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Veneno de autor - por Miranda

Web: https://mycatapultaliteraria.wordpress.com/

Eran las 6 de la mañana, apenas había empezado a amanecer, Abel quería aprovechar el día antes de que las visitas empezaran a importunarlo, desde que había comprado la mansión parecía que todo el mundo estaba interesado en lo que hacía.

Él buscaba privacidad y aquella casa le había parecido una buena oportunidad, a precio bajo y en buen estado, apenas necesitaba unos retoques de pintura y algún cambio para personalizarlo. Algo que para Abel era un aliciente, ya que entre sus aficiones estaba el bricolaje, y lo que le había decidido a comprar la mansión, la espectacular biblioteca que los anteriores dueños habían incluido en el precio.

Tenía muchas ganas de ponerse a curiosear aquellos ejemplares, ya que cuando la adquirió no sabía que había pertenecido a un curandero de renombre en la zona, ni que el caserón era un lugar de peregrinación de seres desesperados en cuerpo y alma que buscaban consuelo.

Desde que lo supo tenia aún más curiosidad por la biblioteca en la que seguro encontraría interesantes libros sobre medicinas alternativas. Era un tema que le llamaba la atención pero que no había podido compaginar con su anterior vida profesional como abogado.

La muerte de Marina a manos de aquel estúpido, al que había defendido en otro tiempo, le hizo ver el sinsentido de su antigua vida.
Con el café aún humeante en la mano se dirigió a la biblioteca, lo depositó en la pequeña mesa que había al lado del sillón de lectura, corrió las pesadas cortinas, levantó las persianas y abrió las ventanas. El sol ya asomaba por el horizonte y el frescor de la mañana le dio en la cara. Respiró hondo dejándose llevar por la placentera sensación que le invadió durante algunos minutos.

Cuando se acercó a la mesa el café ya estaba tibio, se lo tomó de un trago y se dirigió a la estantería. “Cuaderno de recetas”, el titulo de aquel cuaderno le llamaba la atención desde que entró por primera vez en la sala. La letra caligráfica de la portada denotaba que se habían esmerado con el contenido. Seguro que eran las mejores recetas familiares, tenía curiosidad, le vendría bien para su supervivencia. Necesitaba encontrar una buena cocinera o aprender a guisar el mismo. Ya estaba un poco aburrido de los filetes y los huevos que llevaba comiendo desde que se instaló.

Cogió el cuaderno y al pasar la primera hoja se sorprendió, con letras grandes y claras leyó: Ungüentos y venenos. Aquellas recetas eran un tratado sobre como curar enfermedades, atesoraba los conocimientos que habían hecho famoso a su antiguo dueño. De repente se dio cuenta de que había encontrado una auténtica joya, y pensaba aprovecharla.

Empezó a leer con avidez, pero no terminaba de encontrar lo que buscaba, todas aquellas recetas podrían servirle para buscarse una vida como curandero, incluso podría publicar un libro con ellas y convertirse en un personaje con cierta autoridad en ese campo, vender ungüentos, etc. Pero desde que había leído la palabra veneno, en su cabeza se había activado una única idea, solo podía pensar en encontrar una receta efectiva para vengarse del maldito asesino de Marina. Siguió leyendo y chupando el dedo cada vez que pasaba la hoja. Tenía un regusto amargo en la boca, necesitaba beber, pero no podía dejar de leer, además le gustaba aquel sabor aunque le resultara extraño. Pasó la hoja, un dibujo burlón le sacaba la lengua, al lado escrito en grande: Venenos mortales. El corazón le latía muy deprisa, por fin parecía que había llegado a lo que buscaba.

Cuando pasó la hoja le pareció que el sabor era mucho más intenso y amargo, leyó

“Advertencia para curiosos, si has llegado hasta aquí leyendo todo seguido, y pasando las hojas con tus dedos, estarás impregnado de todas las sustancias descritas, si pasas esta barrera tu vida corre peligro”.

¡Maldito viejo chalado!, ¿habría sido capaz de haber envenenado las páginas siguientes?. A pesar de la duda decidió que eso no le impediría leer el resto de las recetas, solo tenía que ponerse unos guantes para pasar las páginas.

De repente empezó a ver las letras borrosas que se desvanecían convirtiéndose en un texto nuevo: “Ya has probado el veneno”.

Se frotó los ojos y recordó el amargo sabor de la última hoja, asustado quiso levantarse, pero sus piernas no le respondían, empezó a sentir náuseas y la lengua se le hinchó tanto que no le cabía en la boca. En ese momento le pareció leer. “Estas muerto”….y perdió el conocimiento.

