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ÓRDENES, MI CORONEL - por R.J. Esperanza Pardo

—"Dicen que todos tenemos un doble en alguna parte" —Ana marcó la línea con el dedo—. Te duermes, abuelo.
—¿Eh? No, solo estaba pensando. ¿Me subes el respaldo? La manivela, abajo… Gracias, hija. Lo que estás leyendo me recuerda algo que pasó, hace mucho tiempo.
—¿Algo?
—Una historia de la guerra; hace más de cincuenta años.
—Nunca hablas de la guerra.
—Pues estuve en Turquía, en la frontera con Europa. Había que controlar el paso de miles de refugiados que llegaban, pero otros muchos murieron en el camino.
—¿Por qué fue? ¿Cómo empezó?
—Las guerras nos acompañan desde que el hombre es hombre, hija. En aquellos países se libraba una guerra sangrienta, Europa tuvo que levantar vallas para proteger sus fronteras. Muchísimas familias se quedaron al otro lado de la barrera fronteriza durante meses, confiando en que, tarde o temprano, se abrirían las puertas; pero acabaron trasladándolos a los campos de refugiados. Supongo que esperaban mucho más de la vieja Europa…
—Cómo eran esos campos.
—Y nosotros —prosiguió ensimismado—, la policía fronteriza, tuvimos que dar la cara y enfrentarnos a esos hombres, mujeres, ancianos y niños que llegaban y se quedaban allí, sin saber dónde ir.
—¿Tu historia tiene que ver con esos campos?
—Sí, la historia… perdona. La historia empezó de madrugada. El aire era helador aunque, al otro lado de la valla, el ambiente ardía. Un grupo de hombres había empezado a sacudir la alambrada y a increpar a la policía; de pronto la valla cedió y empezaron a entrar como un torrente, decenas de personas.
Recuerdo al Cabo Pérez gritando: "¡La alambrada, mi Coronel! ¡Órdenes, mi Coronel!".
El Coronel salió sin dar la orden, mirando fijamente a una mujer con un niño en brazos.
—¿Quién era? —preguntó Ana.
—Tenía su misma silueta, su mismo pelo, la misma piel, la misma expresión en sus ojos. El Coronel parecía haber visto un fantasma y no dejaba de repetir: "Es ella, es ella…".
—¡Pero quién era ella! —insistió.
—Su mujer… Pero no era ella, su esposa había fallecido hacía un año.
Y el Cabo seguía gritando: "¡Órdenes, Coronel! ¡Están entrando, Coronel!".
Entonces dio la orden, y el aire se nubló de gases, disparos y voces.
Detuvimos a los que saltaron la valla, pero a la mujer se la había tragado la tierra.
—No eran delincuentes —le reprochó Ana.
—El Coronel no paró hasta encontrar a esa mujer. Al cabo de dos semanas apareció malherida en un páramo. Cuando abrió los ojos parecía haber perdido la razón: los contrabandistas se habían llevado a su hijo.
—Dios mío…
—El Coronel ordenó llevarla con los suyos.
—¿Al otro lado de la barrera? ¿Cómo pudo, ese Coronel?
—Nadie puede saltarse la Ley. Había médicos cooperantes.
—No quiero saber más.
—La memoria tiende a ser frágil con los años y… yo soy muy viejo. Pero los jóvenes debéis conocer vuestra historia y no olvidarla.
—Si ese Coronel no hubiera sido un cobarde y si hubiera oído llorar al niño al otro lado de la barrera habría tenido una pizca de dignidad, ese Coronel. Seguramente que él, si vive aún, lo habrá olvidado.
—El Coronel tenía influencias y movilizó a todo el cuerpo policial, ofreció su propio dinero a cambio de alguna noticia sobre el paradero del niño. Por desgracia, cuando dimos con los traficantes fue demasiado tarde, le habían sacado ya del país.
—Si tantos contactos tenía y tanto le recordaba a su mujer, por qué no la ayudó a salir de aquel infierno.
—Él era un solo hombre y no estaban los tiempos para héroes. Desde aquel día estuvo cruzando al otro lado de la valla, cada noche, hasta que acabó la guerra.
—Para qué.
—Para verla.
—¿En serio? ¿Qué fue de ellos?
—Volvieron a sus países, solo algunos consiguieron entrar en Europa.
—Me refiero al Coronel y a… ¿cómo se llamaba ella?
—Si volviera atrás, el Coronel volvería a hacerlo, volvería a cumplir la Ley.
—Cómo estás tan seguro.
—Si no la hubiera cumplido no se habría enamorado perdidamente de aquella mujer, ni habrían tenido un hijo juntos. Ni siquiera podría estar aquí esta noche, contándole a su nieta una parte muy especial de su historia.
—¡Eras tú ese Coronel!
—Hablábamos distinto idioma y teníamos culturas diferentes… Pero el amor nada entiende de fronteras.
¿Me bajas el respaldo?

