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El otro y yo - por Elba

Dicen que todos tenemos un doble en alguna parte. El mío se encuentra en el espejo, o detrás de él. Lo conozco desde niño. Lo he visto envejecer. ¡ Y cómo ha envejecido! Aún recuerdo aquel niño sonriente, juguetón, sembrador de ilusiones, Soñador de sueños, despierto en sus ideas, seguro en sus palabras, libre de prejuicios, libre de manías, prisionero de sus risas. Me gustaba mirarlo, me caía bien. Lo sentía cercano. Me acompañaba en sus días como un reflejo constante de mí mismo, como si no pudiera hallarse sin mi presencia, como si me hubiera elegido para existir. Le sorprendí mirándome infinidad de veces, incluso agazapándose en los lugares más insospechados, como aquel día que lo vi mirándome desde un charco. En su mirada encontré mi sorpresa, en su sonrisa mi complicidad.
¿ Dónde se ha ido ? Trato de reconocerlo, mirarlo a los ojos, reconciliarme con él. Es difícil. Me rehuye. No sabría explicarlo con precisión, pero intuyo que me tiene miedo. Aquella mirada brillante, se alejó sin previo aviso, sin darme la oportunidad de despedirnos, de mediar entre nosotros, la capacidad de arreglar aquello que se hubiera roto. Sospecho desde hace tiempo que se asoma en su reflejo cuando yo no estoy. Lo sé porque me persigue el presentimiento que parte de ese destello, aún vive en mi, soñando tiempos mejores. Sin embargo, cada vez que retorno al espejo de mi vida, ahí está ceñudo, desconfiando, viejo en su presente, distante.
Hace meses que no sé nada de él. La vida ajetreada con sus horas y sus prisas, apenas me da tiempo para vivir. No me va mal, eso creo, aunque mi doble no lo crea. Ahora soy yo quien lo evita, vivo sin entretenerme en su magia, sin contacto visual, sin contacto. Sin embargo, esta noche pletórica donde encontré mi destino, he llegado a casa y respirando profundamente me quise enfrentar a él. Cerré los ojos fuertemente situándome frente a uno de los espejos por los que le gusta espiarme. Relajado, satisfecho en mi centro le miré. Me gustaron sus ojos brillantes y sin apenas darme cuenta le sonreí abiertamente, exultante con mi dicha. Mirándonos a los ojos sonreímos los dos por los viejos tiempos. Mi doble y yo. Uno solo.

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4 comentarios

  1. 1. CARMELILLA dice:

    Hola Elba, muchas gracias por comentarme y me alegro mucho de que mi trabajo te haya gustado, comentarios como el tuyo son inyecciones de ánimo, gracias. Por cierto entre tu trabajo y el mío, ya has visto coincidencia: ¡el espejo!
    Me gusta mucho tu trabajo. El primer párrafo ¡me ha entusiasmado!
    De lenguaje sencillo pero elegante. Haces que el relato avance generando interés.
    No se que te ha parecido a ti el reto de escribirlo desde el punto de vista de el antagonista, a mi me ha resultado muy difícil y te pregunto si en tu relato el antagonista es ¿el propio protagonista y la dificultad para encontrarse a sí mismo en determinado momento de su vida?
    Interpreto que después de un tiempo se ha vuelto a encontrar a sí mismo.
    Elba me ha gustado tu trabajo, breve, sencillo, elegante y emotivo.
    ¡Volveremos a leernos!
    Saluditos.

    Escrito el 17 noviembre 2016 a las 18:21
  2. 2. Menta dice:

    Hola Elba: me ha gustado mucho tu relato. Me sorprende que yo al principio también pensé en describir a mi doble en un espejo.

    Me ha gustado la estructura: presentación, nudo y desenlace. El espejo es un símbolo de tu conciencia.

    La imagen que nos cuentas en la presentación, es la de la infancia.
    En el nudo desaparece la imagen. Vida caótica de Adulto.
    En el desenlace os volvéis a encontrar. Muy sencillo y muy bueno.

    Me he perdido en la parte del nudo, desde: ¿Dónde se ha ido? … hasta: sin contacto visual, sin contacto. Por algunas frases en las que no sé si ha vuelto, si ha vuelto viejo o no ha vuelto. Repásalo para ver si tengo razón en que está un poco confuso.

    Por hoy nada más, felicidades por el relato y gracias por compartirlo con todos nosotros, Menta

    Escrito el 17 noviembre 2016 a las 23:07
  3. 3. Leosinprisa dice:

    Hola Elba,

    Has escrito con mucha profundidad, expresando sentimientos de una forma expresa y contundente.

    Una buena narración que nos refleja a todos en nuestro doble ingenuo en la infancia, con todo por vivir y la experiencia de adulto, con todo ya vivido.

    Solo decirte que has separado los signos de interrogación y exclamación, no sé la razón de ello, si es por culpa del tipo de escritura que tienes implementado en tu ordenador o no te has dado cuenta, por lo demás lo veo perfecto.

    Ha sido un placer leerte. Un saludo

    Escrito el 18 noviembre 2016 a las 10:50
  4. 4. Isan dice:

    Hola Elba:

    Me he decidido por tu relato ya que le he visto pocos comentarios y quería saber el motivo. Tal vez porque no te han comentado los tres que están encima de tu relato y porque has hecho pocos comentarios a otros. Ya sabes si quieres que te comenten tienes que comentar. Esto de analizar y que te analicen es muy enriquecedor. Primero te digo algunas cosas que yo cambiaría.

    Además de las separaciones entre palabra y los signos (¿¡) que ya te han dicho, hay un par de acentos que se te han colado en “rehúye” y en “mí” en la frase “aún vive en mi, soñando tiempos mejores.”

    También veo que has abusado de la mirada. Me refiero a la palabra: Mirando, mirándome, mirándome, mirada, mirarlo, mirada, miré, mirándonos. También me han parecido excesivos los posesivos MI que has puesto.

    Conviene que separes más los párrafos con espacio doble entre ellos y con alguno otro más para hacer la lectura más fácil visualmente.

    Lo del reto opcional, no sé si está cumplido como dices, yo no lo veo. Aunque no tiene ninguna importancia.

    En cuanto al relato me ha sorprendido gratamente. Buen dominio del lenguaje. Frases cortas que definen bien el estado y la relación imprimiendo un ritmo alegre. Sobre todo en el primer párrafo.

    Esta frase “Relajado, satisfecho en mi centro le miré” no he terminado de entender qué es el centro. ¿Tal vez él mismo?

    También me ha gustado la brevedad ya que con la mitad más o menos de palabras que podías usar, has hecho un relato completo.

    En definitiva, puedes estar satisfecha del relato, como tu protagonista de sí mismo.

    Un saludo

    Escrito el 10 diciembre 2016 a las 20:56

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