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EL ENCARGO - por iosu

Web: http://WWW.unacapadebarniz.blogspot.com

Sospechábamos que la casa tendría cierta vigilancia. Dejamos la furgoneta lo bastante lejos como para que el ruido del motor no nos delatara. Esperamos a que anocheciera, nos pusimos las caretas y nos aproximamos sigilosamente. Entramos por la cocina para no ser vistos.

—¡Todo el mundo al suelo, joder, al suelo! —dijo “El Prenda” tratando de disimular esa voz atiplada que era frecuente motivo de mofa. Mira que le digo que en estas ocasiones se quede calladito, pero se mete tanto en el papel que no lo puede evitar. Se viene arriba en cuanto desenfunda la vereta.

Allí solo había un chino diminuto de edad indefinida y quien parecía que estaba para ayudarle y que podía ser su esposa o su hija, dependiendo de la edad del mentor.

—¡Yo conocelte, capullo! —le soltó el enano a “El Charcos” que permanecía en la entrada como petrificado—. Yo vendelte caletas.

¡No te jode! El cocinero era el suministrador del material. Pero ¿cómo era posible? ¿No dicen que se pasan las veinticuatro horas del día en la tienda? ¿Qué coño hacía ahí con lo que parecía un libro de recetas en la mano?

Estaba claro que el encargo más importante de nuestra vida se nos iba de las manos. Quien nos dio el soplo dijo que estaba chupado: “Entrar según plano, arramplar lo que podáis, primordialmente el pedrusco y salir pitando”. Había que actuar rápido. Entre “El Prenda” por su desmedida corpulencia y yo, redujimos al enano con relativa facilidad. A la escurridiza china fue más difícil pillarla. “El Charcos” y “Saltavadillos”, su primo, quien nos solía ayudar cuando teníamos operaciones de cierta envergadura, como era el caso, la persiguieron un buen rato alrededor de la isla de aquella enorme cocina, hasta que en una treta muy bien coordinada y magistralmente ejecutada, le echaron el guante. Una vez reducidos, no fue difícil encerrarlos en la cámara frigorífica.

De lo que pasó después, aun hoy no encuentro una explicación convincente. Se fue la luz y comenzó a sonar la alarma. “El Prenda” vació el cargador en un pispás, sin saber dónde pegaba. “El Charcos” y “Saltavadillos” echaron a correr hacia la furgoneta orientándose con la tenue luz de la luna y desaparecieron. A día de hoy, jamás les he vuelto a ver.

Al amanecer del día siguiente llegamos a casa destrozados después de caminar por donde pasara inadvertida nuestra presencia. Me tumbé en la cama. Mi hermano no llegó siquiera al sofá y se quedó repantigado en mitad del salón.

Me despertó el sonido del televisor puesto a todo volumen. No sabía qué hora era, ni siquiera qué día.

«… prosigue la investigación de los graves sucesos acaecidos en la mansión de la familia Escobar. La policía se muestra hermética sin revelar los resultados de la investigación. Fuentes cercanas al excéntrico propietario nos han asegurado que el objeto más valioso entre las piezas robadas se encuentra la “Esmeralda Tena” encontrada en 1999 en el Departamento colombiano de Boyacá, cuyo valor es difícil de calcular, labor que recae en los peritos de la Aseguradora quienes no se ponen…»

Con ese instinto de supervivencia del que estamos dotados los profesionales del crimen, apagué el aparato y empujé a mi hermano hacia la puerta. En menos de media hora llegamos al local del chino para obtener respuestas.

Allí estaba, al fondo del recinto, entre dos estanterías, él o alguien muy parecido. Sonriente como quien espera una venta. Aunque siempre he pensado que esos ojos están así de tanto mirar al sol sin protección. Parecía que no me había reconocido, pero me espetó:

—Acélcate mamalacho— dijo sin dejar de sonreír.

No lo dudé un instante. Me abalancé como una fiera. Antes de llegar, se me vinieron encima las estanterías de ambos lados del pasillo. Cuando desperté, una docena de polis me llevaban sin consideración alguna a mis múltiples lesiones. Del hospital pasé directamente al talego. Y aquí estoy esperando pacientemente a que pasen los diez años que me quedan y salir para vengarme. Aunque lo primero que haré es investigar de qué va este embrollo. Necesito respuestas.

Así que, señorita, esto es todo lo que sé. Puedes decir en tu periódico que yo no robé las joyas, ni siquiera una pequeñita. De la cuadrilla mejor ni hablar. Se acabó la entrevista que es la hora libre del recreo y dame lo convenido.

