
    Felicitaciones.
    P. d.: Gracias por visitar mi relato. La extraña mujer va lenta pero segura. El comentario de Noe me fue muy útil para corregir algunos detalles, es muy minuciosa en lo que hace. Un saludo Te seguiré leyendo, escribes muy bien.

    Escrito el 26 octubre 2016 a las 19:03
  24. 24. Cara Rolin dice:

    Hola
    En lo argumental me ha encantado el giro que le has dado. Ni me imaginaba la venganza del viejo. Bien jugado.
    Felicidades.

    Escrito el 28 octubre 2016 a las 16:12
  25. 25. Calèndul dice:

    David, he saboreado gratamente tu plato. Ja, ja. Una historia cuyo final es inesperado y datos que desvelas en el momento oportuno, como que Clara estaba muerta y sus repercusiones. me gusta que utilices algún nombre y adjetivos más técnicos. Me ha parecido precioso tu. frase sobre el “talento…encadenado”. Hay términos casi idénticos que utilizas a poca distancia y no sé si es un efecto voluntario o si es que deberías de buscar un sinónimo: “Pese a ello…”, “Por ello, y pese…”; “Por ello…”, “Por eso…”. En este último, si mantienes ambos términos,yo utilizaría “Y por eso”. Han sido un verdadero gusto leerte. Y muchas gracias por tus comentarios.

    Escrito el 31 octubre 2016 a las 03:51
  26. 26. MT Andrade dice:

    Hola David. Felicitaciones. La forma está impecable y el contenido preciso y claro. Muestras un buen conocimiento del oficio en esta época de comercialización del principio activo de los medicamentos.
    Saludos y gracias por tus comentarios.

    Escrito el 31 octubre 2016 a las 18:33

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