Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

¿Él o yo? - por Claudia Bellini

Web: https://relatosenlaluna.wordpress.com/

Dicen que todos tenemos un doble en alguna parte, normalmente nunca llegas a conocerlo, ni tan siquiera a verlo de cerca para comprobar si el parecido realmente es revelador. En mi caso, ninguna de estas circunstancias es cierta. Vivíamos en la misma ciudad, no somos familiares ni amigos, nunca nos hemos saludado, en ningún momento se han cruzado nuestras miradas fijamente, aún así, él me conoce a mí, y yo le conozco a él.

Nuestras vidas siempre han sido paralelas y totalmente diferentes. Algunas veces por verdadera confusión, otras muchas a modo de mofa y burla: me han felicitado, me han aplaudido, me han solicitado fotografiarme junto al interesado en cuestión, una vez incluso llegaron a pedirme un autógrafo…
¿Cuántas veces habrán escuchado la expresión «todos los caminos conducen a Roma»? Pues en nuestro caso ha sido más que un dicho. Y es que todavía me pregunto: ¿cuántas probabilidades había de que los dos hubiésemos salido de una pequeña localidad, con situaciones tan dispares, y en la misma época, terminásemos habitando otra ciudad de un país que no es el nuestro? Posiblemente, una entre un millón.

Sin algo que hacer, desde el último trabajo que había perdido, pasaba las horas deambulando por calles y plazas. Una de esas tardes sin rumbo, fue cuando lo vi tomando un expreso en la barra de un café. En un primer momento tuve dudas sobre si sería la misma persona, pero excepto por la elegante vestimenta y cuidado corte de pelo, seguía siendo como mi propio reflejo. Con cuidado de no ser visto, comencé a seguirlo, a anotar todas sus actividades, horarios, personas con las que se relacionaba… leí y escribí más de lo que había hecho en toda mi vida. Repasé cada movimiento, cada detalle cientos de veces, y cuando creí que lo tenía todo perfectamente planeado, pasé a la acción.

Creo que durante aquellas semanas, yo era el único que tenía conocimiento de esa situación de cercanía.

Mi última noche en Roma la pasé en la habitación que había alquilado. Hacía calor, por lo que dejé abierta la ventana que daba a una plaza llena de terrazas. Hasta altas horas de la madrugada, voces, risas, tintinear de copas y música acompañaron mi estado de duermevela. Otras veces los sueños y recuerdos se mezclaban con esos sonidos. Las medallas que había ganado, el traje de primera comunión recién planchado, la tarta de chocolate con seis, siete, ocho, nueve… cada año una vela más, un balón nuevo, la chica más guapa cogiéndome de la mano por la avenida, la universidad… Todo y nada. Él o yo.

En los momentos de lucidez era consciente (lo sigo siendo) de que ninguno de los dos teníamos la culpa. En realidad, ¿la culpa de qué? Era mucho más complicado que eso. En mi frustración tan solo sentía que yo era una página en blanco. A él nunca lo confundirían conmigo, pues todavía no había hecho nada merecedor para que alguien se fijase primero en mí y después en mi doble.

Por eso, cuando la policía llamó a la puerta de mi habitación, no entendí que hacían allí. Yo no era más que su doble. Las atenciones debían ser para él. Los focos, las esposas, los insultos…

Entre gritos y forcejeos trataba de explicarles que yo no era el asesino. Mientras tanto, el olor a sudor comenzaba a mezclarse con la sangre que ya se había secado sobre mi camisa.

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

10 comentarios

  1. 1. Alonso García-Risso dice:

    Saludos Claudia: Tu historia de frustración es trágica. Se parece en mucho a un cuadro clínico de esquizofrenia; pues una de las partes en juego (el sujeto exitoso) parece creado en en la mente del fracasado; del que quiere revertir la situación colocando a la par o superando al modelo exitoso.
    Modelo y copia (¿cuál es cual) cohabitan una mente que se ha desdoblado fabricando una doble historia que llega a desconcertarnos en algún momento.
    Estas historias que pueden inscribirse en los anales de la psiquiatría son difíciles de lograr por que en ellas encontramos ciertas anormalidades que nos descolocan y nos llevan a negarlas…
    La historia me hace pensar que el crimen, del que no sabemos mucho; no es sino el secreto anhelo de frustración de uno de los dobles (el perdedor). De este modo trágico se ha puesto en lugar relevante al fin.
    Bien logrado el relato: ¿Cuántas veces nos encontramos ante el dilema que nos propones?
    ¡Felicitaciones!
    PD: Me has hecho pensar…

    Escrito el 17 noviembre 2016 a las 23:53
  2. 2. amadeo dice:

    Claudia
    Mis observaciones y comentarios como lector, que a veces escribe, son los siguientes. Espero los consideres ayuda:

    • En el primer párrafo hay tres adverbios terminados en mente: Cacofonía.
    • Cambiaría la terminación del 1º párrafo: él me conoce a mí, y yo le conozco a él. Por : él me conoce y yo a él.
    • En el segundo párrafo: 4 repeticiones seguidas de : me han
    • Encontré abundancia de gerundios, donde se podían reemplazar.
    • Tal vez comenzaría el cuento en: Sin algo que hacer, desde el último trabajo que había perdido,… (Lo anterior lo encuentro algo confuso e innecesario)
    • Hay frecuentes cambios de tiempos verbales: Confunde.
    • El explicar: dejé abierta la ventana que daba a una plaza llena de terrazas ¿Importan esos detalles?
    • Algo confusos los recuerdos de la niñez y el final del párrafo: Todo y nada. Él o yo.
    • Final confuso: ¿De quien era la sangre seca? Etc.

