Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

MI DOBLE - por maria jesus hernando navas

Dicen que todos tenemos un doble en alguna parte… y éso es lo que yo necesitaba esa tarde al salir del trabajo. Rumiaba con melancolía todo lo ocurrido a lo largo de la jornada, fastidiosos caprichos de la jefatura que me iban a obligar a renunciar a mi organizada vida. Llegué a casa en la mitad de tiempo de lo que era habitual y decidí que lo mejor era darme una ducha, larga y a la temperatura más alta que pudiera resistir, para recuperarme.
Tiré los zapatos al buen tun tun y la ropa cayó en desorden por aquí y por allá ,pero esto lo hacía siempre así que no había que alarmarse. Solo ante el espejo del baño, me di cuenta de lo indignada que me encontraba: los ojos acuosos, como si dentro hubiera un océano de agua, la cara larga, los labios una línea, y las orejas como un hierro candente. El agua me aliviaría.
Ignoro cuánto tiempo estuve bajo la alcachofa, quería que el agua barriera todo mi cuerpo, una y otra vez. Imaginaba que, así, se estaba llevando mi piel y poco a poco me nacía otra que iba tomando cuerpo, se hacía gruesa y firme inmune a los ataques o, mejor todavía, con poder para repelerlos sin cargos de conciencia. El teléfono interrumpió mi ensoñación.
No había tenido la picardía de de llevarme el inalámbrico, así que tenía que salir para saber qué ocurría. Aunque en ese momento no tenía fuerzas para ocuparme de nadie podía ser la llamada urgente de cualquiera de los muchos que dependían de mi: mis padres, alguno de mis tres hijos, mi marido….o alguna de mis hermanas que necesitaba una ayuda económica inaplazable.
“Total, ya iba a salir!”, me dije. Y con la toalla envolví mi cuerpo ante el espejo. Ya no era la misma. Mi pelo mojado y en desorden, las pupilas dilatadas, pálida , como a punto de sufrir un desmayo. Incluso vi en la barbilla un principio de verruga que sin duda comenzaría a crecer y crecer en los días siguientes. Era la que siempre me hubiera gustado ser, mi doble. Ahora la fiesta podía comenzar.

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

6 comentarios

  1. 1. Cryssta dice:

    Hola Mª Jesús, tu relato es el primero que me toca comentar.

    Tu relato me ha gustado aunque hay algunas cosas que me descolocan un poco. Te diré las cosas que veo mejorable:

    – para que el texto se lea con más claridad es conveniente que dejes más espacio tras un punto y aparte

    – “eso” no se acentúa

    – “y por allá, pero…”

    – es raro que haya tardado tanto tiempo en darse cuenta de lo indignada que está

    – “me nacía otra que iba tomando forma” queda mejor y además así no repites “cuerpo en el mismo párrafo”

    – ¿por qué habría de alarmarse alguien porque la protanista se quitara la ropa y la dejara tirada por el suelo?

    – “y firme, inmune…”

    – “no había tenido la precaución de llevarme…” la picardía es otra cosa

    – una coma tras “ocuparme de nadie”

    – “dependían de mí”

    – por mucho que haya cambiado la piel (o eso he entendido) se me hace extraño que esté pálida habiendo usado agua muy caliente, en todo caso estaría enrojecida

    – “El pelo mojado” ya sabemos que es suyo

    – no entiendo muy bien la frase final ¿a qué fiesta se refiere? puesto que se ha convertido en su doble creo que quedaría mejor decir “Ahora la vida podía comenzar”

    Creo que dándole una vuelta al texto para que quede todo más claro te quedará muy bien.

    Un abrazo

    Escrito el 17 noviembre 2016 a las 12:00
  2. 2. Inma Calvo dice:

    María Jesús, creo que más que cambiar algún término o incluir signos de puntuación, lo que le hace falta a este relato es incluir el factor sorpresa que le viene que ni al pelo con el agua y con la ducha. Si es otra la que sale al descorrer la cortina…que sea otra con un signo de diferencia bien marcado que la distinga de la gemela que se ha ido con el agua corriente (no sé si me explico). ¿Ya no eras la misma? ¿Por qué? ¿Por el pelo revuelto y las pupilas dilatadas? La protagonista descubre branquias en su costado, una calva…un punto claramente diferenciador… 🙂

    Escrito el 17 noviembre 2016 a las 17:44
  3. 3. Wanda Reyes dice:

    Hola Maria Jesus. No soy de las que se pone a revisar ortografía pues no es mi fuerte, ni lo que es la estructura. A mi lo que me gusta ver en los relatos es a la persona que lo escribe y que tanto de ti me imagino esta puesto en ellos, pues eso nos hace relacionarnos con el personaje. Te diré que me pareció interesante porque como lector me identifique con tu personaje, a todos nos pasa que queremos huir de todos y el hecho que no llevara el teléfono lo entiendo. Siento que el hecho en que digas que eras otra al verte al espejo no te referías a un cambio físico, sino a un cambio interior. Como lo describes eres alguien mas fuerte pues has reflexionado los problemas que tuviste y esta lista a enfrentarlos. Creo que todos los días estamos sujetos a un cambio para poder enfrentar o solucionar los problemas que se nos presentan.Bueno eso es lo que yo interpreto no se si así sea.
    Te invito a que leas y comentes mi relato es el #133

    Escrito el 17 noviembre 2016 a las 22:38
  4. 4. María Esther dice:

    Hola María Jesús,he leído tu relato, que venía muy claro y sencillo, pero algunas cosas al final son un poco confusas.
    No se, tal vez elaborarlo un poquito más.porque la sensación que me da es que termina de golpe.
    Un saludo y te invito a pasar por el mío,
    Maritel 140

    Escrito el 25 noviembre 2016 a las 04:25
  5. 5. maria jesus hernando navas dice:

    Hola a tod@s muchas gracias por vuestros comentarios. En todos hay parte de razón y así aprendo mucho. Os pido disculpas por haber tardado tanto en contestaros pero se me escurre el tiempo. Hoy voy a intentar comentar los que me siguen en la lista y alguno más. Un abrazo.,

    Escrito el 28 noviembre 2016 a las 18:19
  6. 6. Olivia dice:

    Hola María Jesús: A mí me ha pasado igual que a otra compañera. Me ha gustado el relato y la narración me ha enganchado, pero me he quedado un poco helada con el final. No acabo de entenderlo. La protagonista se supone que sale “nueva” de la ducha pero se describe como: …”Mi pelo mojado y en desorden, las pupilas dilatadas, pálida , como a punto de sufrir un desmayo” y luego dice que la “fiesta puede comenzar…” no sé si la chica que salió en ese estado de la ducha tendría ganas de fiesta… interpreto que lo de la fiesta es un decir, pero entonces, ¿a qué se refiere?

    Escrito el 28 noviembre 2016 a las 22:45

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.