Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

Pareja dispareja - por カミロ・アンドレス

El autor/a de este texto es menor de edad

Guardó el dinero en el libro de recetas de su abuela; aquel fuese un libro gastado ya por el pasar de los años y cuyo valor se reducía a los recuerdos que en él había, entonces, no era de extrañarse que Ana al haberlo visto pensará en desecharlo siendo ante sus ojos una simple baratija cuya única función consistía en albergar polvo. Obviamente, Luis al no ver el libro desesperará. Lo buscó y buscó y buscó, pero, por más buscará no lo encontró. Más temprano que tarde le preguntó a su mujer.

-¿has visto mujer acaso mi libro?, lo he buscado por todos los lugares pero no lo encuentro.
-Si te refieres a esa baratija que era de esa arpía abuela tuya, si, y no solo lo he visto, al encontrarle en un estado tan lamentable simplemente lo mande a la basura.
-¡Pero acaso estás loca! Allí guardaba mis ahorros para los fines de semana, es lo poco que me queda de todo el dinero que me haces gastar fuera de nuestras necesidades.
-Mira Luis Alberto Paez, mucho cuidado con ese tonito altanero que usted no tiene derecho a recriminarme nada, además, ese dinero que estaba en el libro era para gastarlo en mujerzuelas y trago con sus amigotes, así que mejor se calla.
-Esta vez no pienso ceder Ana, ¿Cómo es eso de que tiras a la basura mis cosas y ni siquiera me preguntas?- Luis estaba furioso a más no poder. –Por otro lado, ¡no te atrevas a decir nada sobre mis amistades!, ya sé que no son santos, pero, no son malos.
-Oigan a este pelagatos, ni siquiera negó lo de las mujerzuelas, pero cuando le dicen algo de los amigotes, se altera y parece un perro rabioso- De repente, hubo un quiebre en los sentimientos de Ana, la furia descontrolada se convirtió en tristeza y el enojo en Luis pasó a ser asombro. –Llevamos tres años de casados y ni un regalo, ni nada, ya me lo decía mi madre, árbol que nace torcido nunca endereza-.Dijo llorando.
-No se ponga así mi sol, mire que yo la amo como a nadie en el mundo, no llore, vea que siempre peleamos es por bobadas. Sabe que, la voy a sacar a cenar esta noche, pero ya deje de llorar mi cariño, mi vida mi razón de ser.
-Es que con usted no se puede, todos los santos días es un problema y siempre hay una razón. Dígame la verdad Luis, ¿usted ya no me quiere verdad?, respóndame!!!
-No diga eso. Mire que yo sin usted me muero, más bien salgamos en la noche y hablamos y la pasamos bien. Intentó salir de aquella situación el “emproblemado” Luis.
-No le creo, usted tiene otra no me mienta. Es la ramera de la esquina no, vaya, salga con esa puta y de paso convide a sus super amigos-. Respondiese Ana.
-No hay nadie más en mi vida, ya deje las acusaciones sin sentido. Cálmese de una vez que ya está toda paranoica.
-¡claro! Ahora resulta que yo todo me lo invento, que estoy loca.
-Nadie ha dicho eso, pero si tanto jode y no quiere salir listo, pues listo, no vamos.
-¿Cómo así? Ahora se arrepintió de llevarme a cenar, claro, como usted aparentemente no quiere que vean que sale con esta loca no.
-Joder Ana ¿qué es lo que quieres? ¡Dímelo de una maldita vez!
-Ha, ahora si se dignó a escucharme el descarado este.
-Me vas a decir ¿sí o no Ana?
-Pero cálmate que estas alterado.
-Ahora dices que yo soy el alterado, hace cinco minutos estabas llorando como una niña pequeña.
-Supera el pasado Luis. Tú no cambias no, pero que se le va a hacer. Lo que quiero esposo mío es que me lleves de vacaciones, lo tenemos merecido.
-¡Madre mía mujer! Un día de estos me vas a matar con tus cambios de humor. Si lo que quieres son unas vacaciones las tendrás a final de mes, de hecho, había estado ahorrando para unas vacaciones desde hace unos meses.

Ya todo había acabado, Ana fue a la cocina a preparar la comida y Luis fue a su cuarto para depositar sus ahorros en los zapatos viejos de siempre, pero extrañamente no estaban en su cajón, como en un deja vu le preguntó a Ana.