Ana giró la manivela e intentó seguir con el libro, pero las palabras ya no tenían sentido.

«Volverías a hacerlo, Coronel… Entonces ¿por qué, abuelo, nunca contaste qué pasó en la guerra?»

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17 comentarios

  1. 1. R.J. Esperanza Pardo dice:

    Hola compañer@s:
    No sé si he logrado cumplir con el reto, pero al menos lo he intentado.
    También he intentado hacer un análisis de los personajes y narradores de mi relato, y tampoco sé si será acertado al cien por cien. Todo es opinable y rectificable por los expertos.

    He recabado la información del siguiente enlace, por si os sirve de ayuda: https://sites.google.com/a/xtec.cat/la-narracion/el-narrador

    Y el análisis de los personajes/punto de vista/narrador… quedaría así:

    Protagonista del relato-marco de primer nivel (extradigénico): Abuelo
    Narrador del relato-marco de primer nivel (extradigénico): Narrador omnisciente (hay, aunque pocas, acotaciones sobre lo que piensan y hacen los dos personajes).
    Antagonista del relato-marco de primer nivel (extradigénico): Nieta

    Protagonista del segundo relato (nivel intradigénico): El coronel.
    Antagonista del segundo relato (nivel intradigénico): La guerra, representada en el coronel.
    Narrador/punto de vista del segundo relato (nivel intradigénico): El abuelo, como “falso” testigo a lo largo del relato, resultando ser protagonista (coronel) al final del relato.

    El enfrentamiento ideológico entre el abuelo y su nieta, que aparece en el relato-marco (a nivel extradigénico), es paralelo al enfrentamiento entre los refugiados de guerra que piden asilo y los países que vetan su entrada, que aparece en el relato de segundo nivel.
    Existe también un enfrentamiento interno (quizás sutil), en el “doble” protagonista de ambos relatos (abuelo y coronel) ya que el abuelo justifica su conducta como coronel durante la guerra afirmando al final del relato que “lo volvería a hacer”, sin embargo esta justificación no es creída por su nieta, quien deja en el aire una pregunta para reflexionar sobre los sentimientos encontrados de quien obra por conciencia o por obediencia.

    Escrito el 17 noviembre 2016 a las 11:27
  2. 2. Berundgaar dice:

    R.J, Esperanza Pardo..
    No voy a analizar tu texto. Tú ya lo haces muy bien y hay otros que saben mucho más que yo en muchos ámbitos.
    No obstante, voy a decirte algo que tal vez te guste leer.
    Estaba yo intuyendo quién era el coronel, prácticamente desde que sale la mujer, pero así y todo, no he podido evitar emocionarme cuanto he tenido la confirmación.
    Preciosa historia.
    Gracias por tocarme el corazón.
    Un cordial saludo, RJ.

    Escrito el 17 noviembre 2016 a las 14:50
  3. 3. Anna dice:

    Wow, que bonita historia, el análisis lo haces prácticamente tu mismo, así que no tengo mucho que añadir.
    Sólo que yo si no me imaginaba quien era el coronel, lo que hizo emotivo el final.
    Saludos!

    Escrito el 18 noviembre 2016 a las 02:24
  4. 4. Rosalia Ds dice:

    Me gustado mucho tu historia. es muy nostajgica y enternecedora. A mi me ha llegado al corazón por ser un relato que por desgracia es muy actual.
    Pero me gusta tu final. Siempre hay personas buenas en el mundo y eso hace que aun se puede confiar en el mundo.
    Por lo demas , sobre su estructura, análisis y composición lo explicado todo muy bien. Creo que voy a ser yo quien aprenda de ti
    Así que te animo a que sigas escribiendo. Yo también soy nueva y espero aprender mucho e todos vosotros.

