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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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La profesora - por Guiomar de Zahara

“Dicen que todos tenemos un doble en alguna parte” pero yo me pregunto ¿Nacen o se hacen?

A mí siempre me gustó dibujar. Cuando terminé el bachillerato entré en un taller de pintura del Ayuntamiento. La profesora una mujer joven, se dio cuenta enseguida que yo aprendía con facilidad.
– Podías prepararte para ingresar en Bellas Artes, dibujas muy bien.
– No puedo dejar a mi madre sola. Tengo que ayudarla en su trabajo.
Julio y agosto cerraban el local. En casa comencé a realizar bocetos del rostro de mi madre, de alguna amiga y de “Pirracas”, mi gata.
Comenzó de nuevo el nuevo curso. Llevé mi trabajo a la escuela. La profesora se sorprendió.
– ¿Has practicado con algún pintor?
– No, lo he hecho yo sola, y me he dado cuenta que hacer retratos me gusta más que pintar manzanas.
– Está bien. Desde hoy pintarás figuras.
Se le notaba que estaba orgullosa de mis adelantos. Pero mis compañeros se sentían algo celosos: pensaban que me dedicaba más tiempo a mí que a ellos.

Un día apareció por allí un famoso galerista; después de ver todas las obras, de una mía dijo:
– Sigue por este camino y llegarás lejos.
Ahí si comenzaron los conflictos.
Para evitar aquel malestar, la profesora me propuso que siguiera pintando en su estudio.
– Es un pequeño ático. Lo uso exclusivamente para trabajar. Yo vivo con mis padres. Podíamos pintar las dos al mismo modelo y cogerías con más rapidez la técnica.
Acepté. Pero no podía dejar a mi madre con todo el trabajo de la portería y nuestra casa, para ella sola. Por eso muy de mañana iba tres o cuatro horas al estudio y dos por la tarde, cuando se terminaban las clases. El modelo era un anciano que vivía solo, y al pagarle por posar le hacíamos un favor, y él estaba encantado de estar con nosotras.
Yo cuando daba por finalizado un cuadro quería firmarlo, pero siempre ella me decía:
– Hay que dejarlo reposar un tiempo. Después se ve con nueva mirada. Se corrigen los fallos –si los hay– cuando salgan del estudio los firmarás.
Le hacía caso. Ella era la licenciada. Yo la discípula. Todo lo que sabía, me lo había enseñado ella.

Marisa se convirtió en mi ídolo. Algún fin de semana, salíamos al campo para estudiar los colores de la naturaleza y los matices del celaje. Ahí empezó nuestra amistad. Apenas nos llevábamos cinco años de diferencia. Llegamos a compenetrarnos tanto que alguna vez creyeron que éramos gemelas: las dos rubias naturales, del mismo color de ojos y cuerpos y alturas similares; además me regalaba su ropa de marca –que yo no me podía permitir– con la excusa que a ella le quedaba grande o pequeña.
En unos de esos paseos cogí un resfriado.
– Quédate en casa, si no, no mejorarás.
En esos días pasó el galerista por la academia. Al no verme preguntó por mí y ella le explicó la situación.
Como el resfriado se complicó con fiebre, yo seguía en la cama.
Al terminar las clases, Marisa algunos días venia a casa. Esa tarde estaba muy contenta.
– Ha estado el galerista en mi estudio. Seleccionó varios cuadros ¡Vamos a hacer una exposición!
-¿Cuales ha elegido?
– ¡Y eso que más da! Ha dicho que la obra es buena. En una semana inauguramos.
– Mañana voy al estudio.
– ¡Ni hablar! Aún tienes fiebre y ojeras ¡Pues si que ibas a salir guapa en las fotos! Doña Aurora no deje que su hija salga a la calle hasta el día de la inauguración. Yo me encargo de todo, te mandaré ropa adecuada para ese día.
Como la fiebre no bajada, mi preocupación aumentaba.
.
Llegó el día. Mi madre estaba más nerviosa que yo. Al acercarnos vimos un gran cartel. Ni nos paramos a leerlo, tal era la impaciencia por entrar en la galería.
– ¡Cuánta gente hay Tessy! – dijo mi madre.
No contesté. Quieta como una estatua de hielo me quedé, al ver a Marisa exactamente vestida como yo, contestando a los periodistas lo feliz que estaba con su primera exposición…
¡¡¡Qué eran mis retratos!!!
Sin querer, emití un pequeño grito de furia contenida.
María Luisa Belmonte de la Cierva, volviéndose hacia mí dijo:
– Y esta joven es mi alma gemela, mi alumna preferida, yo la he enseñado todo lo que sabe. Algún día llegará hasta lo más alto del Arte. ¡Ven querida, disfrutemos juntas de este evento!

