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Apariencias - por Esbarzers

Dicen que todos tenemos un doble en alguna parte… Yo encontré al mio en un hospital hace treinta años. Un olor extraño vino a mí, de repente abrí los ojos, todo estaba borroso a mi alrededor, una sensación de desconcierto me invadió, ¿dónde estaba? Un cuarto blanco, cortinas verdes, un sonido se repetía: estaba conectado a un monitor cardíaco. ¿Por qué estaba ingresado? Las preguntas asaltaban mi cerebro, cuando una voz me preguntó si me encontraba bien. Dirigí mi mirada hacia la persona: Joder, ¿me estoy viendo a mi mismo?, ¿quién eres tú? ¿qué hago aquí?. Mi doble intento calmarme, aclaró mis dudas. Me habían disparado en un banco, él trabajaba en este hospital, él me sacó la bala de mi estómago, había perdido mucha sangre, llevaba un mes en coma, no sabían si iba a sobrevivir. Estaba flipando, la persona que tenía delante era mi doble, pero lo más sorprendente estaba por venir. Éramos gemelos, yo sabía que mi madre había muerto durante el embarazo y mi padre estaba perdido por el mundo y veintiocho años después descubro que tengo un hermano. Cuando me dieron el alta, él me acogió, iba a casarse con una mujer despampanante. Habíamos tenido vidas muy diferentes, él fue adoptado por una familia rica, yo fui deambulando de casa en casa de acogida. Él era cirujano, yo era un ladrón, un mangante traicionado por los suyos. El dinero cambia a las personas y una bala soluciona los conflictos. Cada día que pasaba en esa casa, más odiaba a ese cabrón, quizás era un hombre muy simplón, pero lo tenía todo: una gran casa, dinero y una mujer bonita. El azar, el destino nos había llevado por caminos distintos, sin embargo, al mirarnos éramos idénticos. Entonces, una luz se encendió en mi cerebro, quizás un plan demasiado maligno incluso para mí. Cogí un papel y me puse a escribir la nota de despedida más triste que jamás se haya visto. Esta noche estaríamos solos, cara a cara, esta noche mi vida cambiaría. Fui al armario y me cambie de ropa, pensé que sería gracioso acabar con todo vestidos igual. No quería ser demasiado cruel, le concedí una última cena, una última conversación. Ahora estoy en su casa. Nunca había pensado que sentiría el arrepentimiento, pero en puertas de la muerte, las perspectivas cambian. Al final no éramos tan distintos él y yo, porqué si estas leyendo esto debes saber algo: Yo, Luis, envenené a mi hermano esa noche.¿Por qué? No sabría decirlo, una voz dentro de mí me lo pedía. Al ver la pistola en su bolsillo, sentí una cierta satisfacción. Al fin y al cabo, era un duelo. Esa noche, mi corazón latía excitado, sentía la pura adrenalina, ese día el diablo conquistó mi alma. Así, me convertí en un asesino a sueldo. A mi lado, mi gemelo parecía un angelito. Hasta hace diez años, he llevado una doble vida: Luis, cirujano y buen esposo, Pablo a tiempo parcial sicario. ¿Por qué Pablo os preguntaréis? Porque Pablo era mi doble. Esta es mi sucia historia, y solo al contarla espero encontrar mi ansiada redención.

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5 comentarios

  1. 1. SBMontero dice:

    No es que tengas un problema, NO, tienes un problemón con la puntuación. Es evidente que necesitas con urgencia algún tipo de texto sobre el uso del punto y seguido, del punto y aparte, de los dos puntos, del punto y coma y suma y sigue.

    También tienes problemas con la reiteración.

    Escribes con mucha pasión, de forma acelerada y en vez de dar paso a las escenas las embutes a hostias.

    La idea es buena, los personajes no están mal y la historia tiene su aquel… hasta que sueltas lo de la ansiada redención, porque ya me dirás tú a mi a cuento de qué iba a querer redimirse y si quiere pues explícalo.

    Sigue escribiendo… usando puntos y seguidos, puntos y apartes, dos puntos y puntos y comas, y sin reiterar pronombres, nombres y demás, que sino no hay forma de leerte.

    Un saludo.

    Escrito el 17 noviembre 2016 a las 14:06
  2. 2. JL Quijano dice:

    Esbarzers,

    1. Utiliza mas parrafos para que des al lector un respiro de escena en escena.

    2. Rescato del relato la idea de que el final sea escrito por el hermano “bonachon” que resulta asesinando a su gemelo. Sin embargo no me cuadra el hecho de que lo hizo porque “una voz dentro de mi me lo pedia”. Y luego resulta ser que eso paso hace diez año y que se llama Pablo, y que es asesino a sueldo, y que quiere redencion. Me parece demasiado abrupto y artificial.

    3. No se sabe a quien esta dirigido el relato. En un principio esta dirigido a nadie en especial para luego ir dirigido a mi “si estas leyendo esto” y finalmente a nosotros “os preguntareis”.

    Escrito el 18 noviembre 2016 a las 21:23
  3. 3. Jean Ives Tibauth dice:

    Buff, es complicado leerte.

    La historia tiene mucho jugo en si misma pero creo que necesitarías replantearla. Afinarla un poco. Crear menos confusión.

    No seguiremos leyendo.

    Escrito el 20 noviembre 2016 a las 22:21
  4. 4. Berundgaar dice:

    Te pasa un poco como a mí.
    No separamos los párrafos. Yo los separo, pero nunca me acuerdo de darle al “doble espacio” y eso que soy de la generación que aprendió a escribir a máquina (no con el ordenador).
    Por lo demás la historia está bien, es interesante, adictiva. Es verdad que me he liado un poco al final, pero también lo es que no podía dejarla..
    ¿Querrías darme tu opinión? Estoy en el 64.
    Un saludo y no te desanimes, Esbarzers.
    Nos leemos.

    Escrito el 24 noviembre 2016 a las 12:18
  5. 5. M.L.Plaza dice:

    Hola,
    soy M.L.Plaza, del relato 46.
    Sinceramente, por más que leo la historia, sigo sin entender el final. Dices que es algo que sucedió hace treinta años cuando tenían veintiocho. ¿Por qué está a las puertas de la muerte a los 58 años?. Tampoco entiendo lo de escribir una triste carta de despedida; se supone que tiene que deshacerse de un cadaver sin dejar rastro. “No quería ser demasiado cruel, le concedí una última cena, una última conversación.”¿Hablar largo y tendido con una persona envenenada? El hermano era ladrón ¿cómo se convierte en sicario? Y todo eso acabó hace diez años. ¿Por qué?
    No sé, me parece que hay muchos cabos sueltos. Aparte del detalle de que dos gemelos separados de niños y con vidas tan distintas, puede que se parezcan pero al abrir la boca se empiezan a notar las diferencias. No creo que se puedan confundir el habla de un cirujano con el de un ladron. Por cierto, al salir del hospital ¿no fue a la cárcel?
    A mí me ha gustado mucho la historia, y creo que está bien desarrollada. Supongo que con más espacio el final podría haber quedado mucho más claro.
    Espero seguir leyéndote.
    Saludos

    Escrito el 26 noviembre 2016 a las 18:11

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