Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

El Novicio y el Padre Abad - por Julio Abengózar Oviedo

Web: http://www.vintodelevante.bolgspot.com

—Dicen que todos tenemos un doble en alguna parte, ¿es cierto eso?—preguntó el Novicio al Padre Abad.
El Novicio, que había ingresado en el monasterio el mismo día en que cumplía su mayoría de edad, seguía a ojos ciegos las enseñanzas y consejos del Padre Abad, un hermano de avanzada edad cuya vida en la orden religiosa se retrotraía hasta donde le alcanzaban los recuerdos.
—Eso dicen—contestó—todos tenemos un sosias, hijo.
—¿Un sosias?, ¿qué es un sosias?—preguntó extrañado el Novicio.
—Así es como también denomina el diccionario a la persona que puede pasar por nuestro doble—aclaró el Padre Abad—incluso hay quien sostiene la teoría de que cada persona, no tiene uno, sino siete sosias o dobles repartidos por el mundo.
—¿Siete?—preguntó el Novicio sorprendido.
—Sí, mi querido Novicio, siete afirma que son el fotógrafo canadiense François Brunuelle, que ha dedicado trece años a confirmar su teoría, buscando e inmortalizando el fenómeno con su cámara.
—Pero si admitimos solo el echo de que existan parejas de iguales, porque lo de siete ya me parece mucho admitir, y que cada uno de nosotros tenga un igual en alguna parte, se me ocurren muchas preguntas.
El Padre Abad, armado de la paciencia que la vida monacal le había inferido, compuso un gesto que animaba al Novicio a lanzar sus preguntas. Había despertado su curiosidad.
—Eso significa que la humanidad está formada por un número par de personas—afirmó el Novicio—y que esto siempre es así, porque de lo contrario dejaría de cumplirse la regla. Significa, así mismo, que si mi doble, por ejemplo, se muere, yo debería morirme al mismo tiempo, porque de no ser así, también se rompería la regla. Por otro lado—prosiguió—si alguien, en algún rincón del mundo, es igual a mí, tendrá mi misma edad e irá cambiando sus rasgos al mismo tiempo que yo, porque de otro modo, dejaríamos de ser iguales. Eso me lleva a pensar que habrá nacido en el mismo momento que yo, con lo que podemos afirmar que cada vez que nace alguien, en algún otro lugar, nace otra persona que será igual a él. ¿Alguien a comprobado si los nacimientos que se producen en el mundo cada día forman un número par?
El Padre Abad no salía de su asombro con las reflexiones que el Novicio hacía. A primera vista, parecían reflexiones simples, pero irrefutables si mantenemos la teoría del sosias universal. Buscaba en el fondo de su cerebro alguna explicación que ofrecer a las dudas de su pupilo, pero no pudo articular ninguna.
—¿Y los chinos?—prosiguió el Novicio—¿también tienen los chinos un sosias?, porque a mi todos los chinos me parecen iguales, todos me parecen sosias de todos, aunque supongo que entre ellos se distinguirán, pero eso me lleva a pensar que el fenómeno de los dobles se debe dar por razas, porque será difícil que yo mismo, castellano y cejijunto, pueda tenar un doble chino o negro.
—Eso por supuesto—dijo el Padre Abad con poco convencimiento pero en tono de autoridad.
—Dígame Padre, ¿cómo conseguiremos el día del Juicio Final, cuando Dios nos llame a todos, reconocer a quienes hemos amado en la Tierra sin confundirlo con su doble? Y, si Dios creó a Adán y Eva y de allí procedemos todos, ¿acaso es que creó otra pareja de iguales a nuestros primeros padres o es que Adán y Eva tuvieron hijos gemelos?, porque la Biblia no habla de ello.
Ahí, el Padre Abad, descompuso el gesto y con la autoridad que le confería su rango, concluyó :—No te atrevas a poner en duda los designios de Dios, su palabra está en la Biblia y esta no se discute. No hay duda que no pueda borrar la fe. Hijo mío, vive en la fe y el cielo disipará tus dudas.
Sin mucho convencimiento, pero con un gran sentido de la obediencia, el Novicio no volvió a hablar del tema.
El Novicio no llegó a profesar los hábitos, unos años después abandonó el monasterio y dicen por ahí que dedicó su vida a comprobar la veracidad de la teoría del sosias universal.

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

7 comentarios

  1. 1. Sira dice:

    Me gusta la conversación que sostienen el novicio y el abad, llegando al punto que la misma conversación planteaba preguntas para las cuales ya no había respuesta.

