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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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EL POBRE MARIO - por C. Belasco

― Dicen que todos tenemos un doble en alguna parte, pero jamás lo hubiera creído de no haberlo visto con mis propios ojos. ¡Era exactamente igual a tu tío Mario!, que en paz descanse sino fuera porque sé muy bien que el pobre lleva años muerto… ¿Recuerdas cuando lo enterraron, Marion? Claro que no, eras muy pequeña, yo ni siquiera quise verle, es una costumbre terrible la de mostrar al muerto, nosotros no tuvimos ese mal gusto, desde luego, y la caja iba cerrada. ¿Sabes que te pusimos tu nombre por él, lo sabías? Eres tan despistada niña.
El pobre Mario, no es que fuera mala persona, claro que no, de haberlo sido nunca te habríamos puesto su nombre, pero todo hay que decirlo, no tenía nada que ver con tu padre. El pobre Mario recibió los peores genes de la familia, todo huesos y esos extraños ojos negros tan hundidos. El pobre. No como tu padre con su figura apuesta y rotunda. Ah, ahora no te lo creerás pero en sus tiempos era el mozo más guapo del barrio, y no es por presumir pero yo no le iba a la zaga, todos nos envidiaban.
Ah, sí, el pobre Mario, imagínate, siempre andaba por ahí solo pegado a un libro, no como tu padre y sus amigos, que nos llevaban de paseo a los mejores lugares, éramos la envidia de todas, ¿Te lo había dicho ya?¡ Ah!, ¡cómo nos miraban! No, querida, tu tío Mario no tenía novia, el pobre, si alguna lo miraba dos veces, la espantaba con su constante silencio, te lo digo yo que lo intenté muchas veces, no había modo de sacarle una frase completa. Siempre tan taciturno.
Aún así no se merecía lo que le pasó, el pobre, ese maldito herrero, ¿Que qué tiene que ver? Mucho, querida, mucho, yo siempre lo dije, pero nadie me hace caso nunca. Que ese herrero iba a matar a alguien algún día.
¿Pero qué dices, querida? ¡Qué barbaridad! ¡Claro que no, cómo crees! Claro que no mató a nadie en su herrería, ¿Qué dices? No, querida, fue con el coche. Claro que sí, conducía como un loco, yo sabía que aquello pasaría, claro que lo sabía, lo dije siempre. «Un día va a matar a alguien», y así fue, tu pobre tío Mario.
Claro que me acuerdo, estaba presente, imagínate, por suerte me desmayé enseguida y no le vi allí muerto, aunque luego me lo contaron, claro, tu pobre tío.
No, claro que no, no estábamos con él, ¡Imagínate!, nadie pasaba su tiempo con él, ¡Era tan raro el pobre!, supongo que estaría por allí buscando algún libro.
Habíamos ido a comprar unas flores, me acuerdo perfectamente, estábamos mirando las flores bajo los soportales cuando escuchamos el coche, no veas cómo chirriaba, venía calle abajo como un loco, como solía, me sobresalté tanto que corrí hacia el otro lado de la calle, imagínate, si tu tío Mario no se hubiera cruzado con el coche más arriba, podría haberme matado a mí.
¿Que si lo hizo adrede? Claro que no, seguramente ni sabía que yo andaba por allí, la verdad es que nunca le gusté, tu pobre tío, sé que le dijo a tu padre que no debía casarse conmigo, no se puede hablar mal de los muertos, pero nunca se lo perdoné. Bueno, tampoco es que tuviera importancia dado que poco después ya estaba difunto. Pobre.
Como te decía, ese hombre es como una imagen de tu tío Mario, cómo sería hoy en día, claro, que ya han pasado unos años, exactamente igual, incluso compartirían profesión, estoy segura de que tu tío habría sido feliz en una biblioteca, era feliz con sus libros, no le importaba nada más, dios lo tenga en su gloria.
Claro que no, querida, tu tío está muerto y bien muerto, ¿qué razón iba a tener para fingir su muerte? Si él y tu padre se querían mucho, si, puede que a tu tío no le gustara nuestro matrimonio pero nunca se habría alejado así de tu padre, ¿por qué iba a hacerlo? Estaban solos en el mundo, se apoyaban para todo, y pronto íbamos a ser una gran familia. No entiendo qué quieres decir querida, he ido al oculista un montón de veces y no tengo miopía como dices. ¿Para qué quieres la dirección? A ver si vas a convertirte en una de esas inteleltuales o lo que sea, niña, que no quiero tener a una hija así, que esas nunca se casan.

