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Ágil venta - por miguelhur

Dicen que todos tenemos un doble en alguna parte. Yo jamás lo creí. Hasta ese día. Yo estaba tomando un café, cuando entró. Lo miré, y enseguida pensé «Es él». Estaba seguro, a pesar de no haberlo visto antes en persona. Pero yo había recolectado toda la información personal suya desde que me estafó la compra por internet. Podía verificar sus fotos en los sitios sociales, y era él. Como él no me conocía, me acerqué lo más que pude. No había duda. Pensé encararlo, pero seguramente no habría pruebas, como no las hubo cuando reclamé su estafa. Yo había perdido el comprobante de pago, y el banco no me había dado los comprobantes. Pero seguramente se los daría a un abogado. Entonces me aparté para que no sospechara, porque lo seguiría. Cuando salió del café se dirigió a un local de oficinas. Saludó al conserje, y subió al ascensor. Esperé un tiempo prudencial y me acerqué al conserje. Comencé a buscar en mis bolsillos, mientras le hablaba:
—Buenos días. Ando buscando al empleado… Ya le digo.
Seguía buscando, como si tuviese la referencia perdida.
—Por aquí tengo su nombre. Le dicen Agilven —pero seguía buscando el papel con el nombre en mi bolsillo.
El conserje no reaccionó ante el apodo. Claro, seguramente era su apodo comercial. Seguí mi simulacro de búsqueda, hasta que el mismo conserje me preguntó:
—¿Tiene alguna seña?
Le dije que no, mientras seguía buscando. Entonces me preguntó por su descripción. Se lo describí, y me dijo que se llamaba José, y que estaba en la oficina 8-A. Le di las gracias, y subí hasta el piso 8. Sali del ascensor, bajé por las escaleras para asegurarme de que no me vieran, y busqué a Vicente.
Vicente aceptó el encargo. Era un abogado que conocí y que me hizo unos trabajos. Le encargué el caso. Vicente inició sus pesquisas, me cobró sus honorarios, y averiguó todo sobre José. Finalmente me comprobó que José no tenía la cuenta a la que yo había depositado, pero averiguó que tenía deudas con una empresa pequeña. A instancias mías, conversó con la empresa y entre los dos (costeados por mi) pudieron, finalmente, castigar a José. Bueno, el castigo fue relativamente leve, pero significó un día completo de confrontación judicial, porque José estaba en apuros económicos.
El mismo día de esa confrontación, yo saboreaba mi venganza manteniéndome al tanto por medio de mi celular. Vicente me confiaba que lo harían firmar un compromiso de pago, pero que aún tendría que pasar un buen rato, porque él personalmente se estaba encargando de hacer que no lo soltaran hasta no quedar satisfecho… y lo que parecía una solución simple era siempre torpedeado por Vicente.
Pensé que los gastos estaban siendo justificados, y que la presión sobre José, el compromiso de pago, el día perdido y angustiado, y, posteriormente, mi enfrentamiento, servirían para hacer justicia conmigo y con la empresa a punto de ser estafada. Y mientras miraba complacido mi celular, en espera de otra llamada de Vicente, vi a José. ¿O debía decir Agilven?
No podía entenderlo. Llamé a Vicente, quien me aseguró tener a José sudando ante los trámites que le imponía. Cuando manifesté mis dudas, llegó al extremo de tomar su celular y mandarme la foto. ¡Allí estaba José, en los tribunales! Su cara de desespero fue un placer para mí, pero me dejó atónito al ver a José en la parada del bus. Corrí hacia él, y vi que se montaba en el bus. Tomé un taxi, y le di instrucciones de seguir al bus. Así estuve, hasta que vi a José bajar. Bajé del taxi, y caminé cerca de José. Lo tropecé, y me disculpé con él dándole la mano. ¡Era José! ¡Era Agilven!
Me alejé atónito. Todavía no había reaccionado, cuando recibí la llamada de Vicente.
—Hola. Problema resuelto. Ya José firmó su compromiso de pago, después de que lo hice sudar un rato. Me debes mis honorarios, porque tuve que armar un lio enorme para poder mantenerlo más tiempo del normal. Ahora hablamos, que voy a buscar mi carro.
Cerré la conversación. Mientras, sin saber que pensar, recordé las palabras iniciales. Dicen que todos tenemos un doble en alguna parte.

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4 comentarios

  1. 1. Yoli dice:

    Hola Miguelhur
    Esta bien tu relato, está muy bien escrito, no he visto faltas de ortografía. Me gusta la confusión que hay casi al final del relato, el no saber si José esta en los tribunales o no.
    Saludos

    Escrito el 17 noviembre 2016 a las 13:07
  2. 2. Fatima C.García dice:

    Hola! Soy tu vecina de arriba!

    Yo no soy ninguna experta ni en ortografía ni en gramática pero me han chocado algunas cosas. Y esto solo es una humilde opinión de alguien que está verde, verde.

    Una puntuación un poco rara. Veo muchas comas delante de la conjunción “y”. Hay algún punto que debiera ser una coma y viceversa. Nada que nos e pueda solucionar haciendo un repasillo.
    He visto también alguna palabra repetida que me ha sonado mal.
    Con respecto al contenido… pues creo que está bien pero hay cosas que no me cuadran mucho.
    El inicio y el final. El protagonista dice que ese día, el día que persigue a José, descubre que existen los dobles pero en realidad no lo descubre hasta que no ve al doble de José en la parada. (Días diferentes)
    Y me suena un poco forzado el recurso de empezar y terminar con la misma frase y más si no está justificado.
    ¿Cómo recuerda las palabras “dicen que todos…” si nunca las pensó antes de eso?

    Mira, algún ejemplo de lo que te decía:

    Yo había perdido el (comprobante) de pago, y el banco no me había dado los (comprobantes). Pero seguramente se los daría a un abogado.
    – el punto de antes del pero lo hubiera cambiado por una coma.
    – en vez de volver a decir comprobante podías a ver puesto un demostrativo. “y el banco no me dio una copia de este”.

    Me ha gustado leerte. Espero aprender yo también de errores como estos.

    Te dejo el link de mi relato por si te hace:

    https://www.literautas.com/es/taller/textos-escena-38/6518

    Seguimos leyéndonos!

    Escrito el 17 noviembre 2016 a las 23:53
  3. 3. amparo rouanet moscardó dice:

    Hola Miguelhon
    Tu relato es original y divertido. Podría mejorar si procuraras no repetir las mismas palabras.Puedes cambiarlas por otras que signifiquen lo mismo o suprimirlas directamente si su presencia no es necesaria.

    Escrito el 21 noviembre 2016 a las 02:16
  4. 4. Laura dice:

    Hola Miguelhon.
    Presentas un relato que lees sin parar, con el final de un tercer doble, o podemos seguir así.
    Hay algunas repeticiones pero que no creo que hayan incidido mucho en el relato. Ojo. No soy una experta precisamente en comentario.
    En cuanto a la forma me ha parecido correcta. El contenido muy bueno. El final repitiendo la frase inicial da una idea de cíclico. No sé si era tu intención. Sigue escribiendo.

    Escrito el 28 noviembre 2016 a las 16:02

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