    En general lo noté difícil de leer y comprender. No me quedó claro quien era el doble de quien y no hubo indicios de posibles asesinato. Leerlo y releerlo para luego imaginar con claridad, cual sería el tema base y así construir el cuento

    Un cordial saludo
    Amadeo

    Escrito el 18 noviembre 2016 a las 01:31
  3. 3. Claudia Bellini dice:

    Hola Alonso-García Risso,

    Muchas gracias por tu comentario. La historia es trágica, aunque no pensé que pudiese ser analizada desde el punto de vista de un cuadro clínico de esquizofrenia.

    Si mi texto te ha hecho pensar, ya me siento satisfecha, pues algo habré hilado con cierto atino o desatino, pero capaz de dejar un cierto poso en quién lo lee.

    Gracias,
    Saludos
    Claudia Bellini

    Escrito el 18 noviembre 2016 a las 18:09
  4. 4. Claudia Bellini dice:

    Hola Amadeo,

    Muchas gracias por tu comentario. Tomo nota de todas las observaciones que haces de mi texto, pues pasados unos días, me gusta volver a releerlo y tratar de cambiar o mejorar todos los detalles que se me escapan (cacofonías, tiempos verbales…)

    En cuanto al crimen, lo utilicé como un modo de venganza por parte del doble perdedor, por identificarlo de algún modo. En ningún momento quise profundizar en ese acto.

    De todos modos es cierto que mis textos a veces resultan algo confusos. Tengo toda la historia en la cabeza y necesito más práctica para que quién lo lee sin saber lo que yo he imaginado lo entienda perfectamente.

    Muchas gracias,
    Saludos,

    Claudia

    Escrito el 18 noviembre 2016 a las 18:18
  5. 5. Elvis Christie dice:

    Hola Claudia:

    Te devuelvo la visita para felicitarte. El relato se lee de un tirón y con tensión creciente, viendo cómo crece en el personaje que narra la historia la obsesión por ese doble cuya vida envidia y aborrece al mismo tiempo. Además, el final es muy bueno, con esa confusión de identidades totalmente alcanzada y la muerte del doble un hecho consumado.

    Enhorabuena

    Escrito el 18 noviembre 2016 a las 18:37
  6. 6. Claudia Bellini dice:

    Hola Elvis Christie,

    Muchas gracias por leer mi texto y por tu generoso comentario.

    Saludos,
    Claudia

    Escrito el 18 noviembre 2016 a las 22:12
  7. 7. Cesar Henen dice:

    Hola Claudia te saludo de nuevo y te devuelvo la vista.

    Yo no me meto en temas de; ponle esto o quita le aquello, solo me fijo en si hay errores ortográficos y esas cosas, no es tu caso. Tu relato me gusta, haz logrado conseguir la narrativa desde el antagonista. Eres la segunda persona que leo que lo ha logrado. ¡En hora buena!

    Escrito el 19 noviembre 2016 a las 00:35
  8. 8. Claudia Bellini dice:

    Hola Cesar Henen,

    Muchas gracias por pasarte a leer mi texto y por tu comentario.

    Saludos,
    Claudia

    Escrito el 20 noviembre 2016 a las 12:25
  9. 9. Cryssta dice:

    Hola Claudia, muchas gracias por pasarte por mi relato y comentar.

    Tengo que decirte que a mí me ha pasado como a Amadeo, el relato me ha resultado confuso y me he perdido un poco. No sé en qué estarías pensando pero a mí eso de que el doble se tome un “expreso” y lo de las fotos y los autógrafos me han hecho pensar que estabas hablando de George Clooney. Ya me contarás si era él.

    Un abrazo.

    Escrito el 27 noviembre 2016 a las 19:12
  10. 10. Claudia Bellini dice:

    Hola Cryssta,

    Gracias por tu comentario. La verdad es que no se me había ocurrido lo de George Clooney pero ahora que lo dices, igual lo tenía en el subconsciente y yo sin darme cuenta, jajajajaja.
    En cuanto a lo del relato confuso tendré que trabajar sobre ello, pues creo que mi cabeza sigue yendo más deprisa que mis dedos sobre el teclado.

    Saludos,
    Claudia

    Escrito el 29 noviembre 2016 a las 10:36

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.