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Desconcierto o duplicidad - por MarijuanaR.
“Dicen que todos tenemos un doble en alguna parte…”, leía el mensaje que Matt tuvo que traducir a sus captores, una vez que volvió en sí, con un dolor de cabeza que le hacía explotar.
Marco tenía una empresa de software, desarrollaba programas de seguridad para muchos clientes, entre ellos el gobierno.
Un día, algo bloqueó las computadoras en las que él y personal de su equipo trabajaban, de pronto se dieron cuenta de que habían intervenido sus programas. Después de muchas imágenes borrosas apareció la cara de Marco en el monitor, junto con una inscripción en un lenguaje que parecía turco o árabe o algo por el estilo; aparentemente nadie entendía lo que estaba pasando.
Preocupado de que su vida corriera peligro, o así lo expresaba, buscó a Matt, un profesor de lenguas al que alguna vez había visto dar una conferencia. Matt ahora era catedrático, pero anteriormente había trabajado con el gobierno en temas de seguridad, rehenes y terrorismo, además de que seguramente podría traducir el mensaje que le habían mandado.
Lo buscó varias veces, pero cuando el profesor supo con qué fin, no atendió su solicitud, se había deslindado ya de esa faceta de su vida.
Presa del miedo, Marco hizo lo que nunca pensó que haría; mandó a dos de sus empleados a esperarlo afuera de la universidad, lo tomaron por detrás, lo adormilaron y lo llevaron a sus oficinas.
Cuando despertó, demasiado desconcertado y asustado, sus “captores” le explicaron la situación y le enseñaron el mensaje enviado: “Dicen que todos tenemos un doble en alguna parte…”, tradujo el profesor,y también decía que encendieran la televisión y vieran las noticias. Había habido una ola criminal en algunas partes de Estados Unidos, particularmente en sectores gubernamentales, y el último acontecimiento había tenido lugar sólo unas horas antes. Cuál fue su sorpresa al ver que la foto del criminal que aparecía como sospechoso, era prácticamente idéntico a Marco. Su nombre era Harat Yilmaz y era originario de la región de Kurdistán.
Pidieron a Matt que les ayudara a completar información gubernamental, para poder reprogramar el software, con el pretexto de que tenían que hacer la entrega al gobierno. Además de que necesitaban aclarar la situación del parecido del turco y él, y explicarla al gobierno. Matt no tenía mucha opción, de lo contrario no lo dejarían irse. La vida tranquila y despreocupada que había buscado al retirarse de esas ocupaciones para ser profesor de lenguas en la universidad, ahora se veía comprometida, pero confiaba en concluir la tarea lo más pronto posible.
Marco, nervioso, a su vez hacía lo suyo. Hacía llamadas, vaciaba datos recién obtenidos, hablaba de estrategias con su gente, y por supuesto no quitaba el ojo de encima a Matt.
En eso estaban cuando aparece en el monitor de Matt la noticia de un gas liberado en oficinas de la Agencia Central de Inteligencia. No había habido muertos pero el sitio era un caos. Estuvieron pendientes de la noticia y finalmente anunciaron que nadie había resultado herido, pero que habían desaparecido archivos importantes para la seguridad nacional.
Marco finalmente liberó a Matt cuando consideró que había concluido con la tarea encomendada, esperaba que no hubiera sospechas de su parte.
“Ahora sí, manos a la obra”, ordenó Marco. Los teclados comenzaron a sonar, códigos, letras y mensajes aparecían en las computadoras, no tenían tiempo que perder pues su avión a Estambul salía por la tarde.
Una vez que Marco registró por medio del GPS en el monitor que Matt estaba en casa y se había conectado a la red, le envió un atento mensaje que decía: “Gracias por la información proporcionada, será de inmensa utilidad para nosotros. Saludos desde Turquía”. “Dicen que todos tenemos un doble en alguna parte…, aunque yo todavía no encuentro al mío profesor”.
Comentarios (4):
Guiomar de zahara
18/11/2016 a las 18:59
MARIJUANA. TU RELATO ME HA GUSTADO Y SORPRENDIDO A LA VEZ.
Pero…
había visto dar una conferencia. Será le había oído
además de que seguramente. hay muchos dequeismos y repites varias palabras
hacía lo suyo. hacía llamadas…
Algunas comas y puntos no están donde deberían (ese también es uno de mis grandes defectos)
Por tu imaginación ¡Felicidades!
Marijuana
19/11/2016 a las 17:45
Guiomar, muchas gracias por tus comentarios. Efectivamente hay muchos dequeismos en mi relato, cuidaré este detalle para los próximos.
Saludos
Borja Franco Guembe
19/11/2016 a las 22:15
Hola,
Muy buen relato. Me gustan las historias de espías y aunque aquí estamos ante un programador buscando a su doble con la ayuda, más o menos voluntaria de un profesor, todo suena a espías. Me he quedado con ganas de más.
Espero seguir leyendote.
Un saludo.
MOT
20/11/2016 a las 19:16
Hola Marijuana.
Genial y soprprendente final para una buena historia de espías encubierta. Quizás un poco confuso el ritmo, creo humildemente que con una pulida puede mejorar. Saludos