-¡Oye Ana! Has visto mis zapatos viejos, los rojos.
-Esos los encontré en la mañana y como estaban rotos se los regalé a un vagabundo ¿por qué?…

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

5 comentarios

  1. No estoy capacitado para criticar tu escrito; sin embargo te diré una cosa: de discusiones matrimoniales estoy tan harto, que sintiéndolo mucho, te rogaría inventes otros temas más amables. Todavía te queda mucha carrera por delante como para enfrascarte en desavenencias conyugales.

    Escrito el 17 octubre 2016 a las 19:32
  2. Hola Camilo Andrés. Tu relato me ha parecido muy bueno. Saludos

    Escrito el 19 octubre 2016 a las 07:12
  3. 3. Don Kendall dice:

    Hola カミロ・アンドレス
    Gracias por compartir tu trabajo. Como sabes este espacio es un taller, donde los participantes, hacemos comentarios sobre los trabajos del resto. En el caso de tu relato, tiene un planteamiento claro. Hay un conflicto, se resuelve e inmediatamente se inicia otro bajo el mismo soporte. Hay un narrador/a en tercera persona casi, casi testigo sin meterse en muchas profundidades en los personajes, lo que concede un ritmo notable al relato, cosa que el,lector siempre agradece. Además propones un lenguaje muy peculiar que da verosimilitud a la escena introduciendo un contexto novedoso, muy de culebrón pero con frescura que se pudiera calificar como irónica. En resumen, enhorabuena por el trabajo.
    Peeroo,…la escritura exige conocer técnica. Este espacio es un buen lugar para aprender. Hay en tu escrito,bastante precipitación o desconocimiento de las técnicas. Te sugiero que leas comentarios de compañeras y compañeros, además de las entradas del blog,menú lo,que se refiere sobre todo a la,utilización de guiones y puntuación en los diálogos. Así mismo revisa el uso de las tildes, ya que aparecen muchas palabras como agudas (acentuadas en la última sílaba) con lo que cambian el sentido,en la frase.
    En resumen, la técnica se puede aprender, todos estamos,en ello y las ganas de trabajar y mostrar tu trabajo,ya las tienes, así que adelante.
    Veo que un comentarista anterior te llama Camilo Andrés, ¿es ese tu nombre?

    Escrito el 20 octubre 2016 a las 18:33
  4. Hola, tu eres una de las 3 personas que sigue a mi relato y estoy aquí para darte mi opinión, estoy de acuerdo con Don Kendall en que algunas veces las tildes le cambiaron el sentido a varias frases, yo también soy mala para las tildes pero poco a poco vamos aprendiendo.

    Sobre el lenguaje del primer parrafo hubo momentos en que me perdí, de alguna manera no sentía claro el tiempo verbal, sin embargo el final me agrado porque me recuerda algunos escritores que comienzan un historia y cuentan mil aventuras y después nos regresan al punto donde iniciaron, eso estuvo bien a mi parecer, igual lo dicho, estamos aquí para mejorar todos, buenos cuentos y buena mar.

    Escrito el 20 octubre 2016 a las 20:54
  5. 5. SBMontero dice:

    Entiendo lo que querías hacer, la idea es muy buena, es más, tengo la ligera sospecha que con variantes todos hemos pasado por discusiones parecidas e igual de caóticas, y quien diga que no miente cual bellaco.

    Es evidente que tienes ciertos problemas con la construcción argumental y de diálogos, pero nada que no se pueda solucionar leyendo algún que otro libro sobre el tema, incluso Stephen King tiene uno.

    Y ahora algo más práctico. Imagino que tienes el texto guardado por ahí, en algún archivo de texto. Bien, abre el archivo, léelo con atención y elimina dos palabras de cada frase. Cuando lo hagas verás que te sobra espacio hasta las setecientas cincuenta palabras. Ahora invierte ese espacio en poner incisos entre el diálogo, desde el consabido “ella dijo”, o “dijo el”, hasta cualquier cosa que creas que aclara el diálogo precedente, o puede dar pie a la respuesta de quien contesta.

    Adelante.

    Espero seguir leyéndote.

    Un saludo.

    Escrito el 27 octubre 2016 a las 23:08

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.