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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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EL ARTE DEL DOBLE - por lectora70

Dicen que todos tenemos un doble en alguna parte…Y qué razón tienen.

Aquella mañana llegué temprano a la comisaría. Los últimos robos de cuadros de gran valor de varias colecciones privadas, cometidos en las viviendas de los coleccionistas, les traían de cabeza. El comisario Martín, supuse, no lo estaría pasando nada bien. No era el primer caso que no resolvía. Y todo el mundo sabe que para un policía un caso sin resolver es como una mancha en su expediente.

—Buenos días Pedro Granados—dijo el comisario.
—Buenos días—contesté yo.
—Hacía ya mucho tiempo que no te veía, que no sabía nada de ti. Pero mira por dónde tu nombre suena otra vez.
—Y ¿de qué me acusa? si puede saberse.
—De lo mismo de siempre. No te hagas el listo conmigo.
—No pretendo hacerme el listo, pero como ya sabe, nunca he estado acusado oficialmente de nada ¿o me equivoco?
—Bueno, vamos al tema ¿Dónde estuvo usted el pasado día 17 por la noche?
—Vaya, ¡cuánta formalidad de repente! ¿Ya no me tuteas? ¿Ahora me llamas de usted?
—Limítate a contestar las preguntas, ¡ya!
— Vale, vale. No se ponga usted así hombre. Fui al hotel Emperatriz a tomar una copa al bar.
—¿A qué hora llegó?
—Creo que sería algo más de las diez.
—¿Estuvo mucho tiempo?
—Me fui de allí sobre las doce y media
—¿Habló con alguien?
—Pues sí. Estuve charlando con una chica.
—Sabe que lo comprobaremos ¿verdad?
—Por supuesto. No les miento.
—Y no sabe nada de los robos de unos cuadros que se vienen produciendo desde hace varios meses, ¿no?
—No. No sé más que lo que se cuenta en los periódicos.
—Muy bien. Puede marcharse. Procure estar localizable por si le necesitamos.
—Claro. No hay problema.

Me fui de allí pensando en lo ignorantes que eran todos aquellos policías. No atraparían a un ladrón ni aunque lo tuvieran delante de sus narices.

Como me imaginaba, me volvieron a llamar al cabo de unos días. Me hicieron pasar a una sala de interrogatorios y apareció el comisario Martín. Me preguntó lo mismo que la otra vez. Me dijo que habían cotejado mi historia y que parecía verdadera pero que algo no le cuadraba. Directamente me dijo que sabía que yo era el ladrón y que conseguiría demostrarlo.

—Eres un viejo conocido de la policía, lo sabes. Se te ha relacionado con muchos robos de obras de arte, aunque nunca te han pillado ni con el botín ni con las manos en la masa—dijo el comisario.
—Usted lo ha dicho. Nunca han podido relacionarme con esos hechos que cuenta. Lo mismo que ahora. No tienen ninguna prueba de que fui yo. De lo contrario estaría detenido y no aquí hablando.
—Hemos terminado por ahora.

La siguiente vez que vi al comisario fue cuando me llevaron detenido acusado de los robos de cuadros. Estaba seguro de que éste día nunca llegaría, pero me equivoqué.

—Buenas tardes, Pedro. Ya sabes por qué estás aquí. Te voy a contar una historia que me pasó el otro día. A ver si tú eres capaz de aclararme el resto. Ayer estuve en una exposición de fotografía y mira tú por dónde me encontré contigo. Sólo que no eras tú, sino Mauro. ¿Te suena de algo ese nombre?
—A ver….déjeme pensar…no. No me suena de nada.
—Es mejor que me cuentes cómo lo has hecho. Mauro nos ha contado cómo y cuándo os conocisteis y el trato que hicisteis. Y sabemos que no eres tú al que se ve en las grabaciones. En los vídeos se ve a un hombre fumando porque no sólo le grabaron las cámaras de los lugares a los que iba, sino que, también se le ve por la calle. Tú no fumas y Mauro sí. Ahora queremos tu versión de los hechos.
—Ésta bien. Le diré lo que pasó. Un día, por casualidad, me topé con Mauro en un ascensor. No me lo podía creer. ¡Éramos idénticos!. En aquel momento ya tenía en mente hacerme con ciertas obras de arte sin tener claro aún cómo. Pero al verle lo tuve muy claro. Sería mi coartada. Y ese fue el trato que le propuse. Le pagaría a cambio de que él estuviera en ciertos lugares, dónde hubiera cámaras que le grabarían, determinados días a unas horas concretas, mientras así yo me llevaba los cuadros.
—Y los cuadros ¿dónde están?
—Eso, no se lo diré nunca.
—Lo averiguaremos.

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10 comentarios

  1. ¡Vaya policía! Bueno el relato, me resultó entretenido. Los párrafos fluyen con facilidad, lo que hace agradable la experiencia del lector.

    Espero tus próximos trabajos. Mi relato es el número uno de la lista.

    Saludos.

    Escrito el 18 noviembre 2016 a las 02:25
  2. 2. Wolfy27 dice:

    ¡Me ha gustado mucho la historia, la he encontrado bien estructurada y además muy original!
    Lo único que puedo decir es que “solo” ya no se acentúa ( es una reciente actualización de la rae).
    ¡Espero seguir leyéndote!