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12 comentarios

  1. 1. Juana Medina dice:

    Genial, Miranda:
    Muy buen sentido del humor. Tu curandero, gran conocedor de las almas humanas, tomó sus buenos recaudos. Excelente historia. Sólo tengo que objetar la puntuación del primer párrafo. Está descuidad y molesta a la lectura. Por lo que sigue, creo que puedes hacerlo mucho mejor. Yo suelo tener también algunos problemas con las comas. Creo que en parte nuestros errores se deben al habla cotidiana que mezclamos al escribir. Revisando eso, te quedará perfecto.
    Felicidades

    Escrito el 17 octubre 2016 a las 20:23
  2. 2. SBMontero dice:

    Déjame decirte que todavía le estoy dando vueltas a quién demonios es Marina, o el estúpido al que se defendió en otro tiempo. No sé qué hacen esos dos ahí.

    Tienes un problema evidente con el exceso de palabras para decir cosas sencillas que, además, se agrava al no usar bien puntos y comas. Menos es más, siempre.

    El final, bueno, muy “El Nombre de la Rosa”.

    Un saludo.

    Escrito el 18 octubre 2016 a las 10:43
  3. 3. Gama dice:

    Sería bueno que revisaras el texto una vez más para que hagas correcciones de puntuación.
    La historia me parece buena, sólo que creo que son muchos detalles que no se pueden abarcar por la extensión del relato. La historia de Marina queda incompleta, por ejemplo. No sabemos quién fue ella.

    Escrito el 18 octubre 2016 a las 16:40
  4. 4. Luis Ponce dice:

    Hola Miranda:
    El tema me parece interesante, pero creo que te ha faltado algo de trabajo al revisarlo.
    Hay detalles que en un relato corto como este cuentan. Las palabras tienen que valorizarse para poder contar lo que quieres con el menor número de elementos.
    “Eran las 6 de la mañana, apenas había empezado a amanecer”, así empiezas y me parece reiterativo.
    El precio bajo de la casa no tiene nada que ver con la historia.
    Tampoco la temperatura del café.
    En el caso de una novela, puedes divagar por ciertos detalles, pero en el relato corto, menos es más.
    Si le das una revisada adicional, especialmente en lo que se refiere a la puntuación, puedes lograr algo muy interesante.
    Saludos

    Escrito el 19 octubre 2016 a las 15:46
  5. 5. Roger/NHICAP dice:

    Hola Miranda,
    Me alegra encontrarte de nuevo en el taller. Mi opinión sobre tu texto coincide mucho con lo que ya te comentaron. Si te fijas, en la primera mitad del relato divagas en detalles poco relevantes para la trama, cuando podías mostrar aspectos sobre Marina y su muerte en manos “de aquel estúpido”.
    Por ejemplo, el párrafo: “Con el café aún humeante en las manos…le invadió durante algunos minutos”, no aporta nada y puedes eliminarlo o reducirlo mucho.
    El argumento es bueno y merece una revisión pausada para desarrollar la trama.
    Espero seguir leyéndote. Un abrazo.

    Escrito el 20 octubre 2016 a las 08:59
  6. 6. Miranda dice:

    Hola a todos.

    Gracias por pasaros por aquí. Tengo que deciros que estoy de acuerdo con vosotros.

    No quería dejar de participar en la escena del mes, pero en principio no tenia ninguna historia, cuando empece a escribirlo solo tenía claro que iba a ser un cuaderno encontrado en una casa vieja y que las recetas no iban a ser de cocina.

    Cuando me puse a escribir divague sobre el lugar para ver si me inspiraba y me metía en ambiente. Así que más que dirigido al lector era mi toma de contacto con el relato.

    Hasta ultima hora del día 15 no se me ocurrió un final. Trabajo mejor bajo presión. Y ahora que tengo un final hasta se me ha ocurrido una historia bastante larga, ya que el personaje no estaría muerto, solo drogado. Pero /y no es una disculpa) no me daba tiempo a rehacerlo, eran cerca de las diez de la noche cuando lo envíe, ya que estaba en un lugar publico, con un ordenador que no era el mio, y cada vez con más gente. Demasiados inconvenientes para hacer un buen trabajo. Pero al menos conseguí participar.

    Gracias por ser tan benevolentes.Sabía que las criticas no serían buenas.

    A Marina únicamente la utilice como motivo para que Abel cambiase de vida (como abogado había defendido a alguien que no conforme con sus servicios mató a su novia) y para que tuviera sed de venganza. Tenia que matar a su ex-cliente con el veneno.

    Soy perfectamente consciente de que no es uno de mis mejores relatos. Espero mejorarlo.

    Saludos y un abrazo para todos

    Escrito el 20 octubre 2016 a las 17:34
  7. 7. Demetrio Vert dice:

    Hola Marina.
    Una bonita historia. Coincido con las opiniones de los compis, principalmente con la de SBMontero. Para poner un ejemplo:

    “Él buscaba privacidad y aquella casa le había parecido una buena oportunidad, a precio bajo y en buen estado, apenas necesitaba unos retoques de pintura y algún cambio para personalizarlo. Algo que para Abel era un aliciente, ya que entre sus aficiones estaba el bricolaje, y lo que le había decidido a comprar la mansión, la espectacular biblioteca que los anteriores dueños habían incluido en el precio”.

