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La búsqueda Incesante - por Ariadna TP

Dicen que todos tenemos un doble en alguna parte y mi abuela Sandra estaba sopesando ese dicho cada vez con más fuerza. La inquietud de las últimas semanas turbaba su espíritu cada vez más frágil y apagado.
El pasado verano mi padre, que ejercía de médico, fue trasladado a un pueblecito costero de Málaga. Fue entonces cuando decidimos llevarnos a la abuela con nosotros, pues su corazón empezaba a fallar como la vieja pila de un reloj. Desde que yo era niña había sido mi confidente y nos unía un vínculo especial. Ahora que estaba débil me obligaba a estar más pendiente de ella y mimarla con más cariño.
Un día me contó que tuvo un sueño extraño. Paseaba por la playa y se adentró en el agua. Entonces una ola la engulló de repente sin poder hacer nada. Ella trató de salir a flote luchando por respirar, pero la marea estaba agitada y no podía salir a la superficie. De pronto apareció de las profundidades una luz blanca y vio una figura acercarse. Era idéntica a ella. Como un espejismo. Le dio la mano y la transmitió cierta paz interior. Y salieron juntas a la superficie.
Ella recordó al despertar ese contacto con sosiego. Como si flotaran en una nube de algodón en vez de las aguas turbulentas que la querían ahogar.
De joven había ejercido de maestra en una pequeña escuela y ahora ya jubilada, dedicaba su tiempo a escribir relatos y poesías, pasión que siempre compaginó con la enseñanza. Y ahora que había perdido al abuelo Ernesto, necesitaba más que nunca trazar mundos que pertenecen a otras personas y plasmarlos en un papel.
—Cuando escribes— me decía— tu alma se desviste de una capa y le cubres al lector con ella, le transmites tu calor, dolor, emoción o alegrías. Y el lector entra a formar parte de ti, anidando en un rinconcito de tu corazón. Tu historia forma parte de la suya, como una simbiosis—.
La abuela se despertaba sobresaltada y pensativa, pues la pesadilla de la playa se la repitió varias noches y siempre apareció una figura igual que ella que la salvaba. Pero cada noche esa imagen iba rejuveneciendo. Si la primera vez que soñó era su vivo retrato, las noches siguientes iba retrocediendo en el tiempo, pasando de los 65 a los 60, a los 55…, pero siempre coincidía con ese estrechamiento que la invadía de armonía y espiritualidad.
Un día la vecina nos invitó a su fiesta de cumpleaños, junto con su familia y aceptamos de buena gana. La diversión estaba garantizada pues los vecinos eran joviales y chistosos y efectivamente así fue. Tras comer un suculento menú, acompañado de una deliciosa tarta de chocolate y un poquito de licor, la conversación parecía amenizarse y las risas nos atragantaron en más de una ocasión. ¡Qué suerte disfrutar de unos amigos así! Ya se hizo tarde y nos despedimos de ellos. Al llegar a casa la abuela se retiró a dormir y cuando se miró al espejo vio reflejada otra persona al fondo de la habitación. ¡Era ella! El susto fue mortal y tuvo que sentarse a tomar aire. Volvió a dirigir sus ojos al espejo y esta vez no había nada.
Cuando nos lo contó al día siguiente no lo dimos importancia. Lo achacamos al efecto del cansancio, o de la penumbra que había en el cuarto. Aunque ella si parecía preocupada. Últimamente escribía menos, quizás la inspiración la estaba fallando… o eran estas apariciones, pues aunque no hablaba mucho de ello, se la veía más callada que de costumbre, e incluso había perdido el apetito.
Otro día nos contó que cuando despertó observó que la ventana estaba abierta y al levantarse a cerrarla apareció en el jardín una niña jugando. Era ella misma de niña jugando con otra criatura igual. Dos gemelas de largos cabellos dorados y ojos azulados. Ella sintió un mareo y su corazón latía desbocado. Entonces cerró la celosía.
El asombro de todos fue inimaginable cuando días después llamaron a la puerta y al abrir vimos una mujer mayor, de pelo corto, canoso, ojos chispeantes y rostro conocido. Era como la abuela. Nos contó que había estado toda su vida buscando a su hermana gemela. Ellas se sumergieron en abrazos y llantos. Ahora comprendíamos…
Hoy, dos años más tarde el libro de la abuela Sandra `La búsqueda Incesante´ se había convertido en un best seller. Comenzaba así: Dicen que todos tenemos un doble en alguna parte…

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10 comentarios

  1. 1. Toni dice:

    ¡Genial este relato!La visualización de esa luz blanca en la que te vez y reconoces, yo la llamo energía, espíritu, alma…Puede aparecer en sueño,o en estado de meditación. Lo podemos definir como nuestro doble cuantico.

