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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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La entrega - por Ratopin Johnson

“… Recordarán a Martín Gálvez, el famoso chef. Hace siete años, en pleno éxito, su restaurante fue asaltado por tres hombres armados. Alguien entre la gente que cenaba esa noche quiso ser un héroe y provocó que uno de los asaltantes comenzará a disparar. Además de varios heridos, la esposa y la hija del chef murieron. Después de eso, Gálvez cayó en una profunda depresión. Vendió su restaurante y poco se supo de él. Hace cuatro meses, Dimitri Ivanov, hijo del jefe mafioso Vladimir Ivanov, y a quien la policía vinculaba hace años al asalto al restaurante, apareció asesinado junto a otros dos hombres …”.

Paco Gálvez apagó la radio. Conocía la historia. Dimitri acarreaba deudas que su padre estaba cansado de cubrir y quiso pagarlas de una forma rápida. Restaurante caro, clientela selecta.

Paco Gálvez abrió la cartera de piel que le acompañaba desde hacía tiempo y sacó un cuaderno de su interior. Lo abrió por una página cualquiera. Leyó: “Croquetas de bacalao…preparar una buena bechamel…no debe quedar muy líquida porque…”. Sonrió. “Pimientos rellenos de morcilla…escurrir los pimientos, reservar su jugo… pochar media cebolla…”. Paco ponía los dedos con devoción sobre las páginas del cuaderno. “Aquí empezó todo”, se dijo. Y pensó en olores, colores, sabores, risas, familia. Respiró profundamente pensando en lo que iba a hacer.

Dos días después esperaba en un banco de un parque. Llevaba la cartera de piel. Era la hora de comer de un martes un poco frío de noviembre y apenas había gente. Un jardinero faenando con unas ramas, una chica haciendo footing, un hombre a lo lejos paseando un perro. Martín se acercó a su padre. Paco le miró. Hacía dos años que no se veían. Tenía peor aspecto, se había rapado la cabeza pero no era eso, ni la barba un tanto desaliñada; era la mirada fría. Se sentó, se dieron un abrazo.

– ¿Cómo estás? – preguntó Paco.

Martín le miró sin decir nada.

– Es mejor que yo te llame, papá.
– Utilizo el teléfono que me diste.
– Esa gente es poderosa, tengo los días contados papá.

Hacía años Martin, el Chef, se había afeitado la barba tupida que cubría su cara desde hace tiempo, y se había teñido el pelo de rubio. Se había desprendido de sus gafas y se había acostumbrado a llevar lentillas. Todo para convertirse en otra persona, para ir en busca de tres hombres.

Paco pensó que él hubiera querido tener el valor de hacer lo mismo.

Martín fijó la vista en el jardinero. La chica corredora pasó de nuevo por delante de ellos. Ahora iba con un hombre.

– Me infiltré para poder acercarme a los asesinos de mi mujer y de mi hija. Estaba hundido, y la idea de acabar con ellos me dio la fuerza para seguir.

Martín pensó en que el jardinero no le parecía muy profesional. Como alguien que estuviera actuando. Se llevó la mano al cinto. “Va armado”, pensó Paco.

– Hijo… has dedicado muchos años de tu vida a dar con tres hombres. Ahora tienes que encontrar otro más, pero éste va a ser más difícil.

Martín miró intrigado a su padre.

– A ti. Al hombre que fuiste. Empieza por esto – y le acercó la cartera.

Extrajo el cuaderno de recetas. Lo abrió y empezó a ojearlo. Paco creyó ver un atisbo de emoción en la mirada de su hijo.

– El cuaderno de la abuela…- musitó y esbozó una leve sonrisa.
– Sí, ella, yo, luego tú, ¿recuerdas? Martín, no tiene por qué ser el fin.
– Es imposible que no me encuentren, papá. Tengo que pagar por lo que hice.
– ¡Hay otro camino! – dijo

Martín no entendía.

– ¡Pagarás hijo, pero no así! – gritó emocionado.

Martín sin comprender nada se acordó de repente del jardinero. Con un saco de hojas secas se acercaba a ellos sonriendo. Martín ya no miraba a su padre.

– ¡La policía! ¡El programa de protección de testigos, Martín!

El jardinero tiró el sacó de hojas al suelo, y se llevó la mano atrás

– ¡Te han seguido, papá!

En la mano del jardinero apareció un arma, a la vez que Martín esgrimía la suya

– ¡Ahora! – gritó Paco a su pecho.

De pronto, la chica corredora chilló “alto policía”, a la vez que ella y su acompañante disparaban sobre el jardinero, que cayó abatido.