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10 comentarios

  1. 1. Berundgaar dice:

    Uf.
    Qué intenso.
    Creo que está muy bien escrito. Es exactamente lo que diría una de esas madres cotillas en una conversación telefónica. Una de esas que no tienen que coger aire, que son como una ametralladora parlante. Una de esas de las que, cuanto más lejos mejor.
    Al menos, por mi parte.
    Un saludo y enhorabuena.
    😉

    Escrito el 17 noviembre 2016 a las 12:12
  2. 2. C. Belasco dice:

    ¡Gracias! ¡Sí, es justo así!.He intentado adoptar la voz de una mujer insufrible, que sólo se escucha a sí misma, y cree tener siempre la razón! No importa si la conversación es telefónica o en persona porque la gente así no presta atención a su interlocutor, es como si no estuvieran allí. Sólo vomitan toda su sarta de lugares comunes y prejuicios, ciegos a lo que les rodean. No sabía si lo había logrado pero me hacía gracia la idea de adoptar esa mirada. Gracias por el comentario.

    Escrito el 17 noviembre 2016 a las 20:12
  3. 3. Borja Franco Guembe dice:

    Hola Belasco,

    Me ha gustado el relato, pero ya después de leer vuestros comentarios y volver a leerlo hasta me he reído imaginándome a la típica vecina cotilla metiéndote la turra cuando te pilla en la escalera.

    Enhorabuena por el relato y espero seguir leyéndote.

    Escrito el 17 noviembre 2016 a las 22:53
  4. 4. Auxi Morata Alegre dice:

    Hola, el relato está muy bien escrito, sobretodo me ha gustado que aunque no describieras a la narradora con profundidad por la forma en la que hablaba me podía imaginar la típica señora mayor de las que se ponen en la puerta con una silla a hablar con sus amigas en la calle por las tardes jajajaja
    Un beso!

    Escrito el 18 noviembre 2016 a las 10:38
  5. 5. LIAH PERSON dice:

    Hola C.Belasco. Lo primero, muchísimas gracias por haber pasado por mi texto y haber hecho un comentario tan generoso. Me alegro mucho de que te haya gustado.
    En cuanto a tu relato, decir que con el primer “que en paz descanse” ya me has transportado a la mítica Carmen Sotillo de Delibes, con su impecable monólogo en “Cinco horas con Mario”. Tanto es el parecido que intuyo que no es que hayas intentado parecerte un poco… sino que directamente has intentado hacer un homenaje a ese irrepetible personaje. No en vano tu personaje se llama Mario, y ya aparece en el título del relato.
    Siendo así, ¡objetivo conseguido!. La mujer de tu texto se retrata (igual que Carmen) desde las primeras líneas y a medida que avanza en sus reflexiones, se deja conocer muy bien.
    Lo que no tengo tan claro es que hayas conseguido el punto de vista del antagonista, pero eso ya era otro cantar.
    Me ha gustado mucho leerte. Nos seguimos.

    Escrito el 18 noviembre 2016 a las 12:50
  6. 6. Elba dice:

    Hola Belasco:
    Me ha gustado mucho tu relato. Es muy interesante comprender cómo se puede hablar mal de una persona, y si eres avispado, acabar enamorándote de la víctima.
    Si tengo que que resaltar algo, sin lugar a dudas, es su musicalidad. En vez de leerlo lo acabas escuchando y eso es maravilloso.
    Un placer leerte, espero tener más oportunidades.
    Saludinos

    Escrito el 18 noviembre 2016 a las 18:40
  7. 7. C. Belasco dice:

    Gracias Borja Franco Guenve! si, creo que todos nos hemos cruzado con gente así!!! Están por todas partes!!! Gracias, espero seguir participando con regularidad! 🙂