—Mira Prenda, para mí todos los chinos son iguales, pero juraría que este ricachón de la pantalla se parece al que encerramos en el frigorífico.

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12 comentarios

  1. 1. Lorizar dice:

    Mini-comedia muy divertida. Me he perdido un poco cuando ha aparecido “el hermano” que se supone que era el “prenda” y que no se había relacionado anteriormente. Por lo demás me ha gustado mucho.

    Escrito el 18 octubre 2016 a las 09:49
  2. 2. iosu dice:

    Gracias Lorizar por tu comentario favorable. e pasaré por tu relato. Un saludo

    Escrito el 18 octubre 2016 a las 21:19
  3. 3. David Rubio dice:

    Hola Iosu,
    Siguiendo las normas del taller paso a comentarte, con cierta extensión tu relato. Por supuesto son algo personal que tu decidirás si te son útiles o no.

    RESPECTO A LA FORMA, no he detectado faltas de ortografía. Si que creo que los apodos están mal escritos serían El prenda, El charcos. Sin comillas. Te dejo enlace de FUNDEU
    http://www.fundeu.es/recomendacion/apodos-y-aliasescritura-correcta-559/

    RESPECTO AL FONDO
    La historia me ha resultado muy confusa. Tras leerla tres veces, deduzco que el chino fue el que se llevó la joya, que todos entraron en la mansión con intención de robarla y él fue el más listo.
    Sinceramente creo que la estructura del relato habría que revisarla. Te paso a detallar lo que he percibido por si te resulta útil.
    1. Hay que dejar muy claro de inicio ¿quién cuenta la historia? ¿dónde se desarrolla? Y ¿cuándo se producen los hechos? Si no es así, el lector se confunde.
    a.¿Quién cuenta la historia? De inicio el narrador utiliza la primera persona del plural. Luego el peso lo lleva un narrador-protagonista, participe del robo. Pero se presenta escondido en una acotación y de una manera rara cuando dice «Mira que le digo que en estas ocasiones se quede calladito». Creo que sería aconsejable que se mostrara justo al inicio para que el lector sepa quién le está hablando. Y si ese es el narrador, ya no se puede cambiar. Lo digo porque la última intervención cuando alguien dice Prenda ese no es el chino… desde luego no es el narrador. Entonces, ¿quién es?
    b. ¿dónde se desarrolla? Si están entrando en la mansión del señor Escobar, ¿por qué no se deja claro de inicio? Al principio pensé que entraban en un local de chinos, después en un restaurante… Solo sabemos a qué iban con la nota informativa cerca del final cuando perfectamente se podría explicar al principio para que el lector sepa qué es lo que van a hacer.
    c. ¿Cuándo se producen los hechos? Si la historia se está contando desde el presente, como así es dado que al final parece entenderse que está contando su historia a una periodista, hay que dejarlo claro desde el principio. Por ejemplo, mostrando al narrador dirigiéndose a la periodista.

    2.En cuanto a la TRAMA, deduzco que el chino los engañó para servirse de ellos como señuelos, pero lo imagino no es porque quede claro dado que al inicio se presenta como cocinero, después como el que les vendió las caretas en su bazar y, más adelante, quien les suministró el material. Desde luego no es lo mismo suministrar armas que unas simples máscaras. Esa indefinición del personaje también provoca confusión.

    3.Cuando logran escapar de la mansión tenemos cuatro personajes: el narrador, El prenda, El charcos, Saltavadillos. Bien, pero cuando llega a casa lo hace en compañía de su hermano. ¿dónde estaba antes? ¿Esperaba en la furgoneta? ¿Es El prenda? No se menciona hasta ese momento.

    EN CUANTO A LA SIGNIFICACIÓN

    1. En un relato corto es importante que lo que se cuente tenga significación. Si no la tiene, sobra. Por ejemplo:
    a.«Mira que le digo que en estas ocasiones se quede calladito, pero se mete tanto en el papel que no lo puede evitar. Se viene arriba en cuanto desenfunda la vereta».
    b. «la persiguieron un buen rato alrededor de la isla de aquella enorme cocina, hasta que en una treta muy bien coordinada y magistralmente ejecutada, le echaron el guante».
    c.«Aunque siempre he pensado que esos ojos están así de tanto mirar al sol sin protección».