    Escrito el 18 noviembre 2016 a las 09:34
  5. 5. Leosinprisa dice:

    Hola Esperanza,

    es una historia con una gran carga de humanidad,!que diantres!, es humanidad misma, el verdadero sentimiento de las personas y la carga que deben de soportar por sus acciones muy bien contada.

    Has hecho un análisis tan extenso de tu escrito que nos has quitado todo el trabajo :), aunque yo también me imaginaba que el coronel y el anciano serían la misma persona (me lo imaginaba, pero tú me lo confirmaste)

    Un gran trabajo y bien escrito. Ha sido un placer leerte. Un saludo.

    Escrito el 18 noviembre 2016 a las 10:06
  6. 6. Laura dice:

    Hola R.J. Esperanza Pardo
    Un relato muy bien traído desde el inicio, lo llevas a los recuerdos y vuelves al presente.
    Era muy posible que el coronel y el abuelo fuesen la misma persona.
    Me resultó muy profundo el tema de las órdenes, el cumplimiento del deber en épocas donde la humanidad está más que castigada.
    Espero seguirte leyendo.Felicitaciones.

    Escrito el 18 noviembre 2016 a las 10:38
  7. 7. Patty dice:

    Hola R.J. Esperanza Pardo.

    Un relato muy emocionante, sin duda. Como dicen, el tema que tratas es, por desgracia, también actual. Escribir todo el texto en forma de diálogo es muy difícil, y tú lo haces muy bien, a la vez que logras transmitir perfectamente los sentimientos tanto del abuelo como de la nieta.

    Yo no me di cuenta de que era él mismo el coronel hasta la mitad del relato, aunque claro, no estaba segura hasta la confirmación.

    Me ha parecido una muy buena historia y muy bien contada.

    Felicidades, seguiremos leyéndonos.

    ¡Saludos!

    Escrito el 19 noviembre 2016 a las 14:22
  8. 8. Miranda dice:

    Enhorabuena R.J.

    Me parece un texto muy bien llevado que en cuanto al contenido me ha gustado, porque refleja muy bien la lucha interna de cada personaje frente a los hechos que le toca vivir. Creo que los personajes SI están bien definidos, en cuanto a la forma, tu haces un análisis tan completo y aun nivel que hay que estudiar cada una de las razones que das para saber si estoy de acuerdo con ello, me he apuntado el link que nos das para aprender que significa exactamente “primer nivel extradigenico” y otra terminología que no conozco.

    En cuanto al Reto, con el que yo también me he peleado sin saber si lo he conseguido, de primeras a mi me parece que no lo has conseguido, ya que el abuelo es a lo largo de todo el texto el protagonista, no el antagonista.

    Sin embargo en tu análisis nos das a entender que has cambiado de protagonista a lo largo del texto y entonces si sería el antagonista. Creo que volveré a hacerte otra critica cuando me estudie la teminología.

    Te reitero que me ha gustado tu texto.

    Un saludo

    Escrito el 19 noviembre 2016 a las 19:40
  9. 9. R.J. Esperanza Pardo dice:

    Mil gracias por comentar a todos,
    La verdad es que marqué el reto con todas las dudas, pero lo hice, y por ello me vi en la obligación de justificároslo… Era un gran condicionante para la creatividad de la trama el que el punto de vista tuviera que ser el del antagonista, así que, sí, era demasiado previsible que el abuelo estuviera hablando de sí mismo.
    Me quedo con que os haya tocado el corazón.
    Seguiremos trabajando para emocionar y emocionarnos. Nos leemos, compañeros.

    Escrito el 20 noviembre 2016 a las 14:49
  10. 10. Carolina Tribó dice:

    Hola RJ!!

    Coincido con mis compañeros. Impresionante relato, sin palabras me has dejado, te llega hasta el alma, sí.

    Muchas felicidades!!

    Si te apetece, puedes pasarte por el 115.

