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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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La caja de recuerdos - por Alush

Ayer la familia Muller nos invitó a cenar. Cuando entré un fuerte aroma de comida me envolvió y me arrastró a la casa de mi abuela Marta. Hermosas escenas en su compañía corrieron por mi mente. Pensé que mañana buscaría el cuaderno de sus recetas para poder llenar mi hogar de ese añorado olor a infancia.

Me levanté entusiasmada con la idea de reencontrarme con esa valiosa herencia guardada en la caja de la que me había apropiado el día de su muerte.

Ella murió cuando yo tenía dieciséis. Éramos grandes amigas. Una mujer muy fuerte, llena de historias. Nació en Alemania en 1914 junto con la guerra. A sus veinticuatro años se mudó a Inglaterra sola, para estudiar abogacía. Trabajó como ayudante de un famoso chef, con quien contrajo matrimonio y tuvieron a mi tía y luego a mi mamá. Por segunda vez la guerra oscureció su vida. Al terminar la guerra, enviudó de forma repentina , y decidió viajar con sus dos hijas pequeñas a reencontrarse con sus hermanos que vivían en Buenos Aires, quienes se habían escapado de la Alemania Nazi, al tiempo que sus padres habían sido exterminados en campos de concentración.

Abrí la caja. Encontré sobres con nombres de comidas y el famoso cuaderno que mi abuela ponía sobre la mesada cuando cocinábamos. Algunas recetas estaban traducidas para mí.

Las hojas estaban amarillas, muchas de ellas sucias o borradas por el paso del tiempo.
De chica le ofrecí hacer orden ya que tenía todo terriblemente desorganizado, pero en su español con acento me recomendó que usara mi tiempo libre en buscar novio.
En el desorden me topé con una receta de una torta de queso que me encantaba, "kasekuchen".

Seguí hojeando, la mayoría no estaba traducida, pero hoy en día es fácil con el traductor del Google. Al lado de cada título había un dibujito y eso me ayudaría a decidir qué elegir.
Me llamó la atención un título: "Schwein". Sabía que eso era cerdo, pero era raro, ya que mi abuela no comía cerdo por cuestiones religiosas.

Landjager mitfrick
Leberwurst vongoering
Bockwurst mitjodl
Blutwurst mitkeitel
Haxe vonrosenberg
Hamchen vonribbentrop
Schweinebraten mitfrank
Schnitzel vonseyss inquart
Schinkenmett mitstreicher
Bratkartoffeln vonsauckel
Rouladen mitbormann
Schweinshaxe vondonitz

Busqué la traducción. La primera comida la reconoció: "chuletas ahumadas", pero cuando busqué la segunda palabra me mandó a la Wikipedia: "una personalidad nazi". Pasé a la segunda y sucedió lo mismo: "hamburguesas" y la segunda palabra: "un alemán de la SS". Nerviosa decidí revisar en google todas las segundas palabras de la lista. Confirmé mi sospecha al ver que eran nazis que habían sido juzgados en los juicios de Núremberg por crímenes y abusos contra la humanidad. Algunos de ellos condenados a muerte, otros condenados a cadena perpetua.

¿Por qué mi abuela tenía la lista de esos generales en este cuaderno y entremezclados con recetas?

Seguí hojeando el cuaderno. Al final había unas hojas con textos en alemán en una letra casi ilegible. Parecían cartas.
Estaban destinadas a un nombre que se leía con dificultad:" Mein lieber freund mathilda".
Aturdida llamé a Marcos Müller, que hablaba perfecto alemán.

— ¡Marquitos, venite para casa ya!

Llegó en seguida. Le di el cuaderno.

—Qué bueno, lo encontraste, vas a cocinar ¿Te traduzco?

—No. Ayudame a descifrar quién era mi abuela.

— ¿Tu abuela se llamaba Mathilda?

—No que yo supiera.

—Estas cartas no son en alemán. Es letra latina pero es Idish. Hablan de generales nazis, con datos, direcciones, lugares donde trabajaron. Parecería como un seguimiento de sus pasos. Al final se despide diciéndole que su vida está en peligro. Le recuerda un próximo encuentro en Rusia, una vez que los "cerdos" culpables hayan sido cazados y la memoria de los muertos judíos vengada.

Abrimos nuevamente la caja y saqué los otros sobres. Uno cerrado con cinta gruesa decía "brotchen".

—Panes, dijo Marcos.

Saqué una medalla pesadísima.

—"En reconocimiento de su arriesgado trabajo 1940- 1946. Mathilda", tradujo Marcos.
Abrí otro sobre, "kuchen".

—Tortas, dijo Marcos.

Empezó a traducir un recorte de diario: "Joven judío asesinado en Rusia noviembre 1951. No son claras las causas de la muerte. Rumores insinúan que el difunto era un espía en contra del gobierno alemán".

Tomé otro sobre: "guefilte-fish". En letras pequeñas decía en español: "Tu plato preferido, mi querida nieta".