– Te he entregado – dijo Paco. Martín sintió una mano sobre su hombro. Era el hombre del perro.
– Martín Gálvez, quedas detenido.

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11 comentarios

  1. 1. Roger/NHICAP dice:

    Hola Ratopín,
    Comienzo contigo los tres relatos que me toca comentar.
    Me parece una historia original, bien narrada. Me ha gustado el desarrollo de la compleja idea que muestras sobre la venganza: el padre desea la venganza pero no tiene valor de hacerlo. Urde una trama para evitar que su hijo sea asesinado y logra que la policía mate al pistolero. A cambio, entrega a su hijo a la policía que lo detiene por asesinato, al haber ejecutado él la venganza, de Dimitri y dos más. Curioso proceder del padre y dejas al lector que imagine el porqué de tal proceder.
    En cuanto a la forma, creo que los diálogos son algo precipitados y algún inciso más del narrador vendría bien, como pausa y aclaración. En algún momento tuve que volver atrás, para aclarar la dualidad padre-hijo con Paco-Martín.
    Revisa la estética de la presentación, no entiendo porque en algunos diálogos empleas un espaciado más pequeño que en otros, y con el resto del texto.
    El trabajo es bueno y demuestra imaginación.
    Un abrazo.

    Escrito el 17 octubre 2016 a las 18:17
  2. ¡Hola Ratopín!
    A mí no me “tocaba” leerte pero me apetecía, ya que te he leído en otras ocasiones y tu estilo me gusta.

    Has sabido darle otro aire a esa idea inicial de venganza y libro de recetas. Dotándole de vida al relato.
    Como ha dicho Roger está bien narrado y he de admitir que a mí también me ha costado situar a padre-hijo como padre-hijo.
    En general la historia me ha gustado, amena, rápida, intrigante y con un punto de vista curioso al nuestro protagonista ser el padre.

    En cuanto al aspecto formal del texto, coincido de nuevo con Roger en el tema guiones, tras este la letra/palabra/signos/loquesea va inmediatamente después. Soy consciente de que Word lía mucho (a mí hay veces que me sigue pasando) ya que aparece la dichosa rayita de abajo y digo:ostras que no es así! Lo dicho que no te fíes del Word.
    En la frase: “Hacía años Martin, el Chef, se había afeitado la barba tupida que cubría su cara desde hace tiempo, y se había teñido el pelo de rubio” ese “desde hace tiempo” me parece fuera de lugar en cuanto a tiempos verbales se refiere de esta oración (no soy una experta, quizá me equivoque), pero usas un presente y toda la historia en pasado.
    En el diálogo: “—A ti. Al hombre que fuiste. Empieza por esto – y le acercó la cartera..” ese “y” debería ir en mayúscula al no ser un verbo de habla.
    Y por último yo habría puesto el “quedas detenido” de manera formal, tratándole de usted, ya que no se conocen y los policías, se supone, son muy profesionales (jejejeje, hay de todo)

    Bueno así en general, salvo las cosillas que te he remarcado creo que te ha salido no bien, sino genial.

    Nos leemos, besos!!!

    Escrito el 17 octubre 2016 a las 18:53
  3. 3. Ratopin Johnson dice:

    Hola Roger, hola Escritores Anónimos.

    Por partes,Roger, que la policía mate al pistolero es digamos, una casualidad. He juntado en el mismo sitio a los perseguidores (bueno, un sicario) y a la policía (que representa la salvación). Para el padre la única solución que ve para el hijo es entregarse y convertirse, con todo lo que sabe después de unos años infiltrado, en un testigo protegido. Como parte de la recuperación de su hijo, que vuelva a ser persona (si es que se puede después de todo eso), le entrega el cuaderno de recetas. Así que hay dos recetas.
    Tienes razón en cuanto a los diálogos. El texto que escribí tenía 870 palabras, y aún así estaba cojo. Le falta consistencia a la parte final, comparado con el inicio. la verdad es que estaba recortando palabras a faltas de diez minutos del cierre, un desastre. Gracias por leerme

    En cuanto a lo que comentas, Escritores Anónimos, tienes razón como Roger, con los guiones. No me fiaré de Word. La frase que dices, sí, queda mejor “hacía”. Y el “Y” con mayúscula, bien visto. Gracias por las correciones y por leerme. Respecto al “Quedas detenido”, no sé que decirte, te entiendo, pero no lo veo tan mal.

    Escrito el 17 octubre 2016 a las 21:21
  4. 4. Ratopin Johnson dice:

    Queria decir en mi comentario anterior “así que hay dos entregas” no dos recetas.