    Un saludo!!

    Espero seguir leyéndote!

    Escrito el 23 noviembre 2016 a las 17:50
  11. 11. Earendil dice:

    Hola, R.J. Esperanza.
    La idea en sí, la veo muy original. Sin duda es la realidad actual contada de forma retrotraída en un futuro imaginario. Creo que la circunstancia que cuentas no se había vivido anteriormente en esta parte del mundo. Y eso aún le da más originalidad, unido al hecho de que hablas de un doble que no pertenece al protagonista del relato, si no a otra persona (en todos los relatos que llevo leídos, creo que es en el primero que ocurre)
    Al principio también has hecho un autoanálisis sorprendente. Creo que aquí, en Literautas, no lo había visto nunca.
    Hablas de unos conceptos totalmente desconocidos para mí ( narrador
    extradiegético y intradiegético).
    Según el enlace que nos has facilitado, el protagonista del relato de primer nivel es el abuelo y el narrador es extradiegético, pues es omnisciente, ajeno a la historia
    Pero yo creo que te has hecho un poco de lío con los conceptos, puesto que estos términos solo se usan para el narrador. En el relato de segundo nivel, el narrador no es intradiegético, pues su definición es clara: es aquel narrador que cuenta también la historia del segundo nivel y, aquí, no es el caso, puesto que el narrador es el protagonista de la historia, el coronel, no el narrador de la historia principal.
    En tema del antagonista, el enfrentamiento ideológico entre refugiados/Europa o coronel/guerra, está claro que se da. Pero no veo ninguna clase de antagonismo entre el abuelo y la nieta, solo son dos personas que participan en una conversación, aunque tengan puntos de vista diferente del mismo tema.
    Yo, personalmente, no creo que el reto esté alcanzado, puesto que se trataba de contar una historia donde ese antagonismo se viera patente en todo el relato, como dos fuerzas opuestas entre sí, bien y mal, una doble personalidad, alguien suplantando a alguien, o algo así.
    En la parte formal:
    * “—Cómo eran esos campos.”___creo que debería ir entre interrogaciones.
    * “—¡Pero quién era ella! —insistió.”___aquí también intuyo más una pregunta que una exclamación.
    * “—Si ese Coronel no hubiera sido un cobarde y si hubiera oído llorar al niño al otro lado de la barrera habría tenido una pizca de dignidad, ese Coronel.”____esta frase no la acabo de entender y, además, ¿por qué repite al final “ese Coronel”?
    * “—Si tantos contactos tenía y tanto le recordaba a su mujer, por qué no la ayudó a salir de aquel infierno.”___después de la coma, vuelven a faltar los interrogantes.
    * “—Para qué.”___otra pregunta.
    Aunque he hecho muchas anotaciones, ya te he dicho al principio que me ha gustado mucho tu historia. Los diálogos están muy bien llevados, no hay faltas ortográficas y la trama es muy original, tanto en contenido como la manera de desarrollarla, con una historia dentro de otra.
    Enhorabuena.
    Nos leemos.

    Escrito el 25 noviembre 2016 a las 20:05
  12. 12. María Kersimon dice:

    Un relato bellamente escrito que te atrapa hasta el final. Me encantó la forma de iniciarlo, tan natural, la referencia a la manivela, a la soñolencia del abuelo, el respaldo que hay que bajar, todos detalles realistas que nos ambientan la escena. Muy muy bien agenciada, en un lenguaje inmejorable, vivo, ágil, que mantiene la expectativa viva y no decae. Me encantaron los diálogos. Me pareció un tema original.
    Te felicito por esto. Saludos.