    Escrito el 17 noviembre 2016 a las 18:38
  2. 2. novel_madriles dice:

    Me ha gustado bastante. De lectura amena, bien construido, sólo pondría dos observaciones. La primera, que el suelo extraño que tiene es eso, extraño, y más adelante lo tachas de pesadilla… Y la segunda, no logro entender bien las visiones de su gemela hacia atrás, cada vez mejor, y su reunión al final… Pero por poner dos observaciones, que conste. Felicidades.

    Escrito el 17 noviembre 2016 a las 19:13
  3. 3. Rosalia DS dice:

    Me gusta tu relato. Es ingenioso y a la vez nostalgico.
    Hay momentos en que me pierdo un poco. Pero a medida que lo vas leyendo vas entendifo lo que esta pasando.
    Supongo que si tuvieras mas espacio el relato cundiría mucho más.
    Así que sigue escribiendo. Es una manera de mejorar todos.
    Animos. Nos seguimos leyendo.

    Escrito el 23 noviembre 2016 a las 18:18
  4. Hola Ariadna!!

    Gracias por tu visita y tu comentario.

    Tu historia me ha entretenido y gustado. Los sueños de la abuela tenían un sentido.

    Solo un pequeño pero: en algunas frases pones ‘la’ cuando debería ser ‘le’:

    – una ola la engulló de repente
    – Le dio la mano y la transmitió cierta paz interior
    – quizás la inspiración la estaba fallando

    Buen trabajo. Espero seguir leyéndote.

    Un saludo!!

    Escrito el 23 noviembre 2016 a las 18:38
  5. 5. Laura dice:

    Hola Ariadna.
    Antes que nada, te agradezco que hayas pasado por mi relato y hecho tu comentario tan amable.
    Pasando por el tuyo, me ha gustado mucho, en gran parte porque me identifico con tu abuela, aunque no he pasado por la experiencia de la ola ( soy maestra, pronta a jubilarme, he descubierto que disfruto escribiendo, y soy abuela, la diferencia, no soy de España, pero no importa)
    Es un relato muy positivo, esperanzador, donde das mucha importancia a la abuela.
    En cuanto a los aspectos formales, ya se han señalado, por lo que no es necesario reiterar.
    Valoración: me ha gustado. Te sigo leyendo

    Escrito el 24 noviembre 2016 a las 10:49
  6. 6. SBMontero dice:

    Entiendo qué querías hacer, es más, la idea es muy buena, pero da la impresión que al principio no era esa la historia que querías contar, o por lo menos que no querías contarla así. Personalmente me gusta más la que te lleva hasta el final. Creo que al planteamiento de las hermanas gemelas que no se conocen podrías haberle sacado mucho más jugo.

    Hay algunos problemas de forma, se te va alguna palabra de más y tienes que trabajar el planteamiento de las escenas.

    Sigue escribiendo.

    Un saludo.

    Escrito el 25 noviembre 2016 a las 10:31
  7. 7. Earendil dice:

