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La verdadera sabiduría - por Naiara

Web: http://ladronesdeltiempo.tk

“Dicen que todos tenemos un doble en alguna parte…” eso me repetía siempre el abuelo, pero yo llevo años buscando el mío, y ya no me quedan muchos sitios en los que mirar. En pocos meses llegaré al borde del mundo, y una vez allí, se acabará mi búsqueda quiera o no. Cada día desde que comencé a buscar animado por el abuelo, he ido perdiendo poco a poco la esperanza.
El sentimiento de soledad, de estar incompleto, me ha acompañado toda la vida. Con el tiempo me fui acostumbrando a hacerlo todo solo, pero cuando era pequeño hasta la cosa más simple era una tortura. Mis juegos no eran tan imaginativos y divertidos como los del resto, además nunca me dejaban unirme a los suyos, estaban pensados para jugar en pareja. Yo era para todos un bicho raro. La adolescencia no me fue mejor, mis años de formación fue tiempo tirado a la basura, sin la ayuda de mi doble no era capaz de imaginar ideas o comprender los intrincados problemas que se plantaban a los alumnos. Jamás fui capaz de desarrollar mis capacidades psíquicas, no sin la fuerza mental de mi otra mitad perdida.
Aún así, me adapte, aprendí a arreglármelas solo y a hacer, las pocas cosas de las que soy capaz, a mi manera. Pero hay algo que nunca conseguiré yo solo, ser feliz. Jamás sentiré la compenetración absoluta ni la extraña conexión que hay entre los dobles, condenado a la mediocridad de ser uno solo.
El abuelo siempre me animaba a no perder la esperanza, él encontró a su doble algo más tarde de lo habitual, y por eso mantenía la teoría de que el mío estaría en algún lugar. El doble del abuelo no opina lo mismo, es cierto que es un cascarrabias, pero no le falta razón. Y aunque lo encuentre ha pasado demasiado tiempo, mi única esperanza es encontrar un lugar en el borde donde las cosas sean distintas, y por fin ser feliz.
Llevo días caminando, y como me imaginé, al final del bosque está la ciudad. En cuanto me adentro en ella soy consciente de que las cosas allí, en la Última Ciudad, no son nada diferentes. Estoy rodeado de dobles. Me resigno ante la evidencia, lo mejor será buscar un lugar donde reponer mis provisiones y emprender el viaje de vuelta.

– En qué puedo ayudarte forastero.- Una mujer con cara de aburrimiento me mira desde el otro lado del mostrador.
– Necesito comida en conserva y carne y pescado seco para el camino.
– Y cómo de largo será ese camino.- Una sonrisa asoma a su cara, supongo que por la gran compra inminente, no puedo evitar devolvérsela.
– Pues lo suficientemente largo como para llegar a Ashton.
– Vaya, a eso si que le puede llamar un largo camino.- Su sorpresa es evidente, acto seguido su expresión pasa a la concentración absoluta.- Bien necesitarás comida para un total de diez días, lo que supone diez raciones de cada mas dos cántaros de agua, y todo esto multiplicado por dos para ti y tu doble.- Cuando levanta la vista debe de sorprenderle mi expresión de total incredulidad.
– Eh… no… yo viajo solo. Pero… cómo, cómo… has… tu sola?
– !Anda¡¿Así que tu tampoco tienes doble?.- Una enorme sonrisa se asoma a sus labios.- Eres al primero que encuentro como yo.
– Tu también eras la primera que encuentro sin doble. ¿Pero cómo has podido resolver tan rápido las cuentas de mi comida? Yo por más que lo intento soy incapaz.
– Ya veo, yo hace tiempo que me di cuenta que lo único que hace tener un doble es facilitar la vida y el desarrollo de las capacidades que cada uno llevamos dentro. Puede que yo no tenga esa ayuda, pero las capacidades están dentro de mi, y la única que no las dejaba salir era yo misma. Nunca dejé que nadie me dijera que no podía hacer algo, y a día de hoy puedo decir que todo lo que tengo me lo he ganado yo solita. Incluido el respeto de los que me rodean.

Puede que el abuelo no tuviera razón en lo del doble, pero sí que la tenía en algo, “mantén tus ojos y tu mente abierta, nunca se sabe dónde aparecerá la verdadera sabiduría”. Vuelvo a mi casa cargado de experiencias y con la cabeza alta, con la única preocupación de lo que haré en el próximo instante.

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4 comentarios

  1. 1. Guiomar de zahara dice:

    Hola Naiara: Tu relato está bien construido. Lo he leído tres veces y si te digo la verdad no he entendido muy bien, que el no tener un doble a la vista, le traumatizara tanto.
    La enseñanza final me parece buena, pero tanto dramatismo lo encuentro excesivo.Su lectura se hace algo pesada.
    Imaginación no te falta.
    ¡Felicidades!

    Escrito el 19 noviembre 2016 a las 17:27
  2. 2. María Esther dice:

    Hola Naiara,para mi tu relato fluye bien y comienza teniendo en cuenta las opiniones del abuelo, que siempre son válidas; pero hay algo que persigues en toda la historia que no es el doble, sino tu otra mitad para sentirte completo.Lo explicas en varias oportunidades.Buscas tu complemento, lo que te falta para poder ser feliz.
    Perdona si no es eso lo que quieres trasmitir, pero yo lo interpreto así, por mas que lo leo y lo releo.

    Escrito el 20 noviembre 2016 a las 02:27
  3. 3. M.M.Ariel dice:

    Hola Naiara.

    Tu relato me suena a esas historias nuevas de ciencia ficción donde los personajes tienen unas reglas o condiciones extrañas, como el doble en este caso.
    Interesante historia, adecuadamente elaborada, pero quizá en mi opinión falta de una buena resolución, tal vez con una mejor metáfora.
    Hay una frase que me parece extremadamente confusa: “Y aunque lo encuentre ha pasado demasiado tiempo, mi única esperanza es encontrar un lugar en el borde donde las cosas sean distintas,”, o quizá es: ¿un problema de puntuación?

    Bueno, sigue adelante, espero haberte ayudado.

    Escrito el 23 noviembre 2016 a las 23:48
  4. 4. Naiara dice:

    Buenas,

    Gracias a todos por vuestros comentarios, se agradece ir aprendiendo un poca mas cada dia entre todos.

    Maria Esther, estoy de acuerdo en lo que dices de que lo busca es su complemento, no su doble, y por eso al publicar este relato en mi blog le he cambiado el final adecuándolo mas a esa idea. Mil gracias

    Escrito el 29 noviembre 2016 a las 19:17

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