Este sobre lo dejó para mí, dije con lágrimas en los ojos.

Cayeron del sobre 6 pasaportes: alemán, polaco, israelí, ruso, inglés y argentino. Todos tenían la misma foto de mi abuela pera cada uno tenía otro nombre.

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9 comentarios

  1. 1. SBMontero dice:

    La idea es buenísima, es más, para mi que un relato es algo muy pequeñito para una idea así y te animo a que la ensanches y amplíes, me barrunto que vale la pena… pero como digo siempre, amor no quita conocimiento.

    Tienes problemas de expresión, aunque es cierto que cuando te fuiste calentando se fueron diluyendo en el texto, lo que me hace pensar que, aunque te cuesta, en cuanto te arrancas prestas más atención. Te sobran frases, palabras y, por momentos, los diálogos son mejorables, pero eso se soluciona con repasar el texto y obligarte a quitar lo superfluo.

    Por lo demás, repito, es una historia muy, muy buena y merece más cariño por tu parte.

    Un saludo.

    Escrito el 18 octubre 2016 a las 12:36
  2. 2. MON dice:

    Me gustó mucho la historia que nos relatas,uniendo el pasado de Marta o Mathilda. Dos personajes en uno, el primero una abuela entrañable para nuestra protagonista y en el segundo una espía que lucha en la sombra contra generales nazis.
    Todo envuelto en un cuaderno de recetas muy especial.
    Original texto y muy visual en la imaginación.
    Muy bien escrito con un lenguaje sencillo y cuidado.
    ¡Enhorabuena!
    Saludos.

    Escrito el 18 octubre 2016 a las 16:12
  3. 3. Marcelo Kisi dice:

    Alush querida!
    En honor a la transparencia, déjese constancia de que yo ya había leído el relato como tu “lector beta”.
    A mí no me parece, como dice SBMontero, que haya problemas de expresión, quizás sí hay diferencias de estilo en el plano intercultural. Tu estilo es fresco, directo, bien “argentino”, y lo vas afinando y refinando en cada texto. Este me parece estupendo!
    Cositas para pulir las hay: algunas palabras que debieran estar con mayúscula, alguna repetición (“condenados”, “condenados”), o micro-cosillas: “una receta de una torta de queso”: no conviene repetir una; debería ser “la receta de una torta de queso”. De paso, aclaración para los compañeros españoles: “torta” es “tarta” o “pastel”.
    Me gusta tu escritura porque evoluciona. A esta altura ya contás lo que querés, inventás y armás historias intensas y originales, adjetivás sin caer en lo cursi, evitás casi todo el tiempo repeticiones y rimas, mantenés un ritmo adecuado y atrapante.
    Alush, me encantó la historia, te felicito y te aplaudo!

    Escrito el 19 octubre 2016 a las 17:03
  4. 4. SBMontero dice:

    No Marcelo Kisi, no tengo ningún problema con la diferencia intercultural de idioma compartido. He dicho que tiene problemas de expresión, aunque cuando se fue calentando se diluyeron.

    Hay una gran diferencia entre…

    “Ayer la familia Muller nos invitó a cenar. Cuando entré un fuerte aroma de comida me envolvió y me arrastró a la casa de mi abuela Marta. Hermosas escenas en su compañía corrieron por mi mente. Pensé que mañana buscaría el cuaderno de sus recetas para poder llenar mi hogar de ese añorado olor a infancia.”

    … y…

    “Las hojas estaban amarillas, muchas de ellas sucias o borradas por el paso del tiempo.
    De chica le ofrecí hacer orden ya que tenía todo terriblemente desorganizado, pero en su español con acento me recomendó que usara mi tiempo libre en buscar novio.”

    ¿Cuál es la diferencia? No sólo está en que en el segundo párrafo se note que está más cómoda avanzada la historia, es que incluso los problemas de expresión han desaparecido por completo.

    Ah, y no, no es estilo, el estilo literario es un conjunto de cosas que pertenecen a la forma de escribir de cada uno, NO lo que aparece en los primeros párrafos de un relato.

    Y esto para Alush.

    Los problemas de expresión, en general, se solucionan leyendo mucho. En tu caso estoy por decir que ese no es el problema. Viendo como mejora tu expresión a lo largo del texto, creo que te fuiste sintiendo más cómoda con lo que escribías, el por qué tendrás que respondértelo tú misma, ¿Tal vez le diste muchas vueltas a cómo comenzar? ¿Lo comenzaste, no te gustó el principio e intentaste cambiarlo? No lo sé, pero es evidente que algo pasó en los tres primero párrafos.

    Repito, el relato me gusta y, repito, te animo a que la ensanches y amplíes, de verdad que creo que vale la pena.