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15 comentarios

  1. 1. Mariaje dice:

    Hola Guiomar,
    Soy tu vecina y este mes me toca comentar tu relato. Me ha parecido dinámico y se comprende muy bien; es una historia sencilla y clara y yo lo agradezco. El final también me ha gustado, menuda tipa la profesora… Se dejaba intuir que iba a ocurrir algo pero hasta el final no se sabía exactamente qué y eso mantiene la intriga y las ganas de seguir leyendo; me gustó.
    Como estamos aquí para aprender y una parte fundamental de los relatos también es la forma, te comento unas cosas que he visto que pueden mejorarse:
    -En el primera párrafo te faltan dos puntos tras “pero yo me pregunto”.
    -“La profesora una mujer joven” falta una coma: “La profesora, una mujer joven”.
    -Los guiones de diálogo no están correctamente. Tú has puesto: “– Podías prepararte…” pero es “—Podrías prepararte…”, sin espacio y con guión largo que sale con Alt+0151.
    -Creo que abusas del punto y seguido cuando deberían de usarse comas y/o conectores de discurso. Te puedes dar cuenta si lees el texto en voz alta, creo que entonces verás que no es necesario hacer tantas pausas ni tan largas. Por ejemplo en: “Comenzó de nuevo el nuevo curso. Llevé mi trabajo a la escuela. La profesora se sorprendió” sería más fluido a mi entender algo así “Comenzó de nuevo el nuevo curso y yo llevé mi trabajo a la escuela. La profesora se sorprendió”. Por cierto que aquí has puesto muy juntas dos veces la palabra “nuevo”. Otro ejemplo del abuso de los puntos es “Se le notaba que estaba orgullosa de mis adelantos. Pero mis compañeros se…“. En esta frase claramente, antes del “pero” va una coma. Hay muchos ejemplos, también en los diálogos donde quizás sea aún más evidente, puesto que las personas no hablamos haciendo tantas pausas. Un ejemplo: “– Es un pequeño ático. Lo uso exclusivamente para trabajar. Yo vivo con mis padres. Podíamos pintar las dos al mismo modelo y cogerías con más rapidez la técnica”, me parece más natural: “—Es un pequeño ático que uso exclusivamente para trabajar, yo vivo con mis padres; podRíamos pintar las dos al mismo modelo y cogerías con más rapidez la técnica”. Bueno, claro que hay muchas opciones y es cuestión de gustos a veces, pero creo que deberías reducir el número de puntos.
    -En “Ahí si comenzaron los conflictos”, ese “sí” lleva acento y en “venia a casa” también te olvidaste del acento en “venía”.
    -En “nuestra casa, para ella sola” y “le hacíamos un favor, y él estaba…” sobran las comas.
    Espero que estos apuntes te sirvan para algo. Muchas veces no revistamos el texto lo suficiente y se cuelan errores, a mí siempre me encuentra alguno y mira que lo leo veces…
    Un saludo

    Escrito el 17 noviembre 2016 a las 17:33
  2. 2. CARMELILLA dice:

    Hola Guiomar, ¡encantada de volver a encontrarte en el taller! llevo tiempo sin leerte, o he estado despistada o has estado ausente.
    Agradecerte, y mucho, tu comentario tan amable, me alegro que te haya gustado mi trabajo.
    Sobre el tuyo, se trata de un trabajo de lenguaje sencillo. Contenido realista (¡anda que no hay caras duras, trepas y sin vergüenzas por el mundo!).
    Para mi gusto, a lo largo del relato has ido dando demasiadas pistas que a mi particularmente, me han hecho imaginar el final bastante pronto.
    Como te ha dicho Mariaje además de los dos puntos después de “pero yo me pregunto” creo que te faltan las comillas en la pregunta que te haces ¿nacen o se hacen? Cosa que yo también me he preguntado a veces y me confirmo a mí misma que ocurre las dos cosas: nacen y se hacen.
    Resulta amena su lectura y con los diálogos consigues avanzar en la trama.
    Como ya te he dicho: ¡encantada de leerte! y ¡buen trabajo!
    Saluditos.