    Gracias Auxi Morata Alegre, la idea es que cada lector proyectase su propia imagen sobre una señora asi!!!Todos conocemos alguien con este tipo de actitud!!! Muchas gracias por comentar!! :*

    Liah person, tu relato lo merece!!! lo disfruté mucho! 🙂
    Pues si que tuve en cuenta el personaje de Delibes, aunque no hace falta haber leído esa novela para leer mi pequeño tributo! Aunque la Carmen de Delibes habría mirado por encima del hombro a mi personaje, ambas son mujeres burguesas de media edad, muy prejuiciosas. En mi relato mi Mario se libra de ella, el pobre Mario del título va con un poco de ironía, después de todo ella no ve más allá de lo que quiere ver!.
    Me alegro que otro lector de Delibes se haya pasado a leerme!! suponía que ese pequeño homenaje por mi parte pasaría desapercibido!!!(En cuanto empecé a escribir me di cuenta a quién me recordaba ella y cambié el nombre del cuñado a Mario por ello! 😉 )
    El antagonismo se produce entre ella y Mario, e incluso entre ella y su resignada hija. Aunque es bastante debatible, claro.
    Muchas gracias por tu comentario!! :*

    Gracias Elba!!! Exactamente, es algo sutil pero que está ahí implicito!! Gracias, la verdad es que yo también la escuchaba con claridad, su modo de hablar lleno de lugares comunes, marisabidillo, sus muletillas…la veía con mucha claridad en mi cabeza. Muchas gracias! Eso espero!!! Saludos! :*

    Escrito el 18 noviembre 2016 a las 19:08
  8. Hola, majo 🙂

    Detalles pijoteros: entre el — y la palabra procura que no se te escape un hueco.

    La frase ‘¡Era exactamente igual a tu tío Mario!, que en paz descanse sino fuera porque sé muy bien que el pobre lleva años muerto…’ se me hace rara. Yo la pondría así: ‘¡Era exactamente igual a tu tío Mario, que en paz descanse! Sino fuera porque sé muy bien que el pobre lleva años muerto…’

    También cambiaría, por ejemplo, la frase ‘Claro que no, eras muy pequeña, yo ni siquiera quise verle, es una costumbre terrible la de mostrar al muerto, nosotros no tuvimos ese mal gusto, desde luego, y la caja iba cerrada.’ Por ‘Claro que no, eras muy pequeña. Yo ni siquiera quise verle. Es una costumbre terrible la de mostrar al muerto. Nosotros no tuvimos ese mal gusto, desde luego, y la caja iba cerrada.’

    No voy a comentar más de la puntuación dado que en ese tema entra demasiado la subjetividad. Además el cuento tiene un potente aire de discurso interior, lo que hace que escape mucho de las normas habituales de la sintaxis. En mi caso cuido mucho de usar el recurso del monólogo interior porque puede resultar una auténtica trampa que pierde al autor, tanto en al forma como en el fondo. Quizá, a modo de monólogo interior, te pique la curiosidad por leer uno que puse aquí en Literautas hace unos años: https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-18/1730 Además ese relato también tenía su propio reto (no usar adjetivos).

    Yo reescribiría el cuento, al menos en lo relativo a la puntuación, casi de cabo a rabo. Pero yo soy yo, y mi circunstancia sintáctica (parafraseando a Ortega y Gasset :P).

    El para mí muy excesivo uso del verbo ‘ser’ lo paso por alto dado que se trata de una transcripción de lenguaje hablado. La gente habla de una manera muy diferente a como escribe, y eso incluye el uso de ese maldito verbo comodín, y los modales —mente, los gerundios, laísmos y demás defectos.

    Seguimos.

    La historia (el fondo) no está mal, al menos en general. El discurso de la palurda, una vez que se sabe que es una paleta, resulta gracioso: la prepotencia del ignorante menospreciando al intelectual cuando la verdad es que no lo comprende. Una digna tronista 😛

    He tardado quizá más de lo deseable en quedarme claro que quien habla es la madre. Perdón: me ha costado tiempo darme tiempo de que esa madre no es a la vez hermana del padre. Puede que suene raro, pero durante bastante parte del relato me ha dado la impresión de encontrarme ante un texto en el que se habla de manera velada de la endogamia. Sobre todo a raíz del segundo párrafo, en el que mezcla la genética familiar y en ese mismo párrafo juntas al padre, al tío y a la madre.