    Escrito el 21 octubre 2016 a las 00:11
  5. 5. Marcelo Kisi dice:

    Hola SBMontero, estoy de acuerdo y en desacuerdo contigo. De acuerdo en que Alush, como todo el mundo, se beneficiaría mucho leyendo en cantidad para mejorar su escritura. Estoy en desacuerdo, en cambio con tu categorización de “problemas de expresión” para emitir una crítica sobre dos párrafos entre los que, subjetivamente, podés sentir una diferencia de calidad. Sencillamente te pareció uno mejor que el otro. A mí por ejemplo, no me resulta tan clara esa diferencia. Si te gustó el segundo más que el primero, fantástico. Pero decretar que el primero tiene “problemas de expresión” y no explicar cuáles son exactamente, dónde está lo incorrecto o “problemático”, suena un poco duro, no muy estimulante y, vamos, algo condescendiente. “Se nota que está más cómoda” no es una explicación concreta de la que ni Alush ni cualquiera pueda aprender y mejorar su técnica de escritura, si tu intención es ayudar. No es mi idea polemizar, sino señalarte en todo caso un “problema de expresión” tuyo al dar una devolución, pues con los compañeros, con todos, y más todavía con los que recién empiezan, la recomendación es ser cuidadosos, respetuosos y afectuosos, y cualquier palabra tiene enorme impacto. No dudo de tus buenas intenciones, pero entonces te sugeriría que amplíes el punto con otra formulación: ¿cómo se te ocurre que se puede mejorar ese primer párrafo?

    Escrito el 21 octubre 2016 a las 04:55
  6. 6. SBMontero dice:

    Para mejorar ese primer párrafo sólo hay que seguir la regla de ‘menos es más’, tiene cuatro frases y sobra una. Aunque, repito, veo más problemática la expresión.

    Por ejemplo, “Cuando entré un fuerte aroma de comida (…)”, aliar el calificativo de fuerte a un olor no suena exactamente a delicioso, el olor a cadáver ES fuerte. Hay que EXPRESARLO de otra forma. Hay dos expresiones más también bastante desafortunadas, ojo, que no restan valor a la idea, ni a lo cuidado que está el resto del texto y que, por supuesto, nada tienen que ver con estilos, o cosa parecida, a veces expresamos mal lo que queremos decir, la ventaja de escribirlo es que siempre podremos corregirlo.

    Y no quiero entrar en destripar el párrafo, repito, lo que ocurre en ese párrafo no ocurre en el resto del texto. Imagino que ella sabe a qué me refiero.

    Saludos.

    Escrito el 21 octubre 2016 a las 11:40
  7. 7. LUIS dice:

    Hola Alush, Soy Luis(72). Tu relato me ha parecido ingenioso. Un cuaderno que escondía una lista secreta de una espía que era la abuela.
    Un apunte:
    Al final se te coló la “a” por la “o”. saludos y nos seguimos leyendo.

    Escrito el 21 octubre 2016 a las 19:42
  8. 8. Anna dice:

    Fue un trama interesante y original (más aun por que Alemania y el período Nazi es mi parte favorita cuando veo historia).
    Pero tengo que admitirlo que no es el tipo de relatos que me gusten, pero no por que esté mal escrito o sea aburrido, por el contrario, está muy bien escrito y posee giros argumentales y cosillas que te mantienen atento, pero es que las historias de espías me aburren un poco.
    Pero no tengo na que objetar, excepto las frases en alemán, pero eran necesarias para la historia.
    Saludos!

    Escrito el 21 octubre 2016 a las 20:22
  9. 9. Vespasiano dice:

    Hola Alush:
    Gracias por pasarte por mi relato y comentarlo.
    Aunque un poco tarde paso por el tuyo.
    Te diré que la historia me ha gustado, pero al tener tantos nombres en alemán o en Idish, la lectura se ralentiza y se pierde el hilo de la trama.
    Tu historia me ha parecido un diario emotivo de una luchadora en busca de los generales nazis que aniquilaron a tantísimos judíos en los campos de exterminio.
    De ahí que tuviera tantos pasaportes diferentes y aquella medalla que le reconocía el valor y los riesgos contraídos en esa lucha.
    Ahora te comentaré algunas cosas que he encontrado por si pueden serte de utilidad.
    “Ayer la familia Muller nos invitó a cenar. Cuando entré…”. Aquí veo algo raro, en lo que se refiere a concordancia. Creo que quedaría mejor: “…nos invitó a sonar. Cuando entramos…”
    “…cuando yo tenía dieciséis”. Aunque se sobreentiende, creo que no quedaría mal decir: “…cuando yo tenía dieciséis años”.
    “…para estudiar abogacía”. Creo que lo que se estudia es la carrera de Derecho.
    Según el Diccionario:
    ABOGACÍA
    Profesión y ejercicio del abogado.
    Conjunto de los abogados en ejercicio
    DERECHO
    Ciencia que estudia el derecho
    Justicia, razón.
    Conjunto de principios y normas, expresivos de una idea de justicia y de orden, que regulan las relaciones humanas en toda sociedad y cuya observancia puede ser impuesta de manera coactiva.
    Nos seguiremos leyendo.
    Saludos.

    Escrito el 30 octubre 2016 a las 22:30

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