    Podía ser así:

    “Él buscaba privacidad y aquella casa le había parecido una buena solución. Además, lo que le había decidido a comprar la mansión, era la espectacular biblioteca que los anteriores dueños habían incluido en el precio”.

    Se dan demasiadas explicaciones sobre los porqués de las acciones. Las acciones en sí (si están bien precisadas) nos muestran ya al personaje, el lugar, la atmosfera, etc.

    Son mis opiniones.

    Te he leídoo con gusto.

    Escrito el 22 octubre 2016 a las 12:46
  8. 8. Demetrio Vert dice:

    He cambiado “privacidad” por “solución” para evitar la cacofonía con “oportunidad”, y no he caído que después viene “mansión”. En fin, hay que buscar los sinónimos precisos.

    Escrito el 22 octubre 2016 a las 12:48
  9. 9. Marazul dice:

    Hola Miranda: hacía tiempo que no te leía. Me alegro mucho de volver a hacerlo.
    He leído tu relato y personalmente creo que lo mejor es el final. La idea es buena, el ambiente de casa antigua y recién comprada con misterio, también. Creo que debes de revisar la puntuación y también aclarar la presencia de algún personaje.
    Además como has dejado el final abierto, puede haber argumento para más historia.
    Un saludo

    Escrito el 23 octubre 2016 a las 19:18
  10. 10. K. Marce dice:

    Saludos Miranda:

    Soy de no participar si el texto no me satisface. Es como comer comida salada o quemada, sólo para quitarte el hambre. Sin embargo, la enorme ventaja que veo al enviar un texto sin mucha revisión es determinar cuales son nuestras primarias fallas a la hora de escribir.

    En este caso, sientete feliz, porque con la colaboración de quienes te han comentado, puedes ver esas mejoras tal como si fuera un borrador.
    He leído hoy un artículo que dice, que muchos escritores escriben sin preocuparse de corregir sus escritos y así los publican hasta en plataformas como Amazon. Y esa es la parte pesada de la labor del autor. Máxime nosotros que pasamos a hacer públicos nuestros escritos con apenas quince días.

    *Tómate tiempo. Es preferible corregir frase por frase, y no todo de una vez, porque es abrumador.
    *Lee y respira. Si tu texto te quita el aliento, hay que puntuar de otra manera. Lee las frases solas y las que siguen. ¿Se escuchan bien separadas, juntas? Recuerda que es bueno manejar frase cortas y largas, en forma alterna.
    *Dar mucho detalle, es casi una manía de quienes escribimos textos largos. Yo decidí entrar al taller, para aprender a condensar. (Y me cuesta un mundo, solo lee mis comentarios) Pero el texto exige un límite, dale prioridad a lo que tiene peso o importancia para el texto. Si no aporta nada, sea un detalle o hasta un personaje; elíminalo. Y eso aplica también para los textos largos, como las novelas.
    *Disfruta lo que estas haciendo. Aprende a disfrutar escribir, si no llegas a tiempo, públicalo en tu blog, danos aviso e iremos a leerte. Recuerda que al primero que debes enamorar con tus escritos, es a tí misma.
    *Me ha gustado en manera general el concepto. Como dice Marazul, el argumento puede extenderse a más.
    ¡Nos leemos!

    Escrito el 24 octubre 2016 a las 09:37
  11. 11. Nats dice:

    Hola Miranda, coincido con las críticas anteriores. Adicionalmente, considero que la atmósfera que le diste es muy interesante para el tema que querías tratar. Evidentemente, para el lector es clave entender por qué el abogado quiere estar aislado (será porque quiere maquinar la venganza del asesino de su mujer?) Interesante los detalles que le pones aunque indudablemente hay que darle a todo una razón de ser, para que el relato sea una unidad. Respecto a la intensión de que el libro tenga veneno, es muy interesante, me encantó ese detalle, te invito a que trabajes más el remate. Sigue adelante esa idea no puede quedar aquí, promete bastante!

    Escrito el 25 octubre 2016 a las 03:47
  12. 12. Osvaldo Mario Vela Sáenz dice:

    Hola Miranda, Disculpa mi tardanza en llegar a comentar tu trabajo. mas no me arrepiento de haberlo hecho. Me fuiste llevando por la lectura con la delicadeza que recibiría de algún ser muy querido. Yo al igual que el abogado me senté, lleno de ansiedad, en aquel sillón con una taza de café. Quizá el beber de un sorbo el contenido de la taza era parte de la acción tan efectiva de aquellas toxinas. pero si alcance a leer “estas Muerto”. Te felicito.

    Escrito el 9 noviembre 2016 a las 00:10

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