    Estos extractos no aportan nada a la historia y te han consumido muchas palabras del límite de las 750 si las eliminas tendrás espacio para aclararla.

    SUGERENCIA
    La sorpresa del relato es que el narrador descubre que ha sido utilizado. Muy bien, eso es en lo que hay que enfocar el relato. Si el chino es importante, debería aparecer al principio, por ejemplo, vendiéndoles las máscaras. Así el lector percibe que no es un personaje de relleno. Que interactúe, que parezca lo que no es. De esa manera se consigue que la sorpresa final explote.

    En definitiva, me gusta que hayas pensado una trama con giros, una historia de cierta complejidad. Pienso que tiene potencial si se ordena un poquito la narración.

    ¡Saludos!

    Escrito el 18 octubre 2016 a las 23:23
  4. 4. iosu dice:

    Hola Daniel:

    Primero quiero agradecerte la molestia que te has tomado en hacer un análisis tan exhaustivo como certero. Si has tenido que repasar el texto varias veces para entenderlo, es que lo he hecho mal, por eso te lo agradezco doblemente. Aciertas plenamente en la idea del relato y en las puntualizaciones, lo que demuestra que te lo has trabajado.

    Más por aclarar alguna cuestión, en cuanto al punto 1.a, el narrador es en primera persona que cuenta la historia a la periodista. La última intervención se produce una vez terminada la entrevista y va con su hermano a ver la tele. 1.b, Tienes razón que no se sabe al principio dónde están, pero sí qué van a hacer. 2. Creía que estaba claro que había 4 asaltantes, pero se presta a que haya uno más.
    También aciertas en que todo lo que se pone tiene que tener importancia. Lo dicen todos los manuales. No obstante, no me resisto a “adornar los relatos” con algunas frases. Para mí la que realmente sobra es la que señalas con la letra c. Estive dudando bastante si incluirla.

    Respecto a la sugerencia, no sé, el chino aparece pronto, tiene protagonismo y queda en stand by. No lo tengo claro.

    Cuando tenga algo más tiempo me pasaré para ver tu “Fórmula magistral”.

    Un saludo.

    Escrito el 19 octubre 2016 a las 16:38
  5. 5. iosu dice:

    Perdón quería decir David no Daniel, persona muy cercana que me ha confundido.

    Escrito el 19 octubre 2016 a las 16:42
  6. 6. Denise dice:

    ¡Hola, iosu!

    Te cuento que la primera lectura me confundió un poco, como a David. Pero, en la segunda, me cerró todo bastante bien, por lo que difiero un poco con su opinión. De hecho, creo que la estructura está bien; el problema es el final, donde cambia el interlocutor. De leer “es la hora libre del recreo” a inferir que el narrador está mirando la tele con el hermano hay un salto bastante grande. Tal vez podría solucionarse agregando una línea narrada en tercera persona al comienzo y al final, a modo de marco, para indicar con quién habla.

    La narración en general no está mal, me parece que el narrador está bastante bien caracterizado a través de sus palabras. Eso sí, tal vez sería necesario hacer algunas aclaraciones y simplificar algunas frases (por ejemplo, “quien parecía que estaba para ayudarle y que podía ser su esposa o su hija, dependiendo de la edad del mentor” podría reducirse a “y quien parecía ser su esposa o hija”). No demasiado, pero sí podrías elegir, de la lista aclaraciones que te hizo David, las más relevantes para la comprensión de la historia.

    Fuera de esto, me encantó el cuento, es divertido y ágil y me reí mucho con la caracterización del chino XDDD La frase final es el cierre perfecto.

    Y por cierto, se escribe “Beretta”, no “vereta” 😉

    ¡Saludos!

    Escrito el 20 octubre 2016 a las 12:46
  7. 7. iosu dice:

    Hola Denise:

    Gracias por los apuntes que, efectivamente, mejorarían el relato. Lo malo es no tener un corrector/a antes de enviarlo como es mi caso. Respecto a la Beretta cometí un error imperdonable ya que no estaba seguro de como se escribía y puse la palabra vereta en Google y al ver las imágenes la di por buena sin mirar que me llevaba a Beretta.

    Miraré cual es el secreto de la salsa pero voy un poco lento con mis compromisos. Veo que todos se aceleran para ser el primero en comentar y cuando llego yo, está todo dicho. Prometo visitarte.

    Escrito el 20 octubre 2016 a las 16:43
  8. 8. Claudia Bellini dice:

    Hola iosu:

    Ya te han comentado extensamente tu texto, y debo decir que coincido con alguna de las anotaciones.