    Hola, Ariadna.
    Primero que todo, quiero agradecerte tu paso por mi relato y tus amables palabras.
    El tuyo me ha gustado mucho. Es una historia muy tierna, en la que la anciana ocupa el papel protagonista. Entiendo que esos sueños recurrentes que sufre la abuela son una especie de premoniciones que, en muchos casos, han experimentado los gemelos cuando están separados. Algunos sienten una serie de corazonadas (por llamarlas de alguna manera) en las que intuyen si su gemelo está enfermo o le ha pasado algo, es como si les uniera un hilo invisible sensorial. Esto me suscita la primera pregunta: ¿sueña lo del ahogamiento porque su gemela ha sufrido algo parecido? O ¿simplemente es una alegoría que utilizas para decirnos que alguien o algo quiere ponerse en contacto con ella?
    Pero esto me llevaría a la segunda pregunta: ¿Por qué cada vez la ve más joven? ¿Es que tal vez ella tenía en el subconsciente la imagen infantil de haber estado con su gemela jugando y luego fueron separadas?
    No creas que con todas estas cuestiones quiera desbaratar tu historia. Simplemente es que cuando me surge una duda de este tipo, creo no haber entendido muy bien lo que querías transmitir y para disfrutar al 100% de los relatos, me gusta comprobar que es así.
    Dejando aparte estas dudas, la narración está muy bien llevada. La lectura es ágil, el vocabulario adecuado y el ritmo es excelente. No he visto faltas de ortografía, salvo los “loísmos” y “laísmos” que bien te ha señalado Carolina Tribó, pero yo he detectado cuatro:
    * “Le dio la mano y LA transmitió cierta paz interior.
    * “pues la pesadilla de la playa se LA repitió varias noches”
    * “Cuando nos lo contó al día siguiente no LO dimos importancia.”
    * “se LA veía más callada que de costumbre”
    Cuando se sustituye el objeto indirecto (recuerda que es el objeto o ser sobre el que recae la acción del verbo de forma indirecta), se debe de hacer por “le”, “les” o “se”.
    * En esta otra oración, que forma parte de un diálogo:
    “Tu historia forma parte de la suya, como una simbiosis—.”
    Cuando se acaba el comentario no se pone el guión, solo el punto.
    * Aquí, la palabra “marea”, suena rara:
    “ pero la MAREA estaba agitada y no podía salir a la superficie.”
    He buscado todos los significados de la palabra y no se ajusta al sentido que quieres darle a la frase. La marea en sí, no puede estar agitada, sería el mar, la mar, el agua…
    En fin, un placer leerte.
    Un saludo.

    Escrito el 26 noviembre 2016 a las 21:38
  8. 8. Abiel dice:

    Hola Adriana, muy bonito relato, creo que en el fondo Sandra sabe que tiene una hermana igual a ella misma pero algo ocurre que la borra de su estado consciente.
    Por otro lado pienso que los gemelos ancianos ya no se parecen tanto, pero ellas saben que son hermanas.
    Saludos.

    Escrito el 27 noviembre 2016 a las 05:03
  9. 9. Ariadna TP dice:

    A Toni,
    Gracias por tu comentario.La visualización de una luz blanca suele aparecer también en un estado próximo a la muerte.O al menos,eso es el dicho popular, y lo que yo quería aplicar al relato.
    A Nobel madriles,
    gracias por comentar.El sueño le califico de extraño,porque aparece su misma imagen,siendo a su vez pesadilla porque está a punto de ahogarse.El retroceso en el tiempo se debe a que la protagonista va viendo pasar su vida hacia atrás,junto con su doble.Es como si intentara condensar toda su vida con esa persona.Y la visión en el parque es otra manifestación de ese `sexto sentido´que tienen entre sí los gemelos. Es como un lazo o conexión que une a los gemelos aunque estén a miles de km, o incluso sin conocerse (como es el caso).
    A Rosalía,
    Gracias por comentar,
    tienes razón,lo de los sueños y las visiones puede resultar un poco confuso. Aunque yo quise aclararlo justamente al final.
    A Carolina,
    Gracias por los comentarios. Si que es cierto que el laismo y leismo lo llevo muy mal. Pondré más cuidado.
    A Laura,
    Gracias por comentar. Ha sido una casualidad que te identifiques con mi personaje. Me alegro por ello.
    A SB Montero,
    Gracias por tus comentarios. Esta historia es la que quería contar desde el principio. Aunque es diferente la idea que tienes en la cabeza que la que después plasmas en el papel. Quería transmitir la angustia de la abuela por los sueños y las visiones, dando la explicación al final. Intentaré mejorar en los planteamientos.
    A Earendil,
    Gracias por comentar. La pesadilla que se reitera simplemente es una de tantas formas de aparecerse su hermana.Es una metáfora. La abuela tiene una dificultad… y ahí está su gemela para salvarla. Y el rejuvenecimiento en el sueño ya lo he explicado. Es como si quisiera resumir su vida entera hasta el nacimiento que fue cuando fueron separadas.(Aunque, claro está, eso solamente lo sé yo). Debería haber sido más explícita, pero la extensión es esa.

    Espero leeros en próximos relatos!!!

    Escrito el 27 noviembre 2016 a las 08:04
  10. 10. Ariadna TP dice:

    A Abiel,
    Gracias por comentar. Sandra ya presentía lo que iba a pasar, aunque sentía miedo.
    Espero leerte proximamente !!!

    Escrito el 28 noviembre 2016 a las 06:58

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