    Escrito el 18 noviembre 2016 a las 11:23
  3. 3. Wyrell dice:

    Hola, he de decir que es el primer comentario que dejaré en la web por este taller 😀 (aclaro por si esto se vuelve extraño para ambos)
    Ahora, como dijo Jack, vamos por partes.

    Me gusta la forma en la que escribes, es fácil de seguir y ameno. La historia es simple pero cumple su objetivo de entretener al lector hasta el final, es cierto que quizás peque de ser predecible pero eso no quiere decir que sea algo malo.

    Lo que puedo remarcar es el exceso de “Me`s” que aparecen en los párrafos luego del primer diálogo entre el Pedro y Martín, por lo demás nada que acotar. (Ahora me pica la curiosidad por saber dónde quedaron los cuadros :/)

    Si te gusta la ciencia ficción/terror y te interesa leer mi relato, es el cuarto de la lista.

    Un saludo.

    Escrito el 18 noviembre 2016 a las 16:57
  4. 4. Marazul dice:

    Hola, lectora 70
    Como soy tu vecina me toca comentar tu texto. Lo hago encantada, porque me ha gustado bastante. Es un relato ligero y fácil de leer. Entretenido. Personalmente detecto una pequeña dosis de humor, que a mí siempre me gusta. Y me refiero a esa chulería del ladrón, y ese “pulso” entre sospechoso y policía. También me ha gustado el título con doble sentido. Muy apropiado al tema.
    Sólo decirte que en el terreno formal yo pondría “diecisiete” así con letra. Los números cortos se suelen poner con letra. Alguna coma que falta: “¿de qué me acusa? si puede saberse (la coma después del cerrar la interrogación). Y también repasa los guiones en los diálogos.
    Por ejemplo: “—Buenos días Pedro Granados—dijo el comisario”. Lo correcto sería: —Buenos días, Pedro Granados —dijo el comisario. Fíjate que hay un espacio entre Granados y el guión de la acotación.
    Son pequeños errores que cometemos la mayoría, y que poco a poco vamos corrigiendo y mejorando.
    Por lo demás, me ha gustado tu relato independientemente de que cumpla el reto o no. Sinceramente no lo sé. Si tienes un momento explícamelo, por favor.
    Un saludo y hasta la próxima

    Escrito el 18 noviembre 2016 a las 19:36
  5. 5. Laura dice:

    Hola Lectora70.
    Relato muy fácil de leer, agradable y muy realista en el diálogo con el policía, quien, a menos que se choque con el ladrón, no puede resolver el robo.
    Velozmente pasas al final, cuando te has tomado gran despliegue con el inicio. Tal vez la limitación de las 750 palabras te impidieron un desarrollo más detenido de la esencia del relato.
    De todos modos, un relato muy llevadero.
    Nos leemos

    Escrito el 19 noviembre 2016 a las 12:07
  6. 6. Alush dice:

    Gracias por comentar mi cuento.
    La historia me parece ingeniosa pero algo en la forma de escribir no me resulta ameno. Soy nueva en esto de escribir y no estoy segura como explicar lo que sentí.
    Tal vez le falta algo de complejidad o profundidad en el estilo. Tomalo como alguien que recien empieza con este arte de escribir.
    Te sigo, y tal vez descubra algo nuevo.

    Escrito el 19 noviembre 2016 a las 17:13
  7. Regreso un momento después de mucha ausencia en este blog, el relato me gusto, es entretenido, y el lenguaje fluido, no es pesado, la historia es sencilla, lo que la hace más interesante.
    Para mi gusto, en el final quizás por lo corto del relato, pero siento que la confesión del ladrón es muy expontanea, no opone resistencia al policía, el policía tampoco explica, con algún detalle que tipo de información tiene, para que se vea que con ella presiona al ladrón para confesar el o los crímenes, por lo que considero que hizo falta más tensión en el tema, repito quizás por lo corto del texto no fue posible desarrollar otras habilidades a las que daba lugar el tema. Pero en términos Generales me parece un muy buen relato.

    Escrito el 20 noviembre 2016 a las 02:58
  8. 8. Perla Preciosa dice:

    Hola, Lectora70:
    Me ha encantado la originalidad del ladrón: todo el mundo no codicia cosas tan interesantes. Si además puede ocultarse en otra persona, ¡fenomenal! Resulta muy ameno, ágil de leer y fresco, en cuanto a su forma y contenido. Si te apetece comentar el mío, estoy en el 92.

    Escrito el 21 noviembre 2016 a las 13:58
  9. 9. Tamara dice:

    Hola
    De tu relato te puedo decir que me ha gustado mucho, porque soy muy fan de las historias con muchos diálogos, no sé, creo que me ayudan a empatizar más con los personajes y a sumergirme más con la historia.

    Como ha dicho por ahí arriba, por poner un pero, diré el exceso de “me” en algunas frases pero por lo demás, perfecto.

    Espero leer más cosillas tuyas.
    Un saludo

    Escrito el 21 noviembre 2016 a las 21:14
  10. 10. Jean Ives Tibauth dice:

    Hola Lectora.

    Aunque totalmente predecible desde el principio, el texto me ha gustado. Como dicen los compañeros es fácil de leer y entretiene y es verdad que el ladrón tiene un punto chulesco que le dota de carácter.

    Nos seguimos leyendo.

    Escrito el 21 noviembre 2016 a las 22:01

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