    Sólo le encuentro un detalle que me chirría: la madre saca a colación el haber visto al gemelo de Mario. Sin embargo al final del cuento ella misma siembra la duda. Ella, sí: por el monólogo no se aprecia reacción alguna de sorpresa de la hija, al menos no hasta la llegada del final. Si de verdad se atisba la posibilidad de que Mario haya roto relación con la familia por esa razón (desagradable, sobre todo para la madre), ¿no te parece más lógico que nunca saque el tema de que ha visto a la persona que se autoexiliado? Vamos, si yo estuviera en esas circunstancias y le viera me lo callaría y aquí paz y después gloria. Vaya ganas de sembrar dudas en su hija. Quizá habría que darle una pensada al cuento.

    Nota: tómate esto último como una pura opinión personal. Si no te gusta mándala directa a la basura 😉

    Un saludo.

    Escrito el 21 noviembre 2016 a las 12:00
  9. 9. Tamara dice:

    Hola
    Dios, me ha gustado mucho, enserio me ha hecho imaginar a la típica señora insufrible que no te deja hablar ni a tiros, que coge carrerilla y te cuenta su vida en verso sin dejarte meter ni baza.

    Y el trasfondo de la historia es genial e interesante, te pega al relato hasta el final.
    ¡Enhorabuena! Espero leer más cosas tuyas.

    Un saludo

    Escrito el 21 noviembre 2016 a las 21:08
  10. 10. C. Belasco dice:

    Gracias Juan F. Valdivia! “Maja” sería más correcto! 😉
    Pues Belasco, efectivamente, lo tomé de la Mansión Belasco. Me encanta la película de John Hough, mi verdadero apellido tiene el mismo origen etimológico, de hecho Velasco es una de sus variaciones. Pero decidí usar el Belasco con B en honor a ese film y al relato de Richard Matheson que lo originó (aunque no es mi relato suyo favorito, sí es uno de mis autores de género favoritos).
    Como bien dices, al ser prácticamente un monólogo, tenía que imitar las muletillas y lugares comunes de la narradora, pero no es excusa para fallar en la puntuación, suele ser mi talón de aquiles y aquí no es una excepción.
    Gracias por las correcciones, lo corregiré.
    Gracias por compartir el enlace! Lo leeré! Coincido en que es complicado abordar un monólogo, pero no me pude resistir a probar, a pesar de que necesito aún más tablas. xD
    No creo que reutilice este cuento (es más que nada un ejercicio) pero lo guardaré corregido, nunca se sabe.
    Sí, intento siempre no abusar del verbo ser, de gerundios, adverbios en –mente…pero en este caso sólo me preocupé de imitar el estilo que tiene una mujer de las características de la narradora.
    ¡Curiosa asociación! Supongo que en textos tan cortos es hasta lógico que pase, pues tenemos que reducir tanto la información que puede quedar muy abierta a interpretaciones diversas. xD
    Intentaba mostrar que, a pesar de su necedad para percibir lo que pasa a su alrededor con claridad, ella misma vio algo raro en la muerte de Mario.
    Si reescribo este relato (en vez de guardarlo en mi pc con la puntuación corregida) lo ampliaré un poco. Creo que le hace falta para ser más claro. Tal y cómo está permite interpretar que Mario fingió su muerte para alejarse de su hermano y su futura esposa, tanto como que Mario murió para protegerla porque en el fondo ella le gustaba o la idea que intentaba transmitir, que ella era quien estaba enamorada de Mario, y por eso no le ha olvidado.
    Gracias por la opinión personal! 🙂 Siempre es muy útil observar lo que has escrito desde la perspectiva de otro! Muy enriquecedor! xD
    &Muchas gracias por comentarlo tan a fondo! :*

    ¡Muchas gracias Tamara! Parece que todos nos hemos cruzado con ese tipo de mujeres en algún momento, es un arquetipo universal! 😀 Muchas gracias por el comentario! Espero seguir participando en los retos! Ayuda mucho a mantener el hábito! Mil gracias! :*

    Escrito el 25 noviembre 2016 a las 22:16

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