Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

Final de la Reina - por Altair Midnight

Web: http://paginasalalba.blogspot.com

Dicen que todos tenemos un doble en alguna parte. Que, entre el mar de rostros que compone la humanidad, podemos encontrar una copia del nuestro. Dos caprichos del destino que, como dos estrellas fugaces, fueron a caer en dos lugares aleatorios de la realidad.
Lo que Lucy no sabía era que, aquella noche, ella tendría que acabar con el suyo.
–Debes hacerlo –le había dicho Démeter con su voz metálica. –El maestro lo exige.
–Pero jamás he matado a nadie –replicó Lucy, aún vestida con su forma quimérica.
La idea de segar una vida era para Lucy aterradora. Tener la decisión de si tu víctima vive o muere en tus manos… Y sin embargo, ella sabía que aquel asesinato era la misma razón de su existencia, el propósito para el cual el caprichoso destino la había diseñado.
La primera vez que se había encarnado y había adoptado su forma humana, las demás quimeras la contemplaron complacidas. Bailaban a su alrededor con sus formas incorpóreas, siseaban en el lenguaje onírico que todas hablaban, celebraban su advenimiento.
Durante años, la Princesa de Cristal había sido el terror de las quimeras. Antes de su aparición, cruzaban el Umbral a sus anchas, causaban estragos entre los humanos, eran temidas y veneradas. Sin embargo, desde que la Princesa de Cristal se armó de valor y empuñó la temida Lanza de Amatista, las tinieblas se replegaron, y las quimeras se vieron obligadas a confinarse de nuevo en el plano onírico al que los dioses las habían condenado tantos eones atrás.
Pero todo cambió con la llegada de Luciranides, o Lucy, como a ella le gustaba ser llamada. Cuando Lucy fue soñada por primera vez, cuando su forma quimérica se materializó por vez primera, todas supieron que las tinieblas reinarían una vez más en el plano real, más allá del Muro de Espinas que dividía ambas realidades.
La noche en la que la luz cayó, Lucy atravesó el Muro Espinado a través de sus enrevesados recovecos, y las puntiagudas espinas rasgaron su esencia. No sintió dolor, pues en su mente la única sensación que tenía cabida era el punzante nerviosismo que la dominaba.
Cuando se materializó en los jardines de aquel castillo de muros blancos, sus delicados pies humanos se estremecieron al notar el frío rocío nocturno sobre el césped. Su cuerpo de mujer, pequeño pero fuerte, brillaba desnudo bajo la luz de la luna. Su recién encarnada piel se erizó, y sintió la necesidad de cubrir su cuerpo.
Solo con pensarlo, un vestido, en apariencia de tela blanca, cubrió sus formas. Vio su reflejo en un estanque, y un escalofrío recorrió su falsa espina dorsal. Era la viva imagen de aquello que más temía. La pesadilla con la que sueñan las pesadillas. La Reina de Cristal.
Se dirigió a las puertas del castillo con paso tranquilo, sabiéndose dueña de todo cuanto sus ojos podían ver. Los dos guardias, por supuesto, fueron incapaces de notar el engaño.
–Majestad –dijo el más al alto a modo de saludo. Su voz sonaba sorprendida y extrañada. –¿Cuándo habéis salido del castillo? ¿Y qué hacéis aquí a estas horas?
–¿Debe una Reina dar explicaciones a nadie? –contestó Lucy con el tono más autoritario que fue capaz.
–Por supuesto que no –contestó el otro guardia, y ambos le permitieron el paso.
No le llevó mucho tiempo encontrar lo que buscaba.
En la enorme cama con dosel, descansaba aquello que había venido a buscar. Una mujer diminuta pero fuerte, con largos cabellos dorados como la luz del sol que Lucy tanto detestaba. Era tan extraño verse a sí misma tendida en aquel lugar… Era como si se encontrara sumida en un extraño viaje astral.
No. Aquella no era ella. Aquella era el terror hecho carne. Y ella la heroína que le pondría fin. Pero sus ojos verdes se abrieron, y ambas miradas chocaron.
–¿Pero qué? –fueron las primeras palabras que los delgados labios de la Reina de Cristal pronunciaron, aún con voz de dormida.
–Monstruo –susurró Lucy apretando los puños.
–Curioso calificativo viniendo de algo como tú –contestó la mujer. Se incorporó en la cama con parsimonia y se sentó en el borde sin dejar de mirar a Lucy.
–Eres tal y como cuentan las historias –susurró Lucy, muerta de miedo.
Las miradas de las dos se lanzaron en un frenético baile lleno de tensión. Lucy se reconocía en cada milímetro de la Reina. Frente a su cuerpo, en el aire, surgió un puñal quimérico.
-Reina de Cristal, he venido a matarte.