    Mi consejo es tener cuidado con el uso de las comas y una que otra faltita de ortografía..

    Disfruté tu relato.
    Saludos

    Escrito el 18 noviembre 2016 a las 03:19
  2. 2. Elvis Christie dice:

    Buenos días, Julio:
    Encuentro a tu relato dos virtudes: está bien escrito desde el punto de vista formal (salvando dos errores ortográficos, “el «echo» de que existan” y “alguien «a» comprobado”) y tiene un buen arranque con las dudas que el novicio plantea a su mentor.

    Pero, a mi juicio, le falla el final, que desinfla demasiado todo lo anterior. Después de todas esas dudas del novicio, y la reacción dogmática del Padre Abad cuando se cuestionan asuntos de fe, cabe esperar algún giro final sorprendente que no se da.

    Un relato corto debe atrapar al lector desde el principio –y el tuyo lo hace– y provocarle una reacción al final. Esto lo que me falta en tu relato, que, por lo demás y como te decía, está impecablemente redactado, con un buen estilo y ritmo.

    Un saludo

    Escrito el 18 noviembre 2016 a las 07:52
  3. 3. Atlante dice:

    Buenos días Julio.

    Un contexto curioso para desarrollar la escena de este mes.

    La pareja narrativa, en su conversación van dando su punto de vista acerca de los dobles, pero parece que pudieran estar hablando cualquier otra cosa.

    En la meditación que se desarrolla entre ellos, parece que de fondo hay una brisa castellana al más estilo Conde Lucanor y Petronio. Esa personalidad me gusta.

    Propuesto un tema, se exponen los puntos de vista de los protagonistas y parece que invitan al lector a reflexionar, también.

    ¿Quizás pasamos tanto tiempo buscando el doble físico que se nos olvidó que el doble psicológico o de carácter puede incluso ser más importante y habitar otro cuerpo diferente al nuestro…?

    Ya entrando en otros aspectos del texto, como te decía Elvis la narrativa hace que conectes por su estilo y buena escritura.

    Una vez que llegas hasta allí, ya metidos en meditaciones metafísicas, parece que al final le falta algo, no algo sorprendente, si no más bien algo profundo, para hilar el desenlace con los personajes y su contexto.

    Espero haber sido de ayuda.

    Un saludo.

    Atlante.

    PD: Me ha encantado que sean 7

    Escrito el 22 noviembre 2016 a las 08:14
  4. 4. Julio Abengózar Oviedo dice:

    Hola Atlanta
    Muchas gracias por tu comentario, que siempre ayuda.
    El tema del final del relato que, tanto tu como Elvis comentáis, lo he dejado abierto de forma consciente para que sea el lector quien lo cierre. Era mi intención, tal vez errónea, hacer una reflexión sin tomar partido sobre ella y que sea el lector quien lo haga.
    Por cierto, el asunto de los 7 dobles no es creación mía, sino que se trata de una noticia real que leí, y el fotógrafo canadiense existe.

    Un saludo

    Escrito el 22 noviembre 2016 a las 13:13
  5. 5. Laura dice:

    Hola Julio.
    Me encantó la forma en que iniciaste el relato. El novicio me cansó al inicio con sus preguntas admirando la paciencia del religioso, pero puede que el novicio sea muy joven para formularlas.
    Me encantó la forma en que luego ese novicio que al inicio se muestra muy inexperto, luego desarrolla el argumento de los dobles en el tiempo.
    Te felicito por la forma en que abordaste la propuesta.
    Los errores técnicos ya han sido señalados, por lo que no pienso repetirlos

    Escrito el 24 noviembre 2016 a las 11:03
  6. 6. M.L.Plaza dice:

    Hola,
    soy M.L.Plaza, del relato 46.
    El tuyo me ha encantado: el tema es muy interesante y creo que lo has desarrollado muy bien. A mí el final sí me ha gustado porque lo encuentro muy lógico.
    Saludos

    Escrito el 26 noviembre 2016 a las 20:28
  7. 7. Jean Ives Thibaut dice:

    Hola Julio.

    Me ha gustado tu prosa ágil, tu habilidad para convertirme testigo de tan extraordinaria conversación y tu originalidad a la hora de afrontar el tema de los dobles.

    Sin embargo me falta saber poco más de la historia. El chicho no llegó a coger los hábitos, pero para mi hubiera sido más interesante que el viejo hubiera colgado los suyos…

    Nos seguimos leyendo.

    Relato número 18.

    Escrito el 27 noviembre 2016 a las 11:50

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.