    Escrito el 17 noviembre 2016 a las 18:04
  3. 3. Vespasiano dice:

    Hola Guiomar:
    Te devuelvo con gusto tu visita a mi relato.
    El tuyo me ha parecido una historia real de gente espabilada y sin escrúpulos que se aprovecha del trabajo y del esfuerzo de los demás para trepar en cualquier ámbito de la sociedad.
    Según vas narrando, se hace predecible que algún “timo” le tenia preparado la cariñosa profesora, pero esto no le quita valor a la historia que la encuentro bien llevada y que avanza con fluidez hacia el desenlace final.
    Por otro lado pienso que tu relato podría incluirse dentro del reto. Quizá otros compañeros mas avezados podrían confirmarlo.
    Lo de los puntos y otras apreciaciones que te ha hecho la compañera Mariaje, aunque sé que no eres muy amiga de opinar sobre la forma, estoy de acuerdo con ella. Máxime tratándose de un taller donde todos tenemos que aprender.
    Me ha gustado tu relato y el enfoque tan natural que le has dado, lejos de fantasías y personajes abstractos que a veces me cuestan digerir. (Cosas de la edad).
    Felicidades

    Escrito el 17 noviembre 2016 a las 18:23
  4. 4. Guiomar de zahara dice:

    Mariaje: Me alegra y estoy muy agradecida por tus consejos. Tomo cuenta de ellos.
    Que bueno que todos hiciéramos un trabajo tan concienzudo como el que me has hecho tú a mí.
    ¡Gracias!

    Escrito el 17 noviembre 2016 a las 18:28
  5. 5. Guiomar de zahara dice:

    Gracias Carmelilla por tu comentario. Tienes toda la razón en que en “el plato” siempre me sobran comas o me faltan puntos.
    Es, entre otras cosas, mi asignatura pendiente.
    Repito las gracias.

    Escrito el 17 noviembre 2016 a las 18:32
  6. 6. Guiomar de zahara dice:

    Vespasiano: Te agradezco tus palabras de elogio.
    ¿Pero sabes una cosa? me encantaría tener un secretario/a para que después de escribir yo la idea, él/a, pusieran las tildes, los puntos y las comas.
    Sé, que hay “escritores” que los usan.
    ¡En fin! pienso que primero tendré que aprender yo y después, mandar que lo hagan otros.

    Escrito el 17 noviembre 2016 a las 18:39
  7. 7. Lizeth dice:

    Hola Guiomar. Soy tu vecina también.
    Me gusto tu relato, sencillo y muy entendible. Coincido con la parte de la puntuación pero considero que vas por buen camino. El final aparte de todo muy real, de verdad que hay gente sinvergüenza.

    Saludos!

    Escrito el 18 noviembre 2016 a las 13:55
  8. 8. María Esther dice:

    Hola Guiomar, gracias por pasarte por mi relato y darme tu opinión.
    He leído atentamente el tuyo y lo encontré claro, sencillo con lenguaje adecuado. No presenta dificultad al leerlo. Los personajes, bien construidos y caracterizados,son creíbles y evolucionan con naturalidad.La protagonista narra en primera persona y logra trasmitir,los sentimientos negativos que que despierta la falsedad y la envidia de la profesora, desde su antagonismo.
    Mucha suerte y sigue trabajando!
    Saludos.Nos seguimos leyendo.

    Escrito el 19 noviembre 2016 a las 03:17
  9. 9. Pilar dice:

    Hola, Guiomar

    Paso por tu relato después de que tú lo hayas hecho por el mío (nº 72) para decirte que a mí tu historia también me ha gustado. Apoyo a Mariaje en todo lo que te ha puntualizado y yo añadiría, además: que nos enteramos demasiado tarde del nombre de la profesora, yo lo habría puesto al principio por seguir un orden lógico en la presentación del personaje.
    Buen trabajo en general y a seguir escribiendo. Nos leemos!!!

    Escrito el 19 noviembre 2016 a las 14:30
  10. 10. Pilar dice:

    Hola otra vez,

    Es que se me ha olvidado responder a tu pregunta: Aunque tengo muchas cosas escritas, no hay nada publicado que puedas leer por ahí (mi primera vez en este taller fue el mes pasado y salí muy satisfecha con las críticas) así que… lo siento, no soy esa Pilar de la que me hablas (tal vez sea su doble literaria, jjj)

    Besos.