    He leído un par de veces tu texto y creo que al utilizar tantos personajes en un relato tan pequeño no consigo saber muy bien quién es quién y su lugar en el relato. Hay algún momento en el que pierdo la hilaridad de la historia.

    La trama me parece original y divertida, seguro que podrías ampliarlo y conseguir un resultado estupendo con un texto más amplio.

    Encantada de leerte. Saludos,

    Escrito el 20 octubre 2016 a las 20:49
  9. 9. iosu dice:

    Gracias Claudia por tu comentario. Está publicado y ya no es posible el arreglo.

    Escrito el 20 octubre 2016 a las 22:14
  10. 10. Mariaje dice:

    Hola iosu,
    muchas gracias por tu visita, te respondí a tu comentario en mi relato. El tuyo me gustó, sobre todo el punto cómico que consigues darle con un par de pinceladas muy acertadas.
    He leído también los comentarios de otros compañeros, y disiento en unos detalles, por ejemplo, yo sí pienso que queda claro que entran en una casa desde el principio y tampoco me parece que haya que desvelar en el inicio que todo lo cuenta a una periodista; no veo por qué el autor no se puede permitir este giro. Tampoco me parece que sobre, para nada, la descripción de la carrera alrededor de la isla de la cocina porque es una escena cómica que a mí me resultó muy graciosa. Me parece que estas puntaditas de humor son las que definen la personalidad de tu relato y no las quitaría nunca (incluso pondría más, si me permites la sugerencia). Y sobre el personaje del chino, tampoco veo por qué debe de aparecer antes: aparece en el cuarto párrafo y es una constante en todo el relato, es decir, para mí tiene bastante protagonismo.
    Lo que sí comparto es que hay dos momentos en los que el texto se presta a confusión. Primero, el hermano que parece salir de la nada (antes de llegar a su casa no se meciona en ningún momento). Y segundo, la frase final. Quizás si hubieras puesto un inciso de narrador hubiese quedado más claro (pero no hubiera dejado de ser “raro”, porque todo el relato está dirigido a la periodista y esta frase no). Me refiero a algo así como:
    —Mira, Prenda —le dije a mi hermano cuando la periodista se hubo ido—, para mí todos los chinos son iguales, pero juraría que este ricachón de la pantalla se parece al que encerramos en el frigorífico.
    Supongo que la mejor solución es la que ya te ha dado Denise.
    También otra pequeñez que me chirrió, es cuando se apaga la luz y cuentas lo que hizo “El Prenda” y como huyeron “El Charcos” y “Saltavadillos” pero nada del narrador, que de pronto, en el siguiente párrafo, ya está en el amanecer del día siguiente, sin mención a cómo salieron de allí ni nada. Me resultó un salto algo brusco.
    Para terminar, quiero destacar que me encantó el chino (buenísimas todas sus intervenciones) y tu facilidad para que el lector (al menos yo) visualice las escenas de forma cómica; me arrancaste un par de sonrisas! Gracias 🙂
    Un saludo.

    Escrito el 25 octubre 2016 a las 10:28
  11. 11. iosu dice:

    Hola Mariaje:

    Respecto a mi identidad ¡vaya ojo!, has sido certera y respecto a tu análisis, que quieres que te diga, me ha alegrado que lo vieras bien disintiendo de otros comentaristas. Le daba vueltas a cómo corregir, pero dejaré tal cual esa parte y arreglaré tu sugerencia que la veo mejor. Tus halagos, tal vez un poco excesivos, los voy a aceptar con mucho gusto. Te lo agradezco porque me vendrán bien por unos días.

    Escrito el 25 octubre 2016 a las 16:16
  12. 12. Otilia dice:

    Kaixo Isan,
    He reconocido en tu relato el estilo divertido de “Bendición Urbi…” Ese toque de humor de comedia me gusta mucho. No es fácil arrancar una sonrisa.
    De poner un pero sería a la frase final. Me parece el cierre perfecto, pero noto un salto brusco de la periodista al hermano, no sé, ¿un inciso?
    Gracias por tu comentario y aportaciones. Ya entendí que la puntuación entre Bettina y Amelié tiene que ser una coma, yo quería poner coma pero el dedo se escapó y puso punto.
    Nos seguimos leyendo e intentando lograr las 750 palabras.
    Saludos.

    Escrito el 25 octubre 2016 a las 19:31

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