    Escrito el 17 octubre 2016 a las 21:53
  5. 5. Juana Medina dice:

    Hola Ratopin,
    De tus historia en general me atrae la imaginación y las tramas simultáneas posibles, dado que así es la mayor parte de la vida.
    En cuanto a la redacción, tienen mucha razón Escritores Anónimos
    y Roger NHYCAP, pero todo se corrige y puede mejorarse, y a mí me sonó más bien a los apuros sin pasarse de las 750 palabras.
    Me encantó. Creo que es una historia con gran potencial.
    Si quieres, pásate por el 18
    Un saludo

    Escrito el 17 octubre 2016 a las 23:07
  6. 6. Ales dice:

    ¡Hola Ratopin!
    Soy Ales, vecino tuyo del 108.
    He leído el texto y los comentarios que te han hecho y la verdad es que me queda bastante poquito que decir.
    Veo una buena historia, de mafia y venganza bastante bien narrada para lo compleja que es y el poco margen de palabras que deja el reto.
    Sí es verdad que el final tal vez se queda un poco corto de fuerza, pero estoy seguro que con más palabras lo hubieses arrglado.
    ¡Enhorabuena y espero leer más textos tuyos!

    Escrito el 18 octubre 2016 a las 08:31
  7. 7. María Madrid dice:

    Hola Ratopin,
    Tu relato me ha gustado mucho, es una historia muy original. Como ya han comentado, a mi también me ha costado aclarar el parentesco Paco-Martín. Sin embargo, una vez te adentras en la historia, la compleja trama enseguida capta tu atención y te mantiene en vilo. Me ha encantado el detalle del jardinero, cuando Martín sospecha de él, es algo que da mucha emoción y que hace al lector estar atento a lo que va a suceder en el relato. Por otro lado, creo que los personajes que has creado dan mucho juego en cuanto a carácter, personalidad, pensamientos…He echado de menos un análisis psicológico más profundo, tanto de Martín como de Paco. Pero con la extensión que debe tener el texto, es prácticamente imposible incluirlo. El final del texto me parece muy bueno, pone fin a la historia pero a la vez deja abierta la cuestión de por qué su padre ha hecho eso. Te hace reflexionar, algo que yo aprecio mucho en un texto.En cuanto al estilo, me parece un relato muy bien escrito, es sencillo y claro de entender. Los diálogos son muy ágiles y expresivos, hacen la lectura mucho más amena.
    Enhorabuena por el texto, sigue escribiendo!

    Escrito el 19 octubre 2016 a las 13:59
  8. 8. David Rubio dice:

    Hola Ratopin,
    El texto es una buena historia, pero no para un relato de 750 palabras. Siempre he pensado que el taller plantea no solo imaginar una historia sino adecuarla a la extensión. Esta se presenta demasiado compleja que, al reducirla a 750 palabras, parezca más un argumento un poco más desarrollado.
    Podrías probar a que el narrador fuera en primera persona, padre o hijo y el relato iniciara en el momento del parque. Utilizando más diálogo, mostrando gestos que hagan sobreentender más de lo que cuentan… O directamente lanzarte a desarrollarlo como novela corta.
    ¡Buen trabajo!

    Escrito el 21 octubre 2016 a las 00:01
  9. 9. Marazul dice:

    Un relato con mucha acción que mantiene al lector en tensión hasta el final. Me ha gustado mucho. Y sobretodo la última parte. Es verdad que al principio de la narración no me aclaraba mucho entre quién era el padre y quién el hijo.
    Salvo ese comienzo, una vez superado, he de decir que lo he leído de un tirón.
    Una historia interesante, con un final diferente a lo esperado.
    Un gusto leerte, Ratopin
    Saludos

    Escrito el 23 octubre 2016 a las 22:04
  10. 10. Marcelo Kisi dice:

    Hola Ratopin!
    Mil gracias por pasarte por mi relato y comentarlo, una alegría!
    Me encantó el tuyo, con ambiente policial, drama familiar, tensión y un desenlace vertiginoso. El desafío que asume el padre, entregarlo para salvarlo, es una jugada peligrosa que podía haber salido muy mal. Para mí queda abierto un final con la pregunta de cómo quedan las relaciones entre padre e hijo después de esto. Ojalá quieras continuarlo!
    Lo disfruté mucho, gracias!

    Escrito el 31 octubre 2016 a las 11:24
  11. 11. Cryssta dice:

    Hola Ratopin, esta vez no reviso el relato, solo lo leo por placer. Me ha entretenido así que me alegro de haberte hecho la visita.

    Un abrazo.

    Escrito el 1 noviembre 2016 a las 10:52

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