    Escrito el 19 noviembre 2016 a las 21:57
  11. 11. Marazul dice:

    Guiomar,cielo, yo también quiero tener a alguien que me corrija jeje…., pero me temo que tendremos que seguir aprendiendo a colocar los puntos y las comas, los guiones y toda la parafernalia.
    Tratas un tema muy interesante en tu relato: el impostor, el que se apropia de la obra de otro. Algo que sigue siendo frecuente. Según iba leyendo me iba haciendo a la idea de una protagonista un tanto ingenua y ya me estaba temiendo lo peor. ¡Que rabia!, el lector se queda con las ganas de tirar de los pelos a esa bruja de profesora. ¡Y no sólo se apropia de su obra, si no también de su personalidad!
    Un relato interesante y entretenido. Te voy a seguir leyendo, así que pon atención a los guiones en los diálogos. Sólo un ejemplo, tu escribes: “— ¡Cuánta gente hay Tessy! — dijo mi madre.
    Lo correcto sería: —¡Cuánta gente hay, Tessy! —dijo mi madre.
    La diferencia es que tienes que pegar al guión a la palabra y la coma antes de vocativo.
    Pero que sepas que me gusta mucho como escribes y lo que nos cuentas.
    un abrazo

    Escrito el 19 noviembre 2016 a las 23:14
  12. 12. Guiomar de zahara dice:

    Gracias a todos/as
    ¡Qué difícil es escribir y encima, hacerlo bien!
    Gracias por vuestra ayuda.

    Escrito el 20 noviembre 2016 a las 18:26
  13. 13. ÁCARO dice:

    ¿Qué tal, Guiomar?
    He leído tu relato de una manera muy fluida. Has sido capaz de incluir todo un gran contenido en poco texto, con un ritmo rápido pero estable, que hace agradable la lectura.
    Yo personalmente entiendo tus frases cortas y tus reiteraciones con los puntos como un ritmo más acelerado, que le quita algo de importancia a lo que sucede para centrarse en el párrafo final; no sé si es adrede o es sensación mía.
    Hay algún detalle como el de los diálogos que te comentan pero en general yo lo veo bien estructurado, con un lenguaje adecuado. Quizás lo que me haya faltado haya sido empatizar algo más con el protagonista a lo largo del texto, tal y como es al final.
    En resumen, ¡buen trabajo! Yo también me hago la misma pregunta de si se hace o se nace; ¡aún no he encontrado respuesta!

    Escrito el 21 noviembre 2016 a las 11:33
  14. 14. Veronica Murillo dice:

    Hola Guiomar,
    Pues, como estoy llegando tarde con mi tarea de comentar, no me queda mucho que señalar, ya te han señalado los puntos mejorar y solo me queda mencionar que me hizo falta un poco más de suspense, la verdad es que desde que mencionó que no dejaba que firmara los cuadros ya me figuraba lo que iba a pasar y la parte de que iba vestida como ella no encaja porque en realidad, aunque roba sus cuadros, no es que tome su lugar.
    De cualquier modo el final da como rabia, pero es bastante realista, creo que está bien logrado, felicidades.

    Saludos.

    Escrito el 22 noviembre 2016 a las 00:55
  15. 15. Noemi dice:

    Hola Guiomar, gracias por la visita y el comentario. Tu texto me ha parecido muy bueno.La estructura lineal, clásica muy apropiada al tema. Quizás ganaría si acortaras la introducción hasta la entrada del galerista que es el desencadenante. Creo como Verónica que podrías crear más tensión en la trama si ocultases mejor tus intenciones pero eso depende del tipo de relato que quieres crear y no parece que el misterio estuviese en tu foco sino más bien que éste residiese en la personalidad de tus personajes, creo que prevalece el enfoque psicológico y ético.Por esta razón creo que desarrollas muy bien el tema hasta la ironía del final que cuaja muy bien.Creo que deberías adelantar el nombre de la profesora para lograr un equilibrio mayor entre protagonista y antagonista pero solo es una impresión.
    Nos seguimos leyendo. Un abrazo.

    Escrito el 26 noviembre 2016 a las 01:01

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