    Escrito el 25 noviembre 2016 a las 21:26
  13. 13. beba dice:

    Hola, R. J. Esperanza:
    Felicitaciones por tu bellísimo relato. Ama tu cuento y no te rompas tanto la cabeza con análisis sofisticados. (Bah;perdona; seguro que te gusta hacerlo)
    Excelente escritura y manejo narrativo.
    Beba- 124

    Escrito el 26 noviembre 2016 a las 15:04
  14. 14. R.J. Esperanza Pardo dice:

    Buenas, Earendil

    Hola Earendil,
    Gracias por pasarte por mi relato, has conseguido que volviera a estrujarme el coco (es broma…)
    Sí, el abuelo es el protagonista del relato-marco y su narrador es extradiegético o ajeno al relato: “Ana marcó la línea con el dedo”, “prosiguió ensimismado”, “preguntó Ana”, “le reprochó Ana”, también sale como último pensamiento del personaje Ana…
    Fíjate que en el enlace de la Web muestra como ejemplo un fragmento en el que aparecen Patronio y Lucanor, dos personajes de un relato-marco o de primer nivel, con un narrador extradiegético o ajeno al relato. Fíjate también cuando explican: “En el segundo nivel –lo marcado en rojo– Patronio (uno de los personajes, que en mi caso sería el abuelo) SE CONVIERTE EN NARRADOR que cuenta una historia a un narratario que tenemos que identificar con Lucanor (en mi caso la nieta). ESTE SEGUNDO NARRADOR –PATRONIO– ES LO QUE HEMOS DENOMINADO NARRADOR INTRADIEGÉTICO”.
    El antagonismo entre el abuelo y la nieta puede que no esté claro como dices pues “SOLO dos personas que participan en una conversación, con dos puntos de vista diferentes”; pero supongo que también son dos personajes intervinientes en la historia con dos puntos de vista antagónicos, aunque conflicto, conflicto es el del relato de segundo nivel (el del coronel).

    La escena de este mes indicaba que el relato debía comenzar con la famosa frase del doble, y el reto, que la historia debía contarse “desde el punto de vista del antagonista”, sin más añadidos. Y Literautas sugirió que se podía tirar de un falso narrador en tercera persona (equisciente, omnisciente…) y que al final se descubriera que, en realidad, era el antagonista quien hablaba. Así que, ahí está el abuelo, para todo: falso narrador en tercera persona de la historia de segundo nivel, protagonista del relato de primer nivel, y al final resulta ser también el antagonista. Como Literautas comentó que esta vez todo lo que se nos ocurriera sería válido, me decidí por apretar la tecla del reto.
    Con el tema de los signos de interrogación y exclamación evidentemente no son despistes, cuando dialogamos a veces no entonamos tanto estos signos y se me ocurrió que podría dar naturalidad al diálogo. Algo leí por internet (maldito internet).
    La frase “Si ese Coronel no hubiera sido un cobarde y si hubiera oído llorar al niño al otro lado de la barrera habría tenido una pizca de dignidad, ese Coronel.” Te explico: para la nieta, el coronel actuó como un cobarde al seguir las órdenes impuestas sin atender nada más, ni su conciencia, ni súplicas, ni llantos. Cuando añado “, ese Coronel” al final de la frase es una forma de dar un tono despectivo a lo que la nieta pensaba sobre ese coronel.

    Bueno, no me enrollo más. Me alegro de que te haya gustado, la verdad es que a mí no tanto (me gustó más el de la escena anterior), pero necesitaba soltar lastre sobre estas escenas que vemos en el telediario con impotencia.
    A ver si esta semana puedo ponerte algo en tu relato, lo leí pero aún tengo deberes…
    Un abrazo,

    Escrito el 26 noviembre 2016 a las 18:19
  15. 15. R.J. Esperanza Pardo dice:

    Hola, Beba,
    Encantada de que te pases por aquí! Creo que he llegado demasiado tarde para seguir tu consejo, qué pena… En serio, odio ser una máquina autodestructora y es más, juro no volver a hablar de tipos narradores.
    Me pasaré por tu relato, Mil gracias.

    Escrito el 26 noviembre 2016 a las 18:27
  16. 16. R.J. Esperanza Pardo dice:

    Muchas gracias, María Kersimon, encantada

    Escrito el 26 noviembre 2016 a las 19:44
  17. 17. Earendil dice:

    Hola, R.J. Esperanza Pardo.
    Tienes razón, no sé de dónde me he sacado que los dos narradores (tanto del relato de primer nivel como del segundo) debían ser el mismo. Siento enormemente haberte hecho releer los apuntes. Mil perdones.
    Nos seguimos leyendo.

    Escrito el 27 noviembre 2016 a las 18:06

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