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

12 comentarios

  1. No leo muchos textos de corte fantástico, así que me resultó interesante encontrarlo aquí. Buenas las metáforas, para plasmar ese mundo que tienes en tu imaginación.

    Para mejorar: me resultó un poco reiterativa la estructura de las tres primeras ideas, donde usabas un “enunciado que”, “coma”, “aclaración”, “coma” y #fin del enunciado”.

    Espero leer tus próximos trabajos.

    El mío está en el número uno.

    Saludos.

    Escrito el 17 noviembre 2016 a las 20:42
  2. 2. José Luis Jaimes dice:

    Hola Altair Midnight. Eres el primer relato de los tres obligados por la consigna del taller. Ha sido un placer encontrarme con tu cuento y recorrerlo cómodamente,atrapado por la historia en todo momento. Tus construcciones gozan de precisión,solidez y escribes de manera fluida.Me parece muy bonita la imagen de:”la pesadilla con las que sueñan las pesadillas”
    Ahora te devuelvo una critica mínima. En la séptima línea, después del punto y seguido continúas con:”Tener la decisión de si tu víctima vive o muere en tus manos…” que la escucho como una reflexión moral del narrador y no de Lucy, siendo que el texto inmediato anterior dice:”La idea de segar una vida era para Lucy aterradora.” En la línea 14 dices eran temidas y veneradas y en la 15″Sin embargo…empuño la temida lanza de Amatista…”, una repetición que raspó poca cosa en la lectura.
    He disfrutado e leerte. Me asomaré con más detenimiento a tu blog y espero seguir leyéndote en la próxima. Saludos!.

    Escrito el 17 noviembre 2016 a las 21:10
  3. 3. C. Belasco dice:

    Maravilloso tu relato. Me ha encantado. Está lleno de magia y es muy evocador. Usas hermosas imágenes, que logran transportar a otro mundo. Me fascina que logres crear un relato tan potente siendo tan corto. ¡Me encanta leerlo desde el punto de vista de la antagonista. Me ha dado muchas ganas de leer más sobre este mundo y estos personajes. Los nombres que les has dado tienen mucha resonancia: “Reina de Cristal” o “Muro de Espinas”. Hay frases redondas como “La pesadilla con la que sueñan las pesadillas”, o “con largos cabellos dorados como la luz del sol que Lucy tanto detestaba.”. Soy lectora habitual de género (más de ciencia ficción, pero he leído mucha fantasía y terror) y quizá por ello me gusta tanto tu relato, pero su tono de cuento de hadas me ha fascinado. Espero que lo continúes. 🙂 (No he advertido ningún error, además. Muy bien escrito!)

    Escrito el 17 noviembre 2016 a las 23:51
  4. 4. Wyrell dice:

    Hola Altair, ¿cómo te va?

    Antes que nada te agradezco por haber pasado por mi relato, de no hacerlo seguramente nunca hubiera visto tu relato (no por nada en especial, sino por falta de tiempo y la gran cantidad que hay en el taller) y eso hubiera sido una pena, pues la fantasía es uno de los géneros que más me gustan, junto a la ciencia ficción claro.

    Paso a comentar lo que me pareció:

    La historia está bien contada, se sigue sin problemas y engancha con facilidad. Me gustó mucho como están hechos los diálogos, ermiten una inmersión casi perfecta en el relato (y digo casi porque, por lo corto que es, no tiene suficientes como para sumergirte del todo).
    Lo que más me atrajo del relato fueron las metáforas del primer párrafo, bien hecho!

    Encontré pocos errores y la mayoría ya te los han resaltado. Nada más que aportar aquí.

    Espero leer más de tus relatos.

    Un saludo.

    Escrito el 21 noviembre 2016 a las 23:16
  5. 5. Verso suelto dice:

    Hola Altair, por mi forma de escribir no soy muy de fantasía, pero en este caso no ha sido así y he disfrutado leyéndote. Envidio tu capacidad para jugar con tu imaginación y con la del lector; ya me gustaría a mí liberarme un poco de las ataduras de la lógica cartesiana que, en ocasiones, mata un buen relato.

    En el plano formal, hay una cosa que me ha despistado: la frase

    “Las miradas de las dos se lanzaron en un frenético baile…” no debería ser “Las miradas de las dos se enlazaron en un frenético baile…” o “Las miradas de las dos se lanzaron a un frenético baile…”

    Escrito el 22 noviembre 2016 a las 11:42
  6. 6. Jean Ives Tibauth dice:

    Hola Altair.

    Me ha gustado mucho tu relato. A pesar de que al principio me parecían muy forzadas las referencias a la Lanza de Amatista o al Muro Espinado, por poner algunos ejemplos, los obvié rápidamente para poder disfrutar de la historia.

    Me encantaría leer el relato completa hecha novela. Tiene muy buena pinta.

    Muchas gracias por pasarte por mi relato.

    Nos seguimos leyendo.

    Escrito el 22 noviembre 2016 a las 16:35
  7. 7. Javier López dice:

    Hola, si bien leo todo tipo de géneros, la fantasía ha sido siempre uno de mis favoritos. Por eso he seguido tu recomendación y me he pasado a cotillear. Me gusta como has creado una trama a modo de prólogo de lo que sería una historia o un mundo más grandes. Empleas metáforas con maestría descriptiva y avanzas en la presentación mientras desentrañas el nudo. Todo muy compacto pero no le falta nada. Quizá echo en falta un desenlace, ya que solo te ha faltado poner “Continuará”. Un placer leerte. Saludos.

    Escrito el 22 noviembre 2016 a las 22:35
  8. 8. Isan dice:

    Hola Altair:

    He entrado en tu relato por la curiosidad que has despertado con tu hábil propaganda en los comentarios de inicio.

    Una vez leído me parece correcto hacerte un breve comentario. Este género de fantasía no me va mucho o nada, así que poco puedo aportar. Además ya lo han hecho otros a quienes sí les gusta. No obstante me ha parecido bien estructurado y desarrollado.

    Me ha llamado la atención que repita la palabra quimera. No son muchas, pero para mí ha tenido la suficiente fuerza como para notarlo.

    Estoy de acuerdo con el comentario de Germán sobre las comas.

    En esta frase “En la enorme cama con dosel, descansaba aquello que había venido a buscar.” Yo no pondría AQUELLO ya que se trata de una persona, ya sabía que era una persona. Nada una minucia.

    Otra minucia: Pones Muro de Espinas y Muro Espinado. Seguramente has hecho esa variación por encontrarse ambas muy próximas, pero creo que, al ponerlas con mayúsculas, es que se llaman solo de una forma, la primera o la segunda, luego ambas deben llamarse igual, si no habría que poner minúsculas, como algo común.

    En los diálogos hay dos “—susurro Lucy” muy próximos.

    Algo con más importancia es la forma de separar las oraciones con doble espacio y no solo punto y aparte, para que no quede todo el texto apelotonado.

    Enhorabuena, me ha parecido un texto muy imaginativo.

    Escrito el 25 noviembre 2016 a las 02:04
  9. 9. Isan dice:

    Se me olvidaba comentar que los diálogos se acotan con guión largo o raya (—) que se consigue tecleando alt+0151. Es esta página hay un tutorial sobre este tema.

    Escrito el 25 noviembre 2016 a las 02:08
  10. 10. Fatima C.García dice:

    Hola!

    Me ha alegrado encontrar un relato de fantasía. Amo este genero.
    Pero he he decirte que no me parece un reato si no un trozo de un capitulo o un prologo de una novela.
    También me ha chocado la repetición de la palabra, quimera. Aunque eso como otras cosas ya te las han dicho.

    Por lo demás creo que consigues plasmar en pocas palabras el ambiente y es fácil imaginar los acontecimientos que vas narrando. Me gustaría leer una continuación de esta, para mi, “novela”.

    Un saludo!

    Escrito el 25 noviembre 2016 a las 21:47
  11. 11. SBMontero dice:

    Este texto es el ejemplo más claro de que se puede contar lo que sea, que si se escribe bien es entendible, asequible y se puede leer con toda tranquilidad.

    Los personajes están sorprendentemente bien construidos y, para ser un relato fantástico, son muy creíbles. Eso es algo que mucha gente que escribe en géneros más “cercanos” debería aprender a hacer.

    La historia es ingenua, suave, simple, limpia y deja un regusto anhelante -ojo, no es algo malo, todo lo contrario-, bajo mi punto de vista la fantasía siempre debe pivotar sobre pilares que despierten nuestra ingenuidad, nuestra capacidad para imaginar y ver cosas que sabemos irreales donde sabemos que no están, ni estarán jamás. Hay verdades que viajan desde Peter Pan hasta Juego de Tronos, en este último tal vez más escondidas, que todos disfrutamos como niños… aunque digamos lo contrario.

    En materia formal hay algún fallo, por ejemplo, te sobran palabras, pero no es algo terrible, vamos, que se soluciona con alguna tontería y, desde luego, no rebaja la calidad del texto en lo más mínimo.

    Sí quisiera aclarar que NO estoy de acuerdo con los comentarios que se han hecho sobre el uso de “aquello” en “(…) descansaba aquello que había venido a buscar (…)”, porque para el personaje de la quimera ESaquello“, una cosa que mantiene apartado a su pueblo. Es más, me parece una forma muy inteligente de humanizar a quien se supone no es humano, y deshumanizar a quien sí lo es. Bajo mi punto de vista es un uso muy acertado del pronombre en ese contexto.

    Coincido con Fátima C. García en que me gustaría leer una continuación que, no sé por qué, me barrunto ya anda por ahí, en alguna libreta escondida.

    Sigue escribiendo… por favor.

    Un saludo.

    Escrito el 26 noviembre 2016 a las 12:15
  12. 12. Altair_Midnight dice:

    German Lafranco:

    Muchas gracias por pasarte a leer y por tu aclaración en cuanto a la repetición. La estructura no es casual, pero es cierto que tanta repetición puede resultar cansina para algunos lectores 🙂 Será un placer recibir tu visita nuevamente y me alegra que te haya gustado este pedacito de mi mundo.

    José Luis Jaimes:

    Gracias por la visita y el comentario. Gracias por los halagos, y miles de ellas por las críticas constructivas. Suscribo lo que comentas, quizá fruto de la falta de revisión, ya que a mí también me chirría la redundancia e intento usar un vocabulario más amplio.

    C. Belasco:

    Muchísimas gracias por tus amables palabras. Me alegra mucho que te haya gustado y que la atmósfera folclórica de cuento de hadas que intento plasmar en las líneas te haya llegado. La verdad es que es muy difícil crear una imagen así en tan reducido espacio, pero es una de las cosas más bonitas del taller, cómo en tan pocas palabras pueden contarse tantas cosas. Gracias a esta entrada he vuelto al redil de la fantasía, y este pequeño relato está siendo ampliado en un cuento de unas 5.000 palabras.

    Wyrell:

    Gracias por tu crítica. Me alegra que hayas disfrutado con el relato, yo también lo hice con el tuyo y espero tu entrada el próximo mes 🙂

    Verso suelto:

    Muchas gracias por tu comentario. Tienes razón con esa preposición que comentas, y la opción que ofreces de “enlazarse en” es absolutamente evocadora y muy adecuada con el tono de la historia. Gracias también por tu texto, espero leerte el mes que viene.

    Jean Ives Tibauth:

    Gracias por tu comentario. Como ya he comentado, estoy ampliando el relato en un cuento de unas 5.000 palabras, cuando esté listo lo pondré por el blog, un saludo y espero tu relato el mes que viene 🙂

    Javier López:

    Muchas gracias por tu comentario. La verdad es que es lo malo de improvisar todas las palabras del tirón, que me quedé sin palabras justo en el momento de más tensión.

    Isan:

    Gracias por tu visita y por tu minucioso comentario, ha sido enormemente enriquecedor. Es cierto que, en un relato tan pequeño y descontextualizado, puede chirriar la palabra quimera. Lucy y los de su especie son quimeras, seres que fueron desterrados a vivir en el plano onírico por representar una amenaza para los humanos. Por eso, cada vez que hablo de ella o de algo referente a sus poderes uso la palabra “quimera” o “quimérico”. Además, estoy completamente de acuerdo con tu comentario de la nomenclatura de los elementos importantes, ya que quizá este rasgo sea uno de los más importantes en los cuentos. Debería ser más coherente y llamar al Muro de Espinas igual en todo momento. En cuanto a la diferencia entre el guión y la raya, soy totalmente consciente de ella, tienes razón en que debería empezar a usarla y no dejar al procesador de textos colocarlos a su antojo. De nuevo, gracias por tu análisis. Recibe un cordial saludo.

    Fatima C.García:

    Muchas gracias por tu visita. Me alegra que te haya gustado y que te hayas quedado con ganas de más, con gusto mostraré otro pedacito de esta historia 🙂

    SBMontero:

    Muchas gracias por tu comentario. Lo que más me gusta es cuando veo reflejado en las valoraciones de las personas los valores que intento reflejar mis historias. El pequeño cuentecito de Lucy pretende, de forma sencilla y quizá un tanto naíf, mostrar una ventana a un mundo de fantasía en una perspectiva contraria, que pretende enseñar que en ocasiones los monstruos pueden ser la víctima y los salvadores de la humanidad los despiadados verdugos. Por cierto, completamente acertado en tu comentario del uso del pronombre aquello, ese era justo el efecto buscado, cosificar a la Reina de Cristal y humanizar a Lucy. ¡Un saludo!

    Escrito el 27 noviembre 